Kyojuro Rengoku
Spoilers ~
Tan frío, tan gélido, tan triste... Sentías tanta soledad al quedarte en la finca de tu prometido que simplemente no podías, tuviste que recoger tus cosas y mudarte, dejando a Senjuro confundido y haciendo que sintiera dolor. Y aunque ibas a visitarlo a él y su padre nada cambiaba, te sentías incómoda, sentías miedo de dormir en su habitación sin él, sin los abrazos de Kyojuro, sin sus palabras de apoyo o halagos de tu esfuerzo peto en definitiva lo que más extrañabas de él era su sonrisa radiante al desearte buenos días, para después darte un beso mientras te atrapaba en sus brazos.
Hasta recordar duele.
Lo que más te hirió fue la carta que te dejó, no estaba tonto, Kyojuro sabía las posibilidades de volver sin embargo las cosas cambiaron, tomó tiempo de escribirte una carta, la cual no te dio... Esto solía hacerlo cada que iba a una misión difícil y con grandes riesgos sin embargo esto dejó de hacerlo debido a que... Nunca le sucedió algo feo pero esta vez fue diferente. El mayor prefirió que no te doliera tanto mediante esa carta pero tu corazón casi se rompe en pedazos al leerla, tus lágrimas no paraban y debido a que era casi lo único que te quedaba de tu prometido, la guardaste en una botella pequeña que terminaste convirtiendo en un collar, bueno más que nada en un omamori¹ y pero le usabas como collar, básicamente sólo llevabas el dolor contigo, no podías superar algo tan duro como la muerte de Kyojuro.
Hoy es el primer aniversario de su muerte y como solías hacer cada mes, ibas a un templo a rezar y después te dirigias a ver la tumba de Rengoku.
Hoy era un día de esos.
—Dios... —tomaste tu collar entre tus manos. —He sufrido tanto, no puedo superarlo. ¿Quién superaría a alguien tan radiante cono Kyo?, es imposible.
Tragaste saliva.
—Como empecé a hacerlo desde hace unos meses, pido la loca idea de una segunda oportunidad... Dejame verlo de nuevo, Dios. Dejame abrazarlo y darle un beso, escuchar su "todo estará bien". Por lo menos dejame escucharlo, Kyojuro no merecía morir, yo sí desde hace mucho tiempo y sin embargo sigo aquí, pude haberlo acompañado para que cambiaramos lugares, quiero volver a ver a mi prometido, por favor, Dios...
Te limpiaste las lágrimas rápido, volviste a ponerte el collar. Tu corazón latía tan rápido que empezaba a doler, sólo escuchabas los golpes que daba contra tu pecho. Suspiraste, intentando respirar correctamente para tranquilizarte. Te paraste del piso para salir del templo y pasaste por el torii² en cuanto lo hiciste viste un pájaro pasar, sonreíste mientras seguías con tu camino.
Ahora te ibas en dirección a la tumba de Rengoku pero tu cuervo te interrumpió al caminar, se posó en tu hombro mientras hablaba.
"¡Kyojuro Rengoku regresó de su misión!"
Repitió un par de veces, frunciste el ceño.
—No estoy para tus bromas tontas, Negai —dijiste el nombre de tu cuervo y este negó.
"¡Lo lograste!, ¡lo lograste!"
—Por Dios, siempre eres raro... Tengo que ir a ver a Kyojuro pero él ya no está aquí, entiende Negai. Dejate de bromas que me volví sensible con el tema.
"¡Creeme y ve a verlo!
Suspiraste irritada, tu cuervo empezó a volar, lo seguiste. El lugar a donde te llevó fue cerca de su finca pero era su lugar, un espacio que habían encontrado únicamente para los dos. Mientras que tu compañero voló por encima, tuviste que agacharte para poder pasar. Fue increíblemente fácil pero... ¿Por qué? La última vez que lo habías visitado las ramas habían crecido, junto con los arbustos de al lado que casi tapan la entrada.
Tragaste saliva al entrar, tus ojos se aguaron y tu vista empezaba a ser borrosa, ahí estaba de espalda. Podías ver su capa, su cabello brillando con los rayos del sol y en cuanto volteó...
—Kyojuro... —Te quedaste parada, en shock frente a él. —Kyojuro...
Volviste a repetir su nombre mientras comenzabas a llorar, cuando había volteado estaba sonriendo pero al ver tus lágrimas se preocupó y fue donde tú. Sus manos tocaron tus hombros cuando te puso su capa, tuviste escalofríos, no podías verlo a la cara a pesar de quererlo, estabas sollozando frente a él, con unos lamentos de verdad. Rengoku no entendía que había sucedido pero en cuanto te habló... Te soltaste a llorar aún más.
—Amor, ¿todo está bien?, ¿por qué lloras? No es por mí, ¿o sí?
No le ibas a decir: tiene un año que te moriste.
Debido a tu estatura, a penas le llegabas al hombro, él te abrazó.
—______-chan, tranquila —su tono de voz no tenía la energía de siempre, en cambio era más dulce y calmado. —La primer persona a la que quería ver después de volver eres tú por lo cual evité a los demás y vine aquí.
Lo último lo dijo con una risita. Eso te tranquilizó, dejaste de llorar pero aún no podías hablar. Respiraste profundo y empezaste a tocarle el abdomen para ver si estaba bien, cosa que a él le pareció algo extraño pero gracioso, no dijo nada, no hasta que le estabas desabrochando el uniforme.
—¿Qué sucede, ______? —te preguntó con un pequeño sonrojo en el rostro, no se quejó, te dejó seguir con lo tuyo.
Ignorando sus palabras cuando abriste su camisa blanca quedaste aliviada de ver el abdomen de Kyojuro bien, lo abrazaste con fuerza, el correspondió pero aún estaba medio confundido.
—No sé que es lo que querías pero... Sí llegas a desear algo, puedes decírmelo sin pena, te complaceré...
Ante sus palabras tu cara estalló en color rojo, procesaste tus acciones. Obvio se veía mal, literalmente casi lo desnudas del torso, tragaste saliva al sentir tu cara roja, las lágrimas habían parado pero te dolían los ojos.
Una risita salió de tu boca, eso hizo a Kyojuro sonreír.
—¡Por favor no te vuelvas a ir! —lo abrazaste con más fuerza.
Te referías a lo de su muerte, pero él lo tomó de otra forma.
—Es mi trabajo, cariño... —se separó para poder verte a la cara.
Después de tanto tiempo por fin volvías a verlo y todo en él seguía perfecto. Sus ojos brillaban de una manera hermosa debido al color dorado, sus labios... Te daban ganas de besarlo y no podías dejar de verlo y obvio se nota lo... saludable que está. Ustedes entenderán.
—No, no es eso —negaste.
—Puedes decírmelo, amor.
—Q-quiero pasar tiempo contigo, no quiero despertar como si todo esto fuese un sueño... Gracias Dios —murmuraste lo último.
—¿De que hablas? ¡Claro que pasaremos tiempo juntos! Me tomaré un par de días y me encargaré de que seas mi prioridad...
—¡No! Yo quiero cuidarte a ti, yo quiero ser quien te cuide esta vez.
—_______, querida —Kyojuro puso su mano en tu mejilla derecha. —Con que estés conmigo es suficiente, ¿por qué no me dejabas ser quien cuide de ti? Será un par de días, me encargaré de que te diviertas mucho...
—¡Día y día! Un día tú, un día yo —propusiste. —¿Lo tomas o lo-...? Mmmhp, mmm...
Kyojuro te tomó de la cara para poder besarte, no, no te negaste al beso. ¿Tanto tiempo sin él y negarte a algo suyo? Sería una verdadera estupidez.
• • •
Volver a dormir al lado de tu prometido, superar el frío con la calidez de su cuerpo mientras te abraza. Ya estaban en el cuarto y se cambiaron para dormir, estaban apunto de acostarse pero te sentaste en la cama.
—Has estado muy extraña hoy, _______-chan —dijo Kyojuro mientras se sentaba a tu lado.
—Yo... —desviaste la mirada por el rubor en tu cara. —Realmente te amo.
—Amor, has estado realmente rara, ¿estás bi-...? Hmm.
Lo callaste con un beso, te tomó de la cintura mientras correspondía a este. Te sentaste encima suyo sin dejar de besarlo, mordiste su labio haciendo que Kyojuro se sonrojara, normalmente quien hacía cosas de ese tipo es él, tú le seguías el juego mientras aparecía un rubor en tu cara pero ahora siendo al revés... Realmente le encantó a tu prometido.
Se separaron para mirarse a los ojos, sonreíste.
—Pensé que me costaría aceptar lo que está sucediendo pero... —dijiste mientras le quitabas el yukata. —Por más loco que suene, estoy feliz de estar contigo Kyo, me gustas mucho, mucho...
—Oh... Creo saber que es lo que quieres. ¿Por qué no simplemente lo pediste desde un principio? Cuando te pedí que fueras mi prometida, te juré una cosa... ¿recuerdas?
Te ayudó quitándose el yukata, sus manos estaban en tu cintura mientras que las tuyas estaban en su abdomen, dando leves caricias.
Trataste de hacer memoria, había pasado tanto que no recordabas nada. Negaste.
—Es realmente curioso debido a que tú me hiciste jurarlo —rió. —Bueno... Prometí hacerte feliz sobre cualquier cosa.
Tomó tu mano una de tus manos y depósito un beso sobre ella.
—Sí quieres esto no puedo negarme de cualquier forma ya no podía contenerme... Pero asegurate de no hacer mucho ruido —te dijo mientras sonreía y en frente de su boca ponía su mano, con el dedo índice arriba haciendo una señal de silencio.
—Yo me quedo calladita. —respondiste también con una sonrisita.
—Te amo _______, pronto nos casaremos y nuestras vidas estarán unidas... Por esta noche, hum... Disfrutemos por adelantado. ~
Kyojuro te tomo del rostro para besarte, mientras sus manos iban a el obi de tu yukata para quitarlo.
• • •
—¡Ni de broma te iba a dejar venir solo! —dijiste mientras te subías al tren. —Tomé todas mis precauciones, quiero ayudar.
Rengoku y tú iban a sus respectivos asientos, él mayor suspiró. Te sentaste y se sentó a tu lado. Buscaba las palabras correctas para hablar, pero tú lo hiciste primero.
—No quiero dejarte solo en este lugar, necesito que protegerte.
—Hablas como si ya supieras lo que va a pasar —Kyojuro te miro y soltó una risita, desviaste la mirada con nerviosismo. —Se supone que yo soy quien debe protegerte a ti, me siento alegre de que quieras protegerme pero también preocupate por ti.
—Yo estaré bien... —respondiste suspirando. —Los dos estaremos bien, te ayudaré, lo haré.
Tomaste tu omamori entre tu manos, ya no lo tenías como collar, ahora está colgado en tu espada, Rengoku te miró ladeando un poco la cabeza. Tomó tu mentón para que lo vieras a la cara y depositó un beso en tu mejilla. Después en tus labios y tu frente.
—Sabes que te amo, cualquier cosa contigo estará bien. Sé el riesgo al que nos enfrentamos pero si algo llegara a suceder, quiero que tú estés bien.
—Incluso si saliera sana y salva de aquí... Sin ti no podría estar bien —murmuraste. —¡No importa, Kyo! Traje comida para el viaje. ~
—¡Oh! ¿Qué es?
—¡Tu favorito! Batata³ satsuma cocida y...
—Sopa de miso —sonrió.
—¡Exacto! —respondiste sonriendo.
—¡Te adoro _____, te amo! Mi prometida es la mejor... —reíste.
Reíste casi olvidando la tragedia que sucedería después. El tren empezó a moverse, abriste la comida con cuidado de que no cayera y se la diste a Kyojuro. Tomó los palillos al probarlo no pudo evitarlo.
—¡Delicioso!
Que buena forma de pasar tiempo juntos sin pensar tanto en la tragedia de después.
Todo fue más fácil al saber lo que sucedería, tuviste que ayudar a Tanjiro mientras cuidabas de Rengoku pero aún siendo tan fácil pronto empezaría el infierno.
—¡Todos están a salvo! —dijo Kyojuro con una sonrisa pero escuchó un ruido.
Él y tú voltearon, ahí estaba la tercera luna superior.
No pudiste evitar escuchar todo lo que le dijo a tu prometido mientras peleaban, no podías dejar que siguieran peleando. Corriste con velocidad hacia ellos, empujaste a Rengoku antes de que Akaza pusiera una mano sobre él y...
Tosiste sangre, había una sonrisa en tu cara, Kyojuro estaba tirado en el piso debido a tu empujón pero no pudo evitar verte. Akaza rápidamente sacó la mano de tu abdomen mientras fruncía el ceño.
—¿Estás demente? —dijo casi gritandote. —¡¿Por qué hiciste eso?!
—No sé como sea para ustedes... —con la poca fuerza que te quedaba agarraste tu espada. —Pero nosotros podemos hacer lo que sea por la persona que amamos.
—Eso es ridí-...
No sólo fue tu espada enterrada en su cuerpo si no que también se dio cuenta de que el sol estaba saliendo.
Se alejó rápido de ti, caíste al suelo tosiendo más sangre.
—Eres una humana estúpida —fue lo último que escuchaste por parte de la tercera luna superior antes de que comenzara a correr.
Tanjiro le persiguió y le lanzó su espada. Kyojuro corrió hacia ti de inmediato, se quitó su capa y la puso sobre tus hombros, sonreiste al verlo.
—Yo no pude continuar sin ti, cariño... —respiraste profundo. —Pero tú eres más fuerte que yo.
—¿¡Por qué hiciste eso ______!? Esto no debe de ser verdad... ¿Por qué? No tenías que hacerlo...
Empezó a balbucear el pilar mientras su ojos se llenaban de lágrimas. Sonreiste.
—¿Puedes darme un último beso?... Por favor...
Kyojuro tomó tu rostro y empezó a dejar un montón de besos ahí. Suspiraste, te sentías más tranquila.
—Es mucho mejor cuando... estoy a tu lado... Te a-amo.
Caíste sobre él, Kyojuro empezó a llorar mientras te abrazaba con fuerza. Tanjiro y sus amigos estaban mirando, ver a Rengoku de esa forma y verte a ti, simplemente no pudieron evitar echarse a llorar también. Quizás esta vez no fue Kyojuro pero el dolor se comparte de cualquier manera.
¿Qué es lo que está mal aquí?
Algo debió de haberles dado mala suerte pese a que esto estaba destinado a pasar... Quizás no de esta forma.
¿Hay alguna manera de cambiar el destino? No siempre puede ser tan cruel.
—Rengoku-san... —Tanjiro se acercó. —_______-san lo hizo por amor, ella lo dijo y aunque haya fallecido... Le quiere mucho pese a todo, se vio en sus acciones.
El pilar respiró profundo y tomó tu omamori, había caído de tu espada. Apenas leyó lo que decía la tela; 不幸⁴ suspiró.
—Debes aprender un poco más, ¿no?... —murmuró mientras lo guardaba.
Más tarde lo quemaría, no pudiste haberte dado mala suerte tú misma. Quizás, ¿tú eras el problema?
¹.Amuleto japonés está hecho de tela y es una especie de colgante.
².puerta sagrada que suele encontrarse a la entrada de los santuarios sintoístas, marcando la frontera entre el espacio profano y el sagrado
³. Camote :'u
⁴. 不幸 significa "Infortunio" el chiste de todo esto es que el amuleto que rayita tenía, cambio al salir del templo debido a la segunda oportunidad. Por ende, el omamori absorbió todas las energías malas y cambió el texto que tenía.
suena muy fataseoso pero explica mucho :0
ESTO ERA UN PEDIDO Y NO TENÍA QUE TERMKNAR ASÍ PEO LO SIENTO, NECESITABA HACERLO :'U
Mich-Ji TARDÉ 4 MESES PERDÓN :'V
La reacción de Akaza se debe a que él nunca llegó a comer o lastimar mujeres por lo cual quedó sorprendido de la tontería de rayita. U.U
ESPERO LES HAYA GUSTADo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top