✥①②✥
—No puedo creerlo. -Murmuró un castaño molesto mientras masajeaba con mucha suavidad el tobillo torcido de su pequeño novio que lo miraba con temor.
Tres horas después de haber llegado a su casa, una llamada de JiMin lo interrumpió en su sesión de yoga. Él no contestó, pero el rubio era insistente y sabía que no dejaría de llamar hasta que atendiera.
Al hacerlo, el menor le dijo sobre el accidente de JungKook que terminó con su tobillo lastimado, y claro, ninguno de ellos sabía qué hacer así que sin pensarlo lo llevaron de regreso a su casa.
"Es tu novio hyung, debes hacerte cargo." -Le había susurrado el bajito cuando el peli negro se hallaba reposando en su cama.
—Claro, ahora si soy tu novio. -Refunfuñó molesto mientras aplicaba un ungüento en el tobillo y seguía con sus masajes, escuchando las suaves quejas del menor.
—Hyung~ por favor~ Mírame. -Pedía el azabache pero era ignorado olímpicamente.
Kook no sabía qué hacer, el ceño fruncido del mayor y sus casi inaudibles murmullos en su contra lo estaban desesperando. A pesar de que con su tobillo estaba siendo cuidadoso, sabía que la molestia no iba a desaparecer así de fácil.
—Hyung, soy un imbécil, sé que no debí tontear con él, no tengo excusa. Pero es que sólo me dejé llevar. -Explayaba con una sonrisa inconsciente. —Él es muy divertido y tierno, a veces hablamos mucho en los recesos y pues yo so-
—Cállate, JungKook. -Gruñó furioso.
El menor cerró su boca abruptamente, jamás había visto a Jin tan enojado.
El mayor terminó de vendar el tobillo, él era muy bueno en cosas que requerían primeros auxilios, así que sabía que sólo era cuestión de días para que el menor mejorara. Por otro lado, escucharlo hablar tan alegre de ese otro chico y de la buena relación que tenían, además de cómo los había visto, tan juntos y cómodos, le hizo sentir un vacío en su corazón, él sabía que la diferencia de edad sería un factor negativo a futuro, pero no esperó que fuese tan pronto.
—Trata de quedarte quieto, tu tobillo mejorará si reposas el tiempo suficiente. -Hablaba sin mirarle y mientras guardaba su botiquín en su mochila. —Sólo te prepararé una sopa de verduras para que recuperes fuerzas.
Terminó de hablar y sin mirarle salió de la habitación del menor con rumbo a la cocina.
—Es en serio JiMin, hyung no me ha dirigido ni una sola mirada, me ha ignorado totalmente, ¡está furioso! -Decía angustiado.
—Es tu culpa Kook, siempre actúas como idiota al estar con "ese". -Contestó el rubio también molesto. —Sabes bien que sólo te busca por interés, pero tú no quieres creerlo, pues mira, ahora hyung está molesto y seguro te deja.
Kook abrió sus ojos como platos al escuchar eso último. ¿Dejarlo? ¿Jin sería capaz de hacerlo sólo por un desliz? Su mente empezó a maquinar una manera de obtener el perdón del mayor, pero con el tobillo lastimado no tenía muchas opciones.
Rayos, sólo esperaba que la insinuación de Park, no sea cierta.
Él moriría de tristeza si llegase a perder el amor de su hyung.
Jin terminó la sopa, ubicándola en una bandeja, emprendió camino hacia el cuarto del menor, esperaría afuera a que él terminara de comer para lavar todo y así poder irse.
Seguía tan furioso que no quería discutir y decir algo de lo cual se arrepentiría después, había pensado en su relación con el menor y llegó a una dolorosa conclusión.
Entró al cuarto, dejó la bandeja sobre las piernas del niño, iba a salir pero una mano sobre su muñeca lo detuvo.
—Hyung~ por favor, no soporto que estés así de enojado conmigo, sé que cometí un error y te pido perdón por ello. No volverá a ocurrir, te lo prometo. -La voz del menor se quebró al final, sobre todo al ver el rostro inexpresivo del mayor que seguía sin mirarlo.
—Come, esperaré afuera. -Fue su respuesta y salió.
Kook comió a la fuerza, la actitud de su hyung le había quitado el apetito, pero sabía que si no comía sería peor.
Al cabo de una media hora, el castaño volvió, levantó la bandeja, Kook no dejaba de mirarlo con una mueca triste y antes de salir sólo dijo:
—Por hoy descansa, ya es tarde... -Suspiró y por fin le dedicó una mirada, sólo que esta era una de decepción y molestia. —Hablaremos cuando te mejores. -Y salió.
Kook no se sintió mejor, tenía un mal presentimiento al ver la expresión de angustia en el bonito rostro de su novio cuando se fue.
— ¿Por qué el amor es tan difícil? -Susurró en la oscuridad de su cuarto mientras se entregaba a los brazos de Morfeo.
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