Doctor AU! Sanemi Shinazugawa

Para mayor comprensión porfa lee la parte "Doctor AU", escrita anteriormente. uwu

Estabas sentada frente al escritorio de Sanemi, viendo como revisa a uno de sus pacientes. Sonreíste al ver como tu pequeño hermano se siente a gusto con su doctor; fue difícil encontrar alguien a quien no le tuviera miedo o desconfianza, irónicamente Sanemi tiene una apariencia aterradora para algunos niños, sin embargo su personalidad con ellos es diferente. Tú no sabías muy bien de esto, sólo son cosas que tu madre te había contado de cuando trabajaba en el hospital. Esta es la segunda vez que le veías pero la primera vez que le ves bien, y entablas una conversación con él.

—¿Puedes ir un momento con Tanjiro, Ame? —el de ojos amatista le pregunto a tu hermano.

Él asintió y caminó con cuidado donde estaba el de cabello borgoña.

Sanemi volvió donde tú.

—¿Ha mejorado? —preguntaste.

—Mejoró mucho —respondió. —¿Eres...?

—Soy su hermana —respondiste. —Mi mamá no pudo venir esta vez, soy muy joven para tener hijos...

Explicaste nerviosa al ver su expresión.

—Al parecer le han estado cuidado muy bien, ha este paso Ame mejorará en dos semanas o incluso una.

—¿Debo volver a traerlo? —preguntaste volteando a ver a tu hermano.

—Tráelo en una semana, si él mejoró en ese tiempo no hará falta que lo traigas después. Si no es así, estará otra semana bajo observación, no te preocupes. Se recuperará.

Sanemi volteó a verte, después de terminar de escribir una receta. Tragaste saliva, incluso con esa expresión seria se le veía preocupado por tu hermano. Por otro lado tú te sentías mal de usar a tu hermano como una excusa para ver a la persona que te atrae. Aunque claro, no puedes negar que la mayor parte de tu felicidad se debe a Ame; tu hermano se está recuperando y eso es mucho mejor que cualquier otra cosa.

Acercarse al doctor de tu hermano es muy mala idea.

—Muchas gracias, Sanemi sensei¹ —le agradeciste.

Él no dijo nada más, te dio la receta y Tanjiro volvió junto con tu hermano. Te levantas, Shinazugawa imitó tu acción, tomó una paleta de su escritorio y se la dio a tu hermanito.

—Está bien si comes una solo hoy —al niño se le iluminaron los ojos.

Le agradeció al mayor, y este sonrió.

—Es hora de irnos, Ame —le dijiste a tu hermano. —Muchas gracias por todo, Doctor.

Tú y tu hermano hicieron una reverencia, luego salieron del consultorio.

Tanjiro se acercó al mayor, mirándole con curiosidad debido a que no paraba de ver la puerta. Desvió la mirada rápidamente cuando se dio cuenta de que Sanemi había volteado. Tanjiro pensó en algo de lo que podían hablar para romper la tensión que había quedado desde que te fuiste.

—Ame es un buen niño —dijo rápido. —Es hijo de una de las enfermeras que trabajaba en esta área, _______-chan es una buena hermana también.

—¿_______-chan?

—Oh, ¡bueno! —se puso nervioso debido al tono que el de las cicatrices uso. —Su nombre es ________, la conozco porque ella y mi hermana estudian en la misma universidad.

Sanemi no dijo nada más, Tanjiro suspiró.

Por otro lado tu ibas de camino a casa con tu hermano, él te pidió que fueran caminando así que aceptaste. Él se encontraba feliz comiendo la paleta que Sanemi le regaló pero en cuanto pasaron por un parque; lo señaló y pidió que pararan en él. Lo pensaste durante un momento y después terminaste aceptando.

—Nada de esto a mamá —le dijiste, él asintió.

—Hermana —habló, volteaste a verlo mientras te sentabas en un columpio. —¿Te gusta Nemi?

—¿Nemi? Oh, eh, espera... ¿qué? —toda tu cara se puso roja.

—Estás roja —desviaste la mirada.

• • •

Saliste temprano de casa hacia la estación de tren, el día de ayer te la habías pasado con tu hermano y hoy toca ir a la universidad. Debido a que es temprano no había micha gente en el tren, pudiste conseguir un asiento con facilidad. Pasaron una, dos estaciones y entonces sucedió algo que no te esperabas. Mientras leías un manga; alguien se sentó a tu lado, no le pusiste mucha atención hasta que lo miraste de reojo. Tragaste saliva cuando te diste cuenta que se trata de Sanemi, ¿destino acaso? No sabías si era buena idea hablarle o si debías hacer como que no lo conocías. Guardaste el manga y sacaste tu celular, seguías sin decidirte. Lo guardaste y te sorprendiste porque el te habló primero.

—¿Por qué está tan nerviosa? —preguntó volteando a verte.

—_______... —le dijiste tu nombre. —Y hace un tiempo que no iba a la universidad, estoy nerviosa.

Mentiste.

—No creo que sea tan malo, al parecer eres alguien responsable —una sonrisa se formó en tu cara.

—Es la segunda vez que intento estudiar esta carrera —respondiste. —Pero no me preocupa tanto, lo que más me preocupaba era Ame y ya está mejorando.

—Tu hermano es un niño muy bueno —comentó Sanemi mientras sonreía. —Yo también tengo un hermano, pero...

No pudo seguir porque le interrumpiste sin querer, habías llegado a tu destino y si no sales llegarás tarde.

—Sanemi, te ves muy atractivo sonriendo... Eh, discúlpame debo bajarme aquí —te levantaste rápido, hiciste una reverencia y saliste corriendo.

Casi se cerraban las puertas.

Vayamos un poco más adelante. Sanemi ya había llegado al consultorio, Zenitsu y Tanjiro se encontraban en el lugar terminando de acomodar todo; pronto recibirían a su primer paciente del día. Sin embargo Kamado fue llamado por su superior, su amigo preocupándose por él un poco más a modo de burla, casi no lo deja ir pero lo terminó haciendo debido a un regaño de Sanemi. Zenitsu para no molestar se salió del lugar y fue a buscar a su otro amigo, regresaría pronto, quizás...

—Dijiste que tu hermana estudia con _______, ¿no? —preguntó.

—Sí —el chico de pendientes asintió. —¿Por qué?

—Necesito que consigas su número, no pidas explicaciones sólo hazlo... Por favor.

Tanjiro algo confundido asintió, sacó su celular y le envió un mensaje a su hermana.

Ahora volvamos contigo, estabas en tu primera clase, pero aún no llegaba el profesor. Te recostaste sobre tus brazos pero alguien te tocó el hombre, recuperaste tu compostura volteando a ver a la persona que lo hizo, y te sorprendiste. Era Nezuko, una chica muy linda, con la que no habías cruzado tantas palabras más que para trabajar. Ella se sentó a tu lado y te saludó, la imitaste. Aún no terminabas de entender el porqué de su acercamiento, se te hizo raro, sí, pero no ibas a ser una grosera sólo por ello.

—¿Puedo pedirte un favor? —preguntó.

—Claro, dime —respondiste.

—¿Puedes darme tu número? De paso podríamos hacernos amigas —sonrió.

—Claro, está bien —tomaste su celular y anotaste tu número.

Ella hizo lo mismo con tu celular, intercambiaron números y el resto del tiempo se quedaron platicando. Había sido algo extraño pero Nezuko es una chica linda, no te quejas para nada.

Más tarde al acabar las clases, regresaste a casa caminando. Podrías tomar el tren, pero sólo recordar lo último que le dijiste a Sanemi hacía que te apenaras. Hablaste de más y le diste información de más también, una verdadera tontería de tu parte. Añadiendo el hecho de que tuviste que mentir, no podías sentir más vergüenza en la vida. Caminar por la calle y ver los alrededores es tranquilo tan siquiera. Cuando llegaste a casa viste a tu mamá, ella estaba cocinando, siendo ayudada por tu tía, saludaste con un abrazo a las dos. Hasta que escuchaste a tu primo en la sala.

—¿A qué se debe el milagro? —preguntaste.

—Vine a visitar a tu mamá —respondió tu tía. —Mañana tengo que llevar a mi hijo al pediatra, hace un tiempo mi hermana me recomendó a donde llevan a Ame.

—Oh... —dijiste con sorpresa.

—¿Cómo le fue a Ame ayer?

—¡Realmente bien! Sane... El doctor dijo que mejoraría pronto, debe volver a ir la próxima semana. Espero que se recupere pronto.

Corrigiste de inmediato cuando te diste cuenta que ibas a decir el nombre de Sanemi. Por lo menos nadie preguntó ni sospechó nada.

—Debe ser alguien realmente bueno en lo que hace —asentiste. —Sin embargo no creo poder llevar a mi hijo a su cita, sólo pude conseguir en la tarde y justo mañana estaré ocupada.

—¡Yo podría llevarlo!... —dijiste emocionada.

—¿Harías eso por mí, querida?

No te quedó más opción que asentir y aceptar. Hablaste de más tus palabras fueron demasiado. En ese momento te llegó un mensaje al celular, lo sacaste y viste un hola de un número desconocido, así que le tomaste poca importancia y seguiste hablando con tu tía.

—Mañana saldré temprano de la universidad, puedes traer a mi primo en la mañana —aconsejaste. —Para que cuando llegue nos vayamos al pediatra.

—¡Eres tan buena, _______! —dijo tu tía abrazándote.

—Claro, tía...

Cuando terminaste de hablar con las dos, subiste al cuarto de tu hermano para ver como se encontraba, al parecer estaba dormido según palabras de tu madre, pero cuando llegaste estaba sentado en el piso, jugando. Te sentaste a su lado y te quedaste callada viendo como jugaba, sonreíste.

—¿Cómo te encuentras, Ame? —preguntaste, él sonrió y te abrazó. —¿No estás aburrido?, ¿ya comiste?

—Comí antes de dormir —respondió separándose. —¿Me prestas tu celular?

Suspiraste, sacaste tu celular y se lo diste. Estaba desbloqueado así que fue fácil para él usarlo.

—Iré a comer, ¿te vas a quedar aquí? —el pequeño asintió. Le revolviste el cabello y después saliste de su cuarto.

Ame iba a ponerse a ver vídeos pero le llamó la atención el mensaje que tenías. No era de espiar cosas ajenas, menos las tuyas pero no estaba registrado el contacto, así que entró y leyó el mensaje. Era un simple "Hola." escrito de una forma algo fría, pero normal a ojos del pequeño. Él empezó a escribir un mensaje devuelta: "BUenas tardes, kien eres" fue lo que mandó. Se le escaparon un par de letras en mayúscula y escribió mal unas palabras, sin embargo aún así respondió. Pensando que no iba a ser algo tan importante para ti.
Pero por el lado de Sanemi, sólo se le hizo extraña esa forma de responder un mensaje; ahí fue cuando se arrepintió en escribirte.

Dejó en leído ese mensaje pero Ame al ver que tardaba en responder, envió algo más: "que necesitas". Hasta ese momento a Shinazugawa le parecía inadecuada tu forma de escribir.

Soy Sanemi respondió pero ya debo irme agregó y ya no dijo nada más. De lo arrepentido que estaba decidió borrar los mensajes, pero después le dio coraje que haber sido tan cobarde como para borrar los mensajes. Ya no hizo nada más, debía volver con Tanjiro y Zenitsu; el tiempo de su comida ya había terminado.

Ame bajó al comedor.

—Hermana, tengo algo que decirte —habló rápido.

—¿Qué es, Ame? —volteaste a verlo.

—¡No puedo decirlo en frente de mamá! —insistió. —ven, ven.

Te levantaste de tu lugar, te acercaste a tu hermano quien te llevó de la mano a otro lado, él te volvió a dar el celular; lo tomaste mirándolo confundida.

—Nemi te habló —insistió.

—¿Eh?... ¿Tu doctor? Pero no tiene mi número, ¿cómo sabes?

—Respondí tus mensajes... —desvió la mirada apenado. —Perdón.

—Está bien, sólo no lo vuelvas a hacer. Creo que lo confundiste, no te preocupes —sonreíste mientras te volvías su cabello. —Mañana le preguntaré, ¿sí? No te preocupes.

Él asintió.

• • •

Luego de llegar a casa, te encontraste a tu mamá con el hijo de tu tía. Sonreíste tomándolo entre brazos, es un bebé muy lindo.

—Me voy de una vez —le dijiste a tu mamá. —Tomaré un taxi para llegar rápido.

—Ve con cuidado, hija —asentiste.

Saliste del lugar, cuidando siempre al hijo de tu tía. Procuraste agarrarlo con cuidado, una vez afuera tomaste un taxi. Llegaste a un tiempo normal, no quedaba tan lejos pero también había algo de tráfico. Pagaste y saliste del auto, caminaste hacia el hospital; donde se encontraba el consultorio de pediatría. Te sentaste en la sala de espera y esperaste a que salieran las personas que estaban adentro, llegaste muy cerca de la hora e la cita, casi te pasabas. Salió un niño junto a su padre y te tocó entrar a ti.

—Buenas tardes —saludaste.

—Buenas tardes, señorita _______ —respondió Tanjiro. —¿Qué hace aquí?, oh...

Vio al bebé en tus brazos.

—Este pequeño tiene cita —respondiste.

—¡Entendido! —tomó a tu primo. —Lo llevaré con Zenitsu, ¿es para chequeo general?

Asentiste.

—¿Qué le parece si espera aquí mientras Zenitsu revisa a este pequeño? —asentiste con una sonrisa.

—Claro, muchas gracias —te sentaste.

Tanjiro llevó a tu primo con el rubio, y volvió contigo. Se sentó en la silla donde normalmente solía hacerlo Sanemi, tomó una pluma y comenzó a escribir un par de cosas; luego empezó a hacerte preguntas. Respondías todas con los datos que te dio tu tía y los que le pediste aparte, no fue nada difícil teniendo toda la información. Cuando terminó fue tu turno de preguntar algo.

—¿Dónde está Sanemi? —preguntaste.

—Él se fue a casa temprano —respondió. —¿Por qué?, ¿quiere que le avise de algo?

Negaste.

—Quería hacerle una pregunta nada más.

Al parecer esta vez no podría ser.

Terminó la consulta, volviste a casa con tu primo y tu tía ya estaba esperando en casa. Ella te agradeció, subiste a tu cuarto y sacaste tu celular. «Ame dijo que había mandado un mensaje...» buscaste el número desconocido y comenzaste a escribir. «Hey, hola... ¿Sanemienviaste el mensaje y apareció como leído, demasiado rápido. Hola. Fue su respuesta, algo corto y simple. «¿Qué te parece si salimos a tomar un café?»

Sanemi se preguntó si en verdad había leído bien.


E

ste va a tener segunda parte, sí sí.

¿Cómo les va?

Yo ando enojada con mi mamá porque hizo una fiesta y trajo a tipos desconocidos a mi casa, tengo miedo ΣΣ(,,・ω・,,). Es imposible hablar con ella.

Si ustedes la están pasando mal también espero esto haya ayudado a que la noche mejorara un poco. Yo me sentí mejor escribiendo esto y espero les haya parecido una idea interesante. ((๑ 丷๑)))
11:48 PM. 31/12/ 2020

FELIZ AÑO NUEVO!!!
Sip! Esperé a publicar esto en 2021 XD
Un gusto haber estado con ustedes todo un año, me siento realmente feliz porque este libro comenzó en 2019 y ahora es 2021 :0 Ustedes fueron mi fuente de felicidad durante mucho e incluso lo siguen siendo, son como mi familia y les amo mucho. Me siento feliz de que sigan leyendo esto, hay gente que lo leyó desde el principio y gente que se nos fue uniendo conforme avanzaba... Sin embargo todos son igual de importantes para mí.

Gracias a este libro conseguí amigos, y gente a la que aprecio un montón. Realmente me divierto leyendo sus comentarios y viendo sus votos. Son una parte muy importante para mí.

L@s amo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top