ꜰɪɴᴀʟ: ʀᴇɴᴀɪꜱꜱᴀɴᴄᴇ.
Emitió un suspiro que salió de lo más profundo de su alma.
Con dificultad y lentitud fue abriendo sus ojos, se sentía cansado y arrollado.
¿Qué había pasado?
No recordaba absolutamente nada desde que cayó inconsciente. Además, ¿por qué no miraba nada? ¿Estaba en la oscuridad acaso? Pero él escuchaba muy levemente el cantar de las aves, era de día, ¿no?
— ¿Mi amor? –Escuchó una suave y dulce voz. Oh su corazón se aceleró emocionado.
— ¿Jinnie? ¿Cariño, eres tú?
SeokJin se apresuró en llegar a su amado. —Soy yo, mi vida. ¿Es que no puedes verme?
El Tigre se angustió mientras observaba la niebla en los orbes oscuros de JungKook y este tanteaba su alrededor, buscándolo. No podía ser...
—Estás aquí, pero no puedo apreciar tu belleza... –Dijo el Dragón mientras sus ojos se empañaban y lágrimas rodaban por sus mejillas.
SeokJin se llevó una mano al pecho y lloró, sintiéndose culpable, así que ese había sido el precio a pagar por salvarlos...
—Está bien, cariño. Yo lo sabía... Sabía que tenía que sacrificar una parte de mí, pero ¿amor? –Le llamó con dulzura.
Jin sollozó. — ¿Sí?
JungKook buscó la mejilla de su amado y suavemente limpió sus lágrimas. —No me arrepiento de nada si con ello hemos conseguido vivir en paz.
SeokJin se lanzó sobre su Alfa y lo abrazó con fuerza, lo había extrañado tanto, él rezó para que regresaran con vida, que haya perdido uno de sus sentidos no lo hacía menos, al contrario, JungKook se había apoderado totalmente de su corazón y vida, él estaría ahí para apoyarlo en esta etapa, juntos, como debió ser desde el inicio.
—Te amo, Kookie. Le agradezco a la vida porque regresaste a mí. A nosotros. Te amo tanto, tanto.
JungKook derramaba lágrimas silenciosas, él también estaba gradecido de estar vivo, de poder sostener a su amor entre sus brazos una vez más.
Había valido todo, perder la vista solo fue un pequeño precio que con gusto pagaría cada vez que fuera necesario con tal de mantener a su familia a salvo.
—Estaré bien, Jinnie... Siempre y cuando estés a mi lado.
SeokJin sonrió y entre lágrimas besó a quien era su alma gemela, ah... Cuánto lo había extrañado.
Ellos se besaron por varios minutos, sin prisa, disfrutaron del calor del otro hasta que un golpe se escuchó en la puerta.
Jin se separó. —Deben ser los chicos, han estado esperando que despertaras... Eras el único que faltaba.
JungKook entonces recordó. — ¿Él está bien?
Pero Jin no respondió, en su lugar, se levantó y abrió la puerta, dejando entrar a la persona tras ella.
Kook olfateó pero no detectó ningún aroma. Frunció el ceño, extrañado.
—Al fin despiertas.
Esa voz.
— ¿TaeHyung?
—Sí. ¿Es que acaso...? –Se detuvo cuando SeokJin negó. —Entiendo, también pagaste un precio.
— ¿Qué te ocurrió? –Kook preguntó.
—Lo perdí.
La pequeña habitación se sumergió en un espeso silencio, ya que no había necesidad de más explicación.
Perder a su animal interno, era como perder la mitad de la vida.
TaeHyung ahora era un simple humano.
—Seguirás siendo un Tigre, ¿lo sabes, no? –Kook consoló.
—Por supuesto que sí.
—Bien, porque de igual manera asumirás tu responsabilidad como padre. –Medio gruñó el pelinegro.
TaeHyung sonrió. —Lo haré, que no te quepa duda.
SeokJin suspiró aliviado, se sentía en paz, muy en paz. El sonido llamó la atención de ambos hombres.
— ¿Estás bien, amor? –JungKook preguntó llevando su mano sobre la de Jin.
—Lo estoy. –Sonrió el Omega, envolviendo su mano con la de su Alfa. —Porque ambos regresaron, porque nuestros amigos están bien, con uno que otro rasguño pero vivos. Y ahora podremos establecer nuestra vida como una familia. Estoy agradecido y feliz.
Ambos alfas también sonrieron, era una dicha haber regresado con vida.
—Ese chillido fue el que acabo con todos los de tu clan... Bueno, con quienes se oponían a nosotros. –TaeHyung dijo.
—Esa era la idea, aunque sabía el costo, era necesario hacerlo si queríamos ganar.
— ¿Cómo se llama esa técnica?
Kook se masajeó las sienes y con leve vergüenza, respondió: —Chillido infernal.
El silencio era ensordecedor.
— ¿En serio? –Jin preguntó después de unos minutos.
—Lo sé, suena ridículo. –JungKook rió. Los otros dos también rieron, pero pronto el pelinegro recordó: — ¿Cómo están las cosas con los clanes?, debemos armar un plan de reconstrucción.
—Hecho. –TaeHyung dijo.
— ¿Qué? –Las cejas del Dragón se alzaron en sorpresa. — ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
—Tres días, pero no me refiero al plan de reconstrucción. Me refiero a que los clanes fueron renovados el mismo día de la guerra.
— ¿Qué?
TaeHyung explicó: —El Tigre azul lo hizo, después de acabar con tu padre, utilizó sus últimas reservas espirituales para reconstruir todo lo que fue destruido por nuestra lucha, a un radio de treinta kilómetros, montañas, calles, árboles, casas... Todo, fue completamente reconstruido. Así es como lo perdí.
La pareja se quedó en silencio nuevamente, analizando las palabras del Tigre.
—Wow... El Tigre azul realmente... –Kook empezó.
—Realmente es un dios, ¿verdad? –Jin finalizó. —Un dios que toma un cuerpo mortal para adquirir sus poderes a través de la energía del clan.
—Sí. –Tae confirmó. —Es una enorme responsabilidad y si el cuerpo que escoge no resiste su poder, entonces no puede desarrollarse tal como lo hizo conmigo y deberá esperar para encontrar alguien más fuerte.
— ¿Nuestros cachorros...?
—Existe la probabilidad que el Tigre azul tome a uno de ellos y si no lo hace, puede ser en sus hijos, o los hijos de sus hijos... Él lo hará cuando una amenaza esté por azotar a nuestro clan.
Jin estaba atónito, pero a la vez honrado. —Cuidaremos bien de ellos para que sean dignos.
TaeHyung sonrió y se encaminó a la puerta. —Lo haremos, así que le informaré a los chicos que Kook despertó.
— ¿TaeHyung? –El Dragón lo llamó.
— ¿Sí?
JungKook extendió su mano hacia él. —Gracias.
TaeHyung dio un fuerte apretón a la mano ofrecida. —Para eso están los amigos.
Luego se escuchó la puerta siendo cerrada, JungKook y SeokJin suspiraron sin borrar sus sonrisas.
— ¿Recuerdas la primera vez que salimos? –Preguntó el Alfa.
Jin se rió. —Sí... Fuimos por un helado.
Kook se llevó la palma de la mano de Jin a su boca y depositó un pequeño beso. — ¿Quieres ir por un helado al recuperarme?
Jin besó los labios de su Alfa. —Me encantaría.
Iban a besarse de nuevo pero un par de revoltosos chicos entraron como un remolino a la habitación del Dragón.
Pronto se unieron tres Alfas más y lo que había sido un momento de tranquilidad, se había convertido en uno de llenos de risas y burlas por parte de JiMin y HoSeok. Mientras NamJoon y YoonGi negaban por las locuras que decían sus parejas.
TaeHyung observaba a su nueva familia.
Eso era...
La vida que deseaba al lado de las personas que amaba.
Aunque el amor había sido un error, había ganado a su propia manada. Estaba joven para encontrar a la persona correcta.
Tocó su pecho y sonrió, perdió a su compañero, pero ganó una vida estable, sabía que su Tigre estaba orgulloso.
— ¿Qué dices, TaeTae? –SeokJin preguntó.
Pronto tenía la atención de todos sobre él. —¿Eh?... ¿Sobre qué?
—Iremos de viaje cuando JungKook mejore.
TaeHyung se sorprendió pero asintió. —Será un placer.
Quién sabe, tal vez ese viaje traía consigo algo bueno...
Sí, llegamos al final... ¡Por fin! Créanme que deseaba terminar esta historia porque no quería dejar a nadie con la intriga, sé que tardé mucho en volver, pido disculpas y solo espero que les haya gustado este invento hasta el final.
Así es como lo había pensado desde el principio... Bueno no, en la versión original iba a matar a Tae pero me compadecí de ustedes, como ven; no los dejé intactos, pero sí vivos XD
¿Qué les pareció? Dudas y/o reclamos aquí ↴
Aún falta el epílogo, así que espérenlo <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top