LXVII
Alfa y Omega se miraban sorprendidos.
SeokJin no podía creer que ese joven tan tierno y dulce era JungKook, y el mismo JungKook no podía creer que ese imponente alfa era SeokJin.
¿En qué mundo paralelo estaban?
—Ho-hola, JungKook. Te ves... -SeokJin tragó. —Te ves muy hermoso... Tanto que mi corazón se acelera.
No era mentira, JungKook lucía precioso, pero SeokJin había esperado verlo en su faceta de gánster, admitía que eso le gustaba mucho más.
JungKook se sonrojó. —Gracias, SeokJin-ah. Tú te ves despampanante, irreconocible...
Y tan así era, que Kook se sintió raro, no es que no le gustara, Jin era el hombre más guapo que conocía, pero había esperado verlo todo tierno y apapachable...
Ambos no sabían qué más decir, era la primera vez que hablaban en persona, pero se sentían incómodos, como si no estuvieran con quién realmente querían estar.
¿Se debía a que se habían monopolizado el uno al otro?
Ellos pidieron algo del menú e intentaron comunicarse.
—Yo... Gracias por aceptar la invitación. -JungKook dijo primero.
—Al contrario... Lamento haber huído así aquel día, es solo que me sorprendiste...
Silencio incómodo de nuevo...
Ni siquiera podían verse a los ojos.
SeokJin suspiró con cansancio, JungKook no era él mismo, actuaba como un impecable Omega, incluso había pedido comida vegetariana, Jin podía apostar a que era tan fan de la carne como él pero apenas comía... No le gustaba que se reprimiera, no podían seguir así.
—Está bien, escucha... Sé que este no es el verdadero JungKook, así que por favor, déjalo.
Jeon lo miró con sorpresa, ¿se había dado cuenta de su incomodidad?
—Me gustaría que tuvieras la confianza de mostrarte tal cual eres conmigo, estoy seguro que me gustará. -Declaró el alfa con impaciencia. —Por favor JungKook, no te restrinjas.
—Puedo decir lo mismo de ti. -Dijo el menor cruzándose de brazos.
Kim se congeló. Lo habían descubierto.
Así que así era, ambos aparentaban.
—Tienes razón. -Concedió el Omega. —Odio vestirme así, pero pensé que te gustaría verme más... Estilo Omega, pero parece que me equivoqué.
Jin sonrió y negó. —Me gustas por ser tú, sé que eres rudo y no necesitas que te protejan, quiero ver más de ese Omega. Mi fuerte Omega.
—Y yo quiero ver a mi alfa dulce y tierno. Este que está frente a mí parece un desconocido. -Dijo el menor con claridad. —Luces como el clásico alfa engreído y no me gusta.
SeokJin asintió de acuerdo. Entonces tomó la mano del Omega y sonriendo dijo:
— ¿Quieres ir de compras?
A JungKook se le iluminaron sus ojitos de Bambi, saltó de la silla y sosteniendo la mano del alfa con fuerza, salieron al primer centro comercial que encontraran.
Volverían a ser ellos mismos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top