ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xɪ : ғɪɢᴜʀᴀ ᴘᴀᴛᴇʀɴᴀ
- Conoce a Jiwoo.
- ...
Me quedo petrificada. No me esperaba esto. Saludo instintivamente al chico.
- Hola. Yo soy Nicol.
Le ofrezco la mano. Pero él no lo hace. No quiere darme la mano.
- Es algo tímido, ¿verdad, niño grande?
Lo levanta y lo besa en la mejilla.
- Ella es la amiga de tu papá. Te va a agradar. A ella le gusta jugar a las escondidas, igual que a ti.
- ¿Cuántos años tienes?
- Va a cumplir siete en abril.
Jimin se voltea hacia él.
- Debes estar cansado por tu viaje. Tu papá te compro muchos caballitos de juguete. ¿Te gustaría verlos ahora?
El chico asiente con la cabeza.
- Alfred, llévalo a su habitación.
- Claro, señor.
Se alejan caminando dejándonos solos a Jimin y a mí. Yo sigo en shock.
- Bueno, dispara. ¿Tienes algo qué decirme?
- Es muy lindo. Lo sacó de ti.
- Sí, él es mi hijo.
- Creo que necesitaré tiempo para aceptarlo.
- Entiendo.
- Es lindo. Solo un niño. Tímido, callado...
- Bueno, respecto a su timidez... También necesitará tiempo, para adaptarse a las nuevas circunstancias.
- De cualquier manera...
- Y él es callado porque... No puede hablar.
- ¿A qué te refieres?
- Dejó de hablar cuando murió su mamá.
- Oh...
- Se cerró por completo y decidió no hablar con nadie.
- ¿Han ido a ver a...?
- ¿A un doctor? Dónde no he estado con él. Lo examinaron los mejores doctores pero no ha habido mejorías. Contraté a los mejores expertos pero no pudieron ayudarlo.
- ¿No vive contigo?
- No. Me sugirieron mandarlo a un lugar más pacífico, al campo, con los animales. Dijeron que un ambiente natural le haría bien.
- ¿Te extraña?
- No sé. Nunca ha dicho nada.
- Lo siento tanto. Pero debe haber una forma de hacerlo hablar de nuevo.
- Dime cuál, porque a mí ya se me acabaron las ideas.
- Pasar más tiempo con él definitivamente ayudaría. Necesita una figura paterna a su lado. No puede sentir tu amor si están separados.
- Tal vez tengas razón. Pero yo no podría irme a vivir allá con él. No podría dejar mi trabajo. Además, yo viajo muy seguido.
- Entiendo.
- No hay nada en este mundo que ame más que a él.
- Todavía creo que a ese niño le hace falta un padre. Jimin, ya perdió a su madre. ¡¿Quieres que crezca también sin su padre?!
- Yo...
- Creo que deberías traerlo aquí y dejar que viva contigo. No necesita la naturaleza, te necesita a ti.
Jimin está desbordado de emociones de sobriedad y culpa.
- Tal vez tienes un punto. Me mantuve ocupado con mi trabajo para no pensar en ello y escuché lo que los demás me decían. Pero cada que pensaba en él, mi corazón deseaba tenerlo aquí junto a mí.
- ¿Ves? Tu corazón te estaba diciendo qué era lo correcto. Que ustedes tienen que estar juntos.
- Tienes razón... Tienes razón...
Se queda impresionado junto a mí, como si hubiera hecho el mayor descubrimiento del mundo.
- Gracias, mi amor. Me abriste los ojos.
- Ni lo menciones. Solo estoy usando el sentido común. Ambos pasaron por un shock enorme y eso les dejó consecuencias.
- Así es. ¡Pero ya decidí! ¡Se vendrá a vivir aquí conmigo!
Le sonrío suavemente porque me dio gusto haberlo ayudado.
- Estás haciendo lo mejor posible.
- Lo sé. Pero ahora tengo una propuesta para ti.
- ¿Para mí? ¿Qué propuesta?
- ¿Te gustaría venirte a vivir conmigo también?
- ¡Sí!
- ¡Excelente!
- Seremos una pequeña familia. ¡Y yo puedo ayudarte con él! ¡Juntos lo lograremos, lo sé!
- ¡Eso espero! Aunque no quiero darte molestias con esto.
- Ni lo digas. Será todo un placer ayudar. Aparte, es hora de sentar cabeza y de que comencemos a vivir juntos.
- Te amo.
- Y yo a ti.
• ୨❀୧ •
Salgo del edificio y veo a Liam esperándome.
- ¿Qué tal estuvo, señorita Wolf?
- ¡Pronto tendrás que llamarme "Señora Park"!
- ¡Oh, qué tontería! ¡Tan jovencita y ya quieres ser señora! Vi a su leal sirviente entrando al edificio con un niño. Ese niño se parecía mucho a Jimin.
- A ti nada se te escapa, ¿verdad?
- No, querida. Tú tienes toda mi atención, mis ojos solo ven los tuyos...
Mira mis largas piernas.
- ¿Qué?
- Tu escultural cuerpo...
- Liam, ya basta...
- ¿Por qué? ¿No te gusta?
- ¡Solo cállate y llévame a casa!
• ୨❀୧ •
Un poco más tarde llegamos a la gasolinera para echar más combustible.
- ¿Cuándo nos podemos ir?
- ¿Tienes prisa?
- De hecho, sí.
- El motor no arranca.
- ¿Cómo?
- No lo sé. Intentaré encenderlo de nuevo.
Liam se mete al coche de nuevo. Regresa depués de unos segundos.
- Nada. No arranca.
- ¿Será posible?
- Es culpa mía. Tomé la vía larga para evitar el tráfico, pero parece que el motor se agotó.
- ¿Se te volvió a olvidar echarle gasolina a tiempo?
- Sí.
- ¿Y qué vamos a hacer ahora?
- Hay un bar con comida al otro lado de la calle.
- Me muero de hambre.
- Yo también. Me podría comer una vaca.
- Bueno, mi hambriento amigo, hoy es tu día de suerte. Vas a almorzar conmigo. Pero primero me tengo que cambiar.
- ¿Y dónde lo vas a hacer?
- Tengo mis trucos.
Entro al coche y saco las cosas de la valija que siempre llevo conmigo cada que voy a pasar la noche con Jimin. Para emergencias.
- Ahora, veamos, ¿qué me debería poner?
~ Conjunto elegido ~
- ¡Wow! Tengo que admitir que te ves muy bien. Tú te ves como una princesa, y yo como un vagabundo.
- ¡Un chofer es más que suficiente! Yo invito.
- No, de ninguna manera.
- Creo que tu salario no alcanza a costear este lujo.
- ¿Lujo? Solo es un comedor totalmente ordinario. Solía gastar más cuando estaba en Europa.
- Ahora que por fin tenemos la oportunidad de charlar un poco más... En paz.
- ¿Quieres decir, sin besos?
- Exacto. Sin tus intentos de seducirme... Dime, ¿qué tal te lo pasaste en Europa? ¿En qué te gastaste tu dinero?
- En mujerzuelas fáciles.
Casi me ahogo con mi bebida.
- ¿Estás bien?
- ¿Hablas en serio?
- ¿Sobre las mujerzuelas? Sí, en su mayoría.
- ¿Y hubo alguna que te haya gustado particularmente? ¿Alguna mujer especial que todavía recuerdes?
- No. De hecho, sí, hay una. Me recordaba mucho a ti.
Le da una mordida a su hamburguesa.
- Tenía el cabello del mismo color que el tuyo, y los mismos dedos delgados.
- Mientes. Y de nuevo me estás coqueteando. Sabes que Jimin es mi prometido. ¿Por qué me cuentas eso?
- Porque tú me preguntaste.
- Tienes razón.
Le doy un trago a mi malteada por la pajita. Le pongo una sonrisa suave. Toca mis rodillas por debajo de la mesa.
- ¿Qué estás haciendo?
- Te estoy sintiendo.
Lo miro con una ceja levantada, pasa sus dedos sobre mis piernas dibujando círculos.
- Liam... ¡Ya basta!
Se regresa a su silla, golpeándose la cabeza con la mesa al hacerlo.
- Todo está bien. Ya lo encontré.
Levanta el brazo como si hubiera encontrado algo bajo la mesa.
- ¡Estás loco! ¡Y eres un tonto!
- ¡Estoy loco por ti!
- Escucha... Aprovecharé este momento para hablar seriamente contigo. ¿Ok?
- Si esa es tu decisión... Pero me gustaría más cuando estás relajada y desnuda.
- ¡Eh, ya ves! ¡Todo esto entre nosotros se está saliendo de control!
- Así es, e incluso planeo secuestrarte si es necesario.
- Ya en serio.
- Lo digo muy en serio.
Tengo que ponerle un final a esto por Jimin y por su hijo.
- Yo... Tengo que despedirte de nuevo. Tienes que olvidarte de mí y esto se tiene que terminar.
- Jamás.
- No seas tan necio, Liam. Me voy a mudar con Jimin.
- ¿Disculpa?
- Así que ya no voy a necesitar un chofer.
- ¿Hablas en serio, Nicol? ¡¿Así que eso es todo?! ¿No nos volveremos a ver nunca más? ¿Y qué pasaría si te secuestro ahora?
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top