Vamos a mi apartamento, Jinnie. -Susurró el pelirrojo que veía como su acompañante bebía su quinto vaso de Ron.

Mmm eso no sería profesional. -Dijo entre risas.

No estamos en tu trabajo; cariño. Además... -Lo abrazó por la cintura. —Me fascinas y hasta hoy he esperado muy juicioso por ti. Vamos bebé, la pasaremos muy bien.

Jin lo pensó, el alcohol en su sangre haciendo su trabajo y aunque no estaba del todo seguro, decidió olvidarse de todo el mal rato que vivió y entregarse al placer carnal.

Está bien, TaeTae. Compláceme.

Después de eso y que Jin mandara un mensaje a YoonGi, ambos desaparecieron de aquella discoteca con prisa.

Ay... Kookie odiará esto. -Se rió para después seguir bailando con el amigo de Jin.












Ni bien  habían terminado de entrar al apartamento cuando TaeHyung ya se había lanzado contra la jugosa boca del peli púrpura

Lo acorraló contra la puerta y se dejó llevar por la calentura. SeokJin era un hombre demasiado hermoso y sensual, con su rostro de ángel y cuerpo de Adonis.

Sin perder tiempo y con la mayor delicadeza posible, despojó al menor de sus ropas, sus labios recorrían la suave piel con adoración, estaba encantado por lo tersa que era y la respuesta inmediata a su toque.

Lo recostó sobre el enorme sofá de cuero que tenía en la sala, sus manos grandes y ansiosas se pasearon sin pudor por aquel cuerpo, sacando jadeos y pequeños gemidos, eran tan dulces que el miembro del pelirrojo saltó ansioso por atención.

Eres tan perfecto, Jinnie. -Su voz grave hizo estremecer al hombre bajo su fibroso cuerpo.

¿Qué esperas para desnudarte? -Exigió el peli púrpura con sus mejillas rojas.

TaeHyung sonrió ante la demanda y como si de un stripper se tratara, lentamente se desprendió de cada prenda tirándolas en el piso, en ningún momento dejó de deleitarse con la hambrienta mirada de Jin. Sonrió con suficiencia al saberse aprobado por ese exquisito chico.

Al cabo de unos segundos, la piel canela de esos abundantes músculos quedó libre de cualquier molestia, sus ojos azules oscurecidos y su miembro erguido con orgullo, se lamió los labios y sin que el menor se lo esperara, subió sobre él en la posición del sesenta y nueve.

Oh joder... E-esto es nuevo para mí. -Confesó el de ojos verdes mientras sentía la textura caliente de ese pedazo de carne sobre sus labios.

Bueno, disfrútalo.

Al instante, el mayor se tragó gustoso el miembro de su hada. Escuchó el hermoso grito de placer y sorpresa que emitió.

Jin se perder tiempo, también engulló la comida que el pelirrojo le ofrecía, llevó sus manos hacia su trasero donde se aferró y acercó, llevando más adentro de su boca ese pene que chupó desesperado.

TaeHyung gruñó con fuerza, sus manos acariciaban los muslos internos del chico mientras lamía como si fuera paleta el glande, con su saliva lubricó dos de sus dedos y los llevó a la pequeña entrada de su amante; masajeó la zona hasta que lentamente introdujo uno, eso provocó que la pelvis del otro se moviera brusco por la repentina intromisión y su miembro terminara en lo más profundo de su garganta, dejándolo casi sin respiración.

Para SeokJin todo era tan diferente, él recibía placer sin necesidad de entregarse de forma brusca o terminar desmayado por la ausencia de su líquido vital. Tae era un amante excepcional, nada que ver con... Espera, ¿cómo se llamaba?

Sonrió ante su propia broma y disfrutó, ese hombre era lujuria y exquisitez a la vez.

Ta-Tae, por favor.

El pelirrojo no necesitó más, sin perder tiempo cambió de posición y fue gratamente recibido dentro de ese suave y cálido canal en el cuerpo de su hermosa hada.

Jin gimió audible al tenerlo dentro y un coro de gemidos y lloriqueos deleitaron su oído.

Ambos se entregaron a la pasión, sus cuerpos se movían al unísono, en sus bocas mezclándose la saliva y la desesperación por llegar al tan aclamado orgasmo estaba llevándolos a perder la cordura.

Era simplemente delicioso disfrutar del cuerpo ajeno.

Con un grito, ambos llegaron; sus respiraciones eran erráticas y la satisfacción de haber concretado algo que hasta hace unos días, sólo uno de ellos había estado deseando.

Después de limpiarse se fueron a la enorme cama del anfitrión y ahí, después de algunas horas de descanso. Sí, volvieron a entregarse sin importar nada.

Si mi hermano llega a saber esto, Jinnie. -Murmuraba el vampiro que miraba a través de la ventana montado desde un frondoso árbol, sus ojos rojos brillaban en la penumbra. —Matará a tu amante, así que... -Se lamió los labios. —Deberás pagarme por guardar el secreto.

Sonrió pícaro, dejaría que disfruten por esa noche, ya después será su turno.


























Por si lo habían olvidado, en este fic hay suficiente JinxMaknaeLine 🤭

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