Todo en orden.

Historia corta

NaruHina/ ItaHina/ NaruSaku

Esta Fic no está ligado a un tiempo específico dentro del anime o manga.

Disclaime­r: Ningún personaje usado en esta Historia me pertenece, todos son propiedad de Masashi Kishimoto, sin embargo la historia aquí plasmada es de mi propiedad.

Mundo alterno/ Japón antiguo


[.............................]

El encargo había sido entregado, específicamente a Neji Hyuga quien por un momento parecía incrédulo de recibir una carta por parte de su querida prima, por lo general era la pequeña Hanabi quien las recibía. Así que después de permitirle al criado tomar un ligero descanso y brindarle una comida ligera procedió a cuestionarle, pero después de recibir respuestas cortas o excusas baratas, estuvo claro que al menos de aquel humilde varón no podría averiguar más de lo que ya especulaba.

Su prima estaba en problemas, o al menos eso es lo que le dictaba el corazón.

Cuando finalmente el Joven partió, Neji se dispuso a leerla, pero tuvo suerte de encontrarse solo pues la expresión de horror que expulso su rostro al leer las primeras líneas pudieron delatarlo y poner en total riesgo los planes de Hinata.

Y aunque le costó trabajo reincorporarse al final pudo tragarse sus amargos sentimientos y tal como se lo pedía Hinata, apretaría sus puños y aguardaría por su llamado de auxilio y cuando llegase el momento fingir estar del lado de aquel espantoso hombre.

A continuación doblo el papel y con ayuda de las brasas, que previamente habían sido usadas para cocinarle a aquel sirviente se deshizo de toda aquella evidencia que pondría en juego la vida de la peliazul, y el prestigio de la familia Hyuga.

— Neji-kun — alguien lo llamo e inmediatamente la visión de su pequeña comprometida se materializo delante suyo.

— Hanabi- san — y nuevamente volvía a poner la barrera en su lugar. Indicándole a la dulce castaña que aunque los estuvieran forzando a tener un acercamiento, el no pondría de su parte, al menos no tan rápido — ¿Qué se le ofrece? —

— Yo, vine a entregarle un pequeño aperitivo, espero no molestarle con mi presencia — la chica bajo la mirada de inmediato, fue hasta ese momento que Neji descubrió que cargaba una canasta entre sus manos, la cual parecía bastante pesada.

— Descuide vine a encargarme de un mandado — era extraño tener esa clase de conversaciones. Pues Hanabi se caracterizaba por ser una chica dinámica, juguetona y sobraba decir que era bastante irrespetuosa — ¿Lo preparo, Usted Hanabi- chan — debía admitir que llamarla de aquella manera, era demasiado para alguien que en toda su vida, la había considerado su superior. Pero, la chica levanto el rostro gustoso y le entrego una dulce sonrisa como recompensa.

— Si, aunque me temo no haber obtenido el dulzón peculiar de Natsu-san — Hanabi, corrió a colocar la canasta en la improvisada mesa mientras le daba instrucciones a su nana de retirarse. Neji la miro detenidamente sin cuestionarle ni una sola acción, para él era realmente impresionante como aquella chica volvía a recuperar toda su confianza en un instante, sin duda alguna era especial — Por favor, tome asiento — ya comenzaba a manejarse como toda una Dama.

— Gracias — le agradeció con el corazón, pues al verla directamente sus mejillas y sus parpados aun guardaban el dolor de haberle sido arrebatado todas sus libertades.

— Tome — la castaña le extendió un bocadillo de arroz, el cual suponía estaba decorado con una rosa de caramelo — Lamento la mediocridad de mis postres — envuelta en un aura de vergüenza, la chica nuevamente bajo el rostro, si bien una mujer de su clase no era educada para cocinarle a su marido, debía contar con al menos una que otra habilidad, las cuales Hanabi todavía no contaba.

Neji la miro con lastima, desde aquel marcado día donde se anunciara su inevitable unión, no volvió a verla correr por los pasillos, colgarse de los arboles cual animal salvaje y estaba casi seguro que sus tiernas muñecas aguardaban ansiosas por su regreso.

— Ciruela — degusto con ánimo, obligando que una angustiada Hanabi lo mirara de reojo — El sabor es suave, me agrada — elogio con entusiasmo, en un intento por darle un poco de confianza — ¿Podría explicarme, el procedimiento? — Hanabi levanto ambas cejas asombrada — ¿Debo suponer que el procedimiento debe ser muy laborioso? —

— No, no para nada — negó efusivamente y ese brillo que la caracterizaba volvió.

Al verla tan sumisa, Neji se levantó y con mucho cuidado de no asustarla la ayudo a sentarse, ella le agradeció con un suave ¨Se lo agradezco¨ después le coloco una taza delante suyo y sirvió aquel dulce té que aguardaba en la canasta. Con un solo vistazo, Neji ya era consciente de todo lo que había tenido que pasar su pequeña prometida durante esa dura semana en la que se vio obligada a madurar.

— Eso debe doler — le tomo la mano, antes de que ella pudiese reaccionar.

— Solo es bastante escandaloso— por inercia intento zafarse, pero después de unos minutos abandono la idea. Neji acerco su mano hacia su rostro — Se lo aseguro —

— Debería detenerse — la soltó delicadamente. La chica lo miro horrorizada.

— Esta Usted sugiriendo que contradiga las decisiones de mi Padre —

— Exactamente —

— Pero, acaso intenta...— por su expresión de auténtico temor, se adelantó a aclarar.

— Solo deseo que vuelvas a ser tú... — por un momento solo el ruido de la madre naturaleza los acompaño — Desde nuestro compromiso, Hanabi-chan no te he escuchado reír con sinceridad — la chica abrió enormemente los ojos — No has vuelto a cazar insectos, no has trepado a los árboles para obtener el mejor fruto, Hanabi-chan te estás perdiendo a ti misma — fue hasta ese momento que Neji reconoció que la observaba más de la cuenta — Extraño, todo y cada una de las cosas que te hacen ser Hanabi... Hanabi Hyuga — acaricio su mejilla.

— Solo intento, intento ser capaz de alcánzalo... Neji-Kun — una lágrima amarga recorrió su mejilla.

— Algún día lo harás — suspiro profundamente — Ya habrá demasiado tiempo para que puedas servirme adecuadamente, Por ahora solo disfrútate, conócete y lo más importante cuestiónate —

— ¿Cuestionarme? Pero, qué debería....de —

— Lo nuestro lógicamente. Sí, es tu decisión permanecer a mi lado cuando crezcas te aceptare. Pero sin en cambio tus planes sean otros, te apoyare — y eran las mismas palabras que deseaba haber podido usar con Hinata.

— Pero, yo deseo... permanecer a su lado — sonrojada término por confesar.

— Te lo agradezco — Para Neji aquella confesión estaba cargada de sentimientos puros, pero no lo aceptaría tan fácilmente deseaba que al menos lo dudara un poco. A diferencia de los demás varones el no deseaba una esposa abnegada. El deseaba una mujer con chispa, una que tuviera la fuerza para animarlo a pertenecer a su lado. 

[...........]

— Querida no lo veas como una obligación, velo como una oportunidad de ser amada. Dale un heredero a mi hijo y su corazón te pertenecerá por la eternidad — con un suave golpe en la mesa Hinata reacciono a las frías y calculadoras palabras de su Suegro, aquel quien en un principio se había mostrado indefenso y sumamente amable.

— Hai— era bastante claro que mientras el hombre no dejaba de exponerle los beneficios de dar a luz un hijo, Ella simplemente no se encontraba en el misma sintonía.

— Siendo así, puedes volver a tus aposentos. Y bueno creo que esta de más aclarar que estas conversación no debe salir de esta habitación — sonrió y aunque era cálida, muy en el fondo podría verse lo podrido de sus intensiones.

— Me iré, ahora — como pudo Hinata se puso de pie.  Sin Natsu a su lado era un tanto complicado, sobre todo después de rendirle un par de reverencias a su Suegro.  Pero de igual manera se esforzó, no se dejaría ver vulnerable ahora que todos parecían desear manipularla a su total antojo.

Con la frente en alto salió del lugar, pues por más que intentaran culparla por la total indiferencia de su marido, Hinata no tomaría la responsabilidad.

No obstante de buscar un culpable, el mismo Minato seria el responsable. Había forzado a su primogénito a unirse a una mujer desconocida y poco apetecible a sus ojos.

Soltando un suspiro liberador dirigió sus perlas  directo hacia el cielo azul repleto de nubes esponjosas, sonrió con auténtico entusiasmo.

— Hoy, hoy será el día — susurro.

Finalmente después de una corta pero devastadora tormenta,  no llovería lo que facilitaría a Natsu en su búsqueda por encontrarle fallas a la fortaleza Namikaze para así poder escapar tal como estaba planeado.

Ya había pasado una semana  desde que la presencia de su joven médico le insinuara que su petición estaba hecha y ahora solo restaba darle el debido tiempo para no dejar ningún cabo suelto que pudiera delatarlos.

Y aunque no se alegraba pues la inesperada tormenta había dejado a más de un campesino hambriento, le había dado al joven amo (su esposo) algo en que ocuparse dándole a su vez el tiempo necesario para manejarse a su antojo.

Todo estaba más que listo.

Natsu se había encargado de recolectar carne seca única en sus rumbos, al igual que algunos frascos de verduras y frutas deshidratados que estaba claro serian usados únicamente en extrema necesidad, al igual que sus joyas que previamente  ambas habían cocido a sus ropas interiores y que a partir de ese día usaban diariamente, no había duda todo estaba preparado, ahora solo esperarían el momento oportuno.

Sus puños se apretaron en un intento por suprimir cualquier gesto que pudiese delatar su inexplicable felicidad.

Continuará....

[..........]

Nota del autor.

Regrese con auténtica alegría, finalmente pude salir de esa horrible pesadilla llamada inseguridad e intentaré actualizar todo, agradezco su tiempo y su eterno amor..

Los quiere ItzelBadban. 😊

Lunes, 10 de mayo del 2021.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top