Pilar

Capitulo XX

ShikaHina

Uso de Ooc| Capítulos cortos | Saltos en la historia.

Ningún personaje me perece, todos son propiedad de Kishimoto yo solo los utilizo para darle vida a esta historia.

Amo esos silencios en los que

Nuestras miradas se acarician

Como diciendo: aquí estoy amor,

Por si el mundo tiembla.

_Joel Montero.

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En cuanto la miro, no dudo ni un segundo en encontrarla. Con desespero camino hacia ella y sin importarle que aun sus subordinados estuvieran presentes la golpeo, su mano izquierda impacto sobre su mejilla, dejándole una horrenda marca.

— ¿Cómo es que lo permitiste? — A Hiashi le temblaba la voz, la ira retenida estaba actuando en él — ¿Donde, está tu orgullo Hyuga? —

Hinata cerró fuertemente los ojos, cuando vio la mano de su padre nuevamente alzándose en el aire, pero el golpe nunca llego y finalmente la madura voz de Neji se escuchó.

— Hiashi-sama, no debería. No cuando la mayoría está presente —

El mayor pareció pensárselo y finalmente cediendo a las palabras de su sobrino, se abrió paso por el pasillo haciendo a un lado a cualquiera que se interpusiera.

Y aunque no lo hubiese dicho abiertamente, Hinata entendía perfectamente que debía seguirlo aun cuando solo fuera para recibir más humillación.

— ¿Se encuentra bien, Hinata-sama? — Neji realmente parecía preocupado, sus cejas arrugadas acompasadas con sus labios se lo indicaban. Pero no era momento para preocupaciones, en ese momento debía ir detrás de su Padre y aunque este la matara a golpes lograría o al menos intentaría explicarle las situaciones que la habían obligado a crear ese acuerdo, aunque en el proceso tuviera que revelar lo de Neji.

— Lo estoy — intento sonreír, para intentar calmarlo.

Sin decir más, siguió los pasos de su Padre. Era el momento de afrontarlo.

Llamo a la puerta solo una vez, para después deslizarla por completo. Hinata se abrió paso con la mirada severa de su Padre sobre ella en todo momento. El no parecía tener intensión de hablar, así que buscándose valor Hinata se colocó delante suyo y bajo la cabeza al nivel del suelo.

— Su Hija, Hinata Nara. Lo saluda — pero El no pareció reaccionar y bueno Hinata tampoco lo esperaba.

— ¡Explícate¡ — Hiashi le lanzo un papel, el cual muy oportunamente cayó sobre su espalda.

Para ese momento Hinata ya podía suponer lo que ese papel redactaba. Así que no lo tomo.

— Tan insolente —

— No es insolencia Padre —

Hiashi suspiro pesadamente, como debatiéndose internamente.

— ¿Haz olvidado quien eres y de dónde vienes? — Hiashi le cuestiono. Hinata tuvo que armarse de valor para mirarlo directamente — Como es que permitiste que pisotearan, tu orgullo Hyuga — para ese punto, Hinata comprendía con dolor lo herido que su Padre se encontraba por creerá manipulada.

— Yo misma redacte, gran parte del contrato — con gran vergüenza, admitió.

Su padre primero la miro fijo, buscando cualquier indicio que pudiese indicar lo contrario, pero no lo hayo. En el pasado solo era cuestión de minutos para que Hinata se rindiera ante su severidad, pero la mujer que se encontraba delante suyo lo miraba de vuelta, decidida, firme.

— ¿Por qué accederías a tal humillación? —

— Por amor Padre —

Hiashi la miro perplejo por unos minutos. Cuando esa desagradable información llego a sus manos, lo primero en que pudo pensar fue

— Tan grande es tu amor por el Joven Nara que accediste a ser su esposa, solo para hacerte a un lado, cuando fuera necesario o este lo requiriera —

A Hiashi los rumores del amorío del joven Nara con la chica de la arena no tardaron en inquietarlo. E incluso había tenido el atrevimiento de mandarlo vigilar, pero aquello no duro mucho pues sus vigilantes habían asegurado que el chico no parecía tener malas intenciones con la heredera y aquello solo se había tratado de un amorío fugaz, el cual no parecía tener importancia en su presente.

¿Pero qué tan equivocado habían estado todos? Había permitido que las cosas tomaran su propio curso y aunque en ciertas ocasiones había visto a su Hija cabizbaja no quiso entrometerse. Hanabi había dicho que las chicas prontas a casarse sentían nostalgia por dejar toda atrás y él lo había creído como un tonto.

— Ahora lo es, pero en ese momento no era de esa manera — Hinata observo como el rostro afligido de su padre se tornaba un tanto curioso —El no tenia intensión de casarse conmigo, fue obligado a pedir mi mano debido a su Madre. Solo accedió a proponerse, creyendo ciegamente que mi clan jamás permitiría una unión tan inusual —

Que Hiashi recordase, el chico parecía bastante ansioso por retirarse, incluso antes de siquiera ser rechazado.

— Padre, fui yo quien se aferró a la idea — Hinata miro su anillo de compromiso.

Ciertamente, su propia Hija la que había accedido sin titubeos.

— Me encontraba herida debido al rechazo, por eso y debido a mi infantil comportamiento decidí casarme. Sin embargo una vez que ambos clanes se reunieron y vi la gravedad de mis acciones intente de cierta manera imponer límites a la relación — Hiashi movió la mano, Hinata se detuvo de inmediato.

— ¿Quién pudo ser tan importante, como para hacerte perder el juicio? —

Hinata había intentado y hasta cierto punto resumir la sucedido sin involucrar a Neji pero le fue imposible, estaba claro que su Padre no se sentiría satisfecho hasta conocer la verdad.

— Neji... Neji Hyuga lo fue — confeso finalmente y detrás suyo la puerta se abrió de golpe.

Hinata no tardo demasiado en descubrir quién era el intruso. Era completamente admirable como Neji era capaz de intervenir en los momentos menos inoportunos. Pero cuando Hiashi su padre estuvo a punto de pedirle que se retirara, unos cuantos pasos firmes resonaron por el pasillo, indicándoles que no estaba solo.

— Lo siento, El insistió en verlo... Hiashi-sama — con pesar giro a mirarla — Hinata-sama, yo solo —

Hinata palideció al instante, en qué momento se perdió tanto en la plática que no pudo notar siquiera la presencia de su marido, al hombre que aseguraba amar con el alma.

Sin importarle nada más, la peliazul salió a toda prisa con la sola intención de aclarar cualquier mal entendido.

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Quizás debió quedarse en casa como su madre se lo había solicitado. Ella había dicho que los Hyuga tenían asuntos importantes que resolver los cuales muy probablemente no lo incluían. Y odiaba admitirlo, pero ella había tenido razón y ahora iba de vuelta, sosteniendo fuertemente su destrozado corazón como si temiera que un pedazo pudiese perderse.

— ¡Mierda!— se apretó el pecho. No había a fingir ser fuerte.

Tampoco fingiera no haber escuchado aquello salir de la boca de su esposa. Mucho menos cuando podía sentir la presencia de Hinata siguiéndolo.

— Detente — sonaba agitada. Así que dejo de correr y decidió afrontar la situación.

— Yo solo debí, pertenecer en casa. Hasta el llamado de tu Padre — admitió con pena.

Hinata camino hasta donde se encontraba. Iluminados por la tenue luz nocturna Hinata le acaricio la mejilla, rendido Shikamaru se dejó hacer.

— Debería estar molesto contigo — y no por el hecho de que estuviese enamorada incluso antes de casarse. En ese momento no tenían que los uniese más que el deber. Se sentía molesto, por haberse guardado tan celosamente ese secreto pese a que habían prometido ser sinceros en todo momento.

— Yo simplemente no creí que eso importara, mis posibilidades eran nulas y tu tenías graves problemas con relación a tu Madre — Shikamaru asintió, hasta cierto punto Hinata tenía razón pero aun había algo que le molestaba.

— ¿En aquel beso, era a el quien tenías en mente? — aquel hombre guiado por la razón finalmente se estaba dejando guiar por sus emociones más humanas.

Hinata lo recordó y negó de inmediato. Si bien en un principio lo había considerado. Cuando la menta y el tabaco la invadieron no hubo tiempo para aquello.

— ¿En nuestra boda sentiste la necesidad de.... Ir tras él? — recordó como en el día de su boda se veía visiblemente afectada por su encuentro.

Hinata volvió a negar.

— Ese día yo finalmente pude desprenderme de ese amor no correspondido —

A Shikamaru los recuerdos de su luna de miel lo invadieron, recordó el momento exacto donde ambos habían accedido a internarlo. Pero aun, no era suficiente debía sacarse rodas las dudas de una buena vez o nunca podría continuar.

— ¿Realmente, ya no existe alguna clase de sentimiento romántico hacia él? —

— De ser el caso, jamás hubiera accedido a consumar nuestro matrimonio — con un largo y aliviado suspiro Shikamaru la miro.

— Yo realmente creí.... —

— Descuida yo lo hice de igual manera —

Ambos se abrazaron fuertemente. Temiendo que alguien pudiese separarlos nuevamente.

— Yo, lamento todo esto — Shikamaru bajo la mirada avergonzado, siempre había sido cuidadoso con sus asuntos personales — Yo simplemente debí quemarlo en cuanto decidimos... —

— No te culpo, lo dos erramos — Hinata le beso la mejilla.

— Posiblemente nos hagan dar explicaciones — Shikamaru vio cómo su esposa reaccionaba temerosa — No debes preocuparte, asumiré la responsabilidad —

— Pero, Shikamaru —

— Jamás permitiré que mi esposa sea expuesta tan vilmente —

El la beso y para ese punto las lágrimas retenidas de Hinata brotaron.

— Ve directo a casa — Shikamaru pidió, pero para Hinata aquello no era una opción. Así que se aferró a él.

— Iré contigo — confeso.

— Pero.....—

— No deberías si quiera intentarlo — el azabache le beso la frente. Había olvidado por completo lo terca que podía resultar su amada.

— De acuerdo —

Por supuesto que Shikamaru hubiese preferido ver a su amada partir y alejarse un poco de todo aquel drama que despiadadamente Temari había generado. Pero para su desconcierto aquella mujer parecía no querer despegarse, dejándole en claro que si algo debían de arreglar lo harían juntos.

Tomados de las manos, la pareja Nara camino de vuelta hacia el complejo Hyuga donde suponía aun Hiashi Hyuga los esperaba pacientemente.

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Nota del autor.

Con Temari revelando el gran secreto de nuestros protagonistas. No queda más que esperar y ver como logran solucionar aquello.

Este ShikaHina es por mucho una de mis historias más queridas y me siento completamente orgullosa de que incluso cuente con un Fanart propio :3

Por esa razón, es que no forzare en lo más mínimo la historia.

Agradezco su paciencia, cada una de sus lindas palabras y su eterno apoyo por esta sencilla historia.

Sábado 13 de noviembre del 2021.

Los ama ItzelBadban. 

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