—Ya deja de grabarme, Hobi. –Se quejó el azabache que terminaba algunos detalles de una nueva canción.

—Dime quién eres. –Pidió el pelirrojo con puchero mientras sostenía la cámara.

—Soy Min YoonGi, tu novio y futuro esposo. –Dijo sonriendo a la cámara.

— ¿Dónde nos conocimos? –Preguntó de nuevo.

Sí, HoSeok ya no lo recordaba.

—En la Universidad. Fuimos compañeros de proyecto en una materia de diseño digital. Tú no tenías idea de cómo usar el software asignado y yo te enseñé. –Gi suspiró enamorado y sonrió a la cámara. —Desde ese día, nos volvimos inseparables, siempre persiguiéndonos por los pasillos, dedicándonos sonrisas. –Miró a Seok y este lloraba en silencio. —Irremediablemente me enamoré de ti. De tu carisma, tu sentido del humor, tu enorme sonrisa, tu fuerza de voluntad, me enamoré de lo decidido que eres, y tu capacidad para hacerle frente a cualquier problema.

Gi dejó su lápiz y se puso de pie, tomó la cámara y la dejó sobre la mesita, enfocándolos a ambos. Tomó las mejillas húmedas del pelirrojo y besó cada una con un infinito amor.

—Te amo Jung HoSeok. Te amo por quien eres, y porque me ayudaste a ser mejor persona. –Acarició las suaves mejillas. —Nuestra primera cita fue en un parque, yo no tenía mucho dinero así que te llevé a comer unos pinchos de carne, recuerdo que estaba muy avergonzado porque la comida no era de restaurante y estábamos en la calle, donde el sol alumbraba con fuerza. Creí que ese día me rechazarías por no ser de esos chicos adinerados que te seguían. Pero para mi sorpresa, tú seguiste saliendo conmigo. –Besó sus labios. —Un día me dijiste: "Hyung, el dinero es lo de menos, yo me siento muy cómodo contigo, tú me transmites paz, alegría y no quiero separarme de ti". Yo estaba muy feliz porque poco a poco iba conquistando tu corazón. Eso, hasta que seis meses después, te pedí ser mi novio y de ahí en adelante, nos volvimos siameses ya que pasábamos unidos todo el tiempo.

HoSeok rompió en llanto.

Abrazó a su novio con fuerza mientras su garganta se desgarraba.

YoonGi lo abrazó con la misma intensidad. —Prometimos que nos amaríamos toda la vida una tarde de verano frente a la playa. –Murmuró mientras acariciaba los cabellos rojos. —Era tu cumpleaños y habíamos decidido pasarlo en la costa. Yo estaba muy emocionado porque sería el primer cumpleaños que compartíamos juntos. –Enterró su rostro en el cuello del menor. —Estabas muy feliz, nos la pasamos tan bien, simplemente con besos y caricias, nuestro mundo iba tomando forma.

Ho sintió como las cálidas lágrimas de YoonGi atravesaban su cuello.

—Prometimos que sin importar qué. Tú y yo seguiríamos juntos. Prometimos que nada haría quebrar nuestro amor, porque estamos unidos por el hilo rojo, ese que jamás de romperá. –Gi lo miró a los ojos y sonrió. —Aunque me olvides, Hobi, nuestro amor seguirá igual de fuerte. No importa lo que pase, yo te seguiré amando y sé, que muy en el fondo de tu corazón, tú seguirás amándome también. –Juntó su frente con la del menor. —Te apoyaré en todo, aunque no me recuerdes, yo estaré contigo siempre... –Besó los dulces labios de su novio. —Así que de ahora en adelante, grabaremos nuestros momentos para que puedas recordarnos, para que recuerdes quién eres y los sueños que tienes... Para que recuerdes que te amo y estaré contigo hasta el final... Para que recuerdes que siempre serás mi esperanza.

Porque desde ese día, HoSeok olvidó su vida.

Se grababan en los escasos momentos de lucidez que Hobi tenía, junto a sus amigos que apoyaron a la pareja en todo momento, mostrando su mejor cara aunque por dentro lloraran al ver la situación de su sol, ese chico tan amable, dulce, risueño, que les enseñó que la felicidad es lo más importante, que les enseñó sobre el valor y perseverancia y que les pidió de favor, siempre cuidaran y protegieran a su amado Yoonie, ya que él no podría hacerlo más.

Así, YoonGi pasó los siguientes años acompañándolo en la clínica psiquiátrica donde vivió hasta que la enfermedad terminó con su vida.

Sólo viviendo, recordando y mirando aquellos videos que grabaron con amor y los cuales sirvieron para que Hobi no olvidara quien había sido hasta que se fue.

Y así YoonGi tuviera fuerzas para seguir ahora sin su solecito, ese hermoso chico al que jamás olvidará. 

Porque junto a HoSeok vivió los mejores años de su vida.

Fin.