Au moderno! Genya Shinazugawa
Acomodaste tu cabello mirándote al espejo, tenía mucho tiempo que no usabas un vestido y no tenías idea de porque lo volverías a usar ahora. Una de tus amigas en el colegio te organizó una cita pero era a ciegas; una cita a ciegas.
¿Por qué no te verías presentable? Digo tu primera cita, ¿por qué no disfrutarla?
Tomaste tus cosas y tu celular, saliste camino a la plaza donde tu amiga dijo que se quedarían en encontrar; "—¡Será alguien facil de reconocer! Se ve algo peculiar, lo reconocerás por su cabello." Fue lo que te dijo tu amiga, rodaste los ojos mientras cerrabas la puerta de tu casa una vez te despediste de tu mamá. Comenzabas a sentir frío, debiste habertelo pensado dos veces antes de usar un vestido con este tiempo. La plaza en donde lo verías la conocías como la palma de tu mano, siempre solías ir ahí con tus amigas o tu mamá así que, llegar allá no fue para nada un trabajo difícil.
Al llegar miraste la foto de él, es guapo sí. Tu amiga había mandado una foto de él así que te fue más fácil reconocerlo.
—¿Genya? —preguntaste acercándote al chico que se parecía a la foto.
Este estaba de espaldas así que tocaste su hombro, volteó de inmediato.
Cuando te vio se sobresaltó un poco, sus mejillas se pusieron rojas en un abrir y cerrar de ojos, parecía temblar un poco. Desvió la mirada apenas tus ojos se encontraron con los de él y le sonreiste. Parecía querer hablar pero no podía hacerlo, la forma en la que estaba reaccionando le hacía lucir muy tímido pero tierno, tu sonrisa no desapareció de tu rostro en cambio, se hizo más grande y ahora te sentías mucho más cómoda. Genya cuando procesó todo pudo hablar, y así fue, lo hizo.
—¿______? —te preguntó por tu nombre, asentiste.
Sus mejillas seguían rojas, su voz parecía titubear pero se veía decidido.
—Que rápido fue encontrarte —le dijiste, una leve sonrisa también apareció en su cara.
—Bueno, me alegro de eso —respondió.
Ibas a empezar a caminar pero una persona pasó por tu lado corriendo, empujándote a un lado haciendo que cayeras sobre los brazos de Genya quien no dudó ni un segundo en atraparte. Su cara se puso aún más roja cuando sintió tus pechos en el suyo. Como pensó que te ibas a caer te sujetó fuertemente y tú te aferraste al pelinegro con fuerza igual.
Los dos se separaron de inmediato, hiciste una reverencia para agradecerle, este desvió la mirada mientras se sobaba la nuca.
—¡Muchas gracias, Genya! —le dijiste mirándolo mientras tomabas sus manos —en serio gracias.
—N-no fue nada ______... —respondió aún sin verte.
Era tanto para él que parecería que morirá en cualquier momento.
—Bueno... —lo soltaste al ver su incomodidad —¿a dónde iremos?
—¿Quieres entrar a la plaza? —preguntó un poco más calmado. —También podríamos ir a dar un paseo.
—¿Conoces lugares por aquí? —preguntaste, él negó. —¡Yo sí! Sigueme.
Tomaste su mano, volvió a ponerse rojo, tragó saliva y sólo le quedó estar agarrado a tu mano.
• • •
Ya estaba atardeciendo, se ofreció a llevarte a tu casa, aceptaste con gusto, no te vendría mal alguien acompañándote ya que no te sentirías sola y estarías segura junto a él. Mientras caminaban hacia tu casa iban hablando tranquilamente, hasta que en un punto te detuviste y él imitó tu acción. Sacaste tu celular, él se acercó a ti ya que le habías hecho una seña de que lo hiciera.
—¡Saquemonos una foto! —propusiste.
Genya asintió mientras se colocaba a tu lado.
Debo admitir que se decepcionó un poco, el azabache pensó que pedirías su número o algo por el estilo, él habría querido hacerlo pero no sacaba la valentía de ningún lado. La foto fue suficiente. Cuando la sacaste guardaste de nuevo tu celular y los dos siguieron caminando.
Fue hasta que llegaron en frente de tu casa que te querías despedir; ibas a darle un beso en la mejilla pero él volteó para verte, terminaste dándole el beso en los labios.
—¡N-no quería hacer eso! —le dijiste alejándote.
—¡N-no importa! —te dijo haciendo una reverencia como tú.
Los dos empezaron a hacer reverencias mientras se disculpaban, sus rostros se encontraban ruborizados.
• • •
Cuando terminaste de platicar con tu amiga tuviste que dirigirte a hablar con la jefa de tu grupo, quien te dijo que era tu turno recoger todos los ejercicios que había dejado el profesor de matemáticas, Sanemi y tenías que ir a dejarlos a su oficina. No querías hacerlo porque tenías flojera pero siendo una petición directamente de ella no pudiste negarte, aparte te lo pidió bien y con un por favor. En lo que recogías todas las libretas de tu compañero, pensabas en tu cita de hace un par de días, quizás fue un pequeño y leve toque de labios pero en los segundos que pudiste sentirlos; los labios de Genya te parecieron realmente suaves.
¿Cómo no pensarías tanto en eso si fue tu primer beso?
—¿______-chan? —preguntó tu amiga al ver tu cara de tonta después de que se te cayeran unas libretas. —Pon más atención.
—Perdón y gracias —le dijiste ya que había puesto las libretas que se cayeron junto a las demás. —Estaba pensando en alguien, disculpa...
—¿En alguien? —una sonrisa pícara apareció en su cara. —¿Genya, tal vez?, ¿qué sucedió con él?
—Creeme que ya ni lo recuerdo —cuando terminaste con el último cuaderno empezaste a caminar.
Tu amiga te abrió la puerta para que salieras y después la cerró aún siguiendote, para platicar contigo. Así que respondiste a cada una de sus preguntas que formulaba.
—¿LO BESASTE? —preguntó exaltada.
—Por favor no grites, calla... —le murmuraste. —Si vas a estar aquí tan siquiera ayudame y callate.
—¡Oh! Seguimos hablando después, ¡suerte _____-chan! —se fue corriendo sin dejarte responder, te quedaste con la palabra en la boca.
Te diste media vuelta para seguir caminando pero en cuanto viste a las dos personas en frente tuyo, te escondiste detrás de la pared. Si embargo una de las libretas se cayó, tenías que salir y levantarla de alguna forma.
—Salga de ahí, ______ —escuchaste la voz del mayor y tragaste saliva.
Genya en cambio se apresuró para juntar la libreta que se había caído y poder ayudarte con algunas pocas.
—¿Estudias aquí?... —preguntaste mientras lo veías y después mirabas a Sanemi y así.
El pelinegro asintió.
—Sanemi es mi hermano —te dijo con una sonrisita.
—¿De dónde se conocen? —preguntó el antes mencionado, dio un par de pasos hacia ustedes mientras se cruzaba de brazos.
Los dos se sonrojaron monumentalmente al recordar el besito que se había dado.
—E-es difícil de explicar, profesor... —respondiste mientras desviabas la mirada.
AAL FIN LO TERMINEEEÉ
Tengo por ahí uno de Haganezuka que publicaré después uwu.
DEBO PREGUNTARLES ALGO.
Haré una nueva historia sobre Kimetsu. La haré basada en el dorama de Love Alarm :0 Tanjiro va a ser una de las opciones de ley pero como lo publiqué en mi perfil algunas me dijeron que también fuera un triángulo amoroso, así será uwu. Pero tengo que decidir quien será el otro personaje y estoy entre; Giyu y Zenitsu. Por favor elijan uno de los dos. (⌒_⌒;) porfa :(
Está será la portada también necesito que me ayuden a elegir xD
CCon efectos↑↑↑
Sin efectos.↑↑↑
¿Cuál se ve mejor? :0
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top