ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xɪɪ : ᴜɴ ʟᴀᴅʀᴏɴ ʏ ᴜɴ ᴍᴀʀᴄᴏ

• ୨❀୧ •
Al día siguiente

- ¡Esto no está bien!

- ¿Qué?

- ¡Me secuestraste sin mi autorización!

- Tú estuviste de acuerdo en venir conmigo.

- ¡Lo hice pero solo porque prometiste devolverme toda mi ropa! ¡Dale, Liam! Me engañaste para venir aquí arriba para quitarme todo y así forzarme a quedarme contigo. ¡Eso no es justo! ¡Llévame a casa, ahora!

- ¡¿Desnuda?!

- ¡No juegues conmigo!

Me enredo mejor la toalla que cubre mi cuerpo para no se me caiga porque uso mis manos para amenazarlo.

- No es divertido.

- ¡Y yo qué hago! ¡Te ves hermosa cuando estás enojada!

- Y tú eres un idiota, ¿lo sabes?

Él sigue sonriendo y pavoneándose por su "táctica".

- Tienes cinco minutos para devolverme mi ropa. Y mi teléfono.

- ¡No!

- Liam, me tienes aquí todo el día. ¡Se van a preocupar por mí!

- ¡¿Quién?! ¿Jimin?

- ¡Sí!

- ¡Me importa un carajo! Puede preocuparse todo lo que quiera.

- ¡Liam, no puedes portarte así!

- Nicol, sé lo que hice. Y tú sabes por qué lo hice. Esta es mi última oportunidad de conquistarte. Sé que este "secuestro" no está bien, pero no había otra solución. Esta es la única y última manera en que puedo intentar convencerte de que me escojas a mí. Te amo.

- Estás actuando como un desesperado, ¿estás consciente de ello?

- Claro que estoy consciente. Estoy desesperado porque paso día trás día viendo cómo te haces suya más y más, y cada vez más te alejas de mí.

- Esto tiene que terminar.

- Y lo hará. Ahora todo depende de ti. Esta es la última vez que te hago esta pregunta. Y piénsalo muy bien, porque ya no hay vuelta atrás. Si te niegas a terminar tu relación con él ahora, ya no te volveré a molestar nunca más. Desapareceré de tu vida.

Esto que está haciendo es muy cruel. Yo soy de Jimin.

- ¿Así que me estás dando un ultimátum? ¡No has cambiado en nada! El mismo niño que conocí hace veinticinco años sigue aquí frente a mí. ¡Ese mismo mocoso!

- Tienes razón. ¡Elije!

- No me gusta cuando me ponen límites y condiciones.

- Lo sé. Por eso estoy haciendo esto. Esta es la única manera en que puedo hacer que alivies mi dolor. No soy tu juguete. Y yo también tengo sentimientos, ¿sabes?

- Sé que los tienes, Liam. Pero yo no te he dado motivos para que te sientas así y tampoco para que me trates de esta forma, además de que estoy muy enamorada de Jimin.

- Te encariñaste con el niño también, ¿verdad?

- Así es. Lo mejor para nosotros sería que dejáramos de vernos. Y por ahora, estás oficialmente despedido.

- ¿Estás segura?

- Eso es todo. Querías que aliviara tu dolor.

- Está bien.

Marcha determinado a otra habitación y me trae mi valija con mis cosas. Saca mi teléfono de su bolsillo.

- Aquí tienes. Ya te puedes ir.

Me entrega mi teléfono. Lo tomo titubeante.

- Puedes irte cuando quieras.

Por fin me doy cuenta de lo que acabo de hacer. No está bromeando. Es la primera vez que se pone serio con algo. No nos volveremos a ver.

- Yo... Te deseo solamente todo lo mejor, Liam.

Me ofrece su mano.

- Yo también te deseo lo mejor. Espero que él te ame y te valore por lo menos la mitad de lo que yo lo hago.

- Bien. Solo déjame vestirme... No puedo salir desnuda.

- Aquí está tu ropa.

A regañadientes señala mi valija con la mano.

- Espero afuera mientras te cambias.

~ Conjunto elegido ~

- Entonces, eso es todo.

Tomo mi valija.

- Deja, yo lo haré...

Se voltea y nuestras miradas se encuentran. Veo una chispa de sinceridad en sus ojos que me dice que no me vaya. Me dice que cambie de idea. Coloca su mano sobre la mía.

- Déjame ayudarte.

- No, gracias.

Me giro sobre mis tacones, salgo sin decir adiós y cierro la puerta tras de mí. Seguro que así es como luce un "adiós"...

• ୨❀୧ •
Tomo un taxi a la casa de Jimin

Él me recibe con los brazos bien abiertos. Por supuesto que acepté su abrazo, lo extrañe demasiado.

- ¿Dónde estabas? Pensé que te habías escapado de nuevo. Hablé con tus padres, estaban aterrados. Te estuve buscando por todas partes...

- ¡Me secuestraron!

- ¿Estás bromeando?

- No.

- Nicol... ¿Quién?

Realmente parece muy preocupado. Sé que esto no lo pasará por alto. Necesito un descanso de todo esto.

- Liam.

- No entiendo.

- Estuve con Liam. Me encerró en la habitación de un hotel comedor, nuestro coche se descompuso... Cenamos y luego me llevó a la habitación con chantajes, diciendo que no me devolvería mis cosas.

- Espera un segundo, ¿qué estabas haciendo en la misma habitación con él?

- ¿Me estás escuchando? ¡¿Eso es lo único que oíste?! Nuestro coche se descompuso, y mientras esperábamos a que viniera el mecánico...

- Se fueron a la habitación...

- Sí. Eso es lo que pasó. Si no me quieres escuchar, no tienes que hacerlo. Piensa lo que tú quieras. De todas formas estoy agotada.

- Lo voy a matar.

- No... Ya lo arreglé yo sola, no tienes que preocuparte por eso. Lo despedí y no nos volveremos a ver nunca más. ¡Eso es todo!

- Bien. Ahora, tú escúchame. No quiero volverlo a ver frente a este edificio o frente a tu casa... ni siquiera en la calle.

- No puedo hacer nada al respecto, él...

- No te preocupes, de eso me encargo yo. Ponte cómoda y entra. Alguien tiene muchas ganas de verte.

Jiwoo entra a la habitación.

- Él dibujo algo para ti.

- ¿Para mí?

Jimin señala con los ojos el dibujo que trae en las manos.

- ¡Anda, míralo!

Tomo el dibujo. Es un perfecto retrato.

- Wow... Qué linto está...

- Te dibujó, Nicol.

- ¿En serio? ¡Qué lindo me dibujaste! ¡Mira!

Jimin y yo nos miramos, estamos muy felices.

- Nadie había hecho algo así para mí.

Puedo ver una sonrisa en su carita. Por fin.

- Tengo que agradecerte de alguna forma, ¿verdad?

Me agacho y le doy un abrazo. Se queda quieto sin mover un músculo. Lo abrazo con más fuerza para hacer que sienta mi amor. Jimin lo está disfrutando.

- ¡Gracias, Nicol!

- ¿Por qué me agradeces?

- Por ayudarme con mi hijo.

Miro su dibujo y no lo puedo creer.

- Este es solo el comienzo. Guardaré este dibujo por siempre. De hecho, incluso lo podría enmarcar.

- ¡Qué gran idea! Creo que tengo un marco increíble y justo de ese tamaño. Iré a revisar a mi habitación.

Jimin se va. Jiwoo y yo ahora nos quedamos solos.

- Marco...

Me giro y lo miro confundida. Escucho con atención para ver si mis oídos no me están engañando. Me le quedo mirando todo el tiempo.

- ¿Dijiste algo?

- Marco... Papá... Marco...

- ¿...?

Esto es un milagro. Dijo dos palabras. Lo oí muy bien. Escucho a Jimin cerrar la puerta y lo veo acercándose a nosotros.

- Jimin... No lo vas a creer...

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top