𝟏. 𝐂𝐨𝐧𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧
ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 𝕌ℕ𝕆
Conversion
—Te podremos ayudar a pagar la deuda-suspiraba ligeramente subiendo las escaleras los más rápido que podía-,hija solamente hablemos...
Azote la puerta detrás de mi al entrar a mi habitación, odiaba gritarle a mi madre, pero cuando te amenazan de muerte a ti y a toda tu familia por unas cuantas monedas que debes, es lo mejor. Sabía que si no pagaba a ellos les importaría muy poco que tenga hermanos pequeños, así que decidí decirle a mi madre que tenía que irme.
—No podrás hacerlo-me detuve empacando la maleta la cual había tomado debajo de mi cama, se notaba lo desgastada que esta se encontraba, me pasé una mano por la cara sintiendo la picazón en los ojos-, no es algo que vayamos a discutir madre...
Escuchaba los toques en la puerta de mi habitación, mi madre se encontraba llorando, era obvio, su hija de 17 años se encontraba abandonando su hogar, la hija a la cual todo el barrio donde vivían la llamaban zorra. Yo trabajaba en burdeles en el año 1665, pedía prestado continuamente dinero a hombres no muy buenos, lo cual ocasionó mi huida repentina.
—Hija, por favor...Grace hermosa, podremos arreglar esto-escuchaba como lloraba detrás de la puerta a lo que yo ya había guardado la poca ropa que tenía-, pediré más dinero al banco...
Sentia un nudo en la garganta, con un suspiro tome la maleta, me puse un abrigo y salí de la habitación
-que ahora ya no era mía-, tomé a mi madre de los hombros y con la fuerza que tenía y escuchando su lamento la tiré al suelo antes de que pudiera detenerme.
Escuche los gritos desgarradores de mi madre, soltando una última lágrima seque mi rostro y camine con paso firme a los barcos, sentia las miradas en mi de los hombres y mujeres, murmuraban cosas sobre mí y fue cuando lo sentí.
Me habían tomado del brazo tan fuerte que sentí un dolor agudo, me tomaron tan fuerte que no pude soltarme aún resistiéndome, solté la maleta escuchando romperse varias cosas que tenía, me arrastraban y siendo un lugar ya poco transitado por las altas horas de la noche, nadie podía ayudarme. Sabia que se trataba de ellos, deje de resistirme y patalear al reconocer que no podía hacer mucho, me dejé llevar escuchando las carcajadas de los hombres a mi alrededor.
—La pequeña zorra pensó que podía irse sin pagarnos-me tomaban de los cabellos sintiendo el dolor en el cuero cabelludo-, pero vas a aprender que nadie hace eso y sale vivo...
Después de aquello no quise ver nada de lo que hacían conmigo. Escuchaba los gritos de emoción de ellos, sentía el dolor de mi cabeza al impactar contra el suelo, las manos de cada uno arrancando la ropa que llevaba, pude oler el olor asqueroso de alcohol y sangre, podía sentir las navajas en mi piel como el dolor entre las piernas, sentia dolor en todo el cuerpo.
Después de lastimar cada parte de mi cuerpo, violarme y jugar conmigo, me dejaron tirada, escuchaba que se reían a carcajadas hasta que algo hizo que no escuchara nada, pensé que se habían ido hasta que uno de ellos habló temblorosamente, no entendía ninguna palabra, pero notaba que el tono de su voz era de miedo verdadero.
—Tranquila -escuche la bronca voz de un hombre y senti algo taparme del frío de aquella cruda noche-todo estará bien... pequeña
Solo escuche los gritos de aquellos malnacidos, gritaban tratando de huir, el abrigo que me había puesto el desconocido me calentaba lo suficiente. Con las fuerzas que retomé abri los ojos y vi la masacre de aquel vampiro, había vaciado completamente los cuerpos de los que me habían dejado aquí, sonreí y dejé de pelear con la vida.
—Lo siento mucho, pero es la única opción
Al escuchar aquello, me confundí, hasta que sentí agujas atravesar mi cuello, escuché como se abrían paso sus colmillos en mi piel, ardía como veneno en la sangre, me retorcí al sentir fuego pasar por mi cuerpo, me agitaba y gemía de dolor, el dolor de mi cuello se esparció por todo mi cuerpo, llamas debajo de mi piel me hacían suplicar que detuviera el dolor. Supe que me había levantado del suelo sucio donde había muerto esa misma noche, después de varios minutos pude sentir la suavidad de una cama, pude distraerme un par de momentos del ardor.
Escuchaba la voz de aquel hombre, pero por ratos lo único que escuchaba era un zumbido constante y profundo, sentia que moría, pensaba muchas cosas, tal vez ya habían pasado años y ese dolor seguía o así lo sentí, sabía que solo pasaban segundos aunque el dolor me hacía vivir los momentos más largos. Empecé a sentir pánico. El fuego convirtió la noche en una especie de cámara de privación de los sentidos: no percibía nada que no fuera dolor, ni la cama debajo de mi.
—El dolor pasara chiquilla-sentía como poco a poco me acostumbraba a el fuego en mi ser-, te deberé explicar muchas cosas, así que lo haré cuando despiertes, tranquila, nadie volverá a dañarte, nadie podrá destruirte fácilmente...
Sentía el tiempo pasar como la voz de aquel hombre, me había dicho que ya había pasado un día de aquel suceso y que la conversión tardaba tres días; escuché sobre la única regla: la existencia de los vampiros debía permanecer en secreto. Eso significa que él debía controlarme, una vampira neofita.
—Yo te enseñaré, te mantendré a salvo, te lo prometo, no podrás decirle a nadie lo que eres-escuchaba suspiros de parte de él-,no podrás volver a ver a tu madre ni familia, les podrías hacer daño y deduzco que por eso estabas huyendo, para mantenerlos a salvo
Escuche sobre los vulturis, eran la realeza de los vampiros, me explicó cómo iniciaron una campaña milenaria para llevar la paz y el orden al mundo vampírico y que en sus inicios habían sido seis integrantes, ahora ellos vivían en Italia, Volterra, traté de recordar los mapas que había visto en el despacho de mi padre, pero no recordaba donde se encontraba aquel lugar, escuché sobre los dones y que podía portar uno yo si tuviera la oportunidad, existían distintos y él explicó su don; consistía en ser veloz más rápido que el vampiro promedio. Me dijo que los Vulturis eran quienes habían inventado todas las historias sobre las cruces, el agua bendita y los espejos. Durante siglos, consiguieron que todas las referencias a los vampiros se convirtieran en mitos. Y ahora velaban por que así siguiera siendo. Los vampiros debían mantenerse en las sombras... o de lo contrario deberían hacer frente a las consecuencias.
Me contó sobre su conversión en los años 1300, dijo que me había ayudado por que le recordaba a su hermana fallecida, habló y habló durante los tres días, no se había alejado de mí-solamente cuando compro ropa para mi e hizo que una mujer de la calle me ayudara a limpiarme sin hacer preguntas por una buena cantidad de dinero-.
—Jamás volverás dormir, la comida te resultará desagradable, si lo haces, es como comer tierra-me sorprendía mucho de aquello-, nunca volverás a tener hambre, solo sed, te enseñaré a cazar o matar, tu decidirás cuando esto acabe-se mantuvo en silencio por un tiempo y pensé que se había ido hasta que siguió explicándome de los vampiros-No te enfermaras nunca, ni tampoco volverás a sentir cansancio, serás capaz de correr velozmente, tendrás una fuerza mayor que cualquier otra especie del planeta. No necesitas respirar, podrás ver con mayor claridad, y escuchar incluso el sonido más sutil y lo más perturbador... tu corazón dejará de latir
Era tan consciente de todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo que percibí inmediatamente el momento en que algo cambió. Empezó en los dedos de mis pies; ya no los sentía. Era como si el fuego por fin hubiera vencido, reduciendo partes de mí a cenizas.
Pude sentir mis piernas y manos, pero solo que daba la sensación de que, más que apagarse, se estuviera... desplazando. El fuego, que había abandonado mis extremidades, parecía estar fluyendo hacia el centro de mi cuerpo, avivando las llamas, intensificando el calor. Era incapaz de creer que pudiera existir un ardor aún más intenso. Mi corazón, que ya latía con gran fuerza, empezó a hacerlo a mayor velocidad. Parecía que allí era donde se concentraba el núcleo del fuego. Estaba absorbiendo las llamas de mis manos y mis tobillos, liberándolas del dolor pero multiplicando el calor y la agonía en mi pecho.
El incendio llameó en el centro de mi pecho, absorbiendo los restos de llamas del resto de mi cuerpo para alimentar el más abrasador de los rescoldos. Fue tan intenso que me aturdió. La espalda se me arqueó, doblándome como si el fuego me estuviera alzado desde el corazón. Se inició una batalla en mi interior: mi corazón desbocado bombardeaba al fuego desatado y ambos iban perdiendo. El fuego estrechó su cerco, concentrándose en una dolorosa bola del tamaño de un puño con una oleada final insoportable. Esa lamarada fue contestada por un profundo golpe sordo que sonó como a hueco.
Mi corazón tartamudeó un par de veces y después latió solo una vez más.
Ya no hubo ningún otro sonido. Ni una respiración, ni siquiera la mía.
—Eres un vampiro...
Y por primera vez, pude ver el rostro de mi salvador, podía ver todo más cerca, las notas de polvo, la madera construida, las partículas del aire, sentia la garganta seca, pero con firmeza olvide el dolor y me levante escuchando la voz sorprendida del vampiro de mi lado, sentí una de sus manos envuelta en una de las mías, su toque frío que al principio había sentido al acercarse a mi, ahora era una temperatura similar a la mía, mi dura piel, sedosa y pálida era idéntica a la suya.
—¿Te encuentras bien?-lo mire y su cabello oscuro caía por su frente, sus ojos eran carmesí, podía notar que en ellos había visto muchas cosas-te salvé de aquellos hombres asquerosos, si quieres irte de mi lado lo puedes hacer, pero debo prepararte antes para cualquier momento que puedas pasar ya que al haberte convertido soy como tu padre
Asenti lentamente tratando de asimilar lo perfecta que era su rostro.
—Me encuentro bien-deje de hablar al escuchar mi voz, ¿es era realmente mi voz?-, y con respecto a lo de la sangre...tomaré la que me aconsejes tomar, aunque si es de humano...¿me ayudarás a decidir que personas lo merecen?
Me sonrió y asintió, sentí como me había tomado y me había abrazado, sentí el cariño de un padre, sabiendo que el mío había desaparecido cuando tenía 6 años.
—Vamos a cazar...
Habíamos regresado y en el camino había notado que como me había explicado, cualquier sentido que tenía había mejorado, hablamos y decidimos irnos a otros lugares, juntos siempre.
Nos encontrábamos en China después de varias décadas moviéndonos, habíamos conocidos un par de vampiros que nos hablaron de las almas gemelas como la Tua cantante nos sorprendió a ambos ya que al principio pensaron que éramos pareja, después de explicarles que éramos como padre e hija se rieron, hablamos todos para después dirigirnos cada quien a su habitación.
En un momento al estar en el balcón pude contemplar una imagen en mi mente.
"Era yo junto a un hombre rubio, me miraba con admiración y amor, mirábamos a una familia de vampiros igual, sus ojos eran un ocre extraño, caramelo oscuro. Nos tomábamos de las manos felices.
—Carlisle Cullen, me gustas demasiado y te amo...
Me besó y pude sentir sus manos en mi cintura, encajamos como dos piezas de rompecabezas.
–Grace Miller, eres mi vida ahora, te amo y te amaré por la eternidad..."
Solté un jadeo al sentir los sentimientos en mi piel como si estuviera con él, sonreí felizmente y con mi velocidad vampírica corri hacia Christian le sonreí y supo que era algo bueno.
—Pues vamos pequeña...
Sonreímos y después de despedirnos de los vampiros Andrew y Kristen, partimos a Forks, tomamos el primer avión que pudimos y descansamos en el viaje.
Un capitulo largo♡ primer capitulo♡ su conversión de Grace!! Una historia triste y parecida a la de Rosalie... ya vio su futuro:)).
Esperen con ansias el siguiente capitulo ♡
Casi 2100 palabras chiquillos♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top