—A ti te pasa algo. -Afirmó el pálido al ver a su rommie con una sonrisa estúpida.

Jin por su lado acariciaba distraídamente el pelaje negro de su "mascota" que se encontraba echado sobre su regazo.

—Sólo estoy contento, YoonGi-chi. Creo que la vida por fin empieza a sonreírme. -Sus ojos brillaban mientras miraba los azules de su perro.

Min lo miró con sospecha. Jin había estado actuando raro desde hacía unas semanas, además le comentó que pidió sus vacaciones anuales en el trabajo porque quería viajar "solo", bueno, se llevaría a Ranger con él.

—Jin. ¿Me quieres ver la cara de estúpido? -El menor suspiró. —Sabes muy bien que me estás mintiendo.

Y Jin se sintió culpable, su felicidad tenía nombre y apellido, además que estaba echado sobre sus piernas.

¿Pero cómo decirle eso a YoonGi?

—Chi, ya te lo dije, sólo estoy contento, eso no quiere decir que se deba a "alguien", simplemente en el trabajo me ha ido bien. -Eso no era mentira.

— ¿Por qué no puedo ir de viaje contigo? Siempre lo hemos hecho juntos. -Recriminó con tristeza.

Fue el turno de Jin para suspirar, miró a Ranger y asintió, este se sentó en el sofá.

—YoonGi, tienes razón, hay algo que no te he dicho, pero no ha sido porque desconfíe de ti, al contrario, es sólo que... Bueno... Yo aún no logro asimilarlo del todo. -Dijo nervioso.

— ¿Tienes novio, Jin? -Cuestionó sospechoso.

Jin se sonrojó. —Nos estamos conociendo.

—Ajá. ¿Y?

—Bueno él... Él... -Jin tragó y miró al Lobo.

Ranger se transformó bajo la atenta mirada de ambos.

Entonces JungKook apareció, en toda su gloriosa desnudez.

El chico media 1.90 y cuando Min observó, como frente a sus ojos, su perro, su dulce y tranquilo perro se convirtió en un humano...

Sólo atinó a abrir sus ojos como platos, su mandíbula cayendo por la impresión.

Kook se puso unos pantalones de chándal que Jin le pasó y todo era silencio.

Min seguía mirándolo. Sin siquiera parpadear.

—Estoy soñando... -Murmuró en shock.

Jin y Kook compartieron miradas. Sabían que no lo creería a la primera.

—YoonGi. -Susurró Kim. — ¿Alguna vez escuchaste sobre los cambia formas?

— ¡Sólo en las leyendas! -Gritó nervioso. Se puso de pie y se pasó las manos por la cara.

—Mira, sé que esto es muy loco, pero... Ranger, en realidad es un Lobo. Es decir, es un cambia formas Lobo y su verdadero nombre es JungKook.

— ¿Estás diciendo que toda esa mierda de hombres Lobos y vampiros es real? -Preguntó con la respiración acelerada.

— ¿S-sí...?

Entonces Min rió.

Pero era una risa histérica, incrédula.

—Estoy drogado. -Afirmó mirando al hombre detrás de Jin. — ¿Y me estás diciendo que un extraterrestre es tu novio?

Jin respiró profundo. Convencer a Min sería una tarea titánica.

—Primero que todo. Cálmate y por favor, escúchame. No estás soñando, esto es real. A mí también me resultó demasiado increíble.

Entonces Jin le dijo todo lo sucedido a su mejor amigo que no dejaba de mirar al hombre grande con curiosidad.

—Y es por eso que había planeado viajar "solo" pero en realidad me iría con Kook.

Para ese entonces, la pareja miraba angustiada al hombre que no decía nada.

Min estaba asimilando todo. Por supuesto se le hacía que estaba viviendo una película barata peor que Crepúsculo.

Pero tenía las pruebas ahí. Pues "Ranger" se transformó en Lobo y luego volvió a su forma humana. Le obligó a hacerlo varias veces para verificar que no fuese un truco.

—Estamos en extinción. Es por eso que nadie nos conoce. -Había dicho el Lobo. Y eso le hizo considerarlo.

—Bien... Si quieres que lo acepte, iré con ustedes a ese viaje. -Sentenció con seriedad. "JungKook" no le caía bien.

— ¡Pero es nuestro perro! -Le había gritado Jin. Claro que Kook gruñó, no le gustaba que lo llamaran perro.

—Me importa una mierda. Iré porque iré. -Se cruzó de brazos.

— ¡Bien! -Accedió el mayor de los tres, exasperado. —Sólo te pido que le des una oportunidad. Kookie es nuestro, bueno... Es mi enamorado, pero también es como tu hijo, ¿recuerdas?

«Ok, eso no sonó bien», Jin se recriminó al reflexionar lo anteriormente dicho.

Min no respondió, seguía con su dura mirada puesta en el chico. Es que se le hacía estúpido todo aquello.

—Iré a dormir y no quiero escuchar un solo ruido, me importa un carajo que seas un Lobo, esta es mi casa y son mis reglas, si quieren follar, ¡se van! -Gritó para después desaparecer en su habitación.

—Bueno... Al menos no te disparó. -Dijo el peli rosa después de varios minutos en silencio.

Kook lo miró escéptico.

—Hizo eso con mi último pretendiente. -Confesó encogiéndose de hombros. —Después de descubrir sus malas intenciones.

Kook hizo la nota mental de no hacer enojar a su dueño... O... ¿Ex dueño?

—Vamos a dormir. Esto ha sido duro.

Así. Bajo un ambiente pesado, los dos se fueron a dormir, suplicando que Min no intentara matar a Kook mientras dormía.