ᴄᵘᵃⁿᵈᵒ ᵉˡ ᶠᵘᵉᵍᵒ ᵖᵃʳᵉᶜᵉ ᵈᵉˢᵃᵖᵃʳᵉᶜᵉʳ

《☆》

Sábado 1 de Agosto de 1992

     Tantas cosas pasaron en aquellos años.

     Eric y Camille siguieron con su relación y se encuentran más que enamorados. Se casaron en una noche de 31 de Diciembre de 1989.

     Nathan y Rachel viven felices criando a su pequeña hija, su nombre es Charlotte.

    Jade y Will comenzaron a salir a principios de 1989, por su diferencia de edad tuvieron que separarse por 1 año, pero su amor aún permanece. Haciendo que Jade decidiera estudiar administración de empresas en la universidad donde su novio estudia. Un amor que ha traspasado el tiempo y el espacio.

      Carol y Richard siguen saliendo, ambos decidieron no estudiar la universidad y ahora viven juntos en un departamento en unión libre. Para ellos lo que menos importa es el matrimonio.

     Alex salió de prisión el 30 de Noviembre de 1991, luego de pagar 3 años de condena y tener muy buena conducta. No fue fácil para él integrarse a la sociedad, un ex convicto nunca es bien visto. Un día de casualidad conoció a Jacqueline y quedó profundamente enamorado de ella. Jacqueline en un principio temía por la gran diferencia de edad y por las acciones que conocía de él. Pero luego de algunos meses de conocerse decidieron comenzar a salir. Sin importar lo que los demás dijeran sobre ellos.

     Alex decidió buscar a Jade en buenos términos y le pidió su perdón, admitió que fue muy estúpido e inmaduro de su parte. Le costó algo de tiempo, pero al final lo obtuvo y con el tiempo tuvieron un poco de comunicación.

      Louis en algunas ocasiones pudo salir con una chica llamada Lea, pero al final se dio cuenta que era mejor ser amigos, y ambos entendieron que no era buena idea intentar algo que no iba a funcionar.

     Agnes y Louis decidieron hablar el día de hoy. Tuvieron que pasar tres años para que ambos tuvieran valor para volverse a encontrar.

     Louis fue con algunos psicólogos, pero le decían que era absurdo que se sintiera culpable, no era su culpa que la situación fuese así.

      Agnes estuvo llendo con un psiquiatra, considero que sentirse atormentada no era nada bueno. Por lo cual estuvo internada gran parte del año 1989, pero salió a principios de 1990 y volvió a ingresar en 1991 y al fin había recibido la alta definitiva.

      Agnes Casey Thompson al fin pudo volver a la sociedad.

      El castaño entro a su departamento, estaba más que dispuesto a ser lo más comprensivo posible con la pelinegra.

      Pero se llevó una gran sorpresa al verla ya dentro.

     —Phillip

     —Casey

      Ambos no podían dejar de mirarse, era como si el tiempo se hubiera detenido.

     —Que sorpresa...

     —Tenemos que hablar

      Esa era la mirada directa de Agnes, ella había vuelto.

      —Prometo no juzgarte, solo quiero saber la verdad

       La tensión comenzó, pero para la pelinegra eso ya no importaba.

     —Sabes... creí que luego de la muerte de mi madre no pasaría nada más horrible en mi vida— Suspiraba pesadamente— Pero luego supe que pensaba demasiado pronto... Tenía 9 años y vivía con mi padrastro y mis tres hermanastros, ellos me comenzaron a tratar demasiado y creía que les agradaba

     Agnes casi se derrumbaba, pero decidió continuar.

     —Qué tan jodida debía estar para que mi padrastro y mis hermanastros abusaran sexualmente de mí— Las lágrimas caían por el rostro de la chica— Eso ocurrió frenéticamente casi por 6 meses... hasta que huí a Chicago y comencé desde cero con mi vida

      Louis no sabía que decir, no podía articular ninguna palabra al respecto.

     —Me juré en muchas ocasiones jamás enamorarme de un hombre, ya que no quería que supieran de mí pasado y mi falta de contacto hacia ellos— Agnes se quitaba las lágrimas— Es por eso que me convertí en la novia fugitiva... lastime a Nathan, pero me alegro de que sea feliz ahora con Rachel... cuando le conté la verdad él me dijo que no había problema y que no me guardaba rencor. Espero que tú también tomes esa misma perspectiva de mí

     Louis aún no sabía que decir.

    —Yo no podría guardarte rencor Agnes, tú no sabías la gran amenaza que vivías con aquellas personas, no puedo juzgarte— Louis tomo la iniciativa y la abrazo con inocencia y protección

    —Por dios Louis, pensé que me odiarías luego de lo que te hice pasar— La chica solo decía durante el abrazo

    Agnes se sentía cómoda en sus brazos, aún no comprendía el como alguna vez se sintió tan insegura ante él.

     —Yo solo quiero saber algo— Agnes levantó la mirada y miró directamente a Louis— Aquella noche que te dije que te amaba, ¿Tú sentías algo por mí?

     La chica solo sonrió en respuesta.

     —Te seré honesta, aún te miraba como amigo— Aquello hizo que Louis la mirara más distante— Pero luego comprendí que realmente sentía algo más por ti después de que te fuiste

     —Exactamente ¿Qué?

     —Que realmente si me gustabas, pero no lo quería admitir— La chica sonrio un poco al ver el rostro del castaño— Pero ahora que te vuelvo a ver, confirmo que no eran dudas, más bien si sentía eso por ti

     Louis trató de poner distancia entre ambos cuando sintió un beso húmedo en su cuello, haciéndolo mirarla con confusión.

      —¿Eso que significa?
 
      —Que aún no es tarde para volverlo a intentar—Agnes sonrió con timidez —Tenemos ya 32 años, pero aún somos jóvenes

      —Y supones que yo siento lo mismo por ti, pues te equivocas— La sonrisa de Agnes desapareció

      —Pero...

      —¿Qué creías? ¿Qué te esperaría hasta que volvieras hacia a mí? Pues pensaste mal

     Ella solo agachó la mirada, pero eso no duró mucho, ya que sintió que Louis la cargaba, la recargaba cuidadosamente en la pared e inhalaba el aroma de su cuello. Haciéndola quedar en shock.

     —Creo que realmente soy muy buen actor después de todo ¿no lo crees?
 
     La chica sonrió, mientras le dio un ligero golpe en la cabeza.

    —Ay, mi estúpido y sensual Louis

    —Ay, mi linda e inocente Agnes

    Ambos seguían en aquella posición mientras se abrazaban. Estaba en una bella burbuja.

    —¿Supongo que si podemos intentarlo?

   —Y supones más que bien Ma Belle

    Ambos sonreían.

    No más días de oscuridad, eso ya no era parte de la vida de ambos.