Cuando todos ya habían desayunado, Nick acompañó a Lilith hasta la zona de los Constructores

— Enserio Nick, ¿No hay una miseria oportunidad para que pueda saltarme el trabajo? ¡Está claro que no es para mí!

— Lo siento cariño, pero tienes que hacerlo —Nick frenó, ambos estaban frente a los constructores— ¡Gally!

Gally era un chico rubio, de rostro poco agraciado y ojos marrones. Era algo, delgado y vestía con ropas marrones, el chaval se acercó a ellos

— ¿Hoy le toca a la verdu- —El guardián se quedó mirandola muchacha, luego frunció el ceño, después negó con la cabeza— ¿A la verducha?

Nick asintió dando una sonrisa, abrazó a la chica por los hombros

— Exacto, cuídamela Gally, la dejo en tus manos

— No te preocupes —La vista del rubio pasó a la chica— La cuidaré muy bien...

Cuando Nick se marchó, el rubio frunció el ceño, se acercó a la morena y la señaló con el dedo

— Tú —Lilith comenzó a sentirse un poco incómoda— Te he visto antes. Hay algo sospechoso en el hecho de que estés aquí...

Lilith le miró con duda, ¿Cómo iba a conocerla si era la primera vez que le veía?

— ¿Cómo me has podido ver si no te he visto en mi vida? Acabo de conocerte... Como mucho me has podido ver con Nick, Minho, Alby y Newt desayunando y cenando... —Soltó cruzándose de brazos, estaba muy confundida

Pero ¿Como iba a conocerla? ¿Cómo podía ese chico recordarla si no se habían visto?

El guardián puso una cara más seria e inclinó las cejas hacia dentro

— Te he...visto pingaja. No hay muchos a los que hayan picado, pero a mí sí. Te vi durante el cambio...

Lilith se negó a romper el contacto visual y, a pesar del miedo de que ese grandullón la partiera la cara, contestó

— Mira Gally —comenzó— No he odio hablar mucho del cambio, no se lo que hace ni que lo provoca... —Hablaba con un tono suave, cuidando sus palabras— pero, por lo que has dicho, deduzco que te devuelve algunos recuerdos... —como Gally no respondía, decidió continuar— en tal caso, recuerda que yo, no me acuerdo de nada, nada de nada, no se lo que habrás visto. En todo caso, esa persona que viste ha quedado atrás y no queda nada de ella, porque no recuerdo quién soy, ¡Ni si quiera recuerdo que narices he hecho el día anterior de llegar a este maldito sitio! ¡Tampoco recuerdo mi edad! ¡No recuerdo a mi familia, ni si tenía algún perro o gato! ¡

Gally asintió despacio, no parecía estar convencido

— De momento me voy a tragar eso —Dijo aún serio— no quiero problemas con Nick, pero que te quede claro, que no voy a dejar de vigilarte y te aseguro que como vea algo extraño que te rodeé... Haré todo lo posible por que te destierren...

Lilith tragó saliva, estaba asustado ante aquella amenaza, pero a la vez aliviada por qué Gally la "creyera" en cierto modo

— Genial

— Vale, judía verde, sígueme. Vamos a explicarte el oficio y como funciona, luego te pondremos a contar clavos.

Lilith se rió, Gally de sorprendió un poco

— ¿Ponerme a contar clavos? ¡Que gran oficio! —Comentó con sarcasmo, luego volvió a soltar una risa tímida.

— Sí, contar clavos... No creo que sirvas para nada más

— En algo tienes razón —Gally frenó su caminata y la miró— No tengo fuerza ni para abrir una puñetera botella.

— Pues vamos bien, de todas formas, nos viene bien que alguien nos cuente los clavos y los tornillos

— Me lo pasaré bien contando

Volvieron a caminar, Gally sonrió un poco, no quería aceptarlo pero la chica empezaba a caerle bien. Aún tenía sus ligeras sospechas sobre ella y, obviamente, no sé fiaba, pero tenía que admitir que la chica era bastante graciosa y agradable.

La mañana se la paso, efectivamente, contando clavos y tornillos. Al menos estaba a la sombra, cosa que agradeció a Dios, aunque el trabajo era un poco aburrido. De vez en cuando aparecía algún constructor que la hablaba un poco, luego regresaba al trabajo.

Cuando llegó la hora de comer, fue a sentarse junto a Nick y Alby.

— Cuéntanos Lilith ¿Como te está llendo con Gally?

Lilith miró a ambos líderes y sonrió

— ¡Genial! —aquella respuesta desconcertó a ambos— De momento no me ha hecho trabajar "duro" pero, tiene buen sentido del humor

— ª —Dijo Alby sorprendido

— Vaya... —hablo Nick— pues me alegro mucho de que te esté yendo bien

Lilith asintió, sonriente.

Al terminar de comer, volvió con Gally y el resto.

— ¿Que voy a hacer ahora Gally? —La chica sonrió, Gally intentó hacer un amago de sonrisa que terminó siendo una mueca un tanto escalofriante

— Tienes que ayudarme a montar una mesa más para el comedor, vamos

Ambos caminaron hacia el comedor, Gally se detuvo un momento...

— Lilith, ve yendo, tengo que buscar una cosa... Fritanga te dirá donde tenemos que montar la mesa ...

— Vale —Obediente, Lilith fue hacia el comedor y buscó a Fritanga

Mientras tanto, Gally se acercó a dos de sus hombres, que estaban hablando sentados en una de las piedras

— Si es lo que te digo, la novata está demasiado protegida, siempre detrás del líder... —Uno de los constructores hablaba sobre Lilith claramente

— Ajá...—El otro asintió, ausente en la conversación

— De todas formas es que le está comiendo la cabeza a Nick —El otro continuó hablando— ¿No has visto como se cogen de las manos? Está claro que le está manipulando para que haga lo que ella quiera ¡Dentro de poco, seguramente que ella está al mando! ¡Nos hará confeccionar ropa ridícula y ponernosla! ¡Seguramente va a poner el comedor de rosa chillón!

— ¡Dave, Mike! ¿Se puede saber por qué no estáis trabajando? Que yo sepa, la hora del descanso ya acabó

— Perdona Gally —Se disculpó Dave con nerviosismo— estábamos hablando de... ¡De lo maja que es la verducha!

— Sí ya... —Dijo Gally, se cruzó de brazos— Y por eso la estás poniendo verde... ¿Acaso la tienes envidia porque ella se lleva con Nick?

— No, no, yo no decía nada sobre ella

— Haré como que no he escuchado nada de lo que has dicho de ella, pero te aviso, como vuelvas a meterte con ella y yo me entere, no tienes laberinto para correr...

— S-si capitán...

— Ir a trabajar

— A-ahora mismo capitán

Dave salió corriendo hacia su lugar de trabajo, Mike fue un poco más despacio, él no se había metido con Lilith a si que no tenía porque tener miedo

Gally, satisfecho, se fue con la chica a montar la mesa, que, por supuesto fue un caos total...