Capítulo 25: ¿Amante?

¡Good! — gruñía enfadado.
¡Comme tu veux! (¡Como quieras!) — gritó y cerró la puerta de, se supone que es nuestra habitación. . .como sea, no es la primera vez que pasa esto, ya hace muchas lunas que duermo en el cuarto de invitados, nuestro matrimonio, ya no sirve. . .pero no me siento mal al respecto, más bien preocupado, no quiero otra guerra de cien años. . .Francia puede ser muy impredecible.

Sospecha, de que yo supuestamente “la engañaba” con alguien, ya casi nunca estoy en casa, quizás sea por eso. Pero nunca sería capaz de un acto tan vanal como ese, está muy pasado de moda.

El día siguiente ya estaba en el avión, tenía que arreglar algo, con. . .bueno, un sudamericano, uno muy grosero. No quería volver, podría jurar que me odiaba, y si el me odia, sus trecientos hermanos también.

Me bajé del avión para entrar en la limosina, odiaba estos viajes tan largos, era muy cotidiano, la última vez que estuve en Argentina había una multitud que golpeaba el auto, “huelga”, supongo.

.

.

.

Toqué tres veces, por mientras, movía seguidamente mis pies, nervioso. No sabría cómo me recibiría, quería verlo por alguna razón, quería ver cómo lucia después de tantos años, ¿Me reconocerá?, escuché pisadas, Demasiado tarde para huir.

¿Si? — abrió la puerta, me sorprendio, había cambiado, estaba casi de mi tamaño, seguía teniendo ese terrible gusto por la ropa, pero no le quedaba mal. . .por desconocida razón sonreía, pero ya no cuando me vio, o más bien cuando me reconoció.

Hello Argie, I. . .— un fuerte portazo calló lo que iba a decir, y alertó mis sentidos, ¿Me había cerrado la puerta en la cara? Traté de ignorar lo reciente y reiniciar la conversación inexistente. — Well, Emm, I wait for you. . .

Vete. — Oh bueno, al menos me habló, es un avance. Sonreí cuando creí que seguía detrás de la puerta. Toqué de nuevo. — ¿No escuchastes?

Is “escuchaste”, Argie. — corregí, quizás estudie un poco de su idioma cuando necesitaba hablar con España. Escuché el cerrojo abrirse, retrocedí rápidamente antes de que abriera, de otra forma me hubiera golpeado.

Número uno: ¿Que haces aquí, Ché? ¿Querés morirte o que?. Segundo: ¡No me llames “Argie”, no eres nada de mí, superalo! — estaba por volver a cerrar, sacrifique mis bellísimos zapatos y evite que cerrara, teníamos algo que discutir y no se quedaría así.

Argie, listen me. — tomé la puerta y la abrí con fuerza, la poca que podía usar, no era pulcro ser tan brusco. — Although I would love to come just to say hello, that's not why I came. (Aunque me gustaría venir solo a saludar, no es por eso que vine.)

Chupame la pija, no te entendí nada. — suspiré, el quiso patearme de pronto, me aparte a las justas, estos latinos. . .son todos unos impulsivos. — ¡Salte de mi casa!

I can't do it, Argie.
¡No me digas así, mierda! — volvió a intentar golpearme, solo que esta vez no pude evadirlo, más bien lo bloqueé, agarrando su brazo y con mucha fuerza empotrarlo en la pared, que puedo decir. . .estaba realmente molesto. — ¿Qué chucha haces?

I just wanna talk.
¡No! ¡Sueltame! ¡Brazil, Perú, ayuda! — chilló fuerte, demasiado, me desespere de que pudiera llamar la atención, con ojos preocupados lo agarré por los cachetes y lo besé para que parara de gritar. Lo sé, no debí hacerlo, probablemente me golpeé peor, además, tengo esposa, ¿Que estoy haciendo?

Argentina:
¡Concha! ¡¿Que putas está haciendo este pibe imbécil?! Intenté soltarlo, hacerlo apartar de mí, quería vomitar, esto. . .es tan asqueroso, lo odio, no pude evitar tener que temblar, rasguñé su ropa, comenzando a relajarme.

Poco después, mis brazos se relajaron, se siente bastante tranquilo, él no se mueve, sólo esta ahí, tsk, novato, de seguro solo se queda quieto cuando se lo hace a su esposa.

Sostuvé su nuca, le mostraré a este idiota como besamos los latinos. — ¡¿Mhm?! — gimió cuando metí mi lengua dentro de su boca, esta vez él se quería alejar. Cambiamos de posición, ahora estaba en su lugar, saboreando su boca, sabía a té, ja, que curioso.
L-let me go~ —  gimió cuando saqué mi lengua, apretando su quijada, volví a besarlo, abrazando su torso para que no se escapara, ¿Que? Él me besó primero.

Debo admitir, se sentía bastante placentero, me miraba con los ojos bien abiertos, su rostro se coloreó a rosado.

Saqué de nuevo mi lengua de su cavidad, gimiendo en busca de aire, él seguía en Shock.
¿Que? ¿Nunca te han besado así de apasionado? — pregunté con una sonrisa mirándolo fijamente, dejé de acorralarlo, lamiendo la saliva que se había escapado de mis labios.

No dijo nada, solo dejó un sobre supuestamente con papeles dentro, y se fue por la puerta, con expresión de vergüenza. Reí, ¿Lo habré asustado? En fin, luego leeré lo que me dejó, por ahora, debería arreglar el problema entre mis piernas. . .

.

.

.

Oh damm, ¿Será que tengo mucha mala suerte? Llegué a mi casa solo a ver cómo mi hijo besaba a un tercermundista, no puedo creer que España no sepa nada de esto. Primero lo de Argie, digo, Argentina, y luego esto.

Aunque no me desagradó exactamente, es inaceptable, yo soy una potencia! Él, es un simple territorio, le quite un isla que debía ser mía desde el principio, pero, si me odiaba, ¿Porque me besó?

Realmente me sentí muy confundido y, asustado, la forma en que lo hizo, ni Francia me había besado de esa forma, aunque creo que si puede, como sea, tal vez vuelva a ir a América para saber que opinó con respecto al sobre, quizás rechace mi propuesta, jamás tendría un convenio conmigo. . .

A menos. . .

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top