El Omega empezó a sudar al sentir acercarse su calor, no había tomado supresores de calor en años porque siempre tuvo un Alfa para pasar su calor con él.

Ahora que estaba solo en un lugar que no conocía, sabía lo peligroso que era. Si algún Alfa lo encontraba en el estado en que se encontraba sería atraído por las feromonas que estaba produciendo, le podría hacer cualquier cosa al Omega y no ser acusado de ello.

—Una perra Omega debe saber que no debe salir con el calor si no quiere ser follado por un Alfa grande y malo — Él recordó a alguien diciéndole una vez.

Temblando, YoonGi apretó el paso con una desesperada necesidad de un refugio antes de que su calor empeorara, él podía controlarse durante las primeras horas, pero a medida que avanzaba iba a ser peor y necesitaría a su Alfa. 

Jadeando el Omega sintió a su cuerpo comenzar a prepararse para el calor, su agujero estaba ligeramente lubricado pero sería peor en los próximos días.

YoonGi dejó de caminar cuando la necesidad de orinar no podía ser ignorada se metió en un callejón, de repente unas luces delanteras le alertaron de que no estaba solo, un coche negro se detuvo. Se abrió la puerta y la mitad de su Alma salió mirándolo con hambre en sus ojos. Su Alfa estaba aquí.

YoonGi se apoyó en Seok Jin cuando sintió la mordedura en el cuello, el dolor se había embotado por el intenso placer que estaba sintiendo, su Alfa lo reclamaba, su Alfa le deseaba, no quería ningún otro Omega, quería a YoonGi.

—YoonGi —gruñó Seok Jin—¿Quieres esto?

Gimió cuando Seok Jin lamió sobre la mordida para curar la herida.

—Te quiero a ti, y te necesito tanto —Seok Jin gruñó levantando el Omega y asegurando sus piernas alrededor de su cintura.

—Voy a llenarte tanto mascota, que no olvidarás jamás lo que se siente después de esto, y vas a tener a nuestros cachorros.

—Si los cachorros — Eso le sonaba bien a YoonGi en este momento, los cachorros que tendrían los ojos color avellana de Seok Jin y su pelo rizado, YoonGi quería tanto tener cachorros…

—Sí alfa —se quejó—¿Quieres que tenga a tus cachorros?, dame cachorros.

El Alfa rugió cuando le arrancó la ropa a su Omega. Inclinándose para oler el olor de sirope, se quedó sin habla cuando olió un toque de canela. 

—¿Con quién estuviste? —exigió—¿Por qué tienes el olor de otro alfa sobre ti?

Sus destellaron en rojo mientras pensaba en su Omega con otro hombre, siendo follado por otro Alfa, eso le perturbaba demasiado, YoonGi dejó de moverse en contra de su Alfa y le miró a los ojos.

—No tienes que preocuparte de nada amor, tú eres el único que siempre querré.

Al ver la sinceridad en los ojos de su Omega, Seok Jin capturó los labios de YoonGi en un beso salvaje metiendo su lengua en la boca dispuesta mientras continuó frotándose contra él.

—Alfa, por favor, te necesito ahora —grito, con los ojos vidriosos. 

Rasgando los pantalones a su Omega, empujó dos dedos llenando su agujero resbaladizo. YoonGi gimió sintiendo los gruesos dígitos dentro de él.

—Estás produciendo mucho lubricante mascota, se siente como si estuvieras en el tercer día de tu calor, está muy húmedo.

—Alfa, por favor te necesito. 

Seok Jin quitó los dedos y empezó a introducir su miembro en la entrada del más bajo. Lentamente se impuso, gimiendo por la forma en que se ajustaba perfectamente a su alrededor, estaba hecho sólo para él. YoonGi gritó cuando su Alfa se enterró hasta la empuñadura de un empujón.

El Omega lentamente comenzó a balancearse sobre el pene, gimiendo cada vez que golpeaba el manojo de nervios en su culo, Seok Jin envolvió sus dedos alrededor del miembro  contrario y comenzó a acariciarlo al ritmo de los empujones que le daba. 

Podía sentir que su nudo se hinchaba cuando YoonGi se derramó sobre su mano, unos pocos golpes más en el cuerpo flexible y su nudo estuvo firmemente dentro del Omega.

YoonGi sentía las piernas como gelatina cuando su Alfa empezó a moverse con él, abriendo el coche y con un poco de maniobras, se encontró sobre su Alfa en el coche. Ronroneando por la cercanía, cerró los ojos y se durmió.

YoonGi se despertó en la cama sintiéndose peor y lleno de sudor, su calor estaba de vuelta, sentía el pene flácido de su Alfa todavía dentro de él y comenzó a moverse para conseguir más contacto. Seok Jin se quejó en su sueño, pero no se despertó, insatisfecho, YoonGi subió encima de su Alfa y empezó a apretar a su alrededor. 

Seok Jin se despertó con los ojos brillantes al ver a su Omega encima de él. Agarrando las caderas de YoonGi para sostenerlo, el Alfa cambió sus posiciones de manera que estuvieran acostados el uno al lado del otro. Besó suavemente la cara de YoonGi mientras se movía lentamente dentro de él.

YoonGi gimió mientras su Alfa le hacía el amor. Podía sentir el calor en su interior crecer cada vez que empujaba dentro lentamente, gimió necesitaba la liberación y la necesitaba ya, comenzó a reunirse con su empuje a mitad de camino, desesperado por mostrarle lo mucho que lo necesitaba.

Seok Jin gruñó y sujetó las caderas del menor con sus manos.

—Mascota —dijo arrastrando las palabras con su profunda voz de barítono—llegarás cuando yo te lo diga, ¿entendido? —el Omega gimió y asintió incapaz de desobedecer la orden de su Alfa. 

Dejó de moverse, una sensación de urgencia llenó a Jin y comenzó a golpearle el culo, el Omega gritó cuando el placer se estaba volviendo demasiado y el Alfa agarró la base del pene para detener su liberación. YoonGi lloró y le mordió el hombro. Lentamente, Seok Jin acarició a YoonGi.

—Vente por mí mascota, córrete para tu Alfa. 

Gritó sintiendo su orgasmo golpearlo. Seok Jin lo sostuvo en sus brazos mientras se derramaba dentro de él. El nudo se hinchó de nuevo uniéndolos una vez más.