𝟬𝟰
Rosé estaba por entrar en pánico pero se auto-obligó a calmarse y a comportarse como una adulta, tomó las manos de Jennie y la sacó de la cocina con cuidado hasta llevarla a la sala. Subió las escaleras y rápidamente armó un bolso con ropa, pañales, chupetes y todo lo que ella creía necesario.
Quitó el pantalón de pijama que tenía y lo cambió por un jean, sin ni siquiera subirse el cierre, bajó las escaleras y le colocó a Jennie un short de tela, pues estaba en ropa interior, Rosé se colocó unas conserve y a su omega unas pantuflas que usaba al estar por casa.
Con el corazón a mil por hora, Rosé arrancó el auto y salió para el hospital. Joder, su bebé ya estaba en camino.
—¡Súbete el cierre! —Se quejó Jennie respirando agitadamente.
—¡Lo haré cuando ese semáforo este en rojo! —Responde alzando un poco la voz debido a los nervios. Con sus manos temblando le hizo caso a su omega— Trata de aguantar, amor, estamos a diez minutos.
—¡Si ese maldito hijo de puta no avanza Minjeong va a nacer aquí! —Grita para después soltar un quejido de dolor por las fuertes contracciones.
Rosé hizo una maniobra, algo peligrosa a decir verdad, para pasar al auto de enfrente. Jodido imbécil que se le ocurre usar el teléfono mientras conduce. Jennie no paraba de quejarse de los dolores y las contracciones, sus ojos estaban llorosos y apretaba con fuerza el asiento.
Al llegar al hospital colocaron a Jennie en una camilla, esta no paraba de quejarse y de retorcerse rogándole a Rosé que el dolor pare.
—La doctora Son está en su día libre, vamos a tener que solicitar otro médico —Dijo una enfermera de forma tranquila.
—¡Pero ella está a cargo de la cesaría! —Exclama Rosé sosteniendo la mano de su omega.
—Ella está en su día libre, señora. Vuelva en otro momento —Repite mirando sus uñas, cómo si no tuviera a una omega apunto de parir. Rosé frunció el ceño ya harta de la actitud de esa omega.
—¡No me importa si está en su jodido día libre! ¡Mi omega está por tener a nuestro cachorro y no podemos esperar "otro momento" y ella es la única médico a cargo de la cesaría! ¡Llama a Son Chaeyoung, ahora! —La omega salió despavorida al escuchar la voz de mando de Roseanne. La alfa se alarmó al escuchar los sollozos de Jennie, se dio la vuelta y lo vio encogida en su lugar con la cabeza agachada —No, no era para ti, amor.
—Me asustaste... —Murmura con las lágrimas bajando por sus rojas mejillas. La alfa la abrazó dando tiernas caricias en su vientre y cabello.
—Lo siento, mi vida.
Jennie se removía en sus brazos por las contracciones, le dolía la espalda, los hombros y las piernas, le dolía todo y solo rogaba para que pare pronto. Rosé no sabía que hacer para tratar de calmarla, ninguna enfermera o médico venía para ayudarlas. Sentía que su corazón estallaría de los nervios y el miedo.
Luego de casi diez minutos de espera, por fin unas enfermeras se llevaron a Jennie para cambiarle la ropa y ponerle una bata mientras preparaban todo para la cesaría, Chaeyoung llegó prácticamente corriendo hasta Roseanne y lo dio unas prendas para así entrar con su omega. Los nervios la carcomían.
—¡Esto es tu culpa! —Lloriqueó la omega al tener una fuerte contracción.
—Y tú vas a tener la culpa de romperme los dedos —Se queja haciendo una mueca.
—Bien, Jennie, ahora te pondremos la anestesia, ¿bien? Sentirás algo de sueño, cuenta hasta tres y cuando menos te lo esperes ya tendrás a tu bebé en brazos.
La omega asintió y a los segundos sintió un líquido frio por su brazo, observó a su alfa y este se inclinó para dejar un beso en su mejilla susurrándole que la amaba. El agarre de su mano cada vez era menos fuerte hasta que finalmente cayó dormida.
—Podemos empezar —Dice la obstetra tomando un bisturí y acercándolo al vientre de Jennie— Puedes salir ahora, Roseanne.
—Gracias a Dios.
[🌷]
Había pasado casi una hora y no tenía noticias ni de Jennie ni de su cachorra, Lalisa estaba a su lado con expresión neutra mientras jugaba con sus dedos.
—Tranquilízate.
—No.
—Rosie, ya te van a llamar para ver a Jennie y a Minjeong. Deben estar bien, tranquila —Anima levantándose de la silla.
—¿Te vas?
—Será mejor que no haya ningún alfa cerca cuando estes con tu familia, créeme. Y para conocer a Minjeong llámanos en dos semanas. Mándame fotos —Termina de decir para abrazar a su amiga y darle pequeñas palmadas en la espalda— Felicidades, amiga.
—Gracias, Lili —Sonríe— ¿Para cuando tú y Jisoo?
Manobal ríe bajito —En unos días tendré mi celo... Veremos que pasa.
Lalisa se fue, dejando a Rosé en la sala de espera mordiéndose su labio inferior ansiosa. Prácticamente salto del asiento al ver a la médico acercarse a ella.
—Sígueme, Roseanne.
La alfa caminó detrás de la profesional por ese pasillo pintado de un amarillo pastel y paredes pintadas con dibujos animados y lobitos bebé, abrió una puerta color blanca y la dejó ingresar para después cerrar la puerta, sonrió al ver a Jennie acostada en la camilla observando el techo y luego ladeó su cabeza levantando la comisura de sus labios de manera perezosa.
—Hola... —Susurra de forma ronca y rasposa.
—¿Cómo te sientes? —Pregunta sentándose en una silla a su lado mientras tomaba su mano.
—Cansada y algo adolorida.
—Disculpen... —Interrumpe una enfermera junto con una especie de carriola en sus manos— Aquí está su cachorrita —La chica se acercó a Rosé y le enseñó como sostenerla— Necesito su nombre, por favor.
—Park Minjeong —Dice la alfa observando a su hija vestida con un mameluco blanco y envuelta en una manta rosa. La chica salió de la habitación dejando a la pareja sola junto a su hija recién nacida.
—¿De verdad ya la tenemos aquí? —Pregunta Jennie observando a Minjeong removerse en los brazos de su alfa mirando todo lo que sus pequeños ojos le permitían.
—Sí, cosita —Afirma— ¿Quieres sostenerla?
—¿Puedo?—Pregunta con algo de miedo.
—Claro, solo tendremos cuidado con tus puntos —Con cuidado Rosé apoyó a la cachorrita recién nacida en el pecho de su omega— ¿Qué tal?
—Creo que tiene hambre —Sospecha viéndola lloriquear y removerse entre sus brazos, con cuidado bajó un poco la bata acercando a Minjeong hasta su pezón y rápidamente este empezó a succionar. Jennie hizo una mueca haciendo reír a Park— No te rías, se siente raro.
—Oh, vamos, no creo que sea tan diferente a cuando yo lo...
—¡Cállate! —Exclama no muy alto y sonrojada hasta las orejas.
—¿Qué? Solo decía, mami Jen —Bromea sentándose en la camilla.
—No me digas mami sino Minjeong me va empezar a decir así —Se queja observando a su hija alimentarse.
—Ambas sabemos que te va a decir así de todas formas.
Jennie rodó los ojos— Tu mamá es una tonta.
—Y tú amas a esta tonta —Finaliza dando un dulce beso en su mejilla.
Lamentablemente, tenía razón.
[🌷]
Luego de unas casi tres horas le dieron de alta a Jennie y pudieron irse al departamento. Son les explicó los cuidados que debía tener tanto del bebé y de su operación, que debía descansar bien y no hacer fuerza y de Minjeong solo dijo que hay que tener cuidado con los ruidos fuertes y que solo va a comer y dormir, por ahora.
Jennie le dijo a Roseanne que moviera la cuna de Minjeong a su habitación ya que quería que durmiera con ellas aunque sea los primeros dos meses.
—Tendremos que llevarla al pediatra en unos días —Dice Rosé ayudando a Jennie con su pijama.
—¿Sabes cuándo le pondrán las vacunas? —Pregunta algo asustada.
—No, amor. Eso le tenemos que preguntar al pediatra.
—No quiero que sufra...
—Yo tampoco pero es para que este bien y saludable, amor —Murmura acurrucando el cuerpo de Jennie contra el suyo teniendo cuidado con su herida. Kim suspiró y cerró sus ojos dispuesto a dormir inhalado el aroma a chocolate de Rosé.
Las primeras noches con Minjeong iban a ser fáciles pero ya veremos más adelante.
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