No puedo explicar en tan poco como es que se desarrolla este universo para mí, espero le entiendan al OS. :c

En realidad no vives en un lugar inseguro, sin embargo estás en el punto medio de dos mafias y eso debería de hacerlo inseguro pero hasta ese entonces mo era así... Solías escuchar y ver las noticias que daban en la tele sobre los barrios vecinos, peleas por territorio e incluso encontraban personas muertas debido a deudas que nunca se pagaron. Tu vida era lo suficiente tranquila en ese punto medio: ni negro ni blanco, sólo gris. Ir de compras cada fin de semana, regresar a casa y luego ponerte a trabajar en un guión para después poder ilustrarlo era tu rutina, lo más simple y fácil de la vida. Tenías una vida poco mundana.

—Hoy tengo que comprar algo de ramen, soja, leche y... Dudo que el dinero me alcance —murmuraste para ti misma mientras ibas camino al supermercado.

Metiste las manos en las bolsas de tu sudadera, no hacía frío exactamente pero estabas resfriada pero al vivir sola no tenías a nadie quien fuera a comprar cosas las cosas por ti. Tu vida era extremadamente solitaria y tonta. De repente sentiste escalofríos en tu espalda, lo cual se te hizo raro. Justo cuando ibas a voltear, sentiste como alguien ponía algo encima de tu cabeza y con su mano te tapaba la boca. Empezaste a patalear intentando gritar y quitar la mano de ese hombre, fue entonces que alguien más te sujetó e incluso uno de ellos habló, así fue como reconociste que son hombres.

—No seas estúpido, Hana tiene que llegar con vida. No la trates tan rudo, idiota —le dijo en susurros su compañeros mientras te arrastraban.

—No seas tú el imbécil, baboso —le reprochó. —Yo solo sigo órdenes.

—¡Esas no fueron las ordenes del jefe!

Entre su discusión; el tipo que tenía tu boca tapada quitó fuerza y pudiste jalarla para poder librarte, por ende te impulsaste para delante librándote por igual del agarre de su brazo. Intentaste quitar la bolsa de tu cabella con rapidez y lo lograste pero ellos dos te iban persiguiendo. Tu corazón latía tan rápido... Fue tanta la adrenalina que tu cerebro tenía que procesar más rápido las distintas posibilidades de la situación, las calles estaban vacías debido a que era muy temprano y gritar... En definitiva era una mala opción pero fue la única.

—¡Alguien ayúdeme! Me intentan secuestrar... —apenas y terminaste de decir la palabra cuando sentiste un gran dolor y después caíste al suelo.

Te dolía a horrores la cabeza, cuando abriste los ojos tu vista era borrosa, no podías distinguir de buena forma las figuras pero sabías que había alguien en frente tuyo. Aún abrumada por lo que había sucedido cuando por fin pudiste verlo correctamente tu corazón comenzó a latir con rapidez. Seguías confundida pero tu vista ahora se encontraba perfecta. Cabello tan brillante como el sol y de un hermoso color dorado, las puntas del mismo eran rojas y por un momento creíste que era fuego. Un traje que parece ser ajustado sin embargo le queda bien a ese cuerpo mientras que, sobre sus hombros se encontraba una capa negra con un forro adentro del mismo color pero con un diseño de llamas en ella.

Se trataba de un hombre joven y apuesto, te perdiste tanto en su apariencia que hasta la edad le calculaste. Parecía estar por eso de los veintitantos.

—¿Se encuentra bien, señorita? —preguntó inclinándose un poco para acercarse a ti.

Esta acción provocó que la ropa se le pegara más al cuerpo.

—¿D-dónde estoy? —fue tu única pregunta.

Al estar tan perdida en él, no habías puesto atención a tu entorno. No estabas en la calle puesto a que sentías el calor único de tu hogar, giraste la cabeza y te diste cuenta de que efectivamente te encuentras en tu hogar.

—Me tomé el atrevimiento de traerte a tu hogar, al parecer no me equivoqué —la risita de ese hombre te cautivó.

—Yo... Yo estaba en y luego sucedió que y me quedé —trataste de explicar.

—Lo sé —se sentó a un lado tuyo. —Estaba algo lejos del lugar pero te pude escuchar, conozco a esos tipos y no son más que una escoria más, intentan conseguir fama a base de terceros. —Su emoción era notoria.

—¿Conoces a...?

—Confesaron que buscaban a Hana —explicó con tranquilidad. —Ellos no conocen a ninguna Hana, buscaban a la misma persona que yo y por lo que vi en tus identificaciones tu nombre es ________.

—Espera... —frunciste el ceño. —¿Tú, tú, t-tú perteneces a la mafia?

El joven asintió con una sonrisa en el rostro, una sonrisa sincera que hasta parecía ser cínica. Los ojos cerrados y los labios levemente curvados...

—En realidad buscaba a la persona que dejó información de Hana. El nombre es correcto pero las personas se enteraron de los datos equivocados y así fue como terminaste en esa situación.

—No puede ser...

Te recostaste de nuevo sobre tu cama mientras revolvías tu cabello. Giraste bruscamente hacia la izquierda casi cayendo de la cama, era demasiada información que procesar para lo que había sucedido en la mañana. ¿Unos tipos querían secuestrarte y te salvó otro que también pertenece a una mafia? Toda una locura increíble. Estabas hundiéndote en tu delirio, no fue hasta que ese hombre continuó hablando.

—También vi tu lista de compras y pensé que sería apropiado hacerlo por ti. ¡Es lo que un caballero hace!

¿Teniendo tan buenos modales y perteneciendo a una mafia? Súper increíble.

—¿Tú hiciste qué?... —preguntaste incrédula ante sus palabras. —Debió de haber sido mucha molestia para ti, bastaba con salvarme, hasta me trajiste a casa.

—Bueno no hice todo esto solo por buenos modales —respondió mientras se levantaba.

Se puso a un lado tuyo y con una de sus manos acarició tu cabello.

—Tú tienes información que me sirve.

Definitivamente no ibas a tener la misma vida simple y tranquila de siempre.

• • •

El nombre de aquel hombre es Kyojuro, no lo supiste si no hasta la segunda vez que te visitó. Tampoco te dijo a que mafia pertenecería así que lo único que sabías de él es que tiene una apariencia de ensueño y que pertenece a una mafia (al parecer de gran poder) esa era la única información que tenías sobre él.

Después de eso te salvó de nuevo.

E incluso fue a tu casa para desayunar.

—No tenías que acompañarme —le dijiste suspirando.

—Estoy aquí para cumplir con mi trabajo, eres una chica indefensa que apenas y pone atención a su alrededor —respondió con una sonrisa. —Debes motivarte más a ser más optimista.

—¿Cómo tú? —preguntaste. —¡Mi vida era tranquila hasta hace un mes!

—La semana pasada casi te atropellan —respondió.

—Eso le puede suceder a cualquiera.

—Antier alguien alguien te estaba acosando —mencionó.

—¿Acosando?, ¿cómo sabes eso?, ¿acaso eras tú?

—No, nuestros caminos sólo coinciden. Me encargué de él y regresaste sana a casa. ¡No es nada!

Caminaste más rápido, te sientes protegida con él, sí. Tenerlo de acosador era genial, en efecto no. Entraste al supermercado para poder comprar las provisiones de la semana y aún así él te siguió. Exploraste con normalidad los pasillos, Kyojuro de un momento a otro había desaparecido y eso te confundido pero intentaste ignorarlo, fuiste a pagar, después saliste pero seguías sin encontrarlo. Eso se te hizo más extraño, él había dicho que no se iba a separar de ti en todo el camino y no lo encontrabas por ningún lugar.

—¿Kyojuro? —preguntaste a la nada como si fuera a servir de algo.

Empezaste a caminar, pasaste al lado de un callejón y fue entonces que escuchaste un sonido. Tragaste saliva y cuando te habías atrevido a mirar, el rubio te obstruyó la vista con su cuerpo y su sonrisa.

—Que chica tan curiosa, eso sirve en batalla pero puede perjudicarte —aconsejó. —¿Qué querías ver?

—¿Qué pasó ahí?... —preguntaste.

Kyojuro hizo una señal con su mano indicando que guardaras silencio y después te guiñó el ojo. No llevaba sus guantes, te acarició la cabeza para después empezar a caminar a tu lado. Sacó su celular y marcó un número con el cual no duró mucho hablando.

—Sé que tienes curiosidad pero te lo dije —insistió. —Yo no hago cosas al menos que la persona sea mala, la regla es ni mujeres ni niños... Al menos que estén metidos en algo fuerte.

Explicó seriamente.

Aún te costaba entender que el rubio pertenece a la mafia.

Y lo último te causó desconfianza.

—Ahora mismo debo protegerte para lograr mi objetivo así que eres mi prioridad —sonrió.

Como si eso fuera cierto. Su prioridad sí, claro que sí pero ¿protegerte sólo por para lograr su objetivo? Definitivamente se estaba desviando mucho del camino.
Paró y te tomó de la mano, no habías sentido su piel directamente, nunca pudo pasar hasta hora. Cerró los ojos y te dio un beso en la frente.

—Te quiero mucho, ________.

A VERRRRRS.
SÉ QUE DE SEGURO NO ENTENDIERON ASÍ QUE VOY A EXPLICAR UNAS COSAS:

(Va a tener segunda parte) y lo que sigue a continuación cuenta como spoiler de la parte 2. (◎_◎;)

Pedido: Artemis022

•"Hana" es el apodo de la novia del ex de rayis. Este se metió en algo ilícito con la familia Rengoku y por eso lo perseguía Kyojuro. Sin embargo el ex novio de rayita dio información falsa, la cual pensó iba a lograr engañar a la familia Rengoku pero nuestro solecito es inteligente.

•Rengoku no mencionó su apellido para que rayita pudiera investigar sobre él.

•Hay una razón por la cual el ex de rayis la odia tanto e intenta meterla también en sus problemas. Esto se relaciona con lo último, Kyojuro... Ya saben, le hizo "eso" a esa persona porque sabía que iba detrás de rayita.

Hasta aquí mi informe, Joaquín. ͡° ͜ʖ ͡°