HoSeok reía feliz junto a su novio, el azabache mayor hacía gestos graciosos para que su hermoso novio se divirtiera.

Había ido por él al trabajo, y juntos caminaban hacia la casa que habían comprado desde hacía 3 años.

—Amor, ¿qué pediremos para cenar? –Preguntó Seok.

—Cielo, si quedamos hace tan sólo quince minutos en que pediremos comida italiana. –Dijo en tono gracioso.

— ¿Ah sí? –Ho hizo una mueca de preocupación. No recordaba que YoonGi le haya dicho aquello.

—Sí amor, pero descuida. No me pusiste atención y por eso lo olvidaste. –Aseguró el mayor convencido.

HoSeok asintió pero él sabía que aquello no fue por no haberle puesto atención. En los últimos meses tenía olvidos constantes. Eso empezaba a darle problemas en el trabajo.

— ¿Mi amor? –Lo llamó el azabache.

— ¿Eh? Sí, ¿qué ocurre?

— ¿Estás bien?

—Sí, descuida. –Sonrió levemente.

—Bien, porque mañana iremos a la playa.

— ¿A la playa? –Se detuvo.

—Sí amor. Iremos con los chicos a celebrar el cumpleaños de JiMinnie. ¿Lo olvidaste?

Ho abrió sus ojos castaños, no lo recordaba. No recordaba que era el cumpleaños de su amigo, no recordaba que habían quedado en ir a la playa. No recordaba nada.

—Ah... S-sí... Claro.

HoSeok se sintió asustado. ¿Qué diablos ocurría con él?