끝내다
Cuando Jin reaccionó, se dio cuenta que no estaba en su casa, la suave brisa se colaba por la ventana así como los tenues rayos de sol. Se sintió cálido. Pensó que quizás sí había muerto. Pero claro, no podía tener tanta suerte.
Tocaron la puerta y luego se abrió, dando paso a una joven pequeña que entró con una bandeja de comida.
—Buenos días joven. Mi nombre es Yuuki, seré su asistente durante su estadía en la mansión Jeon. -Comunicó con voz amable y una pequeña sonrisa.
Mansión Jeon, así que aún seguía en la casa del vampiro. Con un poco de dificultad se sentó en la cama, estaba algo mareado pero con la comida que le habían llevado sabía que se sentiría mejor.
—Gracias Yuuki.
Sin decir más, empezó a comer, despacio, aún analizando la situación, ¿será que Jeon lo mantendría encerrado? ¿Lo había cazado como tantas veces le dijo que haría? Alzó su vista y notó a Yuuki metiendo ropa en el armario anteriormente vacío.
— ¿Yuuki? -Habló un poco nervioso.
—Dígame joven. -La niña lo miraba expectante.
— ¿Dónde está Jeon? -Cuestionó.
—Oh, el señor Jeon salió temprano a la empresa, nos dejó claras instrucciones para atenderlo. -Respondió tranquila.
— ¿Qué hora es?
—La 1 de la tarde, joven.
Kim se atragantó, él pensó que era de mañana, había perdido todas las clases que llevaba. Maldijo internamente, buscó su celular pero no lo encontró, tenía que pedirle los apuntes a YoonGi. Estaban próximos a entrar a época de parciales y debía estudiar.
—Ahora que ha terminado, es momento de ducharse joven.
La chica lo ayudó a levantarse, después lo llevó a un enorme baño donde la tina ya estaba lista. Sin más, se desvistió y entró en la cálida agua con sales que rápidamente relajó toda la tensión acumulada. Suspiró con fuerza y se entregó al placer de sentir sus huesos relajarse.
—Le dejo la ropa en la cama joven. Después vendré por usted.
El silencio volvió a reinar, Jin cerró sus ojos y quiso olvidarse del lugar en donde estaba, lo habría logrado, de no ser porque alguien irrumpió en su paz.
—Al fin podremos hablar. -Dijo JungKook que estaba sumergido al extremo de la bañera.
— ¿Acaso no puedo tener privacidad? -Ladró molesto.
—Veo que sigues furioso. -Dijo mientras se lamía el labio inferior.
JeonGguk despedía sexualidad por sus poros, al ser vampiro tenía una piel pálida, pero un cuerpo tan bien formado que parecía un Adonis, su altura de 1.95 comparado con su 1.79 lo dejaba como un enanito a su lado, sus ojos rojos vagaban por todo su rostro enfocándose en esos labios que lo dejaron con ganas de más desde la noche anterior. Kook tenía las piernas separadas pues las rodillas sobresalían del agua, era una clara invitación.
Jin gateó hasta él, hipnotizado por esa mirada salvaje, se sentó a horcajadas y las manos de Jeon rápidamente se ubicaron sobre su trasero, atrayéndolo a él lo más posible, la erección del menor se molía contra el duro abdomen del vampiro. Jeon sonrió, jamás se cansaría de la exquisitez de ese chiquillo.
—Sólo déjame cuidarte. -Ronroneó sobre la suave boca del muchacho.
Acercó sus labios y con suavidad besó los contrarios, era un simple roce, poco a poco, ambos buscaron más hasta que se fundieron en un apasionado beso, sus cuerpos se frotaban, provocando que Jin gimiera en la boca roja de su vampiro. El menor llevó sus manos a la cabellera y enredó sus dedos en los húmedos mechones negros del hombre, el agua caliente provocaba que su cuerpo tuviera mayor sensibilidad, la lengua del mayor se coló entre sus labios y con desespero chupó su propia lengua, uno de sus dedos frotó su entrada, jugando con su deseo, JungKook de estaba emocionando, no podía contenerse con ese cuerpo, no podía contenerse con esa suave piel y la disposición que el humano siempre tenía para él.
Con calma metió uno de sus dedos, Jin gimió sonoramente llevando su cabeza hacia atrás y exponiendo su cuello a su depredador.
Kook fascinado por la escena, llevó su boca a esa parte sensible y con suavidad clavó sus colmillos, esta vez no consumiría demasiado, así que dejó de succionar para sólo dedicarse a dejar pequeños chupetones.
Las caderas del peli púrpura empezaron a moverse, en una muda petición por más, así que el mayor se alineó y de una entró en esa cavidad que rápidamente lo atrapó.
— ¡Agh! ¡Kook! -Jin comenzó a dar saltitos, para el peli negro era la mejor vista que podía tener.
El agua salía de la bañera con cada movimiento, así que Jin se sostuvo de la misma, dándose un mayor impulso, el vampiro, que sentía su baba caer por el inmenso placer, llevó su boca a uno de los pezones y clavó sus colmillos, chupando como si fuese un bebé.
Jin gimió con fuerza al sentir esa succión en una de sus zonas erógenas, llevó una de sus manos a la cabeza del hombre y la mantuvo contra su pecho, sentía su cuello sangrar, el dolor en su cadera al tener la presión de las manos ásperas del hombre y la estimulación en sus pezones, era demasiado para él.
Sin poder más, se corrió, ahora el agua estaba mezclada con su sangre y fluidos, por un momento se sintió asqueado.
—Di-dijiste que hablaríamos. -Jadeó al sentir el aumento de las embestidas.
Jeon soltó sus pezones y lamió la sangre desde su pecho hasta el cuello, su elixir no debía desperdiciarse, así que con su excitación en plenitud, se vino dentro del muchacho que lo abrazó por el cuello al sentirse abrumado por tantas emociones.
Cuando sus respiraciones se calmaron, notaron el desastre que habían hecho, dejaron correr el agua sucia notando como sus cuerpos mojados seguían unidos, Jin se sonrojó y JungKook disfrutó aquel momento.
—Vamos, debemos limpiarnos. -Fue lo único que dijo el mayor al salir del Interior de chico.
Se ducharon sin mayor problema. Limpiando cualquier rastro de su apasionado encuentro, sumamente diferente a los que comúnmente el peli púrpura estaba acostumbrado.
Cuando estuvieron limpios y vestidos, se sentaron en unas sillas ubicadas en el enorme balcón. Ya casi anochecía por lo que el atardecer se dejaba ver en todo su esplendor, provocando que el de ojos verdes sonriera ante tan bonito paisaje.
JungKook lo observaba, la suave iluminación del atardecer sobre su cara lo hacía ver angelical, el niño era hermoso y con un enorme corazón, tanto, que decidió darle un espacio en el aún sin merecerlo.
¿Era realmente capaz de destruir a un ser tan maravilloso como su Jinnie?
—Debemos terminar. -Dijo abruptamente.
Y no, no fue JungKook quien habló.
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