Chico Ideal
Kuroo agita sus manos una y otra vez, dándole vueltas a la mesa del comedor mientras espera a que Bokuto y Clearke terminen de arreglarse. Resultaba terrorífico pensar en el lugar donde estaría dentro de unas horas más.
Deja que su cuerpo caiga sobre una silla mientras el revoltijo en su estómago se vuelve cada vez más insoportable.
¿Cómo se suponía que él vería a Oikawa a los ojos y le haría preguntas sobre su chico ideal? Él deseaba ser ese chico ideal. Debía controlar sus pensamientos, o terminaría mil veces peor cuando el Plan de Cupido diera resultado.
Solo podía pensar en la forma en que Ushijima veía a Oikawa y ese brillo pícaro que centellaba en los ojos de Oikawa cuando lo descubría. Era verdad, el chico era un ser moldeado por la egolatría, se notaba que amaba ser el centro de atención de otras personas... Eso hería en lo profundo al gato enamorado.
Su problema no tenía solución y, justo ahora, tampoco se encontraba en condiciones para pensar en una forma de que este plan saliera a ventaja suya. No le haría eso a Clearke y Bokuto, porque realmente estaban esforzándose para que el plan diera resultado, siempre teniendo presente que el corazón de Kuroo se encontraba implicado en ese asunto.
Eran momentos difíciles para el grupo.
Pero, ¿en verdad se daría por vencido sin siquiera haberlo intentado?
─¡Yo, Kuroo, ya vayámonos!─ los gritos de Bokuto le atan los pies a la tierra de nuevo.
Mientras las dudas y miedos se revolvían en el interior de Kuroo, Oikawa ya se encontraba arreglando su habitación para la visita que tendría en la tarde por parte de sus fans.
Fans. Fans que venían desde Tokyo. Jugadores de Tokyo que lo admiraban. Oikawa no había terminado de caer en la cuenta de que, en verdad, todo su esfuerzo le estaba dando más frutos de los que él creía posibles.
─¿Puedes creerlo, Iwa-chan? Me admiran en Tokyo─ se contoneaba el chico, ordenando películas que podrían gustarle a su compañía junto con bolsas de frituras y latas de refrescos─. Me da curiosidad si más personas me conocen.
─Estúpido Oikawa, te llevas todos los créditos del equipo─ le regaña Hajime desde el otro lado de la línea─ ¿No saldrás con Ushijima más tarde?
─¿Lo dices para que pueda llevarte con Tendo?─ la pregunta de Oikawa va acompañada de una mueca de disgusto─. No puedo creer que te guste el raro de Satori.
La vena de Iwaizumi se deja notar, resaltando en su frente, las manos del chico se cierran en puños, dejando notar también los fuertes músculos de los brazos.
─Voy a tu casa─ es la sentencia que le da.
─¡Iwa-chan, no puedes venir a golpearme, mis invitados están por...!─ el timbre de la casa suena─. Olvídalo, ya están aquí, solo no me cambies por ese chico ¡Te amo, Iwa-chan!
El teléfono se cuelga, dejando a Iwaizumi con las palabras en la boca.
─¿En verdad sigo siendo amigo de ese idiota?─ pregunta a Matsukawa y Hanamaki, que se dedican a sonreirle de forma escalofriante.
─No vamos a criticar tus gustos, Hajime-chan─ se mofa Mattsun, cubriéndose la boca para reír disimuladamente.
El grito de Iwaizumi resuena por toda la calle en el momento que Oikawa abre la puerta para darle la bienvenida a sus tres invitados. Los hace pasar para tener unas presentaciones más formales con cada uno. Su emoción se encuentra tan centrada en la alegría de ser reconocido más allá de Miyagi que Oikawa no es capaz de notar los brillantes ojos de Kuroo.
Los minutos transcurren de forma tranquila, más que comer o beber, se mantienen una conversación sobre las mejores jugadas de Oikawa, la forma en que saca y demuestra todo el potencial que poseen los jugadores de su equipo.
Clearke sabe sobre qué hablar para mantener a Oikawa feliz, Bokuto y Kuroo solo deben seguir el hilo para que todo las cosas se mantengan con la comodidad en el ambiente.
─Y, ¿no tienes pareja, Oikawa?─ la sonrisa del chico se muestra más confusa en ese momento.
Después de pensarlo un poco, se decide a responder:
─No, pero el idiota de Ushijima está intentando que caiga en sus redes para llevarme al Shiratorizawa.
Las risas de los otros resuenan por la habitación.
─¿No es tu tipo?─ es la pregunta que hace Bokuto, colocando menos peso sobre los hombros de Clearke.
─Definitivamente no─ acepta Oikawa─. Ni siquiera me agrada su peinado, es tan... soso.
¿Me va a tocar gestionar un cambios de peinado también?, es la pregunta que resuena en la cabeza de Clearke.
─También está ese mal habito de él de decir todas las idioteces que cree así, sin más, sin pensar en que los demás tienen otra opinión. Es realmente irritante─ da un trago al refresco que tiene entre las manos para pensar─. Sus jugadas no están mal, eso sería algo así como ¿un punto a favor? Igual, creo que su modo de tratar es muy antiguo, muy... robotico.
Sin notarlo siquiera, Oikawa Tooru estaba dando una lista de cosas que no le gustaban de Ushijima, pero su tono no era precisamente de desprecio. El chico ya le había calado, por lo menos, un poco en el corazón.
Al terminar la película que tenían de fondo, la música pasó a ser el reemplazo. Sonó la canción que marcaría a Kuroo totalmente, allí, impotente debido a la situación en la que se encontraba.
Porque mientras Clearke S.A. recolectaba información para su actual cliente, este se encontraba en una reunión con Semi y Tendo.
─¡No vuelvas a recomendarle cómo vestir a Wakatoshi-kun!
─¡Él me pidió ayuda porque sabe que te vistes horrible, Tendo!
Ushijima solo podía dejar la mirada sobre la pelota de volley que descansaba en su regazo mientras sus dos amigos discutían sobre la vestimenta.
Un suspiro.
¿Qué estaría haciendo Oikawa?, el pensamientos fluía, mientras ese chico en el que pensaba intentaba que el dardo que sostenía diera por fin en la foto Ushijima. En su ojo derecho, para ser más exactos.
Sí, el amor estaba floreciendo.
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