SeokJin llegó a la casa del menor al día siguiente, debía hablar con su daddy sobre lo acontecido, estaba seguro que la molestia del chico era una mezcla de celos y decepción.

—Kookie~ por favor no me ignores~ -Pedía el castaño en un tono infantil y con un puchero mientras jalaba levemente la camisa del azabache.

Éste, por su parte, sólo mantenía los brazos cruzados y con su lengua empujando dentro de su mejilla, mirando a cualquier lugar que no sea la bonita cara del castaño.

Ya no estaba tan molesto pero quería que el mayor hiciera algo más que sólo un berrinche, así que siguió ignorándolo.

— ¡Daddy!

El castaño, cansado de que su novio no le mirase, empezó a depositar suaves besos en su mejilla hasta bajar por su cuello, chupando muy levemente el punto bajo su oreja izquierda, sacándole un pequeño gemido al chiquillo.

El mini Kook comenzaba a emocionarse y JungKook entró en pánico, pues si el castaño seguía así, él, un ser hormonal, no aguantaría mucho, el enorme deseo de lanzarse sobre el mayor era abrumador.

—Jin... Basta... -Pidió débilmente, los besos en su cuello le fascinaban.

—Sólo, si daddy deja de estar molesto conmigo. -Dijo el mayor mientras mordía sobre la yugular.

— ¡Agh! -Gimió fuerte y se estremeció, tomó al mayor por los hombros deteniendo su actuar.

El castaño estaba sorprendido de ver a su pequeño tan extasiado con unos simples besos, debía tener más cuidado de ahora en adelante.

—Y-yo... -El azabache se sentía avergonzado, con sus mejillas totalmente rojas. —Yo no estoy molesto, hyung.

El mencionado sonrió al ver lo apenado que estaba su niño y no dudó en abrazarlo contra su pecho, para que así, el azabache no se sintiera expuesto.

—De igual forma quiero que sepas que TaeHyung sólo es un amigo, nos conocimos en la secundaria, ni siquiera vamos a la misma Facultad, él estudia Derecho, así que no me gustaría que pensaras mal cariño. -Mientras hablaba acariciaba la suave cabellera negra del menor.

—Ese tipo parece tener otras intenciones contigo, Jin... -Su tono era molesto pero disfrutaba de los mimos que le daba su bebé.

—Aunque así parezca no me interesa, yo sólo tengo ojos para mi daddy~ -Besó la oscura sien con cariño.

El menor se sintió tan feliz que alzó la mirada y se topó con los preciosos orbes color caramelo de su mayor y su bonita sonrisa, sintiéndose el chico más afortunado del mundo.

Lo besó, con todo el entusiasmo y amor que le profesaba.

Fue así como la pareja se reconcilió, Jin aún analizaba cómo es que le gustaba tanto ese niño.

¿Será que era pedófilo o una cosa así?

¡Nah!

De ser así ya le hubiese quitado la inocencia.