Au moderno! SEMI-LEMON Muzan Kibutsuji

Cuando bajaste del elevador te acercaste a un ventanal para poder ver hacia afuera. Tan alto...

Caminaste hacia donde estaba la recepcionista, acercándote con una sonrisa sutil. Ella te vio raro por el uniforme escolar que llevabas, pensando que te habías perdido al entrar al edificio, su cara casi te molesta, casi dejas de sonreír pero aún así intentaste ignorarla.

-Busco al señor Muzan -le dijiste. -No necesito ningún tipo de cita, vaya a buscarlo por favor.

Le quitaste las palabras de la boca, esta señorita frunció el ceño levantándose para ir a buscar al antes mencionado. Te quedaste frente al escritorio de la mujer esperando que saliera de la oficina de Muzan. Agarraste un dulce, le quitaste la envoltura y lo echaste a tu boca, unos segundos después la recepcionista salió, colocándose a un lado de la puerta mientras la abría. Te acercaste por inercia y entraste, no sin antes hacer una reverencia frente a ella.

Muzan estaba sentado en su silla, el interior rojo de su oficina era iluminado por la luz del sol que entraba por los grandes ventanales del lugar. Tomaste asiento frente a su escritorio mientras te cruzabas de piernas y recargabas tus brazos sobre la madera de este.

-Me molesta que me llames diciendo que yo venga a verte -dijiste frunciendo el ceño.

Muzan subió la mirada, sonriendote, enseñando sus colmillos.

-¿Ah sí? Pues que mal, bebé. -Respondió mientras dejaba el papel que estaba viendo.

-¿Por qué no fuiste por mí? -el dulce ya se había deshecho de tu boca.

Se levantó de su asiento, te agarró del mentón jalandote hacia delante, sus labios buscaron los tuyos con desdén. Los unió en un beso rudo, empezabas a hacer sonidos queriendo separarte porque ya necesitabas tomar algo de aire. Cuando te soltó tu respiración era agitada, tu pecho subía y bajaba en busca del aire que perdiste. Muzan, salió detrás de su escritorio para después girar la silla en la que te encontrabas y hacer aue se vieran cara a cara. Sus ojos rojos te dejaron inmovil, tenían un brillo totalmente diferente al de siempre. El azabache de ojos rubí se agachó, ahora entrelazando tu mano izquierda con la suya.

-Necesitas algo de atención, ¿no es así? -su otra mano fue a tu mejilla para empezar a acariciarla. -Lamento no haber ido por ti, cariño. Puedo compensarlo hoy, ¿hay algo que quieras hacer esta tarde?

-Pasar tiempo contigo Muzan -respondiste mientras abrías tus brazos. -Por favor...

Él se levantó, aceptando tu abrazo.

Sólo que se dio cuenta de algo diferente.

-Hoy tu perfume huele diferente, ______ -dijo murmurando en tu oreja. -¿A quién viste? ~ No me dejes adivinar, amor.

Su suave voz te hizo estremecer, no sólo el hecho de que lo murmurara cerca de ti, sólo que cuando lo escuchaste te dio un escalofrío. Una de sus manos bajo a tus piernas acariciandolas.

-Los hermanos Kamado me regalaron chocolates por mi cumpleaños, los dos me abrazaron e incluso sus amigos -suspiraste.

Muzan se alejó de ti, agarró su sombrero que se encontraba en el escritorio y se lo puso. Tú te paraste.

-Cambiate, vamos a salir.

Con felicidad tomaste tu mochila y agarraste un par de ropa que habías sacado de tu armario esta mañana, la oficina de Muzan parecía una habitación normal de una casa grande así que donde te cambiaras no importaría. Te sentaste en el espacio libre que había en el escritorio para después quitarte el sueter del uniforme junto con la blusa. Muzan posó sus ojos rubí sobre tu cuerpo mientras sonreía, se cruzó de brazos esperando a que terminaras de cambiarte.

-Eres hermosa, ¿lo sabías? -preguntó esperando a que fueras a su lado para después tomarte de la mano.

-¡Me lo has dicho muchas veces! Claro que lo soy -le respondiste con una gran sonrisa.

Cuando salieron de su oficina, la mujer que estaba en la recepción los vio confundida, aún así mantuvo su compostura ente su jefe. Hizo una reverencia para después escuchar las palabras de Muzan y casi quejarse al oírlo.

-Cancela todas mis citas de esta tarde y mañana, estaré ocupado en otras cosas -le dijo con un tono serio pero "amable".

-S-señor...

-¿Alguna queja, Meiko? -preguntó Muzan frunciendo el ceño.

Ella negó de inmediato.

• • •

Aún no regresabas a tu casa pero eso era lo de menos, habían vuelto a la oficina de Muzan ya que ahí se quedaron tus cosas pero en cuando te sentaste en la silla frente a su escritorio, sacaste la botella de vino que tenías guardada en tu ropa.
Una sonrisa lasciva apareció en la cara del mayor, antes de sentarse fue hacía un estante donde tenía un montón de cosas; tomando un par de copas para vino volvió donde tú y se sentó al otro lado del escritorio.
Abrió la botella sirviendo un poco en tu copa, no mucho irían de poco en poco.

-Aunque seas un empresario multimillonario Muzan, también te podría caer la ley, ¿sabes? -preguntaste mientras tomabas tu copa para después darle un sorbo.

-Nada que el dinero no pueda resolver -te respondió también tomando de su copa.

-Que atrevido, eh... Ah, que envidia ~ -te recargaste en la silla echando tu cabeza para atrás. -Pareces ser tan perfecto Muzan que perfectamente podría decir que eres un ángel si no te conociera pero tu personalidad es totalmente la de un demonio ~

-¿Eso te molesta? -su tono de voz seguía siendo suave, seductor.

-Me gusta, es prohibido, genial. -respondiste -todas las cosas que he echo contigo desde que te conocí son geniales ~

El azabache se quitó el sombrero dejándolo en su escritorio, se paró y fue al sillón que estaba a media oficina; palmeó un par de veces a un lado suyo diciéndote que fueras a su lado. Te levantaste tomando lo último que quedaba de líquido en tu copa y fuiste a su lado.

Empezó a subir tu blusa mientras te besaba, sus manos se colaron debajo de esta subiendo y apretando tus pechos.

-Me molesta que tengas novio, ¿lo sabes? -preguntó dando una leve mordida en tu cuello, sus manos apretaron más fuerte tus senos. -Y me molesta aún más que sea ese chico Kamado, ______.

Una pequeña sonrisa apareció en tu cara mientras tus manos iban al cinturon del pantalón de Muzan para desabrocharlo.

-No debes preocuparte de nada -le dijiste al azabache. -Terminará pronto ~

Canturreaste, escuchaste como tu celular sonaba y decidiste responder. En tu cara se formó una sonrisa más grande de la que ya tenías al escuchar la voz de tu novio.

-Hola cariño, ah... -no pudiste evitar gemir por algo que hizo Muzan. -No estoy bien, dile a mi madre que quizás no llegue. No ah, estoy en un buen lugar, no te preocupes.

Cuidate _____-chan...

-No te preocupes estoy en buenas manos... -intentaste contener el otro gemido casi se te escapa.

Muzan estaba siendo muy rudo, demasiado hasta parecía molesto.

-También te ah-...

Querías decir "amo" pero al sentir los dedos de Muzan dentro de ti preferiste no seguir hablando, hiciste como que la llamada se cortaba y después aventaste tu celular al otro extremo del sofá, haciendo que cayera al piso.

-Eso pudo haberlo roto -te dijo Muzan con una sonrisa.

-Me hubieses comprado otro -le sonreiste de la misma forma.

-Creo que tampoco llegarás mañana -te dijo tomándote del mentón mientras se acercaba a tus labios. -Vas a terminar muy cansada, ______. ~


SORRY SJDJSKFJS
QUEDÓ 2/3 O SEA 3.6 NI BUENO NI MALO QIFKSKDKA

AL RATO VOY A ESCRIBIR UNO DE ZENITSU, QUIERO PUBLICAR UNO ANTES DE IRME A LA ESCUELA UWUWU

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top