ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ x : ᴇʟ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ ᴅᴇ ᴊɪᴍɪɴ
- Siéntate.
- Prefiero quedarme de pie.
- No es nada que deberías temer. Todo está bien. Solo quiero contarte más sobre mi pasado.
Por fin llegó el momento de la verdad. Estoy temblando. Todo lo que lo hacía parecer misterioso e irresistible debe tener una gran historia detrás. Estoy lista para escucharla.
- Espero que no me juzgues por algunas cosas...
- Hey, yo no juzgo a la gente. Sé que no lo haces. Por eso es que estás aquí, conmigo.
No hay ni rastro de nervios en su cara. E incluso ahora, cuando me va a revelar una parte importante de su pasado, algo que está muy enlazado con su terca personalidad, él sigue pareciendo inquebrantable.
- Antes solía llevar una vida distinta. No me reconocerías.
- Pruébame.
- Mi vida solía ser más colorida. Era más hombre de familia que hombre de negocios.
- ¿A qué te refieres exactamente?
- Estuve casado una vez. Pero fue un fracaso.
- Oh, Dios... No tenía idea.
- No podrías saberlo.
Un momento de completo silencio nos absorbe, no por mi shock, sino por su mirada triste y ausente. Su mirada está llena de melancolía, pero se mantiene fuerte y firme.
- Murió hace cuatro años.
- Lo siento mucho.
Otro momento de silencio es interrumpido por Alfred que viene a la terraza.
- Señor, perdón por interrumpir...
- Habla, Alfred.
- Vine a decirle que me voy.
- OK.
Él se va. Ambos parecen desanimados, lo veo en su mirada. Siento que estoy a punto de experimentar algo grande.
- Puedes hacerme cualquier pregunta que se te ocurra, si algo te interesa...
Le haría muchas preguntas. No sé por dónde empezar o cómo preguntarle sin lastimarlo.
- Adelante...
- ¿Qué le pasó a ella?
- Se quedó dormida una noche y nunca volvió a despertar.
- ¿Solo así?
- Falleció en su sueño. Su corazón se detuvo en un momento. Eso es lo que los doctores me dijeron. Sucede muy raramente, pero le sucedió a ella.
- Dios. Lo siento tanto.
- (Nunca habíamos estado así de cerca. Debió haber pasado todo un infierno por eso. Pero encontró en mí una persona de confianza)
- De nada sirve llorar por algo que ya pasó. Me tomó mucho tiempo volver en mí y perdonarme. Me culpé a mí mismo por su muerte. Fue mucho, mucho después que por fin me di cuenta de que no podía ayudarla de ninguna forma.
- No fue tu culpa. No te culpes a ti mismo.
- Solo necesitaba tiempo para superarlo. No pude amar a nadie después de ella. Hasta que te conocí a ti.
Dios. Se me va a romper el corazón por su trágica historia. Está intentando mantenerse fuerte, pero siento que está inconsolable.
- Oh, Jimin... Me siento terrible porque hayas tenido que pasar por todo eso. Ven acá...
Lo envuelvo en mis brazos y lo abrazo fuerte. Apenas puedo rodear su ancha, pero triste espalda con mis manos.
- Está bien. No te culpes.
Mira como a través de mí. Está destruido.
- Me da gusto que estés tú a mi lado. Y que te tengo.
Le doy un beso largo y tierno.
- Yo también estoy feliz de tenerte. Ahora te entiendo mucho mejor. Tú siempre parecías un caparazón sellado. Pero con una perla escondida dentro.
- Nicol... Sé que quieres consolarme.
- Solo estoy siendo honesta.
- Así es. Pero esta no es toda la historia. Solo escuchaste una parte.
Sé que hay todavía más. Los latidos de mi corazón me dicen que hay un secreto mucho más grande por ser revelado.
• ୨❀୧ •
Frente al penthouse de Jimin
- ¡Hola!
Alfred se queda parado ahí dispuesto a interrogarlo.
- Soy Liam, el chofer de Nicol.
- ¡Oh, hola! ¿Cómo le puedo ayudar?
- Ya nos conocimos una vez. ¿Recuerda?
- Ah, sí, así es.
Alfred se queda ahí como esperando a alguien.
- ¿Usted es el asistente de Jimin, verdad?
- Correcto.
- Verá, sé mucho más sobre él de lo que usted cree.
- ¿Disculpe?
- Sobre Jimin. Sé sobre su pasado. De hecho, estoy muy bien informado de ello.
• ୨❀୧ •
El penthouse
- He estado esperando el momento adecuado. Y a la persona adecuada.
Se me acerca y toca mi cabello con su mano. Remueve un mechón de cabello detrás de mi oreja.
- Eres tan mágica y diferente. Me dejaste encantado de inmediato, siendo tan adorable y llena de comprensión.
- Mientras que tú eres tan frío y reservado.
- Lo soy. La vida ha sido muy dura conmigo.
Pasa sus dedos sobre mi cara, frotando suavemente mi mejilla. Mis sentimientos están agitados. Estoy conmovida por su dolor, su confesión y su postura masculina.
- Este podría no ser el momento...
- ¿Para qué, Nicol?
Toma mi mano y la besa.
- Te deseo.
Me mira con incredulidad. Nos pertenecemos el uno al otro.
- También te deseo. Cada minuto de mi vida. Contigo siento que vuelvo a nacer.
Me besa apasionadamente. Hay centellas volando entre nosotros. Acaricia mi piel, sus toques se sienten bien. Me estremezco y me entrego a sus fuertes brazos.
- Lo que más me prende es que eres tan frío por fuera, pero tan ardiente por dentro.
- Tú me hacer ser así.
Me quita la blusa. Me besa los hombros. Su limitada ternura despierta en mí el deseo de tener el control. Quiero guiarlo, amarlo y poseerlo.
- Tómame.
Con ardientes suspiros cubre todo mi cuello. Nos quitamos la ropa nuevamente, él se sienta en una de las sillas y yo en su regazo. Hacemos el amor bajo el abierto cielo azul de su hermosa terraza.
Mis caderas sin control quieren sentirlo y demostrarle todo mi apoyo. Mi corazón se acelera como loco. Calmo mis latidos besándolo apasionadamente.
Le pertenezco y disfruto cada momento de su provocación. Sudo, jadeo, su cercanía me hace sentir más confiada y deseada.
Mis pechos se elevan sobre sus anchos hombros mientras levanto el trasero para impresionarlo. Entra dentro de mí, subo y bajo hábilmente con la ayuda de sus hábiles manos. Él establece el ritmo de nuestra pasión y enciende el fuego en nosotros.
- (Oh, Jimin, soy tuya por toda la eternidad)
Me acerca más y más hasta que siento el dulce sudor y tensión. Entra y sale de mí como si supiera muy bien lo que está haciendo.
- (Y, por Dios, sí que sabe hacerlo muy bien)
Mi cabeza es todo un desmadre gracias a sus embestidas y húmedas tentaciones. Siento que estoy cerca, su mirada me dice que él casi llega al límite. Luchamos por recobrar el aliento, intentando prolongar esa dulce agonía.
Gimo y grito su nombre. Me entrego a él y siento sus brazos alrededor de mí. Con un fuerte suspiro cae junto a mí, y nos quedamos abrazados por un momento.
• ୨❀୧ •
Unos minutos después...
En casa de los Wolf
- Sin importar nada, Viola, tienes que ayudarme con ella.
- Yo hago todo lo que puedo, Benjamin. Te he dado todo mi apoyo tantas veces, pero no creo que debas tomar las riendas y tomar todas sus decisiones por ella.
- ¡Nicol se va a casar con Jimin, fin de la historia!
- Con ese comportamiento sola vas a causar que se haga más rebelde. Conozco a mi propia hija.
- Y yo sé que se tiene que casar con Jimin lo más pronto posible. Y tú tienes que ayudarme a convencerla de que lo haga.
- ...
• ୨❀୧ •
Nuevamente con Jimin
- Entonces...
Golpeteo el suelo con mi pie.
- ¿Por cuánto tiempo más me mantendrás en suspenso?
- Créeme, esto no es fácil para mí. No estoy seguro de cómo vas a reaccionar...
- Sin importar de qué se trate, sabes que tienes mi apoyo incondicional. Aunque no nos conocemos tanto, estoy segura de que ambos sentimos que somos uno. Hemos pasado por tantas cosas juntos... Recuerda cuando la policía me estaba persiguiendo y tú me salvaste. Fue peligroso, pero divertido. No te voy a dejar si eso es lo que temes.
Mis palabras lo hacen sentir mejor. Me está acariciando con su sonrisa.
- Hay otra persona en mi vida. Necesito un trago.
Se da vuelta y se sirve nerviosamente un vaso de whiskey. Nunca lo había visto así. Torpe.
- ¿Te puedo ayudar?
Nuestros nervios se unen igual que nuestros cuerpos, y él deja caer el vaso. El whiskey se vierte encima de mí.
- ¡Mierda! Ya te llené de whiskey. ¡Mira lo que te hice!
Veo una enorme mancha en mi ropa.
- Tienes que cambiarte.
- Sí, ahora vuelvo, mi maleta con ropa está en tú habitación.
- Está bien, te espero.
~ Conjunto elegido ~
- Te ves increíble. Perdón, arruine tu ropa.
- No te preocupes por nada. Me vas a comprar ropa más linda.
- Claro. Cuando tú quieras. Perdóname, estoy nervioso.
- Relájate y solo cuéntame de qué se trata.
- Quiero que conozcas a alguien.
- ¿A quién?
- Te mantendré en suspenso solo por un poco más. Estamos esperando a que Alfred regrese.
- Oh, Dios, Jimin, yo también me estoy poniendo nerviosa.
- Sé que esto va a ser incómodo, pero no planeaba que fuera así.
Alfred entra al departamento y viene con nosotros a la terraza.
- Señor, aquí estamos.
- Genial.
Parece que su humor mejora, veo una discreta sonrisa en su rostro. Está emocionado. Así que esto debe ser algo bueno.
- Puedo...
Señala con la mano hacia la sala.
- Claro, por supuesto. Tráelo.
Vuelve adentro y pronto regresa con otra persona a su lado.
- Nicol, quiero que conozcas a alguien... Él es mi hijo.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top