sᴜᴇɴ̃ᴏs ʀᴏᴛᴏs
SeokJin despertó.
Despertó, pero ciertamente no quería hacerlo, muy en su interior deseaba haber muerto en aquel momento.
Incluso alucinó que JungKook estaba ahí con él.
¿Por qué seguía con vida?
¿Qué más querían de él?
Observó el lugar y se dio cuenta tardíamente que estaba en un hospital. ¿Cómo llegó ahí? No lo sabía y tampoco estaba agradecido por ello.
Suspiró con tristeza, se sentía derrotado.
No tenía idea de cuánto tiempo había pasado, ni dónde se encontraba.
Mucho menos sabía quién o quiénes lo habían llevado a ese lugar.
Sintió frío y tristeza.
Con un poco de esfuerzo logró sentarse en la cama y rememoró el haber tomado un tren directo a Seúl y luego emborracharse para tener el suficiente valor de entregar su carta.
Para empezar, ¿por qué lo fue a buscar?
Se sentía como una rosa, una muy marchita.
Con sueños rotos.
La esperanza perdida.
Sin fuerzas para seguir.
Sin una verdadera razón para luchar, pues aquel que se había convertido en su todo, ahora no estaba con él.
No tenía nada, ni a nadie.
Las lágrimas hicieron su camino por sus mejillas, que horrible era la sensación de saberse en completa soledad, pues su mejor amigo también lo había abandonado.
— ¿Qué se supone que debo hacer ahora? -Susurró desamparado.
Lloró en silencio, tan sumergido en su miseria que ni siquiera notó cuando alguien entró.
—SeokJin.
Aquella voz...
El mencionado rápidamente quitó las manos que cubrían su rostro y miró totalmente asombrado a quien estaba a su lado.
¿Qué hacía allí?
— ¿JiMin? -Murmuró, perplejo.
El rubio simplemente lo observó, y SeokJin no sabía si lo miraba con reproche o lástima.
Ninguna opción era buena, pero el Jin prepotente que había sido, hace mucho que también lo había dejado, por lo que no tenía el ánimo, ni mucho menos la intención, de discutir con el mejor amigo de su ex novio.
— ¿Cómo te sientes? -Le preguntó el menor.
El castaño aún confundido, asintió levemente. —Supongo que bien. Solo me encuentro débil. Pero nada más... Creo.
JiMin también asintió. —El médico dijo que tienes un cuadro de deshidratación, no es grave pero si no te cuidas, puede empeorar, por el momento haz estado con sueros, pero ya que despertaste; comenzarás con comida más sólida. También dijo que no haz estado ingiriendo alimentos sanos, y eso ayudó a que estuvieras con todos los síntomas como vómitos y mareos.
Jin no entendía por qué JiMin le decía todo eso, por lo que se limitó a asentir, realmente sin saber qué hacer.
—Yo...
JiMin suspiró. —Escucha. Todo este tiempo, desde que te fuiste, nunca ví a mi amigo tan destruido, lloraba todas las noches y me preocupé tanto cuando dejó de comer y solo dormía, que enloquecí por un momento y no pude evitar odiarte por provocarle tanto dolor a alguien que no lo merece. -SeokJin apretó las mantas que lo cubrían con fuerza. —Ha sido un proceso muy largo, el que JungKook se recuperara de aquella depresión, pasó mucho tiempo para que volviera a su rutina, sin embargo, nunca volvió a ser el mismo. Si antes tenía la facilidad de sonreír, desde su ruptura nunca más volví a ver aquella sonrisa de conejo tan característica suya... Tampoco sus bromas tontas o verlo bailar como tanto le gustaba. Es como si una parte de él se hubiese esfumado junto a ti. -El peso de la culpa embargó el débil corazón del castaño. —Quise ayudarlo, erróneamente pensé que presentándole personas, él encontraría a alguien que te reemplazara, pero la verdad es que el corazón de JungKookie se encuentra lo suficientemente lastimado como para permitir que alguien más entre a su vida. -El rubio se alboroto sus lacios cabellos y observó de nuevo a un demacrado SeokJin llorando con la cabeza gacha, aquel joven ególatra y egoísta, siendo un simple recuerdo. —Si te digo todo esto, es porque quiero que tengas en cuenta, que JungKook no merece otro golpe mortal... No sé cómo ha sido tu vida, SeokJin; porque realmente no te conozco, pero no eres el único que ha sufrido. Si volviste para remendar tus errores, hazlo con el corazón, hazlo porque de verdad estás arrepentido, de lo contrario, es mejor que desaparezcas de una vez por todas de la vida de JungKook. Él no necesita más escoria en sus zapatos.
Sabía que había sonado cruel, pero también necesitaba saber dónde estaba parado su amigo, SeokJin había sido una piedra de tropiezo enorme y no deseaba que pasara lo mismo de nuevo, porque sabía que su pequeño Kookie, esta vez no lo soportaría.
Pero también sabía que todos merecen una segunda oportunidad, ya sería decisión de JungKook si la brindaba o no, pero necesitaba decirle a SeokJin lo que pensaba de todo esto, así podría estar fuerte para su amigo si lo volvía a necesitar.
Salió de aquella habitación dejando al mayor sollozando, ¿qué tan herido estaba? Solo él lo sabía, pero si había vuelto, esperaba que al menos entre los dos pudieran sanarse.
— ¿Hablaste con él? -HoSeok le preguntó al verlo llegar.
JiMin asintió, aún con un extraño sentimiento de empatía en el pecho. —No es el mismo, Hobi. El SeokJin que acabo de ver, definitivamente no es el que conocí.
HoSeok lo sabía, después de todo lo que había hablado con JungKook, sabía que aquel chico llamado SeokJin, tampoco saldría limpio de todo el huracán que había arrasado con sus sentimientos y emociones.
— ¿Soy un mal amigo por desear que JungKook sea feliz? No quiero entrometerme, pero me aterra la idea de volver a verlo tan lastimado.
HoSeok lo abrazó, con mucha fuerza mientras besaba su frente, JiMin se recargó en aquel gesto, sintiéndose más ligero.
—Solo eres alguien que ama demasiado a su donsaeng. -Le sonrió mientras abrazados caminaban hacia los ascensores. —Deja que ellos lo arreglen y si nos necesitan, ahí estaremos.
La pareja salió de aquel hospital cuando un JungKook bañado y perfumado llegó cargando un pequeño ramo de margaritas, las favoritas de SeokJin.
Sus ojos de ciervo habían brillado cuando se enteró que Jin por fin había despertado y casi desesperado se encaminó hacia la habitación del mayor.
JiMin deseó con todo su corazón que aquellas dos almas que habían sido las víctimas de un cruel destino, por fin encontraran la paz que necesitaban.
Porque aunque la idea aún no le parecía la mejor, muy en el fondo comprendía que SeokJin y JungKook habían sido hechos para estar juntos.
Y esta solo era una prueba más que debían superar.
Amo el HopeMin raza 🥺❤
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