Último intento.
Capítulo. II
ShikaHina.
Uso de OoC/Capítulos cortos/Saltos en la historia.
Ningún personaje me pertenece todos son creación de Kishimoto yo solo los utilizo para darle vida a esta historia.
Ella es una niña con estrellas
en los ojos, letras que fluyen por sus venas y un corazón magullado pero hermoso.
- Ron Israel.
En toda la noche no pudo conciliar el sueño, fue una verdadera tortura pues cada vez que cerraba los ojos una Sensual Temari hacia acto de presencia.
—Maldito Hokage y su lectura erótica—maldijo internamente.
Se levantó del cómodo sofá, no tenía caso perder su tiempo si no podía dormir por completo solo dormitaba, tomo la manta entre sus manos mientras pensaba de manera seria que no debía esforzarse demasiado pues Mirai despertaría y volvería a desordenar todo, así que después de una larga deducción sobre el tema el timbre sonó.
Miro el reloj que estaba clavado en la pared blanca justo a un lado del retrato de Asuma-Sensei, Eran las 6:00am demasiado temprano incluso para él, así que lentamente se acercó a la puerta observo por la mirilla y se sorprendió al ver a Hinata jugando con sus pies cargando una enorme bolsa de —El desayuno— se dijo antes de bajar la mirada e intentar ocultar su erección matutina.
—Hinata-chan, adelante—saludo.
—Lamento haberlo despertado Shikamaru-san— hizo una leve reverencia, mientras trataba de levantar sobre su hombro el enorme bolso que aun reposaba en el piso.
—No tienes de que preocuparte, Aguarda lo llevare por ti—se adelantó, Hinata sonrió inocentemente ante su amable acto.
—Por lo que veo, Mirai debe estar despierta— comenzó a buscarla mientras sus perlas se dirigían al desastre que se encontraba en el sofá.
—No, ella sigue dormida— sonrió al verse expuesto.
—Ya veo—sus mejillas se sonrojaron—Si, lo desea puede irse a casa, yo me hare cargo de todo—
Shikamaru tembló ante aquella posibilidad, pues su madre siempre despertaba más molesta de lo normal, así que negó lentamente.
—Me quedaré para ayudarte, no tengo obligaciones el día de hoy—
No mentía, era su día libre.
—Me parece perfecto, espero que le guste lo que prepararé—
Shikamaru asintió luego se dirigió al sofá y procedió a reacomodar todo lo que había utilizado la noche anterior.
Después decidió tomar un baño, pues necesitaba calmar de una buena vez esa incomoda erección.
Y junto a Hinata comenzó a preparar el desayuno él siendo totalmente inútil en la cocina, solo se limitó a hacer lo que la peliazul le indicará como lavar las verduras, picarlas e incluso ponerlas en el sartén, pues Hinata había ido por un poco de salsa de soya, encargándole las verduras.
Aquello era más difícil de lo que parecía, el fuego tal alto y las verduras recién cortadas eran una mala combinación, el aceite saltaba por todas partes que incluso lo había quemado.
Por inercia término por soltar el sartén, el ruido hizo que Hinata regresará casi corriendo.
—Te encuentras bien— se acercó completamente asustada.
—Sí, lo estoy solo que...— se detuvo admirando que todo lo que habían preparado ya se encontraba en el suelo—Demonios, lo lamento iré por algo para desayunar— se rasco la nuca avergonzado.
En esos momentos en verdad se sentía como un completo estúpido, a lo largo de su vida se había enfrentado a cosas difíciles, pero ahora un poco de aceite lo había asustado, siendo él un ninja de elite.
—Espere, su mano— Hinata lo tomo delicadamente, Shikamaru se sorprendió al sentir el delicado agarre, tan diferente al que alguna vez recibió por parte de Temari.
—Realmente se ha hecho mucho daño me disculpo— Hinata le coloco la mano directo al grito.
—Deberías parar, no fue nada—tenía tremendas ganas por maldecir, pues aquello ardía como el demonio pero se contuvo.
—Yo, la veo un poco seria por favor permítame—su expresión angustiada realmente enterneció al azabache.
Así que se dejó guiar hacia el baño sin decir una sola palabra, sabía lo que sucedería a continuación, la miró directamente a la cara, sus rasgos eran demasiado finos, se detuvo en sus perlas que comenzaron a temblar un poco ante aquella intromisión. Él solo sonrió divertido ante su actitud tan obvia, giro su vista hacia el lavamanos, en verdad parecía un Estúpido.
—Tendré que lavar nuevamente y después te aplicare un ungüento—abrió el grifo el agua comenzó a caer causándole un inmenso dolor, quiso gritar pero en lugar de eso se mordió el labio inferior —Sopórtelo, trataré de ser cuidadosa—
No dijo nada más, se contuvo lo más que pudo los suaves sollozos que no alcanzo a controlar fueron escuchados por la peliazul su ceño fruncido le saco una sonrisa aquella chica era tan enigmática tan tierna que incluso parecía sufrir al par de él.
La vio tomar el kit de primeros auxilios del estante que estaba debajo del lavamanos, después tomo una pomada que tenía el sello Hyuga en la tapa sabía que era de ella pues recordó darle uno igual a Naruto, hace bastante tiempo.
Sabía que contaba con esencias curativas pues muchas veces Kurenai le había dicho que de sufrir un accidente con Mirai usará aquel producto para calmar cualquier dolor.
Cerro los ojos al sentir nuevamente su agarre está vez lo estaba secando, tomo un poco de ungüento después esparció una capa bastante gruesa sobre la herida, ambos esperaron que secara un poco antes de cubrirla, aunque Hinata fuera tan delicada el dolor era insoportable.
— ¿Por qué no usaste tú Ninjutsu?—cuestiono mientras caminaba hacia la salida.
— No soy tan buena— respondió mientras seguía sus pasos.
—Escuche por Ino que estabas ayudando en el hospital—
—Sí, lo hago pero no soy tan buena como Ino-san o Sakura-san—
—Nunca lo sabrás, hasta no intentarlo— agrego y Hinata le sonrió.
[....]
Shikamaru aprovecho para comprar algo en el mini súper pues aún era demasiado temprano para ir por ramen hasta Ichiraku, así que solo tomo unos onigiris, café para los adultos, un jugo de manzana, un set de arroz con pollo agridulce, el último que tomo fue uno de arroz con curry.
En cuánto volvió Hinata había levantado todo el desorden ya pasaban de las 10 de la mañana y Mirai no parecía querer despertar así que Hinata decidió despertarla suavemente como solía hacerlo cuando Hanabi-chan era tan solo un bebé, Shikamaru solo se limitó a verla de lejos fingiendo no estar observando.
La vio caminar tan lento como un felino, del mismo modo recostarse a su lado y besarle sus mejillas rosadas mientas le susurraba —Pequeña Mirai-chan el señor sol está preguntando por ti, es hora de despertar—
Shikamaru rodo los ojos ante aquello, en verdad creía que siendo tan dulce esa pequeña mounstro despertaría, si fuera por el un par de golpes en la puerta o incluso quitarle las cobijas sería más efectivo o al menos era lo que había aprendido de su madre.
Pero se sorprendió cuando la vio dispuesta removiéndose de un lado a otro estirando su pequeño cuerpo, aquello había funcionado.
—Hina-chan— somnolienta comenzó a llamarla mientras se tallaba los ojos.
—Buenos días mi pequeña— sonrió mientras la levantaba en sus brazos.
—Mi tío Shikamaru ¿Dónde está?—
—Aquí— se acercó para saludarla.
—Vamos a desayunar, Shikamaru-san ha comprado pollo agridulce especialmente para ti ¿verdad?— pregunto la chica de ojos perlas, mientras que él sonreía forzado aquel platillo lo había comprado para su deleite pero al ver a su sobrina tan entusiasmada aquello ya no le importo.
[....]
Después de compartir el día con Mirai y Hinata decidió que era hora de regresar a su hogar pues su madre lo golpearía si no llegaba antes de la cena, admirando el atardecer el sutil brillo de un ventana lastimo sus orbes, al final detuvo su paso.
A través de aquel cristal pudo ver la colección completa de los libros que el sexto solía leer así que decidió entrar claramente solamente quería saber un poco más sobre aquella lectura erótica.
Se sentía un completo pervertido pero necesitaba leer más o al menos saber cómo había llegado ese Shinobi a las garras de esa kunoichi seductora, así que asegurándose que nadie lo viera tomo el libro lo puso en el mostrador depósito el dinero, solo espero que lo pusieran en una bolsa para ocultarlo y salió tan rápido como había llegado.
[....]
En cuanto llego lo primero que hizo su madre fue reclamarle, por su parte él estaba perdido, no recordaba lo que pudo haber hecho para ser regañado de tal manera, así que después de un rato y sin dejar de escuchar los reclamos lo recordó.
No había asistido a la cita que su madre le había organizado.
—Lo lamento, yo lo olvide— se disculpó mientras tomaba asiento para cenar.
—Siempre es lo mismo contigo Shikamaru, realmente no te interesa nada— suspiró— Que castigo estoy pagando para haber tenido un hijo tan vago, como tú—
—Lo siento— atino a decir con la esperanza de que aquella mujer se calmara y lo dejara cenar en paz.
— ¿Pero qué te paso en la mano?—pregunto mientras lo tomaba sin ningún tipo de delicadeza haciendo que el azabache dejara escapar un par de lágrimas.
—Me, Me quemé mientras cocinaba— dijo, con la mirada severa qué su madre le otorgó, sabía muy bien que debía explicarle todo, con lujo de detalles, de no ser así estaba seguro que no lo dejaría en paz.
—Hinata estaba cocinando pero me pidió hacerme cargo de todo mientas buscaba una salsa...— se detuvo pues la fémina parecía perdida. —Y terminé.... Te decía—
—¿Hyuga Hinata?— volvió a cuestionar, mientras esperaba la afirmación de su hijo—Sabes, si tiene alguna clase de relación sentimental o está comprometida—
—No que yo sepa, además no somos tan unidos —
—Me es suficiente. Prepárate Hijo, mañana haremos nuestro último intento— se removió nerviosa, completamente ilusionada.
En cuanto ese nombre salió de los labios de su progenitora escupió su bebida, acaso esa mujer estaba loca, ellos jamás habían tenido una relación más allá de lo laboral es más solo se frecuentaban por Mirai.
Vio a su madre levantarse entusiasmada, podía estar tranquilo, estaba seguro que aquel clan tan orgulloso no aceptaría tal petición, pero no sería el quien se lo dijera es más solo aguardaría. Así que decidió recostarse y dejar que su madre hiciera su último intento.
[....]
Nota.
Estoy tardando bastante y les pido una disculpa pero les pediré que me entiendan un poco yo me debo a la cuarentena inicie mis historias por ella.
Ahora que en mi país poco a poco se está levantando me toca seguir mi vida de adulto, así que lo único que les pido es paciencia mientras me hago mi espacio.
Esperó que les guste, deseó leer sus comentarios.
Nos leemos luego Sayonara ️
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