— Aparcao' —Miró el dibujo con una sonrisa, era el mejor hasta la fecha.

Ella era hermosa, no lo podía negar. Suspiró y guardó el dibujo en la cajita. Terminó de cenar y fue a dejar la bandeja a la cocina de Fritanga, quién se encontraba fregando

— Buenas Fritanga —Saludó el rubio, dejó la bandeja en la mesa

— Newt, por fin apareces ¿Dónde estabas? ¿Y de dónde has sacado la comida? —El cocinero se rascó la barbilla mientras miraba al chico, había adelgazado mucho en tan solo unos días

— Estaba en la sala de mapas terminando mi trabajo —El rubio cogió una esponja y empezó a pasarla por su plato usado— Nick me ha traído la cena... —Fritanga asintió

— No hace falta que lo hagas Newt, ya lo hago yo, mejor vete a dormir, tienes ojeras —Dijo señalando sus propios ojos

— No tranquilo, me apetece ayudar... —Newt terminó de fregar los cubiertos que él había usado— Gracias por la cena tío

— Es mi trabajo —Sonrió el cocinero

Ambos se dieron las buenas noches y Newt se fue a su bolsa de dormir. Pasó por la de Lilith, quién ya dormía plácidamente, al parecer estaba muy cansada. Se agachó y besó su cabeza, luego sonrió tiernamente

Quizás el puñetero Minho tenga razón y me guste un poco —pensó el rubio mientras acariciaba el pelo de la chica

— ¿Qué le estás haciendo a Lilith, Newt? —El chico se sobresaltó, se levantó y se dió la vuelta

— ¿Nick? Pensaba que te habías dormido —susurró de vuelta el rubio, suspiró de alivio

— Pues ya ves que no, ahora responde a mi pregunta ¿Qué estabas haciéndole a Lilith? —El líder se cruzó de brazos y frunció el ceño, parecía enfadado

— La estaba dando un beso de buenas noches en la mejilla...

— ¿Y se puede saber por qué le has dado un beso en la mejilla a mi chica? —Nick se acercaba a Newt con aires de enfado.

— ¿Ttu chica?

— Sí, ¿Me vas a responder o no?

— Yo... Lo siento —se disculpó— no sabía que estaba contigo, no era mi intención molestart-

— Mira Newt, te lo voy a decir una vez, no quiero verte revoloteando al lado de mi novia ¿Está claro?

— ¿T-tu novia?

— ¿Te ha quedado claro o no?

— S-sí sí...

— Genial, porque no te quería meter al Trullo por intentar cualquier cosa con ella...  —Nick hizo una pequeña separación entre por e intentar

— No volverá a ocurrir...

— Así me gusta... Marchate a tu bolsa de dormir...

— Sí...

El rubio se marchó de ahí lo más rápido que pudo, el sueño se había desvanecido de repente y un pequeño malestar le empezó a crecer en el pecho por haber enfadado a su amigo Nick

Se tumbó en su saco de dormir y cerró los ojos, pero no consiguió hacer aparecer de nuevo el maldito cansancio. Podría haber transcurrido tranquilamente una hora y todavía no había conseguido pegar ojo.

Se levantó, se calzó sus zapatillas y fue hasta los muertos, por donde empezó a pasear sin rumbo. De vez en cuando se encontraba a una de esas criaturas robóticas en forma de lagartija con las siglas C.R.U.E.L. en la espalda.

— Malditas cuchillas escarabajo —Maldijo en un susurro solo para él— Maldito laberinto, malditos creadores, maldito mundo de clonc... —le pegó una patada a una piedra que había por ahí.

Continuó caminando hasta que llegó al muro que separaba el laberinto del Claro. Se sentó con la espalda pegada a este y miró el cielo nocturno. Las estrellas brillaban como de costumbre. Una lagrimilla se resbaló por su mejilla, se sentía mal por haber hecho enfadar a su amigo o eso creía, aunque sentía que algo dentro de él no encajaba

Oh, vamos,eso lo he sentido siempre —se recordó— Ese sentimiento de que Newt no es mi verdadero nombre, como que algo dentro de mí falta...

Aunque por unos días había desaparecido, aquella sensación había vuelto y se sentía horrible. Sin darse cuenta cerró los ojos y se quedó profundamente dormido

— Lilith levanta —se dió la vuelta para no escuchar la voz del chaval— Lilith por dios ¿Quieres levantarte? Necesito tu ayuda...

Abrió los ojos de mal humor y lo primero que se encontró fue la cara del asiático pegada a la suya, se sobresaltó

— Jode-

— Esa boca

— Fode-

— Así está mejor

— ¿Quieres dejar de interrumpirme?

— Sí, perdona, ¿Qué querías decir?

— ¡Ya no tiene sentido que te lo diga! —gritó en un susurro, se incorporó encima de su bolsa de dormir— ¿Por qué me despiertas así, tan de repente?

— A sí, necesito tu ayuda... —Lilith acarició al perro que dormía a su lado desde su segundo día en el claro— No encuentro a Newt

— Ah... —De repente pareció reaccionar— ¿Cómo que no encuentras a Newt? ¿No está en la cocina?

— No tía —El guardián de los corredores se levantó de repente— Tampoco está en su bolsa de dormir, ni si quiera está en la sala de mapas

— ¿No habrá salido al laberinto?

— ¿Newt? ¿Salir ahora al laberinto? Bobadas, siempre le tengo que despertar yo

— Bueno, podría ser...

— Es altamente imposible —Finalizó Minho— ¿Vas a ayudarme o no?

— Si, ahora mismo... Vamos King

El perro salió corriendo detrás de su dueña y de Minho. Se pararon en mitad del claro

— ¿Has mirado en la enfermería? ¿En la Casa de la sangre?

— Que va, voy a ver a la enfermería, ve tú a la Casa de la sangre —Lilith asintió y ambos amigos se separaron.

Lilith fue corriendo hasta la casa de la sangre, buscó por todas partes, pero no lo encontró, volvió al centro donde se encontró a Minho

— ¿Estaba? —Se apresuró a preguntar Minho, la morena frenó para quedar frente a frente con él

— No, me figuro que en la enfermería tampoco —el asiático asintió

— Mierda ¿Dónde foño habrá ido?

— Ve a desayunar Minho, yo le busco —se ofreció ella— No quiero que empieces tarde tu mañana en el laberinto

Minho frunció el ceño y meditó las palabras de Lilith por unos segundos, terminó asintiendo mientras daba un largo suspiro

— Está bien... Encuéntrate por favor Lil, no se qué haría sin Newt...

— Descuida —Lilith le dió un apretón en el hombro— No ha podido ir muy lejos, debe de estar por el Claro, en alguna parte...

— Tienes razón... Nos vemos luego, novata

— Hasta ahora, cara fuco