Hanahaki Disease.

𝐆𝐢𝐲𝐮 𝐓𝐨𝐦𝐢𝐨𝐤𝐚

La brisa sopló con calma, el aire era cálido y para nada frío. Tus manos temblaban debido a la declaración que harías después, había una pequeña chispa de esperanza en tu corazón mientras que morías de nervios debido al inexplicable futuro. Comenzaste a caminar hacia Giyu, estaba acostado en el pasto; posiblemente descansando después de entrar, se podía notar.
Te sentaste a su lado, él volteó a verte y sonreíste.

—Hola, ______ —saludó.

—¿Qué tal? —preguntaste. —Tengo algo importante que decirte.

Los orbes azules de Giyu fueron a dar a tus ojos, algo confundido se levantó; sentándose de la misma manera que tú prestó atención a tus siguientes palabras.
No dijo nada más por ende pensaste que él quería que siguieras hablando y eso hiciste.

—Giyu...

Giyu.

Gi-yu...

Gi...

Apenas podías pronunciar su nombre, cuando intentaste decir otra palabra tu garganta comenzó a doler. Empezaste a toser, querías hablar pero fue entonces que en tu mano cayó un pétalo con sangre. ¿Un pétalo con sangre? Comenzó  doler mucho más, ahora tosiste flores. Todo dolía tanto que querías que acabara, no sólo eran pétalos de flores y flores, también había sangre en tu mano debido a la salida de estas. Tu uniforme, tu boca... Estaba todo manchado de sangre.

• • •

—¡______! —Shinobu llegó donde tú y te dio un vaso de agua. —Te dejo sola un momento y estás apunto de morir.

Suspiró.

Le diste una pequeña sonrisa juguetona mientras le dabas un trago al agua.

—No es bonito escupir/toser sakurasou o camelias y saber el significado —respondiste mientras dejabas el vaso a un lado. —No pasa siempre, sólo cuando pienso en... Couhg, cof, ugh... Él.

Shinobu sacó un pañuelo del mueble de al lado, tomó tu rostro y limpió la saliva que había en tu boca, después con el mismo pañuelo y con cuidado quitó la flor. Lo tiró a un lado en el bote de basura. Suspiraste, incluso no pensar en él era imposible, pasar por lugares, visitar a los demás pilares e incluso aparecia en tus pensamientos más aleatorios. Nunca habías pensado que terminarías enfermando tanto sólo por culpa del amor. Shinobu se ofreció a cuidarte, desde que escapaste de Giyu y te quedaste con ella no lo habías vuelto a ver, quizá la pilar mintió diciendo que estabas ocupada con trabajo.

Aún así no importaba, seguir amándolo hasta llegar al punto de morir o perder tus sentimientos... Ninguna opción es tentadora, habías dejado de trabajar, pasó una semana y hasta tus sueños no te dejan en paz.

Comienzas a ser una carga y eso también te hace sentir mal.

—Por Dios, ______-chan. No pongas esa expresión —Shinobu acarició tu cabello. —Podremos resolver esto, estarás bien. Te apoyaré en cualquier cosa.

Tus ojos se llenaron de lágrimas, querías aguantar, lo intentaste pero de un momento a otro tu vista se encontraba nublada debido a esas gotas saladas. Terminaste chillando mientras Shinobu te abrazaba, nunca habías visto a alguien tan buena después de Giyu. Esa también fue una de las razones por las cuales terminaste enamorándote de él, por lo amable y bueno que fue contigo.

L

o conociste por diciembre, en una nevada espeluznante. No tenías a donde ir, estabas corriendo descalza huyendo de un demonio; ya no sentías tus pies y terminaste chocando con alguien. Un hombre de un metro setenta y tantos, por obviedad más alto que tú. Caíste al piso, se sentía blando debido a la nieve. Él te ignoró durante un momento pero siguió caminando hacia enfrente, como si no le importara el monstruo con el que se iba encontrar después. Casi no sentías tu cuerpo, te costó moverte pero lo lograste, lo hiciste y antes de que se alejara por completo alcanzaste a gritarle: «¡No vayas!»

No creías que él sería la persona que salvó tu vida.

Regresó poco después de la misma manera en como lo viste, quedaste paralizada por completo, él se agachó y te dio la mano para ayudar a levantarte.

—¿Estás bien? —preguntó con un tono serio, casi caes de nuevo pero te sostuvo.

Tenías apenas quince años y fue la primera vez que agradeciste estar viva.

—¡Gracias!, ¡gracias por salvarme! —le dijiste de inmediato, cayendo en un mar de lágrimas, soltando todas tus emociones.

Debido al recuerdo, volviste a toser manchaste el haori de Shinobu.

—¡De verdad lo lamento! —te disculpaste de inmediato mientras te alejabas.

—Está bien, está bien —te dijo ella dándote una sonrisa tranquila, te calmó pero seguías sintiéndote mal. —Entiendo por lo que estás pasando y como tal, mi decisión de hacerme responsable de ti significa darte atención y paciencia. No me enojaré por algo que suceda debido a tu enfermedad.

Había una expresión de pena y tristeza en tu cara.

—Eres como un ángel —le dijiste mientras bajabas la mirada. —¿Quizás hoy pueda salir?

Shinobu se estaba quitando el haori y en cuanto escuchó tu pregunta, su alegría se hizo presente. En tantos días nunca habías hecho esa pregunta.

—Podemos dar un paseo si deseas —respondió parándose y extendiéndote la mano.

Te quitaste las sábanas de encima y le diste la mano, las dos salieron de tu habitación.

Shinobu se tomó el día por ti, ella al ser la más cercana a ti era la única que conocía perfectamente tu condición. Se informó sobre el tema y te avisó a ti, dijo que podría quitar la enfermedad con una cirugía, sin embargo los efectos de esta serían irreversibles y lamentables. Te negaste, no había pasado tanto tiempo desde que inició pero aún querías tener la capacidad de amar. Agradecias tenerla a ella, aparte de Tomioka fue quien te ayudó a comprender las cosas fuera de la exclavitud. Mientras que Giyu era literal un pilar para ti, ella era el soporte a donde ibas cuando ese pilar se caía, nunca sucedió (hasta ahora) y esos dos en conjunto trabajaban muy bien contigo.

—No puedo pedirte que no pienses en él —ella suspiró. —¿Deberíamos detenernos e ir a tomar agua?

—Yo...

—¿_______? —escuchaste una voz detrás de ti y cuando la reconociste empezaste a toser.

—Tomioka-san —Shinobu volteó y te puso detrás de ella. —¿qué haces aquí?

Preguntó intentando mantener ese semblante tranquilo y amable pero se encontraba molesta, no tosias tanto pero diablos... Dolía horrible. Por lo menos ya no soltabas tanta sangre como antes y ahora eran menos pétalos, no habías sentido ninguna flor por el momento pero seguía doliendo peor que pelear con demonios. Estabas tan centrada en tu mundo que apenas y podías escuchar la conversación de Kocho y Giyu. Intentabas centrarte en el dolor y hacer que no fuera tanto.

—Acabo de regresar de un encargo pero... ¿______ no estaba en una misión? —preguntó. —¿Por qué parece estar enferma?

—¿Necesitas atención médica? —preguntó la de puntas moradas.

El azabache asintió.

—Ve con Aoi, estoy ocupada con ______-chan.

Sin hacer algún otra pregunta, al notar la hostilidad de Shinobu, el pilar del agua terminó yéndose.

• • •

Tengo que salir, _______-chan —dijo ella mientras tomaba tu mano. —Intentaré volver lo más pronto posible, por favor cuidate.

—No te preocupes, haz tu trabajo de buena manera. Estaré bien.

Shinobu sonrió, soltó tu mano y salió de ahí.

No era tan tarde, eran como las 4 aproximadamente. Las dos estuvieron afuera un buen tiempo y entendías el porque de su partida. Te recostaste sobre la almohada y te pusiste a pensar, no tardaste en toser. Te tapaste con la mano para no hacer tanto ruido, sentiste ese líquido y la suvidad de los pétalos húmedos entre sangre y saliva. Después de un rato te tranquilizaste, no dolía como antes, incluso era más soportable.
Alguien tocó la puerta, suponiendo que era tu amiga dijiste que pasara, tu sorpresa fue grande cuando viste la figura de tu maestro y la persona que salvó tu vida. Tragaste saliva estabas conteniéndote lo máximo para no toser, no querías hacer un show innecesario.

—¿Qué pasó? —preguntó sentándose en la orilla de la cama. —Te fuiste un semana, no sabía donde estabas y ahora pareces estar enferma.

Tomaste la sábana con la que estabas tapada y con ella tapaste tu boca para cuando tosiste.

—Cosa pasajera —respondiste desviando la mirada. —Cof, cough... N-no te preocupes, estoy cough, bien...

Giyu frunció el ceño.

Su mano se dirigió a tu cabello y lo apartó un poco para poder ver bien tu cara, tragaste saliva nuevamente. «¿Por qué tienes que hacer que mis sentimientos por ti crezcan?» te preguntaste. Te tocó la frente con la palma de su mano.

—No, esto no tiene sentido... —dijo apartándose un poco. —Si estás aquí es porque Kocho ya te revisó.

Asentiste.

—Puedo cuidarte en su lugar —opinó. —Después de todo no te vi en una semana, me preocupé mucho por ti debido a que desapareciste de la nada.

—N-no cof, ugh... No quiero ser una molestia —dijiste desviando la mirada.

—Está bien, estar sin ti sin saber tú paradero es realmente escalofriante, de verdad te necesito.

—No digas esas cosas, por... Cough, favor.

No sentías el dolor pero tenías la garganta seca, cerraste los ojos y suspiraste. Te sorprendió lo bien que lo estabas llevando al estar cerca de Giyu, pensaste que sería o te sentirías peor. Tuviste que quitar la sábana de tu boca y tomar el vaso con agua a un lado de tu cama. Cuando el agua pasó por tu garganta sentiste una sensación refrescante que te olvidaste de las flores por un momento.

—Sobre lo que sucedió antes...

Con tu antebrazo te tapaste la boca, debido a la mención del tema volviste a toser.

—¿Flores? —preguntó Tomioka confundido.

—Es difícil de cof... Explicar, cough...

—¿Qué te sucedió?

Me rechazaste.

Larga historia —respondiste volviendo a tomar agua.

Querías responderle lo que pensaste pero no te atrevías.

• • •

Giyu mostró un sonrisa de alegría al verte, tú estabas confundida y al borde de las lágrimas. Él se acercó a ti y te abrazó, un abrazo con él después de tanto tiempo... Correspondiste con el miedo de toser, ya no querias ver más esas flores por todo lo que había sucedido las odiabas sin embargo también les guardas cierto cariño.

—Y-yo... —hablaste bien.

—¿Estás mejor? —preguntó separándose para verte a la cara.

—Y-ya no siento nada...

Ahora sí habían lágrimas acumuladas en tus ojos, no dudaron en salir y correr por tu rostro.

—Giyu, tú... —él te interrumpió.

—Shhh —acarició tu cabello mientras con su mano limpiaba tus lágrimas y te daba la sonrisa más sincera que habías visto de su parte.

—Te amo mucho, _______. Lamento lo sucedido por mi culpa, prometo desde ahora cuidarte y no dejar que nada más vuelva a pasarte.

Todo eso fue dicho para después dejar un beso en tu frente.

Tus lágrimas se multiplicaron, ya no sabías si era tristeza o felicidad.

Ahora tenía sentido lo que Shinobu decía.

Le agradecerías después.


Este es un pedido viejo, súper viejooo.
Del 27 de Diciembre del año pasado( 2019) perdón por hacerlo hasta apenas.

T

ampoco es en el AU moderno pero hasta ahora se me ocurrió ((๑ 丷๑)))

No puedo etiquetar ahora pero mañana edito y etiqueto a quienes lo pidieron ahhh


Ustedes creen que el fin de semana me puse a ver Mob Psycho y lo terminé en un día y medio? o(╥﹏╥)o
Me sentí súper identificada y ahora sufro ah

Esperen una historia de Mob próximamente (●'◡'●)ノ

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top