Au moderno/escolar! Tomioka Giyu
Educación física, una materia amada por muchos pero odiada por ti. Tu condición física no es muy mala que digamos pero lo es, lo tuyo no es salir y correr persiguiendo una pelotita o rebotarla hasta anotar una canasta.
Eras más como un ratón de biblioteca; libros, novelas, revistas... Cualquier cosa que no involucre esfuerzo físico, pero más que nada por obligación participabas en las actividades de esta materia donde terminabas siendo el centro de burla algunas veces.
—Profesor —te acercaste a Tomioka, él volteó para poder verte.
Tan atractivo.
Su semblante serio, sus ojos azules te miraron; no parecía tan interesado en tus palabras porque intuía que es lo que dirás.
—Por favor, sólo esta vez —pediste mientras juntabas tus dos manos. —¡Por favor Tomioka!
Antes de que cerraras tus ojos para inclinarte haciendo una reverencia, notaste ese brillo peculiar en sus ojos.
No se veía siempre, las veces que lo observaste fueron realmente peculiares siempre se relacionaba con una situacion a esta, realmente extraño. Tus piernas temblaban ante su respuesta, en serio estabas cansada y no deseabas hacer nada. Abriste un ojo para poder verlo, estaba pensativo; el perfil en que se encontraba hizo que te sonrojaras al imaginar algo indebido con él, ¡por Dios, es tu profesor! Fue tan involuntario imaginarte eso al verlo de esa forma.
—Bien —fue lo única respuesta.
Tus ojos brillaron, iluminándose de felicidad mientras que, tu corazón empezó a acelerarse por la misma razón; era la décima vez en la semana que se lo pedías, ¡aceptó por fin!
—Pero —ahí se fueron todas tus esperanzas —deberás ayudarme a acomodar todos los balones, conos y el material que estamos utilizando al acabar la clase.
No todo lo que brilla es oro, dicen por ahí.
Suspiraste, era un precio alto que debías de pagar por un buen beneficio, "tengo clase de historia después..." ¡Lo peor de todo!
—Está bien, ¿puedo quedarme aquí con usted?
Tomioka dejó de verte, entendiste después de procesarlo un minuto; no había hecho ningún otro movimiento así que aprobó tu petición.
• • •
Caminabas detrás de Giyu, se dirigían al salón donde guardaban todo lo relacionado a educación física, mientras el cargaba las colchonetas que utilizaron, tú ibas con la bolsa donde se encontraban las pelotas. Tú al ser demasiado seria y la mayoría de las veces callada, y Giyu alguien serio por igual y de pocas palabras; el ambiente era algo incómodo porque nadie hablaba, él caminaba muy rápido. Aprovechaste el momento, nunca hablabas con los profesores al menos que ellos te hablaran primero; Kanae era con quien más solías hablar, aparte de enseñar biología se preocupa por la salud de sus alumnos y algunas veces se toma un par de módulos para hacer actividades donde todos conviven.
Sanemi pues... Eres buena en matematicas y en cuanto a Rengoku, aunque no seas tan buena en historia sacas calificaciones excelentes; todo con su apoyo y ayuda.
Pero volviendo a Tomioka, desde que empezaste a pedirle permiso para no hacer nada crearon una extraña conexión. Tú te acercabas mientras él estaba parado viendo como trabajaban, al principio ponía atención a tus palabras pero conforme pasó el tiempo y se fue aprendiendo tus jueguitos dejó de hacerte tanto caso. Sin embargo aunque no lo dijera, es más que obvio quien es su favorita; por un montón de razones que hasta el mismo desconoce. Tomioka se pregunta porque te sigue poniendo buenas calificaciones cuando muchas veces tu esfuerzo es igual a cero.
—Tomioka, ¿puedo decirle así? Agregar el profesor o quizás sensei es muy largo —la voz apenas salió de tu boca pero querías sacar plática.
—Dime como quieras —respondió girando a otro pasillo, sonreiste.
—Claro, Tomioka sensei ~ —dijiste en tono burlón.
Te callaste de inmediato, ¿por qué empleaste ese tono? Querías revolver tu cabello pero tenías ocupadas las manos.
—No es por nada, pero he escuchado que Shinobu la chica de... —volteó a verte, sabía de quien te referías. —Bueno, sólo quiero decir que pese a lo que ella diga, aunque no me guste su clase, usted es alguien muy agradable.
El corazón de Giyu empezó a latir rápido cuando dijiste las últimas palabras, la razón es obvia e incluso él la supo pero no quiso aceptarla.
—¿En serio? —el entusiasmo en su voz se hizo presente.
—Claro, ¿por qué mentiría, Tomioka sensei?
Ya no respondió, movió la puerta que estaba entreabierta, utilizando su pie. La escena que vieron fue magistral; una chica de segundo con alguien de tercero, una risita salió de tu boca al verlos. Giyu entró, apoyó las colchonetas a un lado para después tomar la bolsa de pelotas de tus manos.
—Diganme sus nombres y retirense de aquí —utilizó un tono serio, demandante.
Los chicos le dijeron sus nombres, salieron de inmediato corriendo.
—Aparte eres muy imponente —dijiste mientras lo veías.
—Tú tampoco eres muy abierta que digamos, ¿no es así? —preguntó mientras dejaba bolsa de pelotas apoyada igual que las colchonetas. —La mayoría de veces eres seria pero ahora, ¿qué es lo que te sucede?
Su pregunta te hizo suspirar.
—¿Qué debería de decirle? Sólo intento ser yo —tomaste un par de pelotas para acomodarlas. —Rengoku es muy buen profesor pero aún así no tengo la confianza de hablarle, lo mismo es con Kanae-san y ni hablar de Sanemi... Con usted es diferente.
Dejaste el balón de basquet en su respectivo lugar, la otra pelota la pusiste en otra caja.
—¿Diferente de qué forma? —preguntó mientras acomodaba las colchonetas.
—Me siento cómoda, Tomioka —respondiste volviendo por más balones. —quizás sea porque no te veo mucho pese a que vienes todos los días pero cada que me acerco a ti para pedirte algo o cuando te cuento algo, aunque parezca que no me haces caso, me inspiras esa confianza para hablarte.
Dejó la colchoneta en la parte trasera para después acercarse a ti, ir donde tú. Volteaste a verlo, tu cara neutral cambió a una de sorpresa mientras sentías tu rostro arder.
Giyu te dio una sonrisa hermosa, cerró los ojos, ladeó un poco la cabeza y su mano se encontraba en la tuya, revolviendo tu cabello.
—Muchas gracias, _____-chan.
—A-ah... ¿A qué se debe el "chan" en mi nombre? —preguntaste con notorio nerviosismo salió en un susurro. —Gracias a usted Tomioka sensei.
—Bueno —se alejó con rapidez de ti volviendo a su semblante normal. —Debemos terminar.
• • •
Caminaste persiguiendo a tus amigos, habían salido a comer pero tú comiste tu desayuno llegando a el aula, ahora te encontrabas corriendo detrás de ellos para que te dieran un poco de su comida.
—¡Son mis amigos! ¿por qué son así? —les gritaste.
Ibas súper atrás de ellos, no se detuvieron ni para responderte. Había pasado una semana desde lo de Tomioka y su sonrisa aún no se borraba de tu mente, estabas pensando constantemente en lo linda que fue al igual de la ternura de su reacción. Ahora cuando lo veías en el pasillo o por ahí; lo saludabas. Él te correspondía el saludo y después seguían sus caminos.
Es difícil de aceptar pero el corazón no miente.
No querías aceptar que te gusta ya que es un profesor, lejos de eso (que lo hace más interesante) es que, Dios tu primer enamoramiento de verdad... ¿Con un profesor? Normalmente sería un compañero de clase o amigo pero, ¿un profesor?
Aún así no podías ignorar los tontos latidos de tu corazón cuando lo veías, al recordar su sonrisa y cuando te saluda. Tu mente crea fantasías tan idiotas que a veces a media clase quieres gritar de emoción; lo peor de todo esto es que, Kanae la profesora de Biología se dio cuenta de esto y habló contigo. Le inventaste la mejor historia que pudiste para que no sospechara más, no podías confesar siendo tan cínica; que te empieza a gustar un maestro.
—¿Qué sucede? —una voz inolvidable hizo que te detuvieras.
Giyu Tomioka.
—Sólo perseguía a mis amigos por un poco de comida —dijiste con una risita nerviosa mientras cerrabas los ojos.
Sentiste como Giyu te golpeó la cabeza con suavidad, frunciste el ceño mientras abrías los ojos. Te tomó de la mano alejándote del lugar de donde seguían corriendo tus amigos; de nuevo tu tonto corazón latiendo de esa forma.
—¿A dónde vamos? —le preguntaste mirando hacia el frente.
—A comer.
Se dirigieron al aula donde se guardan las cosas que se ocupan en educación física, que a la vez sirve como "oficina" para Tomioka. Te abrió la puerta, entraste. En la mesa se encontraba un bento.
—¿Lo hiciste tú? —preguntaste mientras jalabas una silla para sentarte a su lado.
Él se sentó, acomodaste tu silla a su lado e imitaste su acción.
—Sí —respondió con tono tranquilo mientras lo abría.
Tomó los palillos y agarró un poco de comida, levantó los palillos poniendo su mano abajo mientras se dirigía a tu boca; entendiste de inmediato y con pena abriste tu boca. ¿Eso no sería un beso indirecto? Tu rostro se puso rojo, desviaste la mirada mientras masticabas.
—Últimamente —hablaste al pasar tu comida —siento que me gusta alguien.
Giyu volteó a verte, lo viste directo a los ojos; azules como el cielo nocturno. Suspiraste mientras empezabas a mover tus piernas, él seguía viéndote curioso sobre lo que dirás después.
—Y no sé, siento que no es el mismo sentimiento... O sea, me refiero a que yo le guste a él.
—¿Quién te gusta?
En realidad no esperabas que lo preguntara por lo cual fue una sorpresa para ti. Tenías la vista en tus manos con las cuales estabas jugando. Giyu te rodeó con su brazo derecho apegándote a él, esa acción también te tomó por sorpresa.
—Creo que... —Tomaste aire, buscando valentía —me gusta usted.
Tomioka acarició tu cabello con suavidad, estabas casi recostada en su pecho así que escuchabas a su corazón; latía igual de loco que el tuyo, tus esperanzas se iban al diablo y luego volvían, así se repetía todo.
Aunque el ojiazul no haya dicho nada, no significa que no sintiese lo mismo, estaba procesando lo que diría al igual que tú.
—Te amo.
Soltó una palabra tan fuerte, que te hizo sonrojar al máximo, el rubor en tu cara se notaba mucho por lo cual escondiste tu cara en su pecho.
—¿Es en serio? —hablaste con la voz entrecortada, temblando.
—¿Me apresuré mucho a decirlo? Eres tan... Tú que te quiero un montón —dijo de nuevo esbozando una pequeña sonrisa involuntaria.
—Tus sonrisas son muy lindas Giyu...
Lo llamaste por su nombre, haciendo su sonrisa más grande aún.
Te tomó del mentón, acercando su cara con cuidado a la tuya, lento, parecía una tortura elaborada a la perfección. El simple hecho de anhelar sus labios ya era mucha, pero estabas nerviosa aún para un beso, cuando sus labios casi se rozaban un paro cardíaco estuvo apunto de matarte; desvió sus labios a tus mejillas dejando un beso en la derecha.
—Tiene que ser un momento mucho más bonito que estar aquí, ¿no? —preguntó a lo que tú asentiste.
El timbre sonó así que, te tenías que ir. Ibas a levantarte pero te detuvo, de un movimiento rápido puso sus labios sobre los tuyos dándote un piquito, te despediste saliendo rápido mientras tocabas tus labios.
Diste un par de pasos hasta que te topaste con Kanae, la cual te vio.
—¿Sucede algo, _____-chan? —Preguntó acercándose a ti —estás roja.
No pudiste responder, los nervios te ganaron, tampoco querías que sacara conclusiones y tu mente no servía para pensar en ese momento.
AHHH AL FINNN
KWKDKWIFW Necesitaba algo así, un one shot de Tomioka siendo profesorrrrrrr
Ahora sí, mañana si puedo le sigo a los pedidos, empezaré por los fáciles; Tanjiro, Inosuke, etc...
One shot escrito después del accidente— (si entendieron que cool) :0
Necesito seguirle al one shot de Sanemi :'0 se me ocurrió algo bien mmalon jskfis
Ojalá les haya gustado. <333
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top