Capítulo 4
Los primeros celos🍂
Si de algo estoy segura es de que en una relación no todo es color de Rosa, tiene sus altas y bajas. Obvio que siendo la novia de Zeldris Akuma tendría mis celos. Media escuela lo amaba a él y la otra media a Meliodas, por eso recurrí a la única que podría entenderme.
- Discutiste con el?- Cuestionó Sofía robando algunas de mis palomitas, en estos momentos estábamos en su casa, acostadas en su cama.
- Si- Confesé apenada- Es que el abrazó a esa chica.
- Debe haber alguna explicación _______- Me consuela.
- Lo sé, pero aún así no le di tiempo a defenderse- Lleve ambas manos a mi rostro- Comencé a gritarle sin sentido ni lógica, ni siquiera escuche lo que me tenía que decir. Tan sólo me fui y lo dejé con la palabra en la boca.
Quería llorar, hacía 3 meses Zeldris y yo éramos parejas y hasta ahora no habíamos discutido por nada serio, y mucho menos habíamos estado tanto tiempo sin dirigirnos la palabra. Eran las vacaciones de verano y desde el último día de clase no sabía nada de él.
- Tranquila cariño- Sofía peino mis cabellos- Llevo esto de los celos como pié en el zapato, se por lo que estás pasando.
- Por eso recurro a ti, porque me entiendes- Sonreí- Todas las chicas quieren robarte al tuyo.
- Ni me digas- Emburujo la sábana con odio- Recuerdo cuando volvió su ex, Elizabeth- Valla, otra vez ese nombre- Era más hermosa que yo, más alta que yo, más inteligente que yo, la muy rata parecía ser perfecta.
- Meliodas jamás te dejaría- Reí al ver su cara, en su mente estaba matando a aquella chica de mil formas.
- Lo sé- Dijo orgullosa- Un día, la arpía intento besarlo, pero el la paró en seco y le dijo que yo era la mujer de su vida.
- Espero que algún día te cases con él- Lleve una mano a mi estómago, no podía más de la risa.
- Tendremos una hija que se va a llamar Bianca, tu serás su madrina- Sus ojos brillaban al imaginar tal futuro.
- Espero que yo y Zeldris estemos juntos para ese entonces.
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Suspire, ya estaba lista para entrar ahí, llevaba toda una semana teniendo conversaciones diarias con mis amigas, Diane me aseguró que Zeldris me extrañaba y moría por hablarme.
Sofía me preparo para no ceder ante ninguna chica, pues un momento de debilidad es lo que buscaban para acercarse a Zeldris.
Y al fin, después de tanto tiempo de espera, las clases comenzaban d nuevo, estaba lista para tener mi conversación madura con él.
Caminaba por los pasillos junto a Jerico y Elaine, dos chicas totalmente opuestas pero que afirmaban ser mejores amigas, aún cuando ambas peleaban por el amor de Ban, aunque ya yo sabía quién era la ganadora.
- Jerico si eres tan ruda no le gustaras a ningún chico- Regañaba Elaine- _________ Jerico rechazó a un chico en las vacaciones.
La rubia se quejó conmigo de las actitudes de su amiga, estábamos juntas en el mismo curso, y para completar en la misma aula, pasaban todo el tiempo discutiendo y metiendome en el medio.
- Cállate pequeña- Soltó con rudeza.
Iba a hablar pero en ese momento pude ver a la persona que más extrañaba, están recostado a la pared, hablando con aquella chica que me sacaba de mis cabales. Ella parecía muy melosa, sin embargo Zeldris se mostraba más indiferente.
En ese momento nuestras miradas cruzaron, y en otras conversaciones ajenas a nosotros nos dijimos cuanto nos habíamos extrañado, lo sé.
Ya no estaban las demás personas, es como si el tiempo y el espacio se hubieran aleado para dejarnos solos en el mundo.
La campana sonó y salí de mi trance. Entre yo primero en el aula y posicione mi mochila, segundos después Zeldris se sentó delante de mí.
No dijimos nada, solo nos dedicamos a saludar a todo el que se nos acercaba.
- Bien, la clase va a comenzar- Baltra, nuestro profesor, entró con una carpeta en sus manos, todos obedecimos e hicimos silencio- Buenos días a todos, hoy hablaremos de los resultados de los parciales. Primero que nada, felicitar a vuestra compañera __________, que logró mantenerse como la tercera de todo el año. Enhorabuena señorita, usted mantiene su beca- Sonrió en mi dirección y yo le devolví el gesto.
En ese momento un papel aterrizó en mi mesa, sabía perfectamente que provenía de adelante, ni siquiera tuve que preguntarlo.
Tome el papel y lo abrí para leerlo con emoción.
«Te espero en gimnasio al terminar las clases»
Ese mensaje logró sacarme una tonta sonrisa, siempre es Zeldris el que da el primer paso.
Pase todas las clases deseosa por que se acabará el primer día, tanto tiempo esperándolo y ahorro lo único que quiero es que termine.
La campana, la bendita campana al fin sonó, fue música para mis oídos. Tome mis cosas volando, pero justo en ese momento llegaron los imprevistos.
- ___________- Lloriqueo Elaine en mi hombro.
- Que pasa?- Pude ver por el rabillo del ojos a Zeldris salir del aula, ya estaba retrasada.
- Vamos a algún lado- Me tomo del brazo- No quiero llegar a casa.
- Hoy no puedo, tal vez mañana- Me safe disimuladamente.
- Pero no quiero!- Jerico golpeó su cabeza con un libro.
- Ya deja de molestarla- He ahí otra discusión. Aproveché que estaban distraídos y me escabulli con mi mochila.
Camine deseosa de encontrarlo, a veces está escuela era como un laberinto para mi. Afortunadamente di con el gimnasio fácilmente.
Estaba vacío y la luz del sol se colaba por las grandes ventanas de esta. Si vueltas en el lugar como tonta, solo llegaba un poco tarde.
En ese momento sentí como alguien me abrazaba de la espalda y ponía una mano en mi boca. Me jalo hasta un rincón y me posicionó contra la pared.
- Tardaste- Susurró en mi oído.
- Fue culpa de Elaine- Dije en un puchero cuando soltó mi boca.
En ese momento me beso, tanto tiempo esperando el roce de sus labio, ya había olvidado lo fantástico que era.
- Escucha- Unió nuestras frentes y sus ojos no dejaban de mirarme- Gelda es una amiga de mi infancia. Llevaba 2 años sin verla.
Sabía que había una explicación, pero aún así me molesta esa chica.
- Se te paso el mal genio?- Alzó una ceja y yo solo me abrace a su cuello con una sonrisa.
- No es mal genio, son celos- Volví a besarlo- Y es tu culpa por estar tan bueno.
- Perdón- Río a mi par- Para la próxima me aseguraré de que nadie Se acerque a mi.
- No es necesario- Había decidido tener la actitud madura de Sofía- Yo confío en ti, y se que ninguna rata va a alejarte de mí.
- Estuviste hablando con Sofía ¿Verdad?- Todos la conocían demasiado.
- Aún no supera lo de esa tal Elizabeth- Bromee para volver a besarlo. Extrañaba tanto esto.
Lo extrañaba tanto, estar lejos de el toda esta semana me hizo darme cuenta de que no quería separarme nunca, no se si Zeldris es el amor de mi vida, pero justo ahora, quiero estar con el siempre.
En el fondo sigo sintiendo celos de Gelda, es muy hermosa, no es mi culpa. En realidad los celos son el mide de perder a alguien, por eso, me aterraba verte con cualquier otra chica, me daba miedo que te dieras cuenta de la tonta que tenías a tu lado.
Pero debía dejar de temer tanto, porque tu me habías escogido, el gran Zeldris había decidido compartir su vida con esta tonta. Y eso, nunca te lo agradecí suficiente.
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Zeldris observó la nota que el mismo le había escrito, ella lo sorprendía cada vez más. Parecía atesorar cada recuerdo a su lado, y eso, lo hizo feliz, claro que la había escogido a ella, nunca hubo una segundo opción.
Intento leer más pero sintió lo concurrido que estaba el ambiente aya afuera, seguro habían llegado más amigos.
En el exterior de la sala estaban solos. Con la cabeza baja. Unos segundos después cruzaron la puerta una vieja pareja conocida.
- Ban Jerico!!!- Gritó emocionada Sofía al verlos llegar, todos estaban preocupados por ___________
- Ya estamos aquí- Jerico sonrió con su nieto en manos- Lamentamos la tardanza.
- Como esta el renacuajo?- Cuestionó el albino a su mejor amigo.
- Esta peor, pero los médicos tienen esperanza- Se veía bastante agotado- Ella sólo quiere ver a los suyos antes de entrar en el salón.
- En ese caso....- Ban tomo de la mano a su mujer y juntos entraron en la sala.
Ambos quedaron boquiabiertos al ver a esa chica, tan hiperactiva, tan simpática, tan sonriente, postrada en aquella cama, con los ojos cerrados, aferrada a la mano de su marido
- Hola ________- Jerico se acercó al cuerpo de su amiga- He traído a mi nieto para que lo conozcas- La mencionada abrió un poco los ojos.
- Es muy lindo Jerico- Dijo con todas las fuerzas que le quedaban- Se parece a su abuelo.
- Todavía no me acostumbro a que me llamen así- Bufo Ban.
Ambas chicas sonrieron a la par por tal acción. ________ tomo al ni lo entre sus brazos, ella extrañaba a su hijo.
- Te estoy esperando Hikari- Susurró, pero fue escuchada por su marido.
Palabras del autor
Esto se pone cada vez más triste.
No prometo un final feliz para esta historia. Pero si prometo sonrisas.
Muchas gracias a los que botan.
Nos vemos
~Sora~
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