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𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐞𝐧, 𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐜𝐮𝐫𝐬𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐜

--- naji rampe chuca... (Tan pacífico...). --- suspiró el alto hombre multicolor, mirando desde el alto peñasco el inmenso relieve lleno de colores verduscos y marrones por la agricultura que ahí se practicaba, la siembra de plantas y tubérculos para que la gente de su hijo pueda abastecerse, y aunque antes era suyo, actualmente también lo cuidaba con cariño, y se dedicaba justamente a eso.

En ese momento tan solo veía el cielo, el cuál era mucho más celeste en ese litoral de sierra, las nubes alcanzaban esa altura, pasando muy cerca del que alguna vez fue un imperio poderoso y conquistador, ahora esos tiempos habían quedado muy lejanos.

La brisa otoñal lo golpeaba de manera leve, haciendo que sus orejeras de oro apenas si se movieran mientras las plumas de su cabezera revoloteaban, cerró los ojos inhalando el aire fresco hasta llenar por completo sus pulmones, para expulsarlo de forma lenta y calmada.

sᴜ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ, ᴍᴀɢᴜʟʟᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ʟᴀs ᴄᴜᴄʜɪʟʟᴀs ғɪʟᴏsᴀs, ᴘɪᴇᴅʀᴀs ʏ ɢᴏʟᴘᴇs ϙᴜᴇ ʟᴇ ʜᴀʙɪ́ᴀɴ ᴛɪʀᴀᴅᴏ ᴇsᴀ ɪɴᴍᴜɴᴅᴀ ɢᴇɴᴛᴇ ᴅᴇ ᴘɪᴇʟ ᴄᴀᴜᴄᴀ́sɪᴄᴀ, sᴜ ʀᴇsᴘɪʀᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴇʀᴀ ᴇʀʀᴀᴅᴀ ʏ ʟᴇ ᴅᴏʟɪ́ᴀ ᴍᴏᴠᴇʀsᴇ, ᴇsᴛᴀʙᴀ ᴅᴇ ʀᴏᴅɪʟʟᴀs, sᴜs ʙʀᴀᴢᴏs ᴛᴇᴍʙʟᴏʀᴏsᴏs ᴀᴜ́ɴ sᴏsᴛᴇɴɪ́ᴀɴ sᴜ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ ᴅᴇ ᴄᴀᴇʀ ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀᴍᴇɴᴛᴇ, sᴇɴᴛɪ́ᴀ sᴜ ʀᴀᴊᴀᴅᴏ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ʙᴏᴍʙᴇᴀʀ ᴅᴇ ғᴏʀᴍᴀ ᴀᴘʀᴇsᴜʀᴀᴅᴀ ᴄᴏɴғᴏʀᴍᴇ ʟᴀs ʟᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴀʙᴀɴᴅᴏɴᴀʙᴀɴ sᴜs ᴏᴊᴏs.

ᴀᴘʀᴇᴛᴏ́ sᴜs ᴅᴇᴅᴏs ᴇɴ ᴇʟ sᴜᴇʟᴏ, ʜᴀᴄɪᴇɴᴅᴏ ᴘᴜɴ̃ᴏ sᴜs ᴍᴀɴᴏs, ɢᴀɴᴀɴᴅᴏ ᴠᴀʟᴏʀ ᴘᴀʀᴀ sᴜʙɪʀ ʟᴀ ᴍɪʀᴀᴅᴀ, ᴀʜᴏʀᴀ ʟᴀ ᴘᴇʀsᴏɴᴀ ϙᴜᴇ ᴀʟɢᴜɴᴀ ᴠᴇᴢ ᴀᴍᴏ́ ʟᴏ ᴇsᴛᴀʙᴀ ᴛᴏʀᴛᴜʀᴀɴᴅᴏ ᴅᴇ ᴜɴᴀ ᴍᴀɴᴇʀᴀ ᴄʀᴜᴇʟ, ɴᴏ ᴇʀᴀ ɴᴇᴄᴇsᴀʀɪᴏ ᴀᴄʟᴀʀᴀʀ ϙᴜᴇ ʟᴜᴄʜᴏ́ ᴘᴏʀ ϙᴜᴇ́ ɴᴏ ғᴜᴇʀᴀ ᴀsɪ́, sᴜ ɢᴇɴᴛᴇ ʟᴏ ɪɴᴛᴇɴᴛᴏ́, ᴘᴇʀᴏ ɪɴᴄʟᴜsᴏ ᴇɴ ᴍᴇᴅɪᴏ ᴅᴇ ᴇsᴀ sᴀɴɢʀɪᴇɴᴛᴀ ɢᴜᴇʀʀᴀ, ɴᴏ ᴘᴏᴅɪ́ᴀ ᴏʟᴠɪᴅᴀʀʟᴏ, ᴀʜᴏʀᴀ ʟᴏ ᴇɴᴛᴇɴᴅɪ́ᴀ, ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ϙᴜᴇ ᴘʀᴇᴛᴇɴᴅɪ́ᴀ ᴛʀᴀɴsᴍɪᴛɪʀʟᴇ ᴇsᴇ ᴇsᴘᴀɴ̃ᴏʟ ᴇʀᴀ sᴏʟᴏ sᴜ ɪʟᴜsɪᴏ́ɴ, ᴜɴᴀ ᴍᴜʏ ʙᴇʟʟᴀ ᴀ ʟᴏs ᴏᴊᴏs ᴅᴇʟ ᴅɪᴏs sᴏʟ.

--- ¿Qué pensáis tanto? --- Levantó sus párpados asustado, una voz a su lado lo hizo despertar de su pensar profundo, giró la vista hacia éste ser de arpa de borgoña que lo miraba gélido a los ojos, acarició sus brazos con heridas cicatrizadas, sintiendo los malos recuerdos acomodarse en su mente y apoderarse de sus pensamientos. --- ¿Te sientes bien? --- preguntó acercando su mano a uno de sus hombros cubiertos por su hombrera de oro puro.

El Inca se alejó ágilmente para evitar su tacto, desvío sus ojos que comenzaban a ensombrecer su mirada, por un momento el rencor se apoderó de su corazón.

--- ¿Tahu...? --- el español extrañado de la actitud resentida de su pareja se acercó lo suficiente para que sus miradas conectaran, llevó sus manos a las mejillas del más alto, volteando su rostro para quedar fijos en el otro. --- ¿Que te pasa? --- volvió a preguntar acariciando con sus pulgares los pómulos del colorido.

--- Dejarme en paz. --- ordenó tratando de quitar las manos del hispano, pero para su desgracia lo tenía bien agarrado, y muy en el fondo no quería dañar la Imperio Español para soltarse.

--- ¿Por qué hablas así? --- preguntó cambiando su fría mirada por una más preocupada, sabía que el castellano lo había aprendido a la perfección, ¿Por qué entonces le hablaba de una manera menos acertada, como decir: “dejarme” en vez de “déjame”.

Tahuantinsuyo comenzó a sentir impotencia, su mente se vió apagada por un segundo, llenando sus cuencas de un color gris y muy pronto oscuro como el negro, agarró las muñecas del imperio más bajo apretandolas con el ceño fruncido, como si estuviera furioso, causando temor y escalofríos al español.

Con fuerza, el multicolor caminó con el español agarrado hacia un árbol cercano, donde enpotró al más bajo en el tronco de éste, volviendo a agarrar sus manos para evitar el forcejeo. La boca del de cuencas negras pasó a su cuello, chupando y mordiendo en su zona sensible agresivamente, conocía los lugares que hacían delirar al español, conocía los lugares dónde era más placentero para él, conocía los lugares que lo hacían delirar y pedir que siguiera o parara.

---¡D-deten– ¡¿Que haces?! Mgh!~ ¡Tahu, espera! --- gemía asustado de la brutalidad que estaba usando su pareja con su cuerpo, jamás había pasado algo cómo eso, normalmente el colorido se mostraba amigable y sonriente, e igual con su cuerpo, siempre lo tocaba como si fuera la joya más preciada que tenía, lo hacía sentir bien y...especial, era muy raro lo que estaba pasando, no le gustaba, y lo transmitía a empujones y forcejeos duros.

El Imperio más alto notando esto apretó su agarre en sus manos, haciendo que el de aspa de borgoña suelte quejidos adolorido por el agarre y confundido, se sentía obligado, pronto su respiración entrecortada se vió afectada por sus hipídos y sollozos, mientras sus lágrimas caían por sus mejillas, estaba aterrado, su mirada mantenía sus ojos llorosos mientras su expresión era de terror hacia el más alto.

Su reacción fué inmediata, estaba odiandose por haberse atrevido hacer llorar a su ángel, sus ojos cambiaron al color natural que poseía, soltando las extremidades del español, abrazando su cuerpo de forma cariñosa y fuerte, ocasionando que el pequeño rubor que tenía el hispano creciera, y cerrara los ojos tranquilo correspondiendo a su abrazo, rodeando con sus cortos bracitos la amplia espalda del multicolor.

--- Perdonarme, de verdad sentirlo mucho. --- Lágrimas cayeron por el rostro del Inca, humedeciendo levemente la camisa en la parte del hombro del hispano, no se creía que pudo haber atentado contra su pareja, se supone que el conquistador de hace tantos años había quedado atrás, que era una persona diferente. --- Perdón, amor...

El español acarició la espalda de su novio con cariño, susurrándole cosas que daban a entender que lo perdonaba, que había tenido un ataque de histeria y que lo entendía, suspiró besando su cuello en la misma posición de forma dulce, causándole risas al que portaba joyas de oro.

--- Ya pasó, ¿Me explicarás ahora? --- pidió sosteniendo las manos color violeta de su pareja, viéndolo a los ojos para tratar de descifrar su dolor por encima de sus mentiras.

La tarde transcurrió, y en lo único que hablaba el Inca era del pasado, que había recordado cuando le dolían las cadenas, el de habla castellana comprendió entonces porque apretaba tanto sus muñecas.

Por primera vez en mucho tiempo de dignaron a conversar sobre ese delicado tema, que a ambos les dolía recordar, sobretodo si tienes una relación estable con la otra persona, recordar los tiempos difíciles te vuelve propenso a estar débil emocionalmente hablando.

Pero al final todo terminó en risas, porque después de todo, el pasado es el pasado, y aunque duela, sabemos que ya pasó. Fue su decisión perdonar al conquistador por sus actos de tortura y abuso, no se arrepentía, enrealidad nunca lo dejó de amar.

---¡Nah!~ ¡Más le-lento!~ ¡Jo-joder, Tahu! --- ahora estaban teniendo un buen sexo de reconciliación, el colorido estaba siendo más brusco de lo normal, pero esto no le desagradaba al mayor, estaba encantado con la velocidad y dureza que empleaba al penetrarlo, como sus manos apretaban sus glúteos para hacerlo saltar en su miembro constantemente, mientras le sonreía ante todo de una forma coqueta que reflejaba el placer que también lo hacía sentir el acto de coito.

Estando en aumento la velocidad, el cuerpo del europeo no pudo más y colapsó, acabando en el mismo abdomen del Inca, haciendo saltar su semen a chorros que incluso cayeron en el rostro de éste, apretando su interior y por consiguiente estrujar la intimidad del contrario.

--- ¡Mierda, es demasiado!~ --- gimió en voz alta sintiendo el caliente esperma de su menor llenarlo de a pocos, llevando al límite su éxtasis, arqueó la espalda teniendo sus brazos apoyados en los hombros de su pareja, subió su cabeza hacia arriba en reacción, aguantando los espasmos que estaba teniendo mientras su cuerpo temblaba conforme más semen recibía.

Bajó su sonrojado rostro hacia abajo, respirando con dificultad mientras hacía puño sus dedos, las lágrimas restantes bajaron después de eso, cayendo en el pecho del imperio sudamericano.

La inhalación y exhalación del activo también era agotada, había retenido esa frustración sexual desde algunas horas atrás, notando lo atractivo que se veía su novio con esa camisa que tenía desabotonados los botones de arriba, y las mangas hasta el codo de sus fornidos brazos. Sin duda le encantaba todo de su pequeño (aunque mayor) hispano.

--- Kuyayki, tukuy sunquywan waylluyki. (Te amo, te adoro con toda mi alma.) --- confesó de manera romántica en su idioma nativo, besando los nudillos de sus manos que agarraba en el aire, logró sentarse con ayuda de sus brazos, acariciando la desnuda espalda baja de su acompañante mientras le robaba un beso al cansado Imperio Español, éste estaba bien con eso, al fin y al cabo le gustaba que lo mime durante sus encuentros sexuales.

--- D-deja de expresarte de esa forma tío, a veces no comprendo lo que dices. --- el Inca sabía que mentía, en el pasado era una forma de declararle su amor, y él le explicó si significado en su idioma, era imposible que no sepa. --- También te quiero mucho.

¿Por qué los españoles se hacen los difíciles?

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