Lilith se levantó alarmada de la silla, olvidando por completo lo que había hecho antes

— ¿Cómo que lo han picado? —Preguntó incrédula ella— ¡Eso es imposible! ¡No ha salido del laberinto!

— No lo sé Lilith, pero necesito tu ayuda, ¡Déjate de sacar conclusiones y prepara el suero de la laceración por favor! —Pidió el chico con desesperación

— ¡Voy!

Lilith salió corriendo hacia el mueble de cristal donde tenían los sueros y las agujas para inyectarlos. Cogió el primero que vio junto a su aguja y fue rápidamente a preparar la camilla especial para este tipo de urgencias.

La preparó rápidamente y esperó a que trajeran al chico rubio, el cual era un constructor.

Lilith nunca había visto como afectaba la picadura a alguien, pero al ver entrar por la puerta a Gally, Jeff, Clint y un Clariano más del cual desconocía su nombre tuvo que luchar contra la bilis que le subió a la garganta para no parecer sensible.

Ben estaba pálido y se retorcía entre los brazos del resto de Clarianos. Tenía el pecho desnudo con una gran perforación en el centro de color negra y morada de la cual, ascendían cordones tensos que eran sus repugnantes venas verdes que recorrían ya parte de su tórax bajo su piel.

El chico estaba cubierto de moratones violáceos, urticarias rojas y arañazos sangrantes los ojos enrojecidos se le salían de las órbitas y se movía de un lado a otro.

Los cuatro chicos tumbaron a Ben en la camilla y, haciendo un gran esfuerzo, lo inmovilizaron para que Lilith pudiera clavarle la aguja con el suero

— ¡Lilith, el suero, ahora! —ordenó Clint con desesperación.

— ¡Pero tengo que buscarle la vena!

— ¡Lilith, no hay tiempo de buscar venas ni hostias! ¡Clávaselo de una ficha vez! —Gritó Gally haciendo un gran esfuerzo

Lilith no se opuso más y, con mucha fuerza y sin saber exactamente dónde, le clavó a Ben la aguja en el brazo para luego hacer que el líquido azul saliera de la "vacuna" y le recorriera por todo el brazo

Ben lanzó un grito de dolor y calló inconsciente encima de la cama.

Al principio Lilith de asustó al ver la reacción del chico. Le sacó la aguja y le meneó un par de veces llamándole para ver si respondía, pero fue en vano, el chico estaba KO

— Joder Lilith... —Murmuró Jeff

— ¡Ay Jeff! ¡Lo he matado! ¡Todo por no buscar la vena! ¡Alby me va a matar! —Gritó histérica la morena poniéndose pálida

— ¡Tranquila mujer, no le has matado! —La tranquilizó rápidamente Clint

— ¿Entonces? ¡¿Por qué no se despierta?!

— Porque el suero deja a las personas así —explicó Clint— No caen de esa forma pero si se duermen...

— Entonces ¿Por qué ha caído así?

— De la fuerza con la que le has clavado y metido el suero... —Contestó Jeff

Ella suspiró aliviada y la sala se quedó en silencio. Jeff y Clint amarraron a Ben en la cama y los cinco salieron de la habitación dejando a solas a Ben.

— Chicos, recordarme no dejar que Lilith me clave una aguja nunca más... —Comentó Gally en un intento de broma

— A mi tampoco por favor —Fue Clint quién le siguió

— A mi menos... —Concordó Jeff

— Estaba nerviosa ¿Vale? No creo que clave así una aguja nunca más —se quejó la chica volviéndose a sentar en la silla

— Pobre Ben tío, hasta ha soltado un grito cuando le ha clavado la aguja —volvió a hablar Gally— a ver si al final si ibas a tener fuerza para ser constructora...

— ¡Que ha sido sin querer! —volvió a repetir la chica

— Bueno, pero lo ha hecho bien, dejarla en paz —dijo Jeff dando una pequeña sonrisa a la chica

— Esperemos que Ben no se apresure a empezar a dar gritos... —rezó Gally en voz alta

— ¿Con el jeringuillazo que le ha metido Lilith? ¡Ja! Ya te digo que hasta dentro de dos semanas no despierta —bromeó esta vez Clint, Gally se rió de una forma escalofriante

— Ni que lo digas, que bruta ha sido

— ¡Aish! ¡Dejadme en paz! ¡Estoy segura que cualquiera en mi situación hubiera hecho lo mismo! —dijo la chica inflando sus mofletes y cogiendo un poco de color en sus mejillas

— Si no te lo niego, pero has sido un poco bruta —Concordó Jeff— pero has estado muy bien

— Si, te daremos un reconocimiento —sonrió Clint con algo de sorna en su voz, Gally se volvió a reír

— Reconocimiento a la chica más bruta al meter una jeringa en el cuerpo de un hombre

— Déjame en paz Gally...

[•••]

Las horas restantes de su trabajo se las pasó pintando más pentagramas y tarareando canciones que no sabía el como las recordaba.

Después de lo de Ben nadie subió a la enfermería, por lo que no tuvo trabajo. Tampoco salió en busca de algo que hacer, estaba entretenida en su escritorio.

— «God, I wish that you had througth this throught, before I went and fell in love with you» —canturreó. Miró el reloj de pared y sonrió. Ya había acabado su trabajo y pronto volverían Newt y Minho del laberinto.

Recogió sus cosas y cogió el cuadernillo de notas en el cual había dibujado pentagramas y había escrito varias cosas de las que se acordaba.

Salió de la enfermería —que se encontraba en un piso de la Hacienda— y fue hacia la puerta norte del laberinto a esperar a los chicos, aunque no le dió tiempo a llegar puesto que a mitad de camino, Minho y Newt entraron por la puerta y se encorbaron sobre su estómago para recuperar el aire.

Corrió lo más rápido que pudo y se tiró encima de su mejor amigo cómo se le había hecho costumbre

— ¡Minho estás de vuelta! —Bramó feliz con una sonrisa de oreja a oreja, Minho la devolvió el abrazo

— Si, hoy por desgracia, tampoco me ha atropellado un lacerador —Bromeó el asiático

Lilith se bajó dispuesta a tirarse encima de Newt pero este ya se había ido hacia la sala de mapas. La sentó algo mal esa acción, pero comprendía que el chico tuviera trabajo que hacer y que a lo mejor no tenía tiempo para quedarse de charla con ella

— ¿Lilith, estás bien?

— Sí, ¿Por qué lo preguntas? —La chica miró a su mejor amigo

— Tus ojos han dejado de brillar por un momento, era como si algo dentro de ti se hubiera roto... —Comentó el chico agarrándola de la barbilla

— Nada tranquilo, te lo has debido de imaginar —Sonrió de nuevo a su mejor amigo

— Si es por Newt, está raro, quizás esté cansado, no ha hablado conmigo durante la vuelta al claro como de costumbre...

La chica asintió

— A propósito, ¡Mira lo que he hecho! —la chica le extendió el cuaderno con los pentagramas en la cara, como una niña ilusionada que le enseña un dibujo a sus padres

Minho lo cogió en sus manos y frunció el ceño confundido

— ¿Qué es esto Lily? —preguntó Minho rascándose la cabeza

— Unos pentagramas

— ¡Ah! —Mustió— ¡Es verdad! ¿Cómo te acuerdas de todo esto? Solo sé que existe pero no como se hacía

— Supongo que es algo que he rescatado del bloqueo de mi mente... —Contestó Lilith elevando los brazos— quizás tocaba algún instrumento antes de venir aquí..

— Puede ser... —Minho la devolvió en cuaderno y sonrió con las manos posadas en sus caderas— que, ¿Vas cogiendo mesa, querida?

— Sipi, no tardéis mucho porfa

— Descuida, hoy hay poco trabajo

— Genial 

— Chao —Minho comenzó a correr hacia la sala de mapas despacio, estaba cansado y realmente no le apetecía correr más.

— Hasta ahora

Lilith se dió la vuelta y caminó hacia el comedor donde ayudo a Fritanga a poner la cena en los platos para que el resto de Clarianos pudiera recoger su cena.