ᴇs ᴍᴇɴᴛɪʀᴀ. ᴊɪɴ ɴᴏ ᴍᴇ ʜᴀʀɪ́ᴀ ᴇsᴏ
—No puedo creer que sigas con ese tipo.
—No empieces.
—Sí, si empiezo, porque te está viendo la cara de imbécil y tú sigues con él.
JungKook no dijo nada, bebió de su café e ignoró a su mejor amigo por años, JiMin se revolvió el cabello con frustración, odiaba ver a su amigo tan dependiente de alguien que lo engañaba sin vergüenza.
Suspiró con pesadez. —Kook, lo he visto. No te lo digo sin fundamento.
—No hay pruebas. -Dijo renuente a creer.
JiMin no quería llegar a eso, pero sacó un sobre amarillo de su chaqueta y lo tendió sobre la mesa.
—Ábrelo. -Le dijo el peli rosa seriamente.
JungKook lo hizo ansioso, del sobre salieron fotos, fotos de su novio con un tipo rubio. Podía ver diferentes escenas, Jin besando a ese tipo en la mejilla, bailando pegado con él, acariciando su pierna, abrazándolo, y la peor de todas fue una donde se besaban, mientras el rubio le apretaba el trasero a su Jin sin pena alguna.
JungKook sintió su corazón romperse en mil pedazos, Jin lo iba a dejar... Él, él realmente lo dejaría.
—Es mentira. Jin no me haría eso, ¡tú fabricaste estas fotos! -Acusó totalmente perdido en su dolor.
— ¡Deja de ser tan idiota! -JiMin exclamó enojado. —Jin no es bueno para ti. ¡No lo es!
—Eso dices porque estás celoso... -Gruñó el castaño arrugando con molestia aquellas fotos. —Tú no tienes a nadie... ¡A nadie!
JungKook gritó lo último y salió casi corriendo de aquella cafetería. Quería llorar, desesperadamente, necesitaba que Jin se lo negara, que Jin le reafirmara que estarían juntos por toda la vida.
JungKook no podía perder a SeokJin, no, ¿qué sería de él sin el mayor?
Cuando llegó a casa, Jin se encontraba sacando abundante ropa de unas bolsas, al parecer se había ido de compras. Con dinero de su tarjeta.
Desde hacía tres días, cuando fueron al cementerio, no se dirigían la palabra... ¿Será por su falta de atención que Jin había conseguido a alguien más?
JungKook sintió sus ojos arder, Jin no podía dejarlo.
Se acercó a él sigiloso, con suavidad lo abrazó por la espalda y recargo su frente sobre su hombro derecho. Sintió como el cuerpo de Jin se había tensado.
—No me dejes... -Murmuró entre lágrimas. —Por favor, Jinnie. No me abandones...
SeokJin estaba confundido, ¿por qué JungKook lloraba? Era raro que el menor se derrumbara, además, no habían peleado de una manera brusca. Jin no estaba enojado, pero sí había tenido precaución con el menor.
— ¿Qué pasó? -Le preguntó suavemente.
JungKook simplemente negó y se aferró más a él. Jin ya no insistió.
Con calma se giró y observó el rostro demacrado de su novio, seguía siendo guapo, pero sus ojos ya no tenían aquel hermoso brillo.
¿Era por su culpa?
Nunca antes había sentido remordimiento, pero en esos momentos, al verlo llorar mientras sostenía su camisa como salvavidas, SeokJin por primera vez se sintió culpable de arruinar a ese chico.
—No te dejaré, Kookie. -Le dijo cariñoso.
SeokJin besó a su novio con suavidad, pero Kook le devolvió el beso con fiereza.
Terminaron sobre la cara ropa que había en la cama, con ellos haciendo el amor desesperados, uno tenía miedo y al otro su conciencia lo torturaba.
JungKook quiso demostrarle al mayor que no era necesario que se buscara a alguien más, que él era suficiente, a cada momento le repetía cuánto lo amaba. Mientras Jin simplemente se había dejado caer en la bruma del placer, sin ponerse a pensar demasiado en los sentimientos del chico.
Al terminar, JungKook yacía dormido con una pequeña sonrisa, mientras Jin lo observaba.
Pasó con ligereza sus dedos por la tersa mejilla del menor, tenía un corazón tan puro y él un corazón tan envenenado...
«¿Por qué tuviste que caer en mis redes, pequeño Kookie?» Murmuró en su cabeza.
Cuando el sonido de su teléfono lo sacó de su mente, con calma salió de la cama y después de la habitación.
—Tengo lo que me pediste. -Dijo una voz grave al otro lado de la línea. — ¿Estás completamente seguro?
Jin dejó escapar el aire, pasándose una mano por el rostro, acongojado. —No lo sé, YoonGi.
— ¿El niño está tocando tu corazón?
SeokJin sintió un nudo en la garganta, eso no podía ser.
—Claro que no, sólo fue un momento de debilidad. Te veo mañana en el lugar de siempre.
—Piénsalo bien, Jin. Recuerda que no se puede traer de regreso a los muertos.
La llamada finalizó y SeokJin no sabía qué hacer.
Regresó al cuarto, Kook seguía dormido pero cuando se acostó a su lado, el menor inmediatamente lo arrulló entre sus brazos, SeokJin sintió la calidez de su cuerpo, JungKook realmente lo buscaba entre sueños.
Sintió sus ojos arder, ¿de verdad acabaría con él?
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