Regreso a casa incrédula y sintiéndome humillada. Liam no significa nada para mí, solo es mi amor de la infancia. Ni siquiera sé por qué estoy llorando por él. Entro corriendo a la casa.

- Nicol... ¿Qué pasó?

Me limpio las lágrimas.

- No es nada, se me metió algo en el ojo.

- No me mientas, yo soy tu madre. Sé cuando estás triste.

- Mamá, yo...

- Por favor, Nicol. No quiero verte así. Estoy preocupada. ¿Alguien te hizo daño?

- Me hirió profundamente.

- ¿Quién? ¿Se trata de Jimin?

Me quedo callada y niego con la cabeza.

- Sabes que estoy aquí para ti, confía en mí.

- Le vas a decir todo a papá.

- Claro que no lo haré.

Me limpia las lágrimas de la cara.

- Sabes que no soy como tu padre.

- Lo sé.

- No insistiré más, a menos que tú sola me quieras decir. Si no me hubieras dicho que te gustaba Jimin, no habría insistido en que te casaras con él.

- No se trata de él.

- Es por Liam... ¿Tengo razón?

- Sí...

- Cuéntame lo que pasó...

- Me decepcionó.

- ¿De qué forma?

- Esa es la pregunta correcta. ¿Cómo puedo dejar que me decepciona alguien que no es nada para mí?

- Cálmate.

- Fui a verlo a su casa y lo encontré con otra... Mientras estaban teniendo sexo.

- Oh... Eso puede ser devastador... Para alguien que siente algo por él. Cuéntame, querida... ¿Qué es lo que sientes por ese chico?

Me quedo parada frente a mi madre, sintiéndome expuesta y vulnerable.

- Nada de nada. Tal vez solo puro desprecio.

- Hay una delgada línea entre el amor y el odio. Seguro que esperabas que estuviera enamorado de ti por siempre, ¿verdad?

- Tal vez. Supongo que tienes razón.

- Escucha... Es totalmente normal que te sientas así.

- ¿Eso crees?

- Sí. Y desahógate llorando si eso es lo que necesitas.

- ¡Gracias, mamá!

- Te amo.

- Yo también te amo.

• ୨❀୧ •
Al día siguiente

Es de noche. La recepción del senador y la celebración de gala se acercan. Me siento triste y emocionada por ello al mismo tiempo. Jimin ya me envió el vestido que quiere que me ponga.

- ¡Esta noche brillaré por él! ¡Este es un evento importante y seré presentada como su prometida! ¡No le voy a quedar mal!

~ Vestido ~

Mi mamá entra.

- Perdón, cariño. Vine a decirte que Jimin te está esperando abajo.

- Gracias, mamá. Bajaré enseguida.

- ¡Recuerda, sonríe y todo el mundo será tuyo!

Le pongo una gran sonrisa sabiendo que todo el mundo es mío. Bajo al salón. Jimin me está esperando.

- ¡Buenas noches! Te ves... No tengo palabras. Estoy orgulloso de que me acompañes esta noche como mi prometida.

- ¡Buenas noches a ti también!

- ¿Estás lista?

- Podemos irnos.

- Después de ti.

• ୨❀୧ •

Pronto llegamos a la celebración de gala. Alfred abre la puerta de la limusina.

- ¡Pase, señorita!

- ¡Gracias, Alfred!

Él se va.

- Bueno, aquí estamos. ¿Estás emocionada por conocer al senador en persona?

- Tal vez un poco.

- Estás temblando.

- Oh, estoy nerviosa.

- ¿Por qué?

- Temo hacer el ridículo.

- ¿Tú? Tú eres mi prometida. Eres perfecta.

Me toma de la mano.

- Todo va a estar bien.

Me da un beso y entramos.

- ¡Buenas noches, señor senador! Ella es mi prometida.

Le ofrezco mi mano y sonrío.

- Nicol, mucho gusto.

- ¡Solo he escuchado lo mejor de usted, señorita! ¿Usted es la hija de Benjamin Wolf?

- Así es. El banquero de Wall Street. El placer es mío.

- ¡Tienes una prometida de una buena familia, Jimin! Y tengo que reconocer que es preciosa. No sabía que Benjamin tuviera una hija tan bella.

- ¡Gracias! Es usted muy amable.

Me sonrojo frente a ellos y disfruto de cada momento. Mi teléfono está vibrando en mi bolso. Miro la pantalla y veo un mensaje de Liam. De pronto, mi estado de ánimo cambia con ese mensaje. Me siento inquieta y quiero revisar qué dice.

- Discúlpenme por un momento.

- No hay problema, querida...

- ¿No es tan dulce como el azúcar?

Me hago a un lado y miro mi teléfono.

Liam:
¿Por qué no respondes mis llamadas?
Solo saliste corriendo.

Nicol:
No, debería quedarme con ustedes... ¿Unirme a ustedes, tal vez?
¡¡¡Perdón por haberte interrumpido con esa mujer!!!

Liam:
No tienes que disculparte.

Nicol:
¡Estaba siendo sarcástica!

Liam:
¡Ah, claro!
Seguro que te estás mordiendo el labio :)

Nicol:
Así es. Me lo estoy mordiendo.

Liam:
Eso lo haces muy bien.
Podría mirarte por horas.

- ¡Ese maldito bastardo!

Quiero dejar de escribirle, pero él no se detiene.

Liam:
¿Dónde estás?

Nicol:
¡A ti qué te importa!

Liam:
¡Tengo que verte!

Nicol:
¡Nunca te lo diré!

Devuelvo el teléfono a mi bolso, sintiéndome orgullosa y enojada. Vuelvo a donde está Jimin.

- ¿Está todo bien? Tienes ese lindo ceño fruncido...

- Liam me mandó un mensaje.

- ¿Tu antiguo chofer?

- Sí, qué pesado es. Me está fastidiando con sus mensajes.

- ¿Entonces tendremos que asegurarnos de que te deje en paz?

- No, está bien. Tendrá que aceptar el hecho de que ya no estoy soltera, y que ahora te tengo a ti.

Beso a Jimin para acallarme y tranquilizarme.

• ୨❀୧ •
En casa

Suena el timbre y Viola va a abrir.

- ¡Ya voy!

- ¡Buenas noches! ¿Está Nicol en casa?

- Liam... ¿Qué haces aquí?

- Vine a ver a Nicol. ¿Está ella arriba?

- No, no está.

Liam ya dio un paso hacia la habitación, pero la mano de Viola lo detiene.

- Nicol fue a la cena de gala con el senador.

- ¿Con Benjamin?

- Con Jimin...

• ୨❀୧ •
En la celebración de gala

Después de tomar varias copas de champaña, me siento bien y tranquila.

- El senador parece muy alegre...

Echo un vistazo hacia él y lo veo bailando con una dama tras otra.

- Sí, es muy relajado.

- ¿Y qué hay de ti?

- Yo prefiero quedarme junto a ti, tocándote sobre ese vestido.

Pasa su mano sobre mi espalda, y luego la pone más abajo. Me susurra al oído.

- Estos eventos siempre me aburren. Preferiría estar a solas contigo, desvistiéndote. Imagínate que hacemos aquí el amor.

- ¿Enfrente de todos?

- Eso es lo que me estoy imaginando ahora, pero no. Tengo una reputación que mantener.

Me huele el cuello. Olas de toques eléctricos placenteros recorren mi columna.

- ¿Por qué no hacemos algo sucio?

- Mmm... ¿Qué, por ejemplo?

- Si no me equivoco, la oficina del senador está justo ahí en la esquina.

- ¿Cómo lo sabes?

- Lo vi salir de ahí hace un momento.

Arqueo la ceja y le pongo una sonrisa coqueta.

- ¿Hablas en serio?

- Ahora está vacía.

- Ven acá...

Jimin me toma de la mano. El imaginarme haciendo el amor en la oficina del senador ya me está poniendo húmeda, mientras los pensamientos sucios pasan por mi mente.

- ¿Y qué pasa si alguien nos descubre?

- ¡Aún mejor!

- Tienes razón.

- Vamos, no aguantaré mucho...

Entramos a la oficina del senador y Jimin no pierde ni un segundo, de inmediato comienza a besarme apasionadamente.

- Siéntate en la silla del senador.

- ¿Eso te prende? ¿La posición del senador?

Se sienta y se desabrocha los pantalones.

- Tuve la oportunidad de conseguir ese puesto, pero no quise.

- ¿En serio? Qué lastima...

Me levanto el vestido, bajo mi ropa interior y me siento sobre su regazo mientras tomo su corbata.

- Mi objetivo es la posición del presidente.

- Muy ambicioso.

Por fin se posiciona dentro de mí y suelto un suspiro de satisfacción. Él sostiene mi trasero, moviéndome hacia arriba y hacia abajo. Lo tomo de la camisa y se la desabrocho. Quiero tocar su pecho firme y musculoso.

Reboto encima de él, sintiendo el dulce placer acumulándose en mi entrepierna. Él gime en voz alta, me está disfrutando. Se escucha una conmoción cerca de la puerta, pero eso no nos detiene. Jimin me toma de la cintura, subiéndome y bajándome lo más rápido que puede, mientras mira cómo nuestros cuerpos chocan y se convierten en uno.

Su descarada mirada me enciende tanto y me lleva más al límite, haciéndome temblar y gemir en voz alta. Nunca había hecho algo así y eso me emociona mucho. Toma mis pechos entre sus manos, me besa, y eso es todo. Ya llegué, no puedo aguantar más esa dulce tortura.

Él lo toma como una señal de que puede dejar de posponer su disfrute y que puede llegar a su clímax conmigo. Apresuradamente, salimos de la oficina para que nadie nos descubra.

- Oh... Eso estuvo perfecto...

- Quién sabe cuándo volvamos a tener una oportunidad así de única...

Volvemos a la cena de gala como si nada hubiera pasado. Mi teléfono está vibrando. Me niego a creer que es Liam de nuevo. No lo saco de mi bolso. En vez de eso, intento ver discretamente quién es.

- (¡Es él! Esto es imposible. No se rinde)

Tengo que llamarlo y decirle que me deje en paz.

- Jimin, tengo que salir por un segundo, tengo que hacer una llamada.

- Claro, no hay problema.

Salgo, lista para marcar su número, cuando alguien me toma de la mano.

- Hey, ¿por qué no me respondes?

- Liam, ¡¿Qué haces aquí?

- Viola me dijo que estabas en la cena de gala.

- ¿Mi mamá? ¿Por qué?

- Porque se lo pregunté amablemente...

- Qué bien...

- Escucha, no podía esperar... No quería que pensaras mal de mí por lo que viste. Yo no quise...

- Tener sexo con otra mujer...

- Eso si quería. Quería revisar si todavía estaba locamente enamorado de ti y si podía vivir sin ti.

- ¡¿En serio?! ¿Y qué es lo que descubriste?

- Que solo te quiero a ti, todo lo demás es solo sexo ocasional.

- ¡¿Por qué eres tan directo?! ¡¿Y por qué apareciste ahora?!

Un torrente de diversas emociones me está alborotando y todo lo que quiero hacer es... Darle una cachetada pero, me toma entre sus brazos y me besa.

- ¿Nicol?

- Jimin, yo no...

Continuará...