✥①⑧✥

SeokJin estaba en el aeropuerto, triste, pues no pudo comunicarse con su amigo TaeHyung.

Su corazonada de que algo había sucedido aquella noche en la que bebieron se tornó más fuerte.

Pues desde ese momento no supo de él, ni siquiera cuando fue a buscarlo a su casa, la señora Kim le informó que se había ido a casa de su primo en Daegu.

Todo era tan extraño, y lo peor es que nunca contestó sus llamadas y menos respondió sus mensajes.

Escuchó el llamado, así que se levantó y con un suspiro resignado caminó hacia su nueva vida.

Lejos de su familia.

Lejos de sus queridos amigos.

Lejos de JungKook.

JungKook...

Ese niño que había volcado su mundo, como lo extrañaría, sólo esperaba que su separación ayudara a aclarar sus sentimientos.

Tan ido estaba en sus pensamientos que no se percató quién se había sentado a su lado en el avión.

Siempre tan perdido, Jinnie. -Dijeron en su oído haciendo que diera un brinco del susto.

Sus ojos se abrieron con sorpresa, no daba crédito a lo que veía.

¿Qué haces aquí? -Preguntó sin aliento, y sólo recibió una sonrisa en respuesta.


Te lo dije Kook, al final Jin-hyung se ha ido y tú estás aquí, como menso lamentadote. -Comentó un rubio irritado.

Ya lo sé Mochi, no es necesario que me lo recalques, me siento un enclencle por haberlo perdido. -Respondió con la mirada triste mientras estaba echado sobre su cama, sin haberse bañado aún.

Apestas, amigo. -Hobi dijo. —Y literalmente. -Hizo una mueca de asco.

Sigo sin entender como hyung pudo enamorarse de ti. -Murmuró el segundo mayor mientras comía unas botanas.

Fue hace dos años. -Empezó a relatar el menor. —Hyung fue mi niñero, aunque no lo crean, él quería trabajar y supo que mis padres buscaban a alguien que me cuidara... -Sonrió melancólico.

~Flashback~

El timbre sonó dos veces, un Kook de 14 años bajaba las escaleras hasta llegar a la sala, molesto y con un enorme puchero en sus labios.

Hijo, cambia esa cara, la decisión está tomada y no daremos marcha atrás. -Informó su padre severamente al ver el berrinche que hacía su retoño.

Ya estoy grande, ¡no necesito de ninguna niñera papá! -Pataleó molesto.

Cálmate, JungKook. -Pidió su madre con cautela. —Nos iremos por una semana, no puedes quedarte solo por tanto tiempo cariño, entiende que estaremos más tranquilos sabiendo que alguien de confianza te cuidará. -Trató de razonar su linda progenitora.

Ni siquiera sé quién es. -Reclamó frunciendo más su ceño.

Pero nosotros sí. -Informó el señor Jeon y prosiguió a abrir la puerta.

Un precioso muchacho de cabellos castaños estaba parado en el umbral, con una tierna sonrisa que al ver a su jefe temporal, hizo una reverencia de 90 grados.

Señor Jeon, gracias por la oportunidad. -Dijo el chico con mucha clase.

SeokJin-ah bienvenido, pasa por favor. -Dejó pasar al muchacho y este posó su mirada en el chiquillo que le veía enfadado.

Supongo que él es el pequeño JungKook. -Comentó amigable mientras hacía otra reverencia dedicada a la señora de la casa y su hijo. —Es un placer verla también señora Jeon.

Oh querido, el gusto es nuestro. -Respondió la mayor, encantada con la gran educación del castaño. —En efecto, él es nuestro hijo JungKook, de quién te harás cargo por esta semana.

La mujer empezó a darle muchas indicaciones, mientras que el pelinegro estaba observando atentamente la expresión de su "niñero", ciertamente era un chico precioso y por la ropa que usaba se notaba que era de marca.

¿Qué hacía un niño de papi siendo su niñero? Seguramente ni necesitaba el dinero.

Bueno hijo, nos vamos, pórtate bien y obedece a SeokJin en todo, ¿entendido? -Habló su padre mientras besaba sus cabellos.

Sí, papá. -Respondió el niño con las mejillas infladas.

Nos vemos en una semana, amor. -Siguió su madre. —Cualquier cosa no dudes en llamarnos, SeokJinnie.

Así será. Que tengan un excelente viaje. -Los despidió el mayor.

Al quedar solos, el ambiente se volvió pesado y silencioso, Kook analizaba los movimientos del mayor mientras este tomaba su maleta.

Bien, JungKook-ah. -Le dirigió una mirada mientras sonreía. —Iré a dejar mi maleta en la habitación que me indicó la señora Jeon, luego haré la cena, supongo que tienes hambre. -Comentó pero no recibió respuesta. —Bueno... Te llamaré cuando la comida esté lista. -Dicho eso, desapareció escaleras arriba.

El menor se quedó mirándolo, estaba tan anonadado por la educación del mayor que sus sospechas de ser un chico de clase se incrementaron, por ende su curiosidad también.

Así que se prometió descubrir la razón por la cuál un chico así, estaría en un barrio de clase media, cuidándolo.

Sin imaginar cómo esa curiosidad lo llevaría a descubrir un sentimiento que no esperó sentir tan pronto.

~Fin flashback~



Oh~ ¿Así que hyung era un niñero? -Cuestionó el rubio. —Hubiese deseado que me cuidara también. -Dijo con un puchero.

Lástima, hyung es sólo mío. -Retó el menor con una sonrisa de superioridad.

Yo no estaría tan seguro. -Murmuró el pelirrojo con una cara de incredulidad mientras veía su teléfono.

¿Por qué dices eso, Ho? -Preguntó el más bajo.

El mencionado simplemente giró su celular y les mostró una foto que alguien había colgado en su cuenta de Instagram.

No puede ser... -JungKook susurró sintiendo sus ojos arder.

SeokJin no pudo haberle mentido.

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