04; a N E W Y E A R begings

Hye se encontraba en la sala, eran exactamente las 8:57pm, había quedado con Taehyung en verse en  casa de la castaña a las 9, así es, minutos después de que Hye subiera a su cuarto dejando en abandono a Jungkook, le llegó un mensaje desconocido, cuando le respondió este de inmediato se identifico y ella sonrió al saber que era el peliazul, aunque quiso saber quien le dio su numero de teléfono, no pudo ni siquiera preguntarle pues el le pregunto que haría esa noche, le dijo que saldría con Jin y unos amigos más, el de inmediato se ofreció a acompañarla ya que también saldría con ellos, y el pensaba en invitarla, pero en hora buena que ella también iría, así los dos iban a estar pasando juntos el Año Nuevo si o si.


Las horas pasaron y ella traía puesto una falda negra de cuero y, unas botas del mismo color que le llevaban hasta por encima de las rodillas, junto con una blusa beige y para el frio llevaba un saco del mismo material y color que la falda, con respecto a su peinado, simplemente optó por un laceado y llevaba una ligera capa de maquillaje, que consistía en una base de polvo ligero, una ligera capa de máscara de pestañas, cepillado de cejas y un vino tinto para sus labios.


Unos toques en la puerta hicieron que la joven se sobresaltara, se dio una última mirada en el espejo de la casa, sus padres habían salido por su cuenta con unos amigos mas y el único en quedarse solo esa noche era Jungkook, que al parecer estaba mejorando de a poco. Se dirigió a la puerta abriéndola lentamente, se encontró con el chico peliazul con una sonrisa ladina implantada en su rostro, el se veía realmente guapo, usaba un pantalón grisáceo al igual que el saco junto con una camisa negra desabotonada en los tres primeros botones y con unos zapatos del mismo color, pareciese que se fuera a una reunión de negocios, pero simplemente el se había vestido elegante para la ocasión.


—¿Nos vamos?— Preguntó extendiendo su mano.


Ella lo acepta y asiente cerrando a sus espaldas la puerta, sin antes gritarle a Jungkook que ya venía, para luego escuchar otro grito de parte de el con aprobación. 


Cuando cerró la puerta aún permanecían con las manos entrelazadas, ella notó eso y el inmediatamente las soltó, pensando que a la chica le incomodaba. La joven toma su celular, pues le había llegado un mensaje, mientras caminan ella desbloquea el teléfono y mira el último mensaje que le llego.


<< Déjame decirte que estas hermosa, y me encanta que no uses mucho maquillaje.>>


—¿Sabes que estas haciendo que me ponga nerviosa verdad?— Dijo mirándolo.


—¿Te pongo nerviosa?— Soltó deteniéndose.


Y esa pregunta solo hizo que lo este peor.


— ...Avanza que llegaremos tarde— Y sin más empieza a caminar dejándolo atrás.


—¡Oye! ¡Hye!! ¡No respondiste a mi pregunta!— Sonrió y empiezo a caminar para poder alcanzarla








°  °  °  °  °  °  °  °  °




Habían llegado a la casa de Taehyung, porque si, la celebración sería en su casa, cosa que Hye no sabia, y ella se había preguntado el porque de que el chico la fuera a recoger, si iba a ser en su casa, y al parecer no quedaba muy lejos de la suya, ya que solo caminaron unas cuantas calles, pero ella en ningún momento se aburrió, ya que el chico no dejaba de hablarle, contándole cada anécdota graciosa que tuvo a lo largo de su vida, ella reía al escuchar cada cosa que el decía y abriéndose un poco mas, le contó ciertas anécdotas que ella tuvo a lo largo de su secundaria, ambos habían creado un buen ambiente y eso era bueno.


Al pasar las horas todos se encontraban tomando y haciendo karaoke en la casa del chico, hasta el mismo se estaba divirtiendo por la forma de cantar de Hye, definitivamente no era buena para eso, pero igual le causaba ternura verla así, feliz. El tío del chico estaba en el balcón viendo todo, y sonrió al ver a su sobrino feliz disfrutando de su juventud y aun mas al ver como sonreía al mirar a la castaña que cantaba con una copa entre sus dedos.





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Había amanecido, y la casa se encontraba hecha un desastre. Taehyung quien se levantaba del mueble, se rasco la cabeza y con sus ojos medio cerrados visualizó a su lado a la chica de cabellos marrones, se volvió a recostar en el mueble mirándola más de cerca, unos ligeros y traviesos mechones de cabello se ponían en su rostro impidiéndole verla mejor, tomándose el atrevimiento agarra esos mechones y los acomoda por detrás de su oreja, sonríe al verla tan tranquila y en paz, jamás pensó sentirse así, porque no lo iba a negar, se había enamorado de ella primera vista, es que ante sus ojos era una chica muy bonita  y dulce, pero a pesar de eso ella tenia un carácter duro de tratar, sin embargo el iba a conseguir tratarlo, así le cueste todo la vida. 


Se había quedado tanto tiempo mirándola que de pronto la chica empieza a moverse, el inmediatamente baja su cabeza quedando boca abajo y haciéndose el dormido, escucha con ella suelta un gran suspiro y bosteza, siente como se levanta, escucha sus pasos y logra escuchar como si se hubiese chocado con algo, quiere reír, y aún más cuando la escuchar hablar.


—¡Carajo! Mierda Jeon HyeJung eso te pasa por andar de borracha.— Refunfuñe


Sonríe inconscientemente, daría lo que fuera por ir a su lado y ayudarla, pero tenia miedo de hacerlo ya que ella posiblemente lo consideré un loco.


Paso un par de segundo y ahí fue cuando sintió unos ligeros toques, son tan ligeros que el rose provocaba una sensación extraña pero agradable.


—¡Wow! Su pelo es tan suave.— Susurró.


TaeHyung se sorprendió al oír su voz, e inmediatamente se sintió nervioso y sintió como un extraño hormigueo le llegó desde los pies hasta la cabeza y sabe que esta sonrojad.


—Oh...y huele a coco.—


El peliazul se estremeció aun más al sentirla más cerca, un refrescante olor a chocolate con toques de licor lo envuelve al instante y eso no fue lo peor, sino que cuando abre ligeramente sus ojos, se encuentra con el ligero escote que traía la castaña, pues la blusa estaba desabotonada en el primer botón, revelando así su suave piel que de el desprendía el olor a chocolate que antes había sentido, se queda un par de segundos mirando, pudiendo visualizar así una brillante cadenita de oro, hasta que siente como ella empieza a alejarse lentamente dejando así de olor su pelo completamente azul, pintado por una absurda apuesta, pero que tenia que cumplirla.


—Ah.. enserio Hye, si alguien te viera diría que eres una maldita acosadora.— Hye resopló provocando que un mechoncito de su pelo, que se encontraba en su rostro, se levanta. —Nunca mas volveré a tomar como loca, mierda, ahora tendré que soportar la maldita resaca, puedes tolerarlo, pero no en exceso estúpida.— Susurra para si misma en un tono molesto.


Y el chico no puede sentir mas feliz que nunca, era una buena manera de despertar, sintiendo su cercanía y dulce aroma, sin duda era algo que siempre quisiera hacer

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