Au moderno/escolar! Sanemi Shinazugawa
Continuación de la parte anterior.
Te quejaste mientras guardabas todas tus cosas para salir a la cancha. Dejaste tu dinero, celular y cualquier cosa de importancia que se pudiera caer de tus bolsillos. No te gusta educación física, no. Giyu es un maldito subnormal que casi los mata con sus ejercicios; que sentadillas con la mochila, que lagartijas con la mochila, que diez vueltas a la cancha... Pero gracias a Sanemi habías conseguido un pequeño permiso de no hacer cosas tan duras y fuertes como esa.
Aún así era mucho peor, volviendo a lo de ayer, no tienes amigos de tu clase todos son tus compañeros nada más, así que por ende cuando tocan hacer equipos sales perjudicada. Haces equipo con una chica a la que todos (menos tú) ignoran, y eso fue lo más cercano a un amigo de tu clase.
Ella se te acercó con timidez, llevabas tu botella de agua en la mano e ibas a darle un trago. No habías visto que estaba cerca así que cuando te habló casi te ahogas.
—P-perdoname ________ —se disculpó alejandose a una distancia considerable de ti.
—No te preocupes —le dijiste mientras te limpiabas con la manga de su sudadera el agua que casi escupes.
—Oye _______, lo que dijiste sobre Shinazugawa sensei... —aquella chica te miró mientras jugaba con sus dedos.
—No es verdad —reíste. —¿Te imaginas lo duro que sería? Digo, es parte de su personalidad no podría aguantar.
Tu comentario tan raro la dejó confundida, sin embargo tu primera respuesta le bastó para estar feliz.
Las dos caminaron hacia la cancha mientras hablaban, su conversación era algo trivial pero no importó mucho porque las dos la disfrutaron. Cuando llegaron, Giyu puso a todos en fila, los hombres enfrente de las mujeres y al lado había una caja llena de globos. Tragaste saliva, sabías que era lo que harían y por tus recuerdos no te gustará para nada (ese día agradeciste no estar en la actividad). Tomioka empezó a hablar para explicarles.
—Supongo que lo recuerdan —habló mientras iba por un globo. —Harán un recorrido, uno y uno, primero van a tomar el globo para reventarlo sentándose encima de él, luego otro de sus compañeros saldrán y lo reventarán junto a él. Se pondrán de frente y luego se van a recostar en las colchonetas y pondrán el globo en su pecho, su compañero o compañera tendrá que subirse encima para reventarlo.
—Debe de estar enojado por algo... —te murmuró tu amiga.
—Pero se van a combinar, necesito a cinco mujeres de este lado y seis hombres allá. ¡Ahora!
Tú y aquella chica se cambiaron de fila rápido, fueron unas de las primeras. Tragaste saliva, ahora mismo necesitarías un gran y lindo milagro...
Cierto peliblanco se encontraba caminando con prisa hacia la cancha, no llegaría en tu rescate más sin embargo si te ayudaría, cuando llegó a donde tú te encuentras, no fue directamente hacia Tomioka para no interrumpir, el antes mencionado se dio cuenta de la presencia de Sanemi y les dijo que esperaran un momento, fue con él para escuchar que era lo que tenía que decir, quería seguir rápido con su actividad.
—¿Qué quieres? —preguntó Giyu frunciendo el ceño.
—Creeme que no estaría aquí si no fuera importante —Sanemi respondió de la misma forma. —Necesito a _______, es urgente.
—¿Para qué? —Tomioka preguntó confundido. —Que yo sepa no tiene ningún problema.
—¿Va a poder venir conmigo o no? —preguntó el de ojos morados cruzándose de brazos. —No es un problema, la necesito explicando un ejercicio a esos niños estúpidos que no entienden nada.
El azabache suspiró, volvió a donde sus demás alumnos y te llamó.
No mencionó el nombre de Sanemi o quien te llamaba, sólo dijo que lo acompañaras y te llevó con el profesor de matemáticas. Cuando lo viste le diste una sonrisa disimulada mientras escuchabas lo que Tomioka decía, sin embargo Sanemi parecía estar ansioso de ya querer irse.
—¿Va a volver antes de que termine la hora? —preguntó el ojiazul.
—Lo dudo —respondió el de ojos amatista.
—Como sea —Tomioka se dio media vuelta. —Suerte, nos vemos.
Caminó de vuelta con los demás, Sanemi cuando vio que se fue te tomó de la mano y empezaron a caminar. El agarre en tu mano era fuerte pero no lo suficiente como para lastimarte. Sanemi estaba serio y a veces cuando salia hablar con Giyu se ponía algo explosivo pero agradeciste, no sólo que llegara a tiempo si no que no explotara si Giyu le decía una respuesta negativa a su petición. Era raro que se comportara así dentro de la escuela, normalmente solían ignorarse mutuamente pero cada que sucedía esto es porque; uno de los niños de primero (que aún no lo conocen bien y no saben de lo que es capaz) le respondió o hizo enojar horrible y Sanemi no se pudo desquitar debido a que la vez que tiró a alguien de la ventana le pusieron una sanción horrible.
—Nemi —lo llamaste, él volteó a verte. —¿vamos a tu sala? Esta hora la tienes de descanso, ¿no? No te toca nadie.
—Así es.
Cuando llegaron abrió la puerta del lugar que antes mencionaste y dejó que pasaras. Le puso seguro a la puerta y después se acercó a ti. Viste las libretas que había en su escritorio, te acercaste sentándote en la silla frente a este. Las tomaste para ver que era lo que habían dejado y sí, tus sospechas están ciertas. Su actitud así quizás se debería a algo relacionado con alguien de primer año.
—Nemi... —volteaste a verlo cuando el se arrodilló y te tomó de las manos haciendo que dejaras la libreta. —Aquí pueden descubrirnos.
—No quiero eso, _______ —aunque su cara estaba seria su tono fue más tranquilo que normalmente. —No cada que te llame va a ser para que tengamos sexo o derivados, nuestra relación dejó de ser así hace un tiempo.
Entrelazó sus dedos con los tuyos. Sonreiste.
—Dame un abrazo.
Aunque la petición de Sanemi sonó más como una orden, no pudiste negar que el tono que empleó hizo que se te derritiera el corazón. Te levantaste de la silla y él hizo lo mismo, lo rodeaste con tus brazos, imitó tu acción. Se unieron en un lindo y tierno abrazo, acariciabas su cabello jugando, tenía el largo y peinado perfecto para hacer este tipo de cosas.
—A juzgar por un principio —hablaste haciendo que se tranquilizara más. —Has cambiado un montón, sólo falta que le hables a tu hermano con naturalidad. ~
—Pue-...
—No, debes hacerlo porque tú quieres y te preocupa —te separaste un poco, tomando a Sanemi de las mejillas. —¿A mí también me dejarías de hablar y me alejarías de ti sólo porque te preocupo?
Sanemi desvió la mirada de la tuya para pensar.
—Sí.
Suspiraste para después reír.
—Bien, no sirvió mi analogía. Aquella vez que fui a tu casa él no estaba, ¿verdad? Suponiendo que no estás bien —acercaste tu cara a la suya. —¿Puedo ir hoy?
—Siempre tan inteligente, _______ —rió.
—¡Eso! Ahí está, eso es lo que quería ver —dijiste dándole un besito en la frente. —Tus sonrisas son hermosas, por favor solo mantenlas para mí.
Habías logrado que Sanemi se sonrojara, quizás no era mucho ni muy notorio como los tuyos pero se ruborizó.
Quitaste tus manos de la sorpresa cuando Sanemi te tomó y besó. Al parecer el beso lo hizo algo subido de tono, tus palabras en serio le hicieron avergonzarse. Claro que correspondiste al beso.
Cuando se separaron, él te abrazó.
—Te contienes mucho conmigo, ¿no? —preguntaste mientras jugabas con su cabello. —Está bien, me gusta. Te amo, Nemi-kun ~
—También te amo ______.
Estaban tan tranquilos abrazándose que cuando escucharon unos golpes en la puerta tú te asustaste. Sanemi dejó un último beso en tus labios para después soltarte y salir.
LES DIJE Q TODO AQUÍ ES AMOR Y ALGODÓN.
COMO QUE ME ESTOY TARDANDO CON SU HISTORIA, ¿no?
JSKFKSFIWI SANEMI NO ME GUSTA Y ME ESTÁ CONQUISTANDO :'U Ya me gusta uwu
Ahora si actualice más rápido —brillitos.— Estoy feliz de ello xD, luego me mató a las 9 de la noche escribiendo algo para publicarlo a las 10:30.
Ojalá les haya gustado, mañana si tengo tiempo y ganas voy a escribir uno de Shinobu. (Hora sad) porque va a ser triste... Clarooo si me sale xD
Multimedia me mató. 💕💕💕
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