SeokJin caminaba radiante hacia el campus, sus clases comenzarían en breve y él, como siempre, era muy puntual y dedicado.

Sus compañeros lo envidiaban en ese aspecto, el muchacho de belleza impresionante, era, además, uno de los mejores de su generación, un estudiante modelo de la carrera de Actuación, sabían que el futuro que le esperaba sería muy brillante.

—Hola dulzura~ -Saludó TaeHyung, otro muchacho de belleza inigualable y con un aura de superioridad increíble.

—Tae~ Buen día. -Contestó el castaño con una sonrisa.

— ¿Cómo estás hermoso? -Acarició su tersa mejilla suavemente.

—Emocionado, como sabes, hoy son las audiciones para la obra que presentará la universidad, así que espero con ansias superar la prueba. -Dijo muy feliz sin notar la lasciva mirada que el rubio le dedicaba.

—Ah sí... Es verdad, todo el mundo habla de ello. -Contestó sin mucho ánimo.

— ¿Qué sucede? ¿Discutiste con tus padres de nuevo? -El castaño le acarició la mejilla.

—No es nada... Mejor, ¿quisieras que te acompañara a la audición? -Preguntó con una leve sonrisa.

— ¡Sí!

Al término de sus clases, los chicos se fueron al teatro universitario, Jin estaba nervioso y TaeHyung lo animaba como podía.

—Lo harás bien Jinnie, yo sé que quedarás. -Le decía mientras caminaban hacia la sala de audiciones.

—Eso espero. -Dijo muy ansioso.

Su teléfono vibró, al ver la pantalla una preciosa sonrisa adornó su rostro.

Y Jin no pudo con el ánimo y confianza que surgió en él después de leer ese mensaje.

Con toda seguridad se plantó frente a los jueces y comenzó la prueba.

Mientras TaeHyung lo miraba y analizaba la razón de su repentino cambio de actitud después de ver su teléfono.

¿Acaso su Jinnie le ocultaba algo?