Primer Besó.
Capítulo. VI
ShikaHina.
Uso de OoC/Capítulos cortos/Saltos en la historia.
Ningún personaje me pertenece todos son creación de Kishimoto yo solo los utilizo para darle vida a esta historia.
"_¿Qué somos? - Cuestión de tiempo."
Y aun manteniendo su debida distancia, los curiosos aldeanos no dejaban de verlos, haciendo que la incomodidad entré ellos creciera con cada paso que daban y aunque finalmente algún día se correría el rumor que estaban comprometidos aún no se sentían cómodos ante aquella realidad.
Así que Shikamaru decidió quedarse detrás bueno solo dos pasos, por seguridad de la chica pues aunque está fuera una kunoichi sus modales le indicaban que debía resguardarla hasta su casa, la miró detenidamente en cuanto se detuvo de golpe debido a que dos pequeños niños se le acercaron para pedirle un poco de dinero para un caramelo, Y aunque quiso intervenir se asombró ante la dulce actitud que había adquirido Hinata quien se puso a su nivel preguntándoles a cada uno su nombre y por sus pasatiempos al mismo tiempo que abría su bolso, para darles a cada uno algunas monedas.
No obstante, Shikamaru no se quedó tranquilo pues el mejor que nadie conocía a esos pequeños vagos que solían meterse en problemas y terminaban siendo arrastrados a la oficina del Hokage, dónde Kakashi solo les sonreía aconsejándolos fueran un poco más listos para no ser atrapados, cosa que irritaba al Nara.
—No debiste— dijo mientras le extendía la mano para que se levantará.
—Gracias, pero no comprendo a lo que te refieres— se levantó sacudiendo ligeramente su falda rosada pues esta había tocado el suelo.
—Hablo de los niños, bueno suelen ser muy inquietos los aldeanos suelen llevarlos ante el sexto para exigir una indemnización ante los daños que esos vagos han causado en sus negocios—bufo un poco al tener que dar tanta explicación que a su parecer no era de suma importante.
—Sabes, Naruto solía ser así ¿Lo recuerdas?— cuestiono amablemente mientras continúo su caminó.
— ¿Que tiene que ver Naruto en todo esto?— aún con la mirada fija no se movió ni un poco.
—Andando o llegaremos tardé, tu madre debe de estarnos esperando— giro ligeramente su mentón.
— ¡Mi madre!— dicho esto sus pies se activaron de inmediato.
.
.
.
Con cada paso que deba siempre detrás de la peliazul, su mente no dejaba de pensar en por qué Hinata había comparado aquellos niños con Naruto, pues era claro que no compartían un vínculo familiar ni mucho menos en apariencia e incluso siendo un "genio" su mente no le estaba ayudando en nada, pues en cuando habían entrado al centro comercial había pedido a la chica.
— ¡Lo que faltaba, mi madre me matará por llegar tarde!—se lamentó mientras tomaba asiento en una no tan cómoda silla.
Después de tomar un breve descanso se levantó para buscarla, caminando en círculos pues realmente no sabía a qué lugar se dirigía, así que decidió caminar por el pasillo de repostería, quizás la peliazul planeaba llevarle un postre a su madre, estuvo apuntó de entrar al primer lugar que le llamo la atención pero se detuvo al escuchar los pequeños lloriqueos de los mismos infantes que minutos atrás habían estafado a Hinata así que se detuvo.
—Que está sucediendo— dudoso se acercó.
—Estos sucios bastardos, intentaron tomar de mi mercancía— expuso aquel robusto hombre bastante molesto.
—Le íbamos a pagar, le juro que tenemos dinero— dijo el más mayor de los niños mostrando el dinero en sus sucias manos.
—De seguro es dinero robado, ustedes par de comadrejas me dan asco—intento darles un golpe que inmediatamente Shikamaru detuvo en el aire.
—Son tan solo unos niños, además iban a pagarle no debería de insultarlos de tal modo—gruño, ejerciendo un poco de fuerza haciendo que aquel hombre se retorciera un poco —Siendo todo aclarado, vendales lo que desean a estos niños—
Shikamaru entro al negocio Seguido por aquellos mocoso, sintiéndose orgulloso por aquella simple acción notando la sincera sonrisa que ambos sostenían.
—Señor— lo llamaron en conjunto— No, nos alcanza nos podría dar un par de monedas más—
— ¡pequeños B...!— y aunque deseaba golpearse por caer en sus adorables sonrisas, solo asintió lentamente mirando cómo les brillaban sus afiliados dientes.
—Shikamaru-san ¿por fin te encontré?— agitada aquella peliazul se acercó lentamente sosteniendo entre sus manos una pequeña tarta.
—Lo lamento me distraje—avergonzado por tener que admitir su fallo se raspó la nuca, omitiendo las tres miradas curiosas.
—Nos dará el dinero o no— está vez el más pequeño había hablado dejando impresionados a los presentes.
—Tomen y largo— les extendió las monedas, Hinata solo sonrió divertida.
Entrando por los estrechoscallejones que conducían a su clan, Shikamaru se permitió ir detrás de la chicapara protegerla si es que la ocasión lo ameritaba, siendo su casa una de lasúltimas lo que menos deseaba es que algún Nara le faltará al respeto a ladelicada Hyuga, haciéndole preguntas personales o incluso atreviéndose ainvitarla a salir, pues era consciente de lo atrayente que era.
Al cruzar la entrada del clan, lo primero que se encontraron fue con los más pequeños del clan que estaban jugando ante la supervisión de sus madres e igualmente intentando atrapar algún insecto con su Jutsu de sombras pero al ser tan pequeños y débiles aún no lograban liberarlo en su totalidad, haciendo que los algunos se soltarán a llorar.
No obstante las miradas de algunos adultos se posaron en ellos, pues siendo el líder del clan era lógico que todo lo que hiciera fuera de suma importancia para ellos, así que al jamás haberse atrevido a llegar con una chica aquello se había convertido en un gran tema de conversación.
Algunos más atrevidos salieron detrás persiguiendo al Nara cuestionándole sobre su relación con la ojiperla. Otros no tan pequeños se le acercaron a la chica de manera apresurada intentado conseguir su nombre o acercándole rosas o algún detalle con ayuda de sus técnicas, apenada Hinata se negó a recibir cualquier obsequio, pero ante la insistencia de los varones desistió de su decisión, así que avergonzaba comenzó a tomar todos los detalles que le acercaban rosas, chocolates e incluso algún papel con alguna que otra "cita" programada.
Totalmente fastidiado por la actitud tan estúpida de sus subordinados, Shikamaru se encargó de amenazarlos con la mirada, Haciendo que la mayoría desistiera de sus intenciones, pero aunque en su mayoría todos fueran unos genios y entendieran la sutil orden de Shikamaru, siempre existía un joven no tan avispado que seguía sosteniendo a la Hyuga por los pies bloqueando así su paso.
Y aunque ella, se mostrará suplicante este no cedía al menos que le dijera su situación con aquel que era su líder,
sin percatarse de lo sucedido el azabache siguió su camino, y sin previo aviso termino por estrellarse con ella, pegando su cuerpo con su trasero, ganándose la burla de los más pequeños.
—Son novios, son novios y se besan— gritaron los niños, recibiendo la sonrisa nerviosa de la peliazul.
—Kyyya— grito bajito —No, en realidad nosotros somos—
—Comprometidos, Hyuga Hinata será mi esposa así que les pido comiencen a respetarla como tal, por qué la verán muy seguido por aquí— informo tomándola de la cintura — ¡Haku, suéltala ahora!— ordeno tajantemente.
.
.
.
—Shikamaru-san— intentó calmar aquel severo temperamento que había tomado.
—No deberías de tomar todo lo que te den, solo les estás dando esperanzas— la regaño tomando todo lo que tenía entre sus manos y sin ningún remordimiento las lanzó a un costado —Andando—
Sin saber que decir Hinata solo lo siguió aún con aquella vergüenza impregnada en sus mejillas, sosteniendo aquella tarta con fuerza.
—Adelante— le indico dándole el pasó —Dame te ayudó — en cuanto dijo esto pudo notar la mirada gacha de aquella fémina, después desvío su mirada pues al agacharse fue sorprendido por la hermosa vista de su trasero —Toma las mías, son las de color café además aún costado hay un estante podrás depositar tus zapatos en ese lugar... es... estante—titubeo aún avergonzado.
—Te lo agradezco, pero tú madre dejo unas para mí— informo, poniéndose de pie —Tu turno— sonrió discretamente tomando de vuelta aquella tarta.
"Vieja bruja llevo años con las mías, Incluso cuando le di dinero para unas nuevas dijo que no era necesario y se lo robó" pensó seriamente mientas sentía el enorme agujero en la suela.
.
.
.
—Estoy en casa— dijo mientras su nariz se embriagaba con los distintos olores provenientes de la cocina.
—Hija, que bueno que estás aquí— respondió sacando solo la cabeza.
—Lamento si la hice esperar ¡madre!— elevó su voz a decir lo último.
—Madre...Hija, que demonios paso— susurró Shikamaru totalmente asombrado.
—Tu vago— grito desde la distancia haciendo temblar ligeramente al azabache creyendo que su madre lo había escuchado —Se un caballero e indícale dónde debe sentarse—
—A la orden— tomando una posición completamente mecánica acato su orden.
—Relájate un poco, estás muy tenso— se burló mirando como a este le comenzaba a escurrir una gota de sudor.
Dicho esto ambos caminaron hasta el comedor, Shikamaru siendo un caballero ante la petición de su madre le indico dónde debía sentarse después de perderse por un rato, Hinata se levantó para ayudarle a su ahora suegra, en cuanto entro pudo notar aquel agradable aroma.
—No tienes por qué esconderte, dentro de poco está también será tu casa— dijo alegremente —Ven pequeña acércate, prueba esto— le extendió un cucharon lleno de sopa de miso—Veo que los demás te han dado la bienvenida, no tienes de que preocuparte, suelen ser un poco entrometidos pero debes de entenderlos aunque solo un poco, nosotros nos consideramos una enorme familia, siempre intentamos apoyarnos entre sí, así que espero no te moleste su comportamiento—
—En verdad me alegra saber eso— sintiendo un poco de nostalgia, sonrió ante aquellas palabras, pues en poco tiempo ella tendría que despedirse de su gente —Debe ser lindo tener una familia tan grande— y aunque estuviera controlando sus lágrimas, su voz comenzó a quebrarse.
—En verdad lo es, pero no tienes por qué preocuparte podrás visitar a la tuya todo el tiempo que lo desees, además cuando encargues verás que te sentirás mejor, vamos toma esto vamos a comer—
.
.
.
La cena transcurrió tranquilamente mientras que ambas mujeres sonreían por lo bajo, Shikamaru se encargaba de comer todo lo que estuviera a su alcance, pues aunque su madre fuera una excelente cocinera siempre solía limitar la comida según ella, en un intento de racionar el dinero por si existía una emergencia. Así que decidió ingerir toda la carne que le fuera posible siempre por debajo.
—Le agradezco su invitación, pero es hora de irme mi padre se preocupara por mí— hablo Hinata agradeciendo por los alimentos una vez más.
—Vamos levántate y llévala —ordeno y aún sin terminar su bocado, Shikamaru se encontraba afuera esperándola.
—Todo estuvo delicioso— nuevamente agradeció dando una marcada reverencia.
—Iré a visitarte, para organizar todo a la perfección— agitó su mano.
—Lamento todo esto— se disculpóuna vez fuera.
—No tienes por qué, pero te agradecería que fuéramos más rápido está comenzando a bajar la temperatura— y ante la actitud tan seria del azabache, Hinata decidió romper aquel incómodo momento.
—Shikamaru-san, me preguntaba si aún piensas en Temari-san— soltó de imprevisto, ganándose una mirada severa por parte del azabache.
—Realmente no veo por qué deba de responderte, ninguno tiene alguna obligación con el otro— respondió tajantemente.
—Discúlpame tienes razón— sintiéndose tonta por su actuar decidió callar todo el camino.
.
.
Seguido de un silencio no tan cómodo Shikamaru hablo.
—Hinata, creo que te debo una disculpa no debí responderte de ese modo, incluso si es cierto que no tenemos obligación con el otro, es necesario que ambos conozcamos un poco de los sentimientos del otro, ya sabes para evitar confusiones— seguía hablando pero para Hinata toda su atención estaba centrada en aquel par de enamorados que se encontraba a lo lejos.
Y antes de llegar al complejo Hyuga, sus perlas pudieron reconocer a su tan amado primo tomando de la cintura a TenTen, riendo tan escandalosamente, después ambos se tomaron de la mano para después besarse, todo aquello ante su vista.
Y en cuanto más se acercaban el malestar en su pecho comenzaba a volverse incluso más fuerte, cuando estuvieron a la vista del par Hinata no se dignó a corresponderles su saludo en cambio sin entender bien sus sentimientos, se detuvo quedando justo enfrente de Shikamaru.
—Buenas noches querido, te agradezco que seas tan cariñoso conmigo— dicho esto lo besó.
—Hinata— intento detenerla pero está ya se había ido.
A lo lejos pudo ver a un muy asombrado Neji y a Hinata pasar justo aún costado de ellos sin mirarlos, como si no existieran.
Nota delautor.
Tengo que reconocer que me deje llevar un poco sobre todo en el asunto ShikaHina, pero me agrado bastante el resultado.
Espero que les guste deseó leer sus comentarios.
* Comenta aquí tu parte favorita.
Nos leemos luego Sayonara ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top