ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xɪᴠ : ᴘ.s. ᴛᴇ ᴀᴍᴏ

- Disculpen...

Aparentemente avergonzada, Denise se gira hacia Liam y le susurra que lo que hizo no fue nada profesional.

- No te preocupes, Denise. Los conozco. Seguro que no les importará.

- ¿Se conocen?

Ella nos mira, sin saber de quién esperar la primera reacción.

- Sí. Yo solía ser su chofer privado.

Enfatiza la palabra "chofer" como queriendo insultarme. Con su tono me quiere decir que solo fue mi chofer y nada más. No un amor de la infancia. Pone un muro entre nosotros y me hace saber que no soy nada para él. Y fue para mí solo un chofer.

- Entonces, ¿podemos ir ahora a ver el salón?

- Claro.

Confundida espero el próximo paso. Estoy perdida.

- ¿Nicol?

- ¿Sí?

- ¿Podemos hablar en privado por un momento?

Me señala con los ojos que deberíamos apartarnos un momento.

- Por supuesto.

- Discúlpennos por un minuto.

Nos hacemos a un lado.

- Nicol, ¿qué sucede?

- Esto es más que una coincidencia...

- Entonces, ¿tú no tienes nada qué ver con que él esté aquí?

- No, no tengo absolutamente nada qué ver. Estoy igual de sorprendida que tú.

Jimin está pensando en su próximo movimiento.

- ¿Qué vamos a hacer ahora?

- No lo sé. Este lugar es perfecto.

- Y todos los otros salones ya están ocupados.

- Entonces, ¿este es el último disponible?

- Sí.

Secretamente miro a la otra pareja junto a nosotros. Liam besa a su novia, y se retira.

- Escucha...

El teléfono de Jimin suena. Él se aparta a un lado. Miro a Liam salir del salón.

- ¡Nicol, me tengo que ir, es urgente! Tú te puedes quedar aquí y decidir qué vamos a hacer...

- Ok.

- Creo en ti.

Se me acerca y me besa. Luego se va.

- Bueno, por lo que puedo ver, nuestros hombres nos dejaron... ¿Le gustaría continuar con lo nuestro?

- Claro.

Denise se dirige hacia el pasillo y yo la sigo. Me siento indecisa todo el tiempo. No sé qué hacer. Decido entregarme a mí y a esa simpática chica que me dará el recorrido por el salón.

• ୨❀୧ •
Diez minutos más tarde

Escucho un silbido detrás de mí, lo que me hace voltear involuntariamente.

- ¿Liam...?

Está casualmente recargado contra su coche.

- ¿No te has ido?

- No. Vi que el Jimin, King Kong, o sea, tu prometido, salía del edificio, así que decidí quedarme a esperarte un poco más.

- ¿Es tuyo?

Señalo al coche con la mirada.

- ¡Sip! No es nada del otro mundo, pero es mío. Trabajé muy duro para ganármelo. ¿Qué te parece?

- Es muy simplón, igual que tú.

Se gira hacia el coche, y como que le susurra.

- No la escuches. No tiene ni idea. ¿Así que decidiste casarte?

Se me acerca insolente, con un propósito, y envuelve mi cintura con sus brazos.

- ¿Y tú? ¿Ya encontraste una nueva novia?

Intento liberarme de sus brazos pero él me aprieta más fuerte. Olfatea mi piel y huele mi aroma.

- Y bueno, ¿quién lo va a hacer primero?

- ¿Qué?

- ¡Esto!

Sus labios se dirigen hacia los míos.

- ¡Muévete!

Me escanea con los ojos como una máquina de rayos X.

- ¿Qué?

- Eh, niña, niña... Cómo nos alejamos tanto uno del otro...

- ¿De qué estás hablando? Nunca hemos estado muy cerca.

- No puedo creer que hayas dicho eso.

- Ese es tú problema.

- ¡Hey!

Abre la puerta de su coche.

- ¡Entra!

- Por favor, dime que iremos en este coche solo hasta la esquina donde pueda pedir un taxi.

- ¡Para tu información, este es un auto clásico! No tiene esas lujosas bolsas de aire que solo molestan.

- Jajaja...

- Déjame ser tu chofer por última vez y llevarte a casa.

- (Si entró a ese coche, lo que menos va a hacer es llevarme a casa, mucho menos con Jimin. Así que no pienso correr el riesgo, no otra vez)

- Tendré que decir que no. Voy a pedir un taxi. Adiós.

• ୨❀୧ •
Estoy en el penthouse de Jimin

Ahí me está esperando él.

- ¿Terminaste todo respecto a la reservación del salón para la boda? ¿Qué decidiste?

- Lo quiero.

- ¿Estás segura?

Jimin me estudia meticulosamente con los ojos.

- Tienes otra bolsa en el pasillo.

- Oh...

Señala hacia el pasillo.

- Mi Lui.

- ¿Tu bolsa tiene nombre?

- No, es... ¿De verdad tú...? Este... ¿no has oído de...?

- No tengo idea de qué estás hablando.

Toma la bolsa y me la entrega.

- Anda, Lui, ve con tu dueña.

Se me hace increíble que, siendo quien es, nunca haya escuchado de una marca tan famosa. Seguro que tiene empleados que compraran por él. No tiene idea de lo que trae puesto. Se me hace muy adorable.

- Ahora que ya te has mudado oficialmente conmigo... Tal vez quieras...

- Hacerlo contigo por todas partes, ¿incluyendo los muebles de la cocina y el elevador?

- Me estás leyendo la mente.

- ¿Estamos solos?

- Totalmente solos. Alfred llevó a Jiwoo al parque.

Comienza a quitarse la bata y baja las luces. Su desnudo cuerpo me tienta y me seduce. Yo sigo su ejemplo y me quito la ropa.

Me quedo mirando sus divinos y esculturales abdominales, y paso mis dedos sobre sus tensos músculos. Pone mis dedos en su boca y los succiona.

- ¿Estás lista para sentir algo de dulce dolor?

Me levanta tan alto que casi toco el techo. Es increíblemente fuerte. Me está sosteniendo por el trasero mientras me ofrece placer con su boca al mismo tiempo.

- (¡Dios! ¡¿Es esto posible?!)

Me baja y me coloca sobre sus hombros. Enredo mis piernas en su cuello y arqueo la espalda hacia el suelo. Él continua lamiéndome y provocándome en donde se supone que no puede hacerlo. Me cuelgo de sus músculos y me siento recta.

- Oh, no, no. No me vas a engañar.

Le susurro al oído.

- Todavía no quiero llegar.

Me dirige por el pasillo y me coloca contra la pared. Me provoca una tortura tan dulce. Entra en mí y luego sale. Se tensa y me levanta. Ya no puedo aguantar más.

Nos lleva a los muebles de la cocina y hacemos el amor como nunca. Luego de pasar por los ventanales del living y el sofá, esas hermosas cosquillas me hacen gritar. Todo el penthouse comienza a temblar con nuestra satisfacción.

• ୨❀୧ •
Al día siguiente

Me levanto de buen humor. No puedo esperar a abrir mi nuevo armario y escoger mis cosas. Bostezo y estiro mis brazos.

- ¡Hola, mi nuevo armario! ¡Muéstrame lo que tienes hoy para mí!

~ Conjunto elegido ~

- Ahora puede comenzar un nuevo día.

No hay nadie en la recámara. Jimin seguro ya se fue. A veces se siente bien estar sola.

- Acomodaré mis cosas en mi nuevo armario.

El sonido de un mensaje de texto interrumpe mis pensamientos.

- Es Liam. ¿Ahora qué quiere?

Liam:
¡Solo quería decirte que TE AMO!

- Wow... Eso es tan... Cursi.

- (Aunque si me lo hubiera dicho Jimin, me hubiera encantado)

Nicol:
¿Por qué me dices eso?

Liam:
No tuve tiempo de decírtelo ayer.
¡Ahí tienes!
Ahora ya sabes la verdad.

Jimin entra en mi recámara. Del susto tiro al suelo mi teléfono. Él se agacha mirando todo mi cuerpo.

- Eres hermosa.

- Gracias.

- Nicol...

Oh, no... Esto no es bueno... Lo veo en sus ojos...

- ¿Qué pasó? ¿Por qué estás tan inquieto? ¿Dónde has estado?

- Nicol... Jiwoo desapareció. Mi hijo desapareció.

Continuará...

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