Prioridad.

Historia corta

NaruHina/ ItaHina/ NaruSaku

Esta Fic no está ligado a un tiempo específico dentro del anime o manga.

Disclaime­r: Ningún personaje usado en esta Historia me pertenece, todos son propiedad de Masashi Kishimoto, sin embargo la historia aquí plasmada es de mi propiedad.

Mundo alterno/ Japón

Natsu no había mentido al decir que solo la familia cercana de su suegro se encontraría en el festejo. Pues en medida de lo posible Hinata intentaba averiguar si los padres de Sakura se encontraban en el recinto, pero su búsqueda fue en vano, nadie en el lugar parecía compartir sus rasgos o peculiar color de cabello.

— Hinata... — apenada por haber sido descubierta en su faceta de investigador, volvió el rostro lentamente.

— Lord Namikaze — reverencio al reconocerlo de inmediato — Felicidades por su Matrimonio —

— Te lo agradezco — se rasco la nuca, Hinata había deducido que aquel acto era un reflejo de su nerviosismo.

— Puedo, ayudarlo en algo —

— Ah, sí. Mi mejor amigo está deseoso por conocer a mi primera Esposa, pero entenderé si tu no lo deseas — el rubor en sus mejillas, le indicaban que el licor no le sentaba muy bien.

—  ¿Cómo podría negarme? Se trata de su mejor amigo, después de todo — Hinata no esperaba que Naruto fuese igual de atento con ella, así que se levantó y lo siguió siempre detrás, desenado alcanzar algún día su corazón.

Con cada paso que daba Hinata intentaba atrapar su sombra con sus pies. Era tonto, pero era un juego muy conocido entre las niñas de su Aldea, cuando una era elegida para ser la Esposa de un valiente hombre, esta solía intentar atrapar su sombra como una promesa de un próspero futuro a su lado.

Pero tropezó torpemente con el largo de su vestido, golpeándole la espalda.

— ¿Pero qué te sucede? — exaltado, volvió su vista en ella.

— Lo lamento, la noche no me favorece — su excusa era tonta, pero podría funcionar.

— Lo sabía algo debía estar mal con tus ojos — quiso tocarla pero Hinata lo rechazo de inmediato, sus palabras fueron demasiado.

— Sakura-san, está mirando — sus palabras funcionaron. Su esposo fingió limpiarse la ropa, cual cobarde.

— Saludaras e iras a tu alcoba de inmediato, ha sido demasiado para ti — estaba siendo desplazada cruelmente, pero lo entendía debía estar ansioso por compartir la noche con la mujer que veraderamente amaba.

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Delante de aquellos hombres, Hinata no pudo evitar sentirse empequeñecida aunque agradecía no ser la única mujer en compartir la mesa, Sakura su hermana menor estaba a su lado, luciendo increíblemente nerviosa.

— Pero que cretino... — Shisui, el segundo primo grito — Te has hecho de dos mujeres increíblemente hermosas en poco tiempo ¿Qué sigue después coleccionar animales exóticos? —

— Lo hace — Obito el mayor, le dio un sorbo a su vino — Tiene una colección aunque la mayoría reposan en una elegante vitrina—

— Ehhh....! Pero que carajos — y sus modales eran escasos — Señoras, debo robarme a su esposo por un momento, por favor aguarden — Hinata asintió, Sakura permanecía sumergida en sus propios pensamientos.

— Voy con Ustedes —

Sintiendo que había cumplido con la petición de Naruto al presentarse cual mercancía recién adquirida delante de sus amigos. Hinata sintió la necesidad de volver a su alcoba.

— Itachi-san, Sasuke-san, deb.... — Hinata quiso levantarse, pero Sakura le apretó fuertemente del kimono.

— Naruto-kun, vendrá enseguida — Sakura musito, en verdad lucia afligida — Esperémoslo aquí, Hermana — el Uchiha menor sonrió.

— ¿Que hay de divertido, Sasuke? — el llamado Itachi le cuestiono.

— Mmh... Digamos que es divertido ver como ahora se llaman hermanas y dentro de algunos años estarán tratando de matarse entre si —

— ¡Sasuke...! —

— Además que tan patética tiene que ser una mujer para tener que embarazarse para adquirir un estúpido título —

Sakura inmediatamente, comenzó a llorar.

— Sasuke-san.... Le suplico un poco más de respeto... — Hinata intento calmar la situación, pero el hombre delante suyo rio desquiciadamente.

— Pero, tu querida eres incluso más patética — negro y perla hicieron contacto — Luciendo como si no te importara, engañándote a ti misma. Pero solo eres una tonta reprimida, que solo recibirá las sobras de Naruto — dicho esto se levantó de la mesa y partió. 

Hinata no pudo hacer mas que reprimió su dolor.

— Yo... lamento el patético comportamiento de mi hermano. Sakura... debes ir a arreglarte, Naruto no puede verte así —

Al escucharlos hablar con tal confianza la curiosidad de Hinata creció aún más, algo le decía que existía algo más entre ellos.

La sirvienta de Sakura se encargó de llevársela, siendo cuidadosos pues nadie debía verla en ese estado.

— Lady... lamento la falta de mi hermano. Es solo un niño minado, acostumbrado a recibir y decir lo que desea... —

— Sakura... parecía demasiado alterada. Me preocupa que esta situación pueda afectar a su bebé— y estaba siendo honesta, realmente le preocupaba.

— Lo sé, Naruto hizo mal en llamarnos. De haber tenido la mínima oportunidad de impedir que mi hermano asistiera créame, lo hubiera hecho — realmente parecía apenado.

— Itachi-san, le suplico sea honesto conmigo... Sakura-san parecía realmente aterrada por la presencia de su hermano —

— El amor puede manifestarse de diferente manera, siempre dependerá del receptor. En el caso de mi hermano, tal sentimiento lo volvió incluso más caprichoso deseando, pero olvidándose de entregar su parte — suspiro profundamente — Es todo lo que puedo decir —

— Si me disculpa iré a verla — Hinata no comprendió lo que Itachi quiso decir y ralamente no  deseaba indagar mas sobre el asunto, así que despidiéndose cortésmente de aquel hombre salió discretamente del lugar.

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— Sakura-san — siendo su superior Hinata tenía permitido entrar en su residencia, aun cuando Sakura no lo deseara.

— Mi señora — una de sus sirvientas corrió a detenerla — Usted no puede estar aquí —

— Solo deseo verificar su estado, deseo saber cómo está él bebe — pero la mujer no se hizo a un lado — Aun cuando le debas lealtad a tu señora, yo soy tu autoridad — por ese simple acto, seria merecedora de un castigo ejemplar, pero el que no la dejaran verla, le suponía un mal presentimiento — Hazte a un lado —

Atravesando el primer portón, Hinata encontró un sinfín de telas manchadas con sangre colocadas en un cesto, asustada corrió hasta donde los sollozos incrementaban.

— Sakura-san, que está sucediendo, porque estas sangrando — fue notorio el miedo que sintieron sus sirvientes al verla ahí, pero ella no se inmuto, corrió a cogerle las manos aun cuando la escena era desagradable — Por Kamisama, alguien diga algo — ordeno.

— Dejarnos solas — Sakura apenas pudo ordenar. Los sirvientes salieron a toda prisa.

Cuando los pasos, por fin cesaron Sakura correspondió al tacto.

— Provengo de una familia humilde — su voz era suave, Hinata temió que en cualquier momento colapsara — Aunque pertenezco a un Clan este nunca me brindo una buena protección...... Crecí conforme los árboles de cerezos y un buen día al igual que ellos florecí convirtiéndome en una mujer muy bella — Hinata no dijo nada aunque la sangre, comenzaba a manchar su kimono — Mi único error fue enamorarme de un hombre importante y creer ciegamente que este haría lo imposible por tenerme a su lado incluso renunciar a todo —

— Te refieres a Sa... — aun sin terminar Sakura lo confirmo. Ahora todo parecía tener sentido, las miradas severas hacia la pelirosa y los insultos de hace un rato.

— Pero no fue así... El poder, la ambición, lo cegaron por completo cuando más lo necesitaba y ahora debido a mis errores del pasado, no soy capaz de retener a un hijo en mi vientre... este es mi 4, estoy pudriéndome por dentro — finalmente se quebró. Y existía una gran posibilidad de que estuvieran provocándoselos, tal como había dicho Naruto, sus Padres no aceptarían hijos de ella.

— Lord Namikaze, lo sabe — Sakura la miro confundida — Sabe sobre Sasu.. —

— No... Y se lo suplico... no se lo digas...ten piedad de mí, sería capaz de matarme — claramente era más fácil remplazar a una mujer, que romper lazos tan importantes como era la amistad, ligada al poder.

— ¡Sakura! — El grito desgarrador que soltó el rubio logro apartarlas de inmediato — No, no otra vez — y aunque su angustia era genuina, Hinata no descartaba que el mismo rubio estuviera de acuerdo con hacerla abortar.

— Naruto... Naruto.... — rompió en llanto, lanzándose en sus brazos.

— Lárgate — su ira fue dirigida hacia Hinata — Lárgate ahora, no tienes nada que hacer aquí... o acaso buscas burlarte en su cara... lárgate... maldición — con pasos torpees y sintiendo todo su odio, Hinata no pudo evitar sentirse como lo que era y significaba en la vida de Naruto Namikaze una molestia — Alguien llame al Médico — fue lo último que pudo escuchar.

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Siendo encontrada por Natsu. Hinata apenas y pudo sostenerle la mirada

— Hinata-sama, por favor respóndame... porque tiene tanta sangre — volvió a sacudirla — Hinata-sama responda....... —

— Natsu... lo perdió, ella lo perdió — Con palabras torpes Hinata apenas y pudo darse a entender, la mirada feroz que el rubio le había dirigió seguía asustándola.

— ¿De quién? ¿De quién está hablando.... Hinata-sama de quien habla? — sumamente preocupada por el comportamiento de su ama, Natsu intento levantarla.

— Ella, ella... tenía mucha sangre, y yo no fui... — su vista comenzó a volverse borrosa, la dura voz de Naruto sobre ella erizo su piel — Capaz de ayud... — finalmente termino por derrumbarse, había sido demasiado para su delicado corazón.

había actuado como una tonta creyendo que podía tolerar la situación, creyó que no le dolería ver a su marido forjando un lazo tan importante como lo era el matrimonio con la mujer que amaba. Creyó no sentir nada al verlos tomados de las manos. Creyó que algún día, Naruto terminaría por aceptarla. Creyó que algún día la miraría de la misma manera en que veía a su amante, que tan ingenua podría llegar a ser.

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Capitulo II

El golpeteo de las aves al intentar conseguir un insecto, logro incomodar a Hinata quien intento cubrir a toda costa sus oídos.

— Hinata-sama — el grito espantoso que soltó Natsu acompañado del sonido de un jarrón al momento de romperse, la hicieron abrir los ojos aunque no lo deseara — Hinata-sa...sama —

— Pero que te sucede, Natsu. Estas asustándome —con calma, se hizo un ovillo.

— Realmente me asusto... — escondió el rostro entre sus piernas, Hinata la acaricio aun sin entender del todo su extraño actuar — Creí que jamás la volvería a ver, Hinata-sama porque fue tan cruel... —

— Natsu... — intento detenerla, estaba hablando tan rápido que no lograba entenderla — Natsu... Natsu por favor tranquilízate y dime que está sucediendo y por qué actúas como si hubiese regresado de la muerte —

— Porque, se trata de un auténtico milagro el que Usted se encuentre tan sana, después de todo lo que sufrió — tiernamente le toco el rostro —Hinata-sama ha dormido por alrededor de diez días, su temperatura no cedía y... —

— ¿Pero qué has dicho? — alarmada Hinata intento levantarse rechazando el tacto de su nana, pero tan pronto quiso intentarlo todo a su alrededor comenzó a moverse.

— Pero que es lo que intenta — la detuvo a tiempo, de lo contrario estaba segura hubiera terminado en el suelo con alguna lesión como consecuencia.

— 10 días son demasiados, Natsu que me está sucediendo — se aferró a su hombro, el mareo aun no cedía. Asustada cerró los ojos — Solo recuerdo... —

La pérdida de Sakura, pero permaneció callada, decir aquello podría generarle graves problemas.

— Ese día... ¿Lo recuerda? Cuando la encontré en medio del jardín principal cubierta de sangre — la peliazul respondió un suave Hai, entonces su nana continuo — De un momento a otro todo se volvió un completo caos, los sirvientes corrían de un lado a otro sin razón aparente, incluso tuvo que ser suspendida la celebración. Sus suegros me solicitaron resguardarla en sus aposentos parecían alterados y fue ahí que comencé con su búsqueda, ingenuamente supuse que se encontraría con Lord Namikaze, pero al verlo correr con el médico familiar hacia los aposentos de Sakura-sama, supe que algo debía estar mal con Usted — sollozo — nadie parecía saber dónde se encontraba pero por suerte, Itachi-sama.... —

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