Entrega

Capitulo XVI

ShikaHina

Uso de Ooc| capítulos cortos| Saltos en la historia.

Ningún personaje me pertenece, todos son creación de Kishimoto yo solo los utilizo para darle vida a esta historia.


Aun sobre sus piernas la escucho decir que se encontraba bien y en su interior se sintió aliviado, luego sintió a su menudo cuerpo tensarse aun en sus brazos era evidente que su contacto la estaba incomodando por eso aunque el estuviera mas que dispuesto por tomarla en ese mismo momento decidió obedecer y saco sus manos de sus senos. Si bien Hinata era la clase de mujer que no decía las cosas directamente para no incomodar a los demás, con sus simples acciones se daba a entender.

Y Shikamaru lo entendió, ella no estaba deseosa por dar el siguiente paso como el, así que se levanto delicadamente sin sobresaltos o reclamos, después de todo no aquello no tendría sentido alguno pues como pareja habían acordado darse el tiempo necesario hasta llegar a tener la seguridad para entregarse mutuamente y no seria el quien forzara las cosas terminando de arruinar lo poco que habían logrado construir.

Así que con esos pensamientos en mente decidió darse un baño, para al menos así calmar a su acelerado corazón y organismo que no dejaba de palpitar aun debajo de sus pantalones. Al entrar a la ducha ni siquiera espero a que el agua se calentara solo se introdujo.

— Mierda — maldijo, sintiendo el agua helada recorrer todo su cuerpo.

Luego se quedo inmóvil, mientras escuchaba los suaves pasos de su esposa al salir de la habitación y con ello su frustración aumento un poco mas, era verdad no podía forzarla pero al menos deseaba no ser el único puberto ansioso en aquella relación.

Bajo su mirada, su rifle estaba realmente dispuesto ni el agua fría había logrado calmarlo, estaba listo para salir a batalla y así mismo listo para disparar.

Cerro sus ojos, intentando pensar en algo que lograra tranquilizarlo al principio visualizo al Sexto y aquello lo hizo fruncir el ceño, pero luego su mente perversa le hizo una mala jugada recordando a Shizune mientras saltaba de manera armoniosa sobre sus piernas si bien aquella visión lo había hecho sentirse incomodo al grado de no poder mirar a los ojos a la mujer por varios días, en ese justo momento su mente tan brillante remplazo a Shizune por Hinata y a Kakashi por el mismo.

— Relájate — se dijo, abriendo los ojos de manera brusca — Nada es real, nada es real — apretó sus puños y de manera brusca cerro la llave de paso, y procedió a abrir la caliente, pues ante su lógica si el frio no había podido calmarlo el agua hirviendo al menos lograría que sus pensamientos enfermos pararan.

— Vamos tienes que calmarte — el agua caliente comenzó a relajarlo, de a poco su cuerpo aflojarse y con ello su querido amigo se encontraba perdiendo la batalla, Shikamaru estaba seguro que terminaría enfermo pero al menos en ese estado estaba seguro que sus deseos pasarían a segundo plano.

Sintiendo seguro y mas calmado salió de la ducha solo con una toalla en la cintura permitiendo que su cabello se escurriera dejando pequeñas gotas a su paso, Luego a paso lento se encamino hasta llegar a la cama y al no ver su respectiva pijama se dirigió al closet donde hace un rato había tenido la oportunidad de tocar a su esposa a voluntad.

Las puertas aun abiertas le indico que Hinata no había hecho por buscarle la ropa como de costumbre y al menos por esta noche lo agradecía de ese modo podía sentirse seguro de que su esposa no lo había escuchado tener aquella discusión interna consigo mismo en el baño, bastante perdido pues desde que la peliazul había llegado a su vida era ella quien se encargaba de las cosas del hogar inclusive de acomodar o brindarle su propia ropa, así que comenzó a abrir cada cajón y para su sorpresa la mayoría contenían sus pertenecías, pero no era lo que buscaba en ese momento terminaba perdido.

—No, este ya lo revise — sin darse el tiempo de revisar a profundidad volvió a cerrarlo —Quizás en la parte de arriba — y aquello en su mente tenia lógica, pues solo contaban con un solo closet y debían usarlo al máximo quizás por esa misma razón Hinata se había quedado atorada.

Recordó el pequeño banco y sintió lastima por el al verlo roto, justo a la mitad de la recamara el pobre al igual que el habían perdido la batalla, así que con su pie lo hizo un lado ya después tendría el tiempo de darle una segunda mano o quizás de arrojarlo a la basura.

Volviendo a lo suyo, solo le basto con estirar los brazos lo mas que pudo para llegar a su cometido, siendo cuidadoso de no arruinar nada, comenzó a rebuscar y cuando por fin sintió la suavidad de la tela termino por sujetarla de manera apresurada temiendo desacomodar la demás.

—Pero... — se quedo mudo al ver aquel diminuto traje, a lo lejos escucho los trastos sonar y supuso que su esposa estaba demasiado ocupada preparando la cena —Sera de ella... ?— tuvo que detenerse unos minutos antes de hacerse teorías locas en su cabeza, si bien estaba en su casa justo en su closet no podía dejar pasar que claramente estaba siendo escondido —Ino... — termino de decir antes de volverlo a su lugar no podía maquinar otra razón por la que su esposa lo tuviera si no fuera por su rubia amiga.

Resignado y sintiéndose estupido por sus calenturas mentales volvió al cesto de ropa sucia tomo su pijama de la noche anterior después de todo solo la había usado unas cuantas horas, no entendía la obsesión de Hinata por lavar la ropa aun si se solo se usaban una sola hora, bueno suponía que era una de las tantas diferencias entre clanes.

[...|

Bajo de manera apresurada pues durante todo aquel alboroto se había olvidado por completo del obsequio que había adquirido creyendo que con aquel lindo objeto todo el enojo de su esposa pasara a segundo plano tal como en su tiempo solía pasar con Ino, bueno aunque en ese entonces solía comprarlos junto a Chouji.

La miro de espaldas, se veía bastante relajada así que decidió acercarse.

—Lamento el desorden— se revolvió el cabello mientras giraba hacia la puerta.

—Descuida, no es nada— Hinata se toco el pecho —Shikamaru, yo— se le fue la voz, sus nervios estaban ganándole la batalla, pero decidió aguardar un poco mas no era momento de acobardarse después de todo, algún día tendrían que hacerlo y la ella había decidido que ese día era justo hoy, así que se acerco descaradamente hacia el.

—Te traje...—Hinata lo callo un beso fugaz —Hina...— no pudo ni terminar de llamarla, pues e nuevo había sido presa de sus rosados labios.

— Shikamaru— hablo seductoramente, mientras volvía a acercarse pero Shikamaru la tomo del cuello y comenzó a besarla con evidente pasión una que logro asustarla.

—No, juegues conmigo— le dijo en cuanto se separo.

—No lo hago...— lo tomo del brazo.

—Entonces, simplemente no lo hagas de nuevo— advirtió dándole la espalda.

—¿Por qué?—le preguntó sintiéndose herida por su cruel rechazo.

— No podré detenerme— y era verdad no hace mucho le había costado ganarle la batalla a su cuerpo hormonal.

— Shikamaru-san, hazme tuya — la escucho susurrar, pero aunque creyó haber escuchado mal la mirada perla le indico que no estaba jugando.

— Lo dices en serio?— reparo en ella —Hinata estas siendo consiente de tus propias palabras — la sujeto de sus hombros y ella asintió ligeramente, necesitaba estar seguro pues aunque el deseara desvestirla de manera salvaje y tenerla justo ahí en medio del fregadero, debía aguardar.

—Shikamaru-san por favor, solo hágalo— su vergüenza aumento y el calor subió hasta sus orejas.

—No puedo hacerlo— sintiéndose estupido por sus propias palabras, no creía que Hinata estuviera siendo sincera.

—Por que no?— Hinata lo miro detenidamente, jamás creyó que acercarse de esa manera a su esposo terminaría mal, según lo que había leído en el libro un hombre no se negaría a tales palabras.

—Es simple— tomo un respiro, antes de lanzarse a devorarla por completo —No deseo, realmente no desharía que terminaras arrepintiéndote—

—No tendría por que ser así, Usted es mi esposo— le tomo el brazo evitando así que el terminara huyendo —Shikamaru-san— Hinata hablo calmadamente —No tiene por que temer al igual que Usted esta será mi primera vez— el nombrado se quedo quieto, aunque para el no lo fuera, si seria su primera vez desvirgando a una mujer y aquello solo hizo que su seguridad decayera.

—Hinata...— la chica lo tomo del mentón obligándolo a verla a los ojos.

—Yo al igual que Usted lo deseo— y aunque no estaba siendo completamente sincera, tampoco estaba mintiendo muchas veces lo había visto dormir deteniéndose por unos minutos en sus labios gruesos, recordando ese sabor peculiar entre menta y tabaco de su primer beso, al igual que con su fornido pecho que la había salvado de recibir un severo golpe.

— De acuerdo, lo haremos— intento sonar serio pero sus comisuras comenzaron a estirarse delatándolo.

—Entonces, debería prepararme— Hinata soltó de manera inocente, mientras estiraba sus brazos como si fuera a ejercitarse.

— No de ese modo— dijo y la fémina a su lado se detuvo —Me refiero a que iré a comprar unas cosas y estaré de regreso en menos de 10 minutos — le dio la espalda y Hinata observo como de manera nerviosa se ponía sus sandalias— Por favor Hinata aguarda por mi—pidió saliendo de prisa.

—Hai— sonrió sinceramente, al final ayudaría a su esposo a sentirse mejor.

[...|

Shikamaru intento por todos los medios verse normal o al menos como todos los dias sin emociones, mientras demostraba su habitual fastidio por la vida, pero la emoción de la cual estaba siendo presa no parecía querer ocultarse ni mucho menos aquella sonrisa que se había dibujado en sus labios.

— Shikamaru-san, Buenas noches— como de costumbre sus fieles súbditos lo saludaron cordialmente y este a su vez elevo su mano intentando pasar lo mas desapercibido posible ante ellos pues tenia una misión y no podía permitirse perder el tiempo.

Miro con animo la salida, era bastante extraño su comportamiento en el pasado siempre se había aferrado a la idea de no salir de la cama al menos de que fuera realmente necesario y ahora sin necesidad de ser amenazado de muerte, la estaba cruzando sintiéndose pleno.

— Hinata — la nombro dando un paso hacia la aldea, giro levemente para comprobar que aquello fuera real y no una simple simulación creada por su mente a base de sus necesidades, pero todo parecía normal los niños corrían habitualmente y sus madres pegaban gritos mientras iban detrás —Mi amada Aldea— respiro el limpio aire y procedió a seguir su camino, se perdió un poco admirando cada detalle, todo a su alrededor lograba impresionarlo con facilidad todo le parecía que contenía un brillo, uno que con anterioridad no había percibido.

Camino directamente hasta su objetivo, si bien comprar velas aromáticas para baño no era lo que esperaba no le quedaba mas que aceptarlas, así que solo pago agradeciendo a la vendedora con una enorme sonrisa que logro asustar a la mujer.

—Se lo agradezco— se despido cortésmente mientras abrazaba su compra, ahora solo faltaba lo mas importante condones, a lo lejos la farmacia de 24 horas aguardaba por el y si bien aun seguía entusiasmado sintió como su acelerado corazón había comenzó a latir muy despacio —Vamos Shikamaru, tu puedes— se dio ánimos pero sus piernas no lograban a obedecerle —Es bastante sencillo, entras los pides y es todo— se hablo en un nuevo intento por ser valiente y mágicamente sus piernas se movieron.

—Sea Bienvenido— y para su mala suerte la única caja abierta era atendida por una linda chica, Shikamaru se dio la vuelta intentando salir pero le fue imposible pues una familia de 4 entro de manera apresurada dejando atascado entre la puerta y un estante.

—Señorita, necesitamos con urgencia al medico— indicaron y de inmediato subieron a la planta alta, pues regularmente en ese lugar se atendían los aldeanos.

—Lamento la intromisión— hablo la chica y el Nara volvió la mirada preguntándose si era a a el a quien le hablaba —A veces la gente del pueblo suelen ser algo demandantes y no respetan turnos— su actitud tan fresca le dio a Shikamaru la confianza de hacer su pedido, así que lentamente se acerco sin antes mirar a su alrededor y asegurarse de no ser interrumpido —Ninja, Verdad?— el moreno solo asintió —Es raro verlos en este establecimiento— la miro fijo, aguantase las ganas de decirle que no se atrevería a ir al hospital donde trabajaba su mejor amiga por unos simples condones.

—Entiendo— al final termino conteniendo sus palabras y fue directo a la caja —Dame esos— señalo hacia la vitrina apuntando directo a unos marca Konoha-seminaturales —Podría envolverlos— termino por hacer su pedido.

La chica bastante sonrojada hizo lo que el azabache pidió justo al pie de la letra.

—Tome— extendió aun sin poderlo mirar a los ojos y Shikamaru termino por sentirse mas avergonzado.

—Cuanto, cuanto seria— titubeante saco su cartera.

— con la caja de regalo en el que están envueltos serian— la miro sacar una pequeña calculadora y comenzar a teclear —800 yenes— de nueva cuenta se encogió y el azabache deseo que existieran maquinas expendedoras al menos de esa manera la vergüenza seria mínima.

Shikamaru coloco el dinero exacto en la charola y salió del lugar antes de que la chica terminara por desmayarse.

El Nara rodo los ojos, cuando por fin había creído que su noche no podía empeorar aun mas vio a sus camaradas caminar hacia su dirección e inconscientemente guardo los condones en la bolsa de su pantalón.

— Miren quien viene ahí— Naruto pego un saltito antes de salir corriendo hacia su dirección.

— Naruto— su voz salió bastante áspera — Que tal—

— Bastante bien ahora que te encuentro— se dejo caer colgándose de su cuello.

— No termino por comprender—

— Íbamos directo a tu casa, Verdad chicos?— tanto Neji quien iba en compañía de Tenten y Rock Lee asintieron.

— Sucedió algo?— se limito a preguntar pues mientras no fuera algo respecto la Aldea no le interesaba escucharlo ni mucho menos perder su valioso tiempo, estaba seguro que ya había superado los 10 minutos que le prometió a Hinata.

— Sucede que Lee, conoció una linda chica y desea que todos estemos ahí para conocerla— giro a ver a Lee y este a su vez se volvió rojo como un tomate — Entonces hemos reservado un área para que cenemos todos juntos, sin interrupciones— el rubio le guiño el ojo — Andando, ve por Hinata aun nos queda un poco de tiempo antes de que la cita de Lee termine su tiempo en el trabajo— lo empujo suavemente.

Shikamaru suspiro profundamente— Te lo agradezco Lee, pero me será imposible asistir—

— Eh, por que— el mas afectado fue Naruto quien no dejaba de verlo con aquellos ojos de cachorro herido.

— Hinata se encuentra un poco indispuesta— mintió, pero no le quedaba de otra no cambiaria su noche romántica por conocer a una simple mujer, después tendía tiempo de hacerlo.

— Hinata-sama— tanto Lee como Neji saltaron al frente — Sucede algo con ella, debería de ir de inmediato— los dos volvieron a hablar y Neji miro mal a Lee.

— Lee— hablo con aquel tono recto que lo caracterizaba — No creo pertinente que te preocupes de ese modo de una mujer casada — y la pequeña bestia verde estaba dispuesta a decir algo pero el castaño se adelanto — Aun cuando seas su amigo y claramente yo tengo todo el derecho de hacerlo después de todo es mi prima y mi protegida hasta el día que muera—

— Además Lee— Tenten le tomo el hombro de manera maternal — Tu cita, podría sentirse incomoda ante tu obvio interés por Hinata— el mencionado agacho la cabeza sintiéndose fuera del lugar pues aunque en el pasado múltiples veces había demostrado su obvio interés por la peliazul y su estado de salud ahora tenia un esposo quien la protegía.

— Es verdad— termino aceptando.

— Descuiden chicos, es simplemente...— se quedo mudo al no poder terminar de formular la mentira perfecta.

— ...— Neji meneo el pie bastante impaciente, mientras que Naruto saltaba a su alrededor.

— No tienes que decirlo, lo entiendo perfectamente— a su auxilio acudió Tenten quien parecía había sido la única de entender sus obscuras intenciones — Espero que pronto se recupere, también espero le mandes nuestros saludos, que pasen buena noche Shikamaru-san— la castaña tomo la mano de sus amigos y comenzó a arrastrarlos por inercia el rubio los siguió.

— Claro— dijo antes de salir del camino.

— A que te refieres, que sucede con Hinata-sama— Neji quien parecía el mas intrigado vivió a insistir.

La castaña a su vez rodo los ojos y termino por acercarse hasta su oído — Hinata, tiene la regla— y aquellas simples palabras le bastaron para que el castaño palideciera.

— Oh, vamos Tenten dímelo también a mi— el rubio imperativo insistió, pero lo único que recibió fue un severo golpe del Hyuga.

— No te entrometas—

[...|

Una vez su esposo salió de su hogar, Hinata subió de manera apresurada hasta su recamara y comenzó a quitarse la ropa para tomar un largo baño si bien su cuerpo estaba aseado, no lo suficiente para un encuentro de esa magnitud.

Abrió la llave y de a poco comenzó adentrase teniendo exactos 10 minutos tendría que ser rápida, así que una vez sintiendo la calidez del agua recorrer sus piernas decidió sumergirse por completo.

Teniendo todo listo y contando con 6 minutos como máximo comenzó a secarse por completo mientras atacaba su cabello en una toalla, tomo aquella fragancia que Tenten le había obsequiado y comenzó a colocarla detrás de sus orejas y en sus muñecas, luego aunque bastante apenada camino hasta su closet recordando que Ino le había obsequiado un lindo conjunto de ropa interior que supuestamente debía usar en su luna de miel.

Se miro al espejo— En que estabas pensando Ino-san— cerro la delgada capa al percatarse de lo grotesco que lucia su cuerpo ante su vista.

Sintiéndose bastante desanimada, se sentó en la orilla de la cama aun sin terminar de vestirse del todo pues aun le faltaba colocarse aquellas medias que iban acorde con aquella pantaleta.

— Que es lo que pensabas Hinata— volvió a darse otro vistazo, causando que sus inseguridades crecieran aun mas.

Se puso de pie, solo para terminar de acomodar la recamara pues estaba segura que en cuanto Shikamaru la viera vestida de esa manera se sintiera asqueado. Tomo el banco y lo cargo hasta llegar a su pequeño almacén, miro por curiosidad el reloj, el moreno llevaba 15 minutos de retraso, suspiro cansadamente mientras colocaba la otra mitad el banco dentro antes de cerrar con seguro.

— Hina...ta— Shikamaru dejo caer las bolsas y no hizo mas que quedarse parado admirándola como un tonto.

— La puerta— grito mientras acudía a esconderse detrás de la barra.

— Perdón— bastante aturdido el moreno termino por azotarla.

— Pensé que...— Hinata se detuvo antes de sonar paranoica.

— Me entretuve un poco, lo lamento— se disculpo con una peculiar sonrisita — Hinata— dirigió su mirada perversa, logrando que esta se encogiera aun en su escondite — Espera un segundo— ella solo lo vio coger las bolsas y correr hacia la parte de arriba, los ruidos la hicieron querer ver lo que estaba sucediendo pero decidió aguardar después de todo su inseguridad no había quedado atrás.

No supo de que manera había llegado el moreno, pero ahora era sostenida delicadamente de la mano.

— Cierra los ojos— pidió amablemente — Y no intentes usar el Byakugan—lo escucho reír y aquello la hizo relajarse.

— Shika...— alcanzo a sostenerse de sus hombros antes de perder el piso.

— Descuida, de ahora en mas siempre velare por ti— le tomo la mejilla, mientras que con una de sus manos le sujetaba fuertemente la cintura — Puedes abrirlos— indico y a Hinata le costo un poco acostumbrase a la poca luz.

— Es...hermoso— tomo aire antes de terminar llorando — Gracias por esto— se lanzo a sus brazos y este la estrujo fuertemente a su cuerpo.

— Es algo improvisado, pero no quería que nuestra primera noche juntos fuera común— le dio un corto beso — Por que tu no eres común— volvió a besarla esta vez con mas intensidad.

Hinata le tomo de la mano y aun con la escasa luz pudo maniobrarse a la perfección hasta llegar a la cama.

— Tengo miedo— termino por confesarle, si bien ella había tomado el mando de aquella situación no podía simplemente fingir que aquello no la asustaba.

— Descuida, seré cuidadoso— se puso de pie y comenzó a desvestirse ante la atenta mirada de su esposa — Yo, me encuentro mas que afectado por tu hermoso cuerpo— Hinata se sorprendió— Y temo no poder detenerme y lastimarte—dicho esto se sentó justo a su lado — Hinata, permíteme hacerte mía— pidió cortésmente.

— Tómeme, Shikamaru-san—se dejo caer, abriendo su capa.

— Eres perfecta— anuncio el azabache antes de comenzar a devorar de manera frenética sus senos.

Hinata cerro fuertemente los ojos, sintiendo cada beso apasionado colocado en su piel, el calor de sus besos lograron que de a poco su propio calor aumentara, tenia la necesidad de tocar al igual que el y así lo hizo tomo su nuca delicadamente luego deslizo sus dedos hasta su espalda desnuda aferrándose al deseo.

— Puedo— pidió mientras comenzaba a desatar aquel hermoso conjunto que tal como se lo habían adelantado había pasado a segundo plano.

— Si— respondió en un susurro, aquello le causaba una inmensa vergüenza.

Shikamaru tomo el listón de sus caderas y sin mas termino por deslizarlos causando que una parte de su braga se abriera ligeramente y aunque ella intento bajar la mano para así cubrirse el moreno se lo impidió.

— Solo déjame admirarte un poco mas— musito mientras volvía a sus labios su presa — Si tan solo pudieras mirarte de la misma manera en que yo lo hago...— Hinata no lo dejo terminar de seguir así solo lograría hacerla llorar, era tan jodidamente dulce.

— Tsssssss...guarda tus palabras para lo ultimo— y de manera sorpresiva deslizo sus manos por su marcado abdomen hasta llegar al resorte de su bóxer — Te deseo— y este vez era verdad.

— De acuerdo— con su mano derecha termino por bajar su ropa interior causándole un gran susto a su esposa.

— Shikamaru-san...—

— Sucede algo—

— Debíamos depilarnos— su mirada perla estaba fija, como si su atención solo estuviera sobre aquel área depilada dejando de lado al pene que comenzaba a mojar su abdomen.

— Olvídate de eso, no es importante— volvió a besarla dejando que su amigo se acercara a su cuerpo — Además sucede que yo soy el único expuesto aquí— sonrió de manera perversa mientras comenzaba a deslizar su lindo conjunto que termino por lanzar de manera brusca al suelo.

Hinata se cubrió debajo, pero los besos del azabache terminaron por hacer bajar la guardia.

— Posiblemente nos duele a ambos—le susurro y la peliazul asintió aferrándose a sus hombros.

— Estoy lista— y el liquido que escurría de sus piernas se lo confirmaban.

Shikamaru tomo un condón y aunque bastante ansioso se tomo el tiempo necesario para colocarlo al menos en este punto de su vida no deseaba tener hijos, se coloco en medio de sus piernas de su esposa y eta a su vez las coloco alrededor de su cintura facilitándole las cosas, dio un leve empujón haciendo que Hinata diera un pequeño salto.

— Lo siento—

Esta vez se recargo un poco sobre su cuerpo mientras la besaba, de nuevo dio un empujón y estuvo seguro que al menos estaba en el lugar adecuado, escucho la respiración agitada se su esposa y decidió reparar en ella.

— Podemos parar— dijo pero ella negó mientras volvía a besarlo.

Y sin pensarlo aun mas termino por hundirse en ella, sabia que estaba mal pero era mejor hacerlo de un solo golpe a torturarla a un mas, la sintió aferrarse a su espalda mientras soltaba una maldición, del mismo modo Shikamaru tuvo que quedarse quiero pues su pene comenzó a arder.

— Ahhhhh— Hinata chillo, pero el no se detuvo a preguntar solo siguió moviéndose de manera delicada esperando que el dolor pasara de una buena vez.

La miro por bastante tiempo mientras seguía moviéndose aun en su interior y estuvo seguro que al igual que el lo estaba disfrutando quizás no del mismo modo, pero sus gestos delicados se lo confirmaban.

— Eres caliente— musito, mientras le tomaba la coleta y retiraba su liga.

Ambos sonrieron y continuaron entregándose aquella noche seria la mas larga de sus vidas.

Nota del autor.

Mis queridos lectores me siento tan orgullosa de informarles que llegue a completar 4100 palabras, lamento decir que mis manos están bastante entumidas pero al final mi recompensa siempre será que les guste lo que escribo y como siempre me dejen sus lindos comentarios.

Nos leemos luego Sayonara.


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