Shinobu Kocho
Spoilers.
Shinobu te tomó entre sus brazos mientras acariciaba tu cabeza. Hacía frío sin embargo ella decidió quedarse ahí contigo, sentadas en un tronco roto. Le era algo difícil ya que después de todo eres más grande que ella y eso a veces suele molestarle un poco.
—¿Por qué no me mataste? —preguntaste mientras te separabas para mirarla a los ojos.
Una sonrisa tranquila y verdadera reposaba sobre su cara, llevó una de sus manos a tu mejilla derecha empezando a acariciarte. Una risita salió de la boca de tu acompañante. Te dejó confundida, volvió a abrazarte, te encanta sentir la calidez y amabilidad de Shinobu, siendo tan linda contigo a pesar de ser un demonio. Una brisa de viento sopló haciendo que tu cabello se moviera hasta el punto donde tapó tu cara. Sin embargo la ojimorada aún no respondía tu pregunta, cada que intentabas hacerle esa cuestión simplemente la ignoraba, nunca obtenías una respuesta de su parte.
—¿Cómo nos conocimos?
Su voz tranquila entró por tus oídos, la dulce melodía suave que es su tono de voz.
—Bueno... —Desviaste la mirada recordando algo sobre su pregunta.
• • •
La luna iluminaba todo el bosque, había una niebla densa pero nada de lo que preocuparse. La joven azabache se encontraba caminando devuelta a su finca después de una misión, había terminado de madrugada y no encontró una posada donde quedarse por lo cual su primera y única opción se convirtió en caminar. Aunque el lugar parecía tranquilo, no había presencia alguna de demonios o algo por el estilo; quizás sí a los animales salvajes pero eso deja de ser peligroso al lado de los demonios.
Y esto ocasionó que Shinobu se distrajera, un lobo iba corriendo hacia ella para brincarle encima.
Cuando sintió la presencia, sacó su espada con rapidez si se trataba de un demonio, con el veneno de Shinobu sería fácil de vencer pero lo único que escuchó poco después fue el chillido de un animal. Esto ocasionó que su sonrisa tranquila se perdiera, ahora estaba más alerta que nada y comenzaba a sospechar de presencias extrañas, quizás algún demonio de bajo rango... Pero ya la habría atacado, no hubiese durado ni un segundo en pensarlo.
—¿Quién está ahí? —preguntó ella.
Se escuchó el ruido de los arbustos y seguido de ello unos comenzaron a moverse.
—¿Tú eres una de esas personas que mata demonios?... —Tu voz sonó rota, Shinobu frunció el ceño sin entender nada.
—¿Qué fue lo que hiciste?
Al ignorar tu pregunta intentaste acercarte a ella pero se puso en guardia. Así que en lugar de seguir avanzando te quedaste en el lugar donde estabas.
—Ese lobo... —señalaste los arbustos de donde habías salido —intentó atacarte.
Shinobu se sintió aún más confundida con tu respuesta, pensó durante unos momentos; ¿si era una actuación? No podía bajar la guardia y que terminaras atacándola. Estuvo considerando las opciones durante un tiempo, fue rápido ya que tampoco quería que atacaras antes o hicieras algún movimiento en falso. Una gran duda que pronto sería respondida pasó por su cabeza;
—¿Por qué preguntaste si mataba demonios?
Normalmente ya te hubiese asesinado, ni siquiera ella supo porque aún no se movía para inyectarte su veneno para que murieras.
—Quiero que me mates.
La seriedad con la que mencionaste esas palabras la dejaron shockeada, Su ceño estaba fruncido.
No, claro que no te mató.
• • •
—Ni siquiera sé porque no aceptaste mi petición —le dijiste mientras desviabas la mirada.
—Puedo matarte ahora si quieres —ella te dijo con esa típica sonrisa pero un aura molesta. —Pero va a ser una muerte dolorosa, decide mejor ______-chan. ~
Shinobu traía una bolsa, como ya no respondiste, tomó esta bolsa y la abrió. Había una caja de onigiris, la sacó, esperaste paciente para que te diera uno. Ella sabe cuanto te gustan los onigiris y cada que se ven suele llevarte unos para que comas.
—Normalmente las niñas suelen cocinar, ¿las recuerdas? —asentiste. —Me tomé el tiempo de hacerte unos yo, ojalá te gusten...
De alguna forma se terminó ruborizando, sonreiste mientras envolvías a la pequeña chica entre tus brazos. Ella tomó con fuerza la caja tapándola con su otra mano para que no cayera la comida de adentro. La soltaste de inmediato mientras te disculpabas un montón de veces, Shinobu rió, te dejó tomar un onigiri y empezaron a comer.
—Estoy agradecida de que te tomes el tiempo necesario para estar conmigo... —Le dijiste con pena.
Como Shinobu era un pilar tenía otras ocupaciones, sus misiones, entrenar a los demás, lo de Muzan... Así que normalmente terminaría muy cansada por ello, sin embargo a las diez de la noche siempre iba a verte en el mismo lugar por lo cual sus escapadas también eran dificiles, sumándole el hecho de que tiene que guardar el secreto sobre que ve a un demonio y mantiene una relación de amistad con ella. Quizás no era tanto como la noticia que te dio después, te dejó shockeada, atónita. No podías creer que lo que dijo, fuera verdad.
—______-chan —te tomó de las manos. —Hagamos una promesa.
La observaste con atención.
—Prometo —levantó su meñique. —Que volverás a ser humana y podremos estar juntas...
—¡Por favor! —uniste su meñique con el tuyo
—Sólo que hay algo más que también quiero decirte.
Si sus primeras palabras te había dejado así, las que siguieron fueron como un balde de agua fría.
—Me gustas.
Tu corazón empezó a latir al 100, tragaste saliva. Había una sonrisa en tu boca que desapareció en cuanto escuchaste sus palabras... Recordaste las de él, cerraste los ojos apretandolos, la de puntas moradas pensó que había sido demasiado decir eso tan pronto e iba a disculparse, no. Dejaste a un lado la caja de onigiris para que no cayera, jalaste a la joven pilar hacia ti para abrazarla, le diste un fuerte y caluroso abrazo correspondiendo a sus sentimientos, ella disfrutó del abrazó junto el amor y cariño que había en ella.
—¡También me gustas, Shinobu-chan!
Ella sonrió relajándose entre tus brazos.
—Sí es posible... En un futuro me gustaría casarme contigo. Cuando todo haya acabado y vuelvas a ser humana —se separó un poco para verte.
—¿C-casarnos?... —tragaste saliva.
Shinobu asintió, la sonrisa que tenía en su rostro era traviesa.
Se paró antes de responderte, dejó un beso en tu frente mientras te tomaba de los hombros.
—Claro, es una prometa también, nos casaremos. —ella se dio media vuelta. —Tengo que irme, ¿por qué no te llevas los onigiris y los comes en casa? Me dices que tal quedaron para que haga más, te amo _____-chan.
Así fue como ella terminó yéndose, llevándose también el único rayito de sol que iluminaba tu camino. Había hechos muchos onigiris y querías disfrutarlos pero si no los terminabas rápido, él quizá haría preguntas sobre donde los sacaste y no quieres un interrogatorio de su parte.
Era hora de volver a tu infierno.
• • •
Odiabas con toda tu alma vivir con él, el día anterior cuando te vio con los onigiris te los quitó comiéndose casi todos, no tuviste más opción que sonreír y decir que no importaban porque los habías comprado.
De nuevo, saliste. Shinobu te esperaba.
Cuando divisaste su silueta, corriste hacía ella; abrazándola por sopresa. Correspondió con gusto mientras acariciaba tu cabello, cuando se separaron te tomó de la mano y comenzaron a correr saliendo de aquel bosque.
—Casi nunca damos paseos así, me gustaría mucho empezar a hacerlo más seguido ~ —dijo ella con alegría mientras iba tomada de tu mano.
Sonreiste.
—¿Conoces lugares buenos a los que pudiéramos ir? —preguntaste.
—Claro, y ahí iremos.
Era un pequeño pueblo pero para ser de noche se veía muy lindo, no había muchas gente afuera quizás uno que otro puesto de comida pero eso era lo único. Se dieron un paseo por todo el lugar, Shinobu se ofreció a comprarte lo que quisieras, no pudiste desviar tu mirada de un prendedor de mariposa, lucía como el de tu pareja. Ella se dio cuenta de esto, y sin que te enteraras lo compró, te habías estado negando a casi todo lo que te recomendaba porque te daba pena, pero vio el entusiasmo con el que veías aquel prendedor y no se resistió a comprarlo. Guardándolo entre sus manos se acercó a ti nuevamente.
—Viviremos juntas y te regalaré uno de estos —señaló la mariposa en su cabello. —No sabes cuanto me encanta pasar mi tiempo contigo.
Tomó tus manos y dejó el prendedor de mariposa en ellas, como no reaccionabas lo tomó y puso en tu yukata.
—Gracias por todo Shinobu...
Era hora de volver a casa para las dos, se estaban despidiendo y cuando se separaron del abrazo la de puntas moradas antes de dejarte ir, atrapó tus labios con los suyos en un tonto y tierno pero tímido beso.
—Nos veremos pronto, _____-chan. Te amo —dijo ella despidiéndose de ti, yéndose rápido.
Parecía avergonzada y toda ti cara estaba hecha una combinación de rojos muy pontentes, después de todo tu primer beso y quizás el de ella, se lo habían dado juntas.
• • •
¿Quién pensaría que las cosas podrían ir mal en cuestión de dos días? Querías sentir de nuevo los labios de Shinobu, pero ella se encontraba luchando frente a Douma, mientras tú te encontrabas escondida detrás de una pared por petición del mismo. Era obvio que te usaría para algo pero nunca pensaste que la pilar se vería involucrada, querías que se fuera pero por más que la veías estaba decidida a matar a Douma.
—¿Por qué nos estamos divirtiendo solos? Hmmm... ______-chan ~ sal de ahí, amor.
El rubio te llamó, tragaste saliva, viste como Shinobu paró. Quedó confundida, ¿tú con Douma? Definitivamente debía ser un mal pero muy mal sueño. Saliste de tu escondiste con pena, estaba detrás de tu superior por lo cual en ningún momento te acercaste a ella. Tragaste saliva cuando el rubio te tomó de los hombros colocándote a un lado suyo, con una de sus manos levantó tu mentón. No sabías a quien le dolía más; si a Shinobu por tal traición o a ti por ser una imbécil que nunca le explicó todo y es que no sólo no lo considerabas necesario, si no que tampoco querías hablar sobre ello de ninguna forma.
—Oh... ¿Qué sucede?, ¿por qué tienes esa cara? Parece mucho si te sintieras... Hum, traicionada —Douma rió.
—______-chan... —sólo pudo pronunciar tu nombre en voz baja.
Comenzabas a sentirte mal, tus ojos empezaban a brillar y era sólo por las lágrimas que empezaron a acumularse en ellos.
—Aún así te quiero, ______-chan... —Shinobu volvió a tener su sonrisa calmada cuando te vio.
—Ou... Que tierno, chicas pero —Douma acercó sus labios a los tuyos. —Nunca podrán estar juntas cono lo desean.
Y sin importarle, en frente de Shinobu te besó.
La vida es dolorosa, el amor mucho más. Douma no sólo se aprovechó de los sentimientos de ella si no que también de los tuyos. Cuando viste que atrapó a Shinobu no dudaste en moverte, sin embargo más personas llegaron.
Mientras ellos empezaban por cual de ustedes dos ir primero, Douma los convenció de que tú también eras mala, les dijo que sólo habías engañado a Shinobu, que con tus poderes de demonio la ilusionaste sólo para que él la comiera, aunque a Kanao le costó creer, Inosuke sí y fue quien te asesinó.
Fue tiempo extra para Douma pero de cualquier forma, los dos al ser demonios terminaron muertos.
Mientras pedías perdón una y otra vez por haber traicionado a Shinobu de esa forma, deseabas una oportunidad más a su lado. Una en un mundo donde no hubiera demonios a los que matar, sólo querías que sus promesas se volvieran realidad.
"Nunca dejaré de amarte, ______-chan."
Al escuchar esas palabras, no pudiste aguantar las lágrimas que estabas conteniendo desde hace mucho tiempo.
En un nuevo mundo tal vez, las dos podrían volver a ser felices e intentarlo de nuevo, una vez más.
PARTE 90 AHHH
Llevamos ya 3 meses juntos uwu que alegría
No me salen las cosas tristes y eso es bueno porque luego me deprimo yo pero akfkaifk salió bonito y alcanzó mis expectativas uwu
Desde hoy voy a emepzar a escribir los lemons para el 14, ya estan ocupados todos los espacios. <33
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top