ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪɪ : ᴇʟ ʀᴇʏ ᴅᴇʟ ᴘᴇɴᴛʜᴏᴜsᴇ
Acepté su invitación y me quedé a un delicioso desayuno.
- Gracias, estaba muerta de hambre.
- Me da gusto que te haya gustado. Ahora dime... ¿Qué había planeado tu padre para ti esta vez? ¿Por qué estabas huyendo?
- Pues...
Tomó más corteza de pan.
- Disculpa...
- Está bien.
- Quiere que me case.
- ¿En serio?
- Sí, ya hasta encontró un pretendiente, ¿te puedes imaginar?
- Debe ser terrible.
- ¡Totalmente! ¡No puede hacer eso contra mi voluntad! Cuando lo escuché hablando con mi mamá, me escabullí y me escapé. ¡De ninguna manera me voy a casar con alguien a quien no amo! O aún peor, con alguien que ni conozco.
- Y dime, ¿qué estabas haciendo en el penthouse de al lado?
- Nada. Me metí al edificio, presioné el botón del último piso, y me metí al único penthouse que no estaba cerrado.
- Interesante.
- Simplemente lo sigues disfrutando, ¿o no? ¡Estoy segura de que a ti te falta diversión en tu vida! Apuesto a que es así. Estás solo, ¿o no?
- Tienes razón.
Alguien toca a la puerta y entra.
- Señor, perdón por la interrupción.
- ¡Pasa, Alfred!
- (¿De dónde salió este?)
- ¡Señorita!
Me hace una reverencia y me saluda.
- ¡Hola!
- Su traje para esta noche está listo. Le hicieron una llamada de los cuarteles, dicen que la construcción ha sido aprobada.
- ¡Sí! ¡Qué grandes noticias, Alfred!
- ¿Ya comió, señor? ¿¿No me llamó para que le prepare el desayuno??
- Lo hice yo mismo.
- ¿Usted? ¿Solo?
- Sí, Alfred. ¿Hay algo más que me quieras decir? Estoy ocupado con la señorita.
- (Parece que Jimin se quiere deshacer de él lo más pronto posible para estar conmigo)
- Sí, señor, solo una cosa más. El presidente lo ha invitado a la Casa Blanca para cenar el fin de semana.
- ¡Ok! ¡Gracias! ¡Ya te puedes ir!
Me hace otra reverencia y se va.
- ¿En qué estábamos?
- No me acuerdo. Tal vez en la parte en que me revelas algo sobre ti.
Parece que es alguien muy influyente. ¡Y muy rico, y disfruta de la vida!
- Oh, yo soy muy aburrido.
- No estoy de acuerdo.
- ¿Por qué no me dices algo más sobre ti? ¿Qué clase de hombres te atraen?
- ¿Perdón?
- Formularé de nuevo la pregunta. El tipo con el que tu papá quiere que te cases podría ser el hombre de tu vida.
- Lo dudo.
- Por eso es que te pregunto. ¿Cuál es tu gusto en los hombres? ¿Qué clase de hombres prefieres?
- Me gustan los hombres fuertes e inteligentes.
- Hmm...
- ¡¿Qué?!
- Nada. Solo estoy pensando.
- Escucha, ahora de verdad me tengo que ir.
Sé que debería irme, pero de alguna manera se me hace difícil alejarme de él. Dios, ¿qué me está pasando?
- Quédate un poco más.
Me ruega con sus ojos angelicales.
- ¿Por qué?
- Me gustaría llevarte a un lugar.
- ¿Ahora?
- ¿O tienes otro lugar a dónde ir? ¿O quieres regresar a casa?
- Estoy pensando...
- ¡Vamos, será divertido!
- Ok. De todos modos no tengo a dónde ir, más que a casa.
Mi papá canceló todas mis tarjetas de crédito. Aparte, tengo que admitir que Jimin me gusta más y más.
- ¿Confías en mí?
- Pues... Me salvaste de hecho esta mañana...
- ¡Entonces ya está!
Presiona un botón y llama a Alfred. Después de unos segundos, él aparece frente a nosotros.
- ¿Me llamó, señor?
- Sí. ¡Enciende el helicóptero!
- ¿Ahora, señor?
- Sí, ahora.
- ¡Está bien, señor!
Alfred se le queda mirando de forma extraña. Todo esto se me hace muy interesante. Estoy emocionada por volar por primera vez en un helicóptero.
- Señor, su helicóptero está listo.
- Gracias, Alfred.
Jimin me ofrece su mano para ayudarme a subir. Se ve tan elegante con traje.
- Señor, ¿usted va a volar el helicóptero?
- ¡Sí, tienes la tarde libre! ¡Que disfrutes!
- ¡Pues, muchas gracias, señor!
- ¿Nos vamos, Nicol?
- ¡Claro! ¡Solo sostenme firmemente!
Nuestras miradas se cruzan. Me da la mano y me ayuda a subir. También me sostiene por detrás. Sus brazos son tan firmes. El motor ya está trabajando, y despegamos. Me siento junto a él sintiéndome segura, parece muy hábil.
- ¿Estás cómoda?
- Estoy emocionada.
- Me da gusto hacer que te emociones.
- Lo hiciste.
Su cercanía y la velocidad hacen que mi corazón lata como loco.
- ¿Cuándo llegaremos?
- Pronto, no vamos muy lejos. Te llevaré de regreso esta noche.
- ¡¿Esta noche?! ¿Por qué?
De pronto parece muy poco tiempo. Quiero pasar más tiempo con él.
- Tengo planes para esta noche...
- Au...
- (Está ocupado... Claro, ¿en qué estaba pensando?)
Media hora después llegamos a nuestro destino prometido.
- ¿Por qué estamos en una joyería?
- Necesito un reloj para esta noche.
- Ya veo. ¿Uno especial?
No sé qué decir. Todo parece muy costoso aquí. Los precios que veo son indignantes.
- Sí, esta noche tengo un evento muy importante.
- (Y vas a comprar un reloj carísimo que seguro nadie va a ver más que tú. Dios, debe estar sentado sobre quién sabe cuántos millones de dólares...)
- Necesito tu ayuda. ¿Debería elegir este con la hebilla dorada, o ese reloj de diamantes con la correa de cuero?
- ¡¿En serio?! ¿No te arrepientes de pagar tanto dinero por un reloj?
- No, quiero impresionar a alguien.
- Entonces, escógelo tú mismo.
- (Quiere impresionar a alguien...)
Señala al reloj con su dedo para que la vendedora lo vea.
- Ahora, vamos a ver si tienen algo interesante para damas.
Habla con la vendedora. Ella parece saber a qué se refiere. Se apresura al estante de cristal y regresa.
- Debe ser una dama muy especial, ¿o no?
- (¡Qué afortunada!)
- Sí, es muy especial. De hecho, nunca he conocido a una chica como ella.
- Debe valer un regalo así de costoso.
De pronto, no puedo controlar mi tono sarcástico. ¿Qué pasa conmigo? ¿La novia de un tipo que conocí esta mañana me hace sentir celos? ¡Relájate, Nicol! ¡Vuelve en ti!
- Ella lo vale. La conocí hace poco y me parece que si pudiera, le regalaría todo este mundo.
La vendedora le entrega una caja.
- ¡Aquí tienes! ¡Es para ti, Nicol!
- ¿¿¿Para mí???
- Sí, por favor, tómalo. Que este pequeño gesto de atención sea un recuerdo simbólico de mí. O de la vez que entraste en la mañana y pasaste un día conmigo. ¡Aquí tienes!
- Yo... No sé qué decir...
- Di que lo aceptas.
- ¡Gracias! No sé si estoy haciendo lo correcto, pero te esforzaste tanto solo para que no te rechace.
- Es lo correcto.
- ¿Qué hice para merecerme esto?
- Has sido encantadora y sincera.
¡Este es el mejor día de la vida! Nadie nunca ha sido tan generoso conmigo. Aunque siempre lo he tenido todo.
- ¡Es hora de irnos!
Rápidamente volvemos al lugar donde nos conocimos.
• ୨❀୧ •
En la terraza
- Bueno, ha llegado la hora de despedirnos.
- Sí.
- ¡Me dio mucho gusto conocerte, Nicol!
- ¡A mí también me dio mucho gusto, Jimin!
Tengo un nudo en la garganta, apenas puedo hablar.
- Espero que vuelvas a casa a hablar con tu padre sobre todas las cosas. No tiene caso escapar, ¿o sí? Tienes que confrontarlo.
- Bueno, supongo que tienes razón. De todos modos no tengo a dónde ir. Canceló todas mis tarjetas de crédito.
Solo sonríe. Pero veo que también a él se le hace difícil separarnos.
- Yo...
Está confundido. Baja la mirada, sus manos están sudando.
- Quería...
- ¿Sí?
Un suspiro se me escapa entre los dientes. Me siento tensa. Quiero besarlo.
- Me preguntaba si podría...
Me le acerco y tomo sus mejillas entre mis manos. Lo beso. Él me besa con la misma intensidad. Me sostiene fuerte contra su cuerpo y no me quiere soltar.
- Perdón.
- No hay problema.
- Eso es justo lo que quería de ti.
- Ahora me tengo que ir. ¡Adiós! ¡Gracias por todo!
Alfred me encamina fuera del penthouse de Jimin. Siento que me parto en dos. Una mitad se queda con él, y la otra va a confrontar lo que sigue.
• ୨❀୧ •
En casa
Entro, escabulléndome, intentando evitar ver a quien sea.
- ¡Así que finalmente decidiste aparecerte!
- ¡Hola a ti también, papá!
- ¿Dónde habías estado?
- Con un amigo.
- Bien. No tenemos tiempo para hablar ahora. Tienes que arreglarte, vamos a un evento muy importante.
- ¿Vamos? ¿Quieres decir, vas?
- ¡Vamos a ir juntos, tu madre, tú y yo! ¡Este es un evento muy importante y no acepto un "no" como respuesta!
- Como siempre, yo no tengo voz ni voto.
- Si quieres que olvide lo que hiciste, ¡vendrás con nosotros sin quejarte! ¡Tu papá te lo ruega!
Se me acerca y me da un beso en la mejilla. ¡Tal vez esto logre que me salve! Lo mejor sería aceptar. ¡Una noche con ellos la sobreviviré, pero no estoy segura si sobreviviré a sus sermones por horas!
- Está bien, papá. Voy a cambiarme.
Me voy a mi habitación.
~ Conjunto elegido ~
- ¡Perfecto! ¡Estoy lista!
- ¡Cariño, te ves preciosa!
- ¡Gracias, papá!
- ¡Prométeme que te vas a comportar!
- ¡Solo si tú me prometes que me vas a dejar en paz!
- ¡Hecho!
• ୨❀୧ •
Unos minutos antes del destino del evento muy importante...
En el elevador
- Solo para que sepas, tu papá decidió hacer que te cases con el llamado Rey del Penthouse.
- ¡Já! ¡En sus sueños! ¡De ninguna manera!
- Tú misma sabes lo necio que es. Es muy insistente con esto. ¡Lo peor de todo, es que el pretendiente que te encontró es perfecto! ¡Dicen que es todo un galán, guapo, un hombre de ensueño!
- ¡No estoy interesada!
¡Yo solo puedo pensar en Jimin!
Salimos del elevador.
- ¡Papá y tú se pueden olvidar de eso!
Él aparece de pronto frente a nosotras.
- ¡Aquí está! ¡Ya llegó! ¡El Rey del Penthouse entró al edificio!
Todos están muy emocionados por su llegada. Lo único en lo que pienso es en cómo escapar del edificio. Mamá y papá miran por la ventana el veloz auto que se estaciona frente al edificio. Hay muchos paparazzi, con las cámaras preparadas.
- (Quiero ver... ¡A Jimin!)
Me dejo llevar por mi imaginación. Un chico guapísimo sale del coche.
- ¿Quién es ÉL?
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top