ᴏᴜʀ.













SeokJin estaba decidido, si lo pensaba bien, era un Omega afortunado. Tendría hijos con el Tigre azul, tan legendario y alabado entre su gente... Sus cachorros serían hijos de un casi dios, por lo que, sabía que serían más fuertes que los demás, y el mayor de ellos sería el próximo líder del clan, ya que cuando su padre se retire, será él mismo quién se haga cargo de su manada.

Era un momento brillante para su familia... Pero no así para TaeHyung, el hecho que deba dejar hijos era más que claro, pero la verdadera razón era la que le dolía... Existía una probabilidad que el alfa no sobreviva, si resulta ser así, ¿qué sería de él y sus bebés? Sin duda, sabía que su manada los cuidaría, pero también estaba JungKook, su verdadero alfa y el hombre de quien estaba tan enamorado...

Si logran estar juntos, ¿JungKook sería realmente capaz de aceptar y amar a sus cachorros?

Jin esperaba que sí. Esperaba en lo más profundo de su corazón que los amara también, porque estaba tan seguro, que si JungKook le decía que su esposa esperaba un hijo de él... Aún contra todo pronóstico, SeokJin lo aceptaría. Él lo amaría así como ama a su padre... Porque no importa que tanto dolor pueda existir en su corazón.

SeokJin ama a JungKook...

Por lo que un pequeño bebé que venía de él, sería bien recibido entre sus brazos... Pues la criatura no tendría la culpa de todo lo sucedido.

Con esa pequeña resolución salió de la bañera... Era el día esperado, su celo estaba sobre él, podía sentirlo, su cuerpo empezaba a reaccionar, deseando a su alfa... Aunque esta vez sería totalmente diferente, pues sus celos anteriores los había detenido con supresores, pero ahora no había bebido ninguno, por lo que estaba caliente. Y recordar con quien pasaría su celo... Sólo hacía que su razón dejara de existir y la lujuria tomara el control.

Su cuerpo empezó a emitir feromonas dulces, llamativas para cualquier alfa, pero en su casa sólo habitaba uno...

SeokJin... -Escuchó el gruñido detrás suyo.

Pronto, dos manos grandes acariciaron desde sus hombros hasta la cintura.

El fuerte cuerpo de TaeHyung yacía tan pegado a él que era capaz de sentir cada trozo de piel, tan ardiente y suave que a Jin se le hacía agua la boca.

El alfa lo giró suavemente y lo miró con sus brillantes ojos azules, SeokJin se sentía deseado y amado.

No podía sentirse culpable en ese momento, no cuando alguien más la pasaría peor más adelante.

TaeHyung dio el primer paso y lo besó con todo el deseo que guardaba hacia él. Su boca ansiosa se abría paso sobre la dócil de SeokJin, sus manos ansiosas recorrían la sedosa y delicada piel del Omega, su aroma dulce por el baño era un incentivo para su libido.

Trataba de controlarse pues SeokJin le parecía una pieza de arte a ala cual tratar con amor, pero su Tigre estaba impaciente, deseaba llenar al Omega.

Despegó su boca de aquellos deliciosos labios que yacían más abultados, y dirigió su lengua al largo tiempo elegante cuello limpio de marcas. Su nariz se enterró y degustó aquel maravillosa aroma único de SeokJin. Sus manos fueron al nudo de aquella bata y con apremiante lentitud la despojó, dejando sin rastro de tela aquel cuerpo precioso y sensual.

Recostó al Omega en la suave cama y desde arriba lo barrió con la mirada, desde sus cabellos dorados hasta el más pequeño dedo de sus pies, todo en SeokJin era hermoso. Su piel blanca y suave, sus labios rojos, sus ojos castaños, aquella pequeña cintura y las largas piernas llamativas.

Como imán, las manos del alfa se posaron sobre los muslos del Omega y acariciaron con deleite, SeokJin respiraba agitado y podía sentir su excitación con cada roce.

Alfa~ -Lo llamó en su suave jadeo.

La boca curiosa de TaeHyung besó la parte interna de los muslos, dejaba rastros de saliva que poco a poco se acercaba peligrosamente a la húmeda entrada del Omega.

TaeHyung probó el pre semen con lentas lamidas para después bajar su boca y meter su lengua en aquel bonito agujero. SeokJin gimió en alto abriendo más sus piernas. TaeHyung lo sostenía con fuerza, sabía que sus dedos terminarían marcados en la piel de sus muslos y la idea se le hizo maravillosa.

Procedió a preparar el dulce agujero que lo recibiría pronto. Se sentía extasiado, SeokJin era una obra de arte, la más hermosa de todas.

Sólo mételo, soy perfectamente capaz de recibirte. -Gruñó el Omega en desesperación.

TaeHyung decidió no preguntar, pero la punzada en su corazón se le hizo brevemente molesta.

¿Seguro, cariño? -Fanfarroneó cuando tomaba su erecto pene, listo para profanar al dueñon de sus sueños.

SeokJin se deleitó con la vista, TaeHyung estaba muy bien dotado, demasiado.

Hazlo~ -Chilló mientras atraía el enorme cuerpo del Alfa y lo besaba.

Tae ya no pensó en nada, con la misma desesperación de SeokJin metió de un solo golpe su miembros, provocando un enorme gemido de satisfacción en el Omega.

Maldición~ -Gruñó el alfa que sentía sus colmillos picar.

Sus caderas empezaron a moverse con rapidez, sus animales tomando el control de la situación, mientras en la habitación sólo se escuchaban fuertes gemidos y gruñidos de placer.

El Omega de Jin sentía que estaba, deliberadamente, traicionando a su Alfa, pero el deber pudo más con él.

Por su parte, el Alfa de TaeHyung se regocijaba al saber que pronto, el cuerpo del precioso Omega cargaría a sus herederos.

Dos emociones diferentes, pero que lograrían un mismo fin, pues aunque las lágrimas de Jin eran tanto de placer y dolor, las de TaeHyung eran de felicidad.

Gracias, Jin~ -Murmuró en su oído.

Sus caderas se movían más lento, su orgasmo estaba próximo y sus colmillos habían crecido.

No, no lo podía marcar. No sería saludable.

TaeHyung abrazó a SeokJin con fuerza y rugió dejando que su espesa semilla llenara aquel espacio en el Omega.

Por su parte, SeokJin casi se desmaya después de eyacular, pues había tenido uno de los orgasmos más fuertes de su vida.

Con su misión cumplida, Tae se disponía a levantarse. Pero SeokJin lo detuvo.

Mi celo aún no termina. -Le dijo con la voz ronca y el rostro sonrojado.

TaeHyung por supuesto, no tenía problema en ayudarlo, por lo que volvió a besarlo.

Quién sabe, tal vez a la primera no hayan logrado su objetivo, necesitaban  asegurarse.









Pero cierto Dragón sentía a su animal llorar de dolor por saberse herido.



























Péguenme, me lo merezco. Si soy sincera, debo decir que he tenido un bloqueo con esta historia. Por eso tardo tanto, de corazón les pido paciencia, sé que el cap está muy corto, pero de que la termino, es un hecho, gracias por leer :)

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