ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ¹⁵ ᴄᴜᴍᴘʟᴇᴀɴ̃ᴏs

ʜᴀɴ ᴍɪ ᴊᴏᴏ

—No tengo un regalo para tu hermano —volvió a maldecir Jungkook—. Que frustrante es todo. En serio, debías de haberme dicho. Podría haber conseguido un regalo.

Rodé los ojos. Desde que habíamos salido de la habitación (y de verdad me había robado unos cuantos besos) no había dejado de parlotear sobre lo mismo. Por esta misma razón no le había dicho que era el cumpleaños de mi hermano, porque sabia que iba a comprar un regalo e incluso gastar dinero innecesario en ello.

Papá y mi hermano habían salido, así que andaba sola con Jungkook en la casa. No paraba de hablar y de quejarse de que no tenía regalo.

La cocina era un completo desastre, estábamos tratando de prepararle una tarta a mi hermano, yo ni siquiera sabía cocinar, Jungkook lo hacia casi todo, pero al no dejar de parlotear se demoraba mucho haciendo las cosas.

—En cualquier momento llega mi hermano y no tenemos la tarta.

Me miró, como si hubiera recordado algo.

—Ah, cierto.

Resoplé.

—Admite que mi talento culinario te encanta —me guiño un ojo.

Solte una risita nerviosa antes de asentir, todo con tal de que terminara más rápido que antes.

Cuando fuimos a ver a papá Jungkook no quería, decía que le iba a pegar con la escoba, y al final, terminaron hablando sobre cosas que no se (de arquitectos) y me dejaron de lado.

Unos minutos mas tarde llegaron papá y mi hermano, nosotros aseguramos que haríamos la cena, y en ese momento seria cuando le entregaría mi regalo a mi hermano, no antes.

Habíamos tenido una pequeña riña por eso.

Nuevamente estábamos solos en la cocina, el seguía haciendo la tarta y yo solo cumplía con las instrucciones que me daba. ¿Que más puedo hacer cuando quemo hasta el agua?

Cuando terminamos (o Jungkook terminó) de hacer la tarta sugeri que tomáramos un descanso. Estar demasiado tiempo en la cocina me asfixia, necesitaba salir.

Eso hicimos.

—¿A dónde vamos?

—Vamos a caminar un rato por la playa.

Fuimos allá, Jungkook todavía parecía que se adaptaba por completo eso, siempre se quedaba mirándolo todo como un pequeño niño recién descubriendo el mundo.

Y pensar que mañana nos vamos.

Nunca pensé que podría haber sido tan feliz aquí en Busán.

Tengo ganas de abrazarlo y de besarlo, pero tengo que conterme.

—Pero es raro. Deberían haber más gente en la playa.

—Las hay —contesté—. Deberías venir algún día en verano para que veas como viene gente. Es ruido es imposible también.

A lo lejos, un pequeño grupo de niños estaba jugando pelota.

—No he hablado con Taehyung estos días —dijo.

—Yo tampoco con Jimena, solo con Jeongguk.

—Ese Jeongguk ya me cae mal.

A mi me cae mal la cucaracha y el cucarachon.

Seguimos hablando un poco de Busán, le cuento varias cosas y algunos locales que existen, quiere ir, pero se que no nos dará tiempo, nos vamos mañana y no muy tarde. Tampoco quiero ver a mi mamá, pero por ella no voy a negarme esto.

Quizás ella tiene razón, Jungkook es mucho para mí, demasiado, pero quiero disfrutarlo mientras dure.

Tal vez, dentro de poco no este diciendo esto.

—El mundo es muy pequeño —susurré.

Continuamos con la caminata. Cuando se nos hace un poco tarde volvemos, ambos riendo y empujandonos juguetonamente.

Jungkook decide terminar de cocinar para por fin hacer la cena, pensé que papá llevaría a mi hermano a un restaurante pero no fue así. Mamá llegó más tarde y ni atención le puse.

Toda estaba en Jungkook.

Poner la mesa me toco a mí, había odiado eso, pero un pequeño beso de Jungkook me había logrado convencer.

Las cosas se están saliendo de su lugar.

—Esto esta delicioso —mi hermano es el primero en hablar. Jungkook sonrió.

Las comisuras de mis labios también se elevan.

—Jungkook cocinó —añadí rápidamente.

—Que cool.

Al terminar lo recogimos todo, mi hermano y yo jugamos piedra, papel o tijera para saber quien iba a lavarlo todo, después de comer el pastel, claro.

Quise chillar cuando le gane. Me habia salvado de limpiar, y aunque mi hermano fuera el cumpleañero no le iba a dar ese gusto.

Le había entregado mi regalo y no quiso abrirlo, decía que lo hacía mas en la noche cuando estuviera solo y pudiera llorar.

Es un dramático.

Terminando a mi hermano se le ocurre poner música de Blackpink para cantar. Que suerte que las casas no estén tan cercas unas de otras.

Las carcajadas de todos —menos de mamá, quién ya se fue a dormir— se escuchaban por toda la casa. Me alegraba saber que Jungkook se sentía bien con mi familia, eso me hacia sentirme demasiado bien a mí. Entonces supe que había tomado una buena elección al haberlo invitado.

SeonHo (mi hermano) sigue haciendo su concierto, bailando encima del sofá de la sala con una botella de vino en la mano, mientras que declara amor eterno por Rose.

Mas tarde me uno a el, papá ya se ha ido a dormir, solo quedamos los tres, cantando y bailando en la sala —después de que Jungkook se nos unió—, y todo acaba cuando mi hermano dice estar cansado y se quiere ir.

Son aproximadamente las dos de la mañana. La botella de vino en la mano de mi hermano ahora estaba vacía en el suelo. La recogi y la deje en la cocina.

Cuando subí a la habitación cerre la puerta cuidadosamente, seria mi última noche aquí hasta no se cuando que vuelva.

—Pensé que nunca llegarías.

—Ñeh, me demore solo 20 minutos.

Camino hacia mi y no proteste cuando sus labios se unieron a los míos. Lo extrañaba muchísimo, no se si haya pasado lo mismo con el. El beso que compartimos es descuidado y bastante húmedo. Capto la necesidad de su lengua por ingresar en mi cavidad, así que se lo concedo.

Aprieto una de mis manos en su nuca y mi otra mano rodea sus hombros, mientras que sus manos se aferran a mi cintura.

Nos separamos para recuperar el aliento.

—Tu hermano me cae bien, aunque creo que le gusta un poco hacerme la vida imposible —murmura sobre mis labios.

Solte una risita—. El es así.

—Tu familia es pequeña. Me gusta.

—Lo sé. ¿Si fuera muy grande te gustaría estar rodeado de tantos Han?

—Uhm, tu me darias paz, así que eso esta bien.

No tengo experiencias amorosas, nunca ni siquiera creo haberme enamorado realmente, pero lo que estoy sintiendo ahora por Jungkook creo saber que es.

—¿Sabes algo, Jeon?

—¿Qué?

Te amo.

Tengo ese te amo atragantado en la garganta, y no lo digo, tengo miedo, no quiero espantarlo, no se que siente el por mi, y saberlo me aterra.

—Deberíamos ir a dormir.

ʜᴀɴ ᴍɪ ᴊᴏᴏ

Eran las dos de la tarde cuando me desperté, estaba sola en la habitación, pero no me importaba, no estaba muy acostumbrada a dormirme tarde, y ahora mismo tenia demasiado sueño.

También tenia hambre, así que pesar me levante de la cama solo para bajar a buscar algo de comer. Estoy segura de que incluso todos almorzaron sin mi.

Un momento... ¿Donde diablos esta Jungkook? Todos deberían estar trabajando.

Al bajar lo encontré sentado en la sala mientras hablaba por teléfono. Sonrei aliviada y supe de inmediato con quien hablaba cuando sentí el nombre de Taehyung salir de sus labios.

Fui a la cocina sin que el lo notara, busque algo de comer y lo preparé. Estaba seguro de que para cuando nos fuéramos a ir no iba a estar nadie de mi familia aquí, pero así iba a ser mejor, odiaba las despedidas y si nos apresurabamos ya, íbamos a llegar tardísimo a Incheon, cuatro horas de viaje no iban a ser fácil, y no quería que Jungkook manejara muy en la noche.

—Buenas tardes —dijo, sentándose conmigo en la mesa mientras yo comía y dejando su teléfono de lado.

—Buenas tardes —respondí con la boca llena.

Solo le hizo gracia y siguió observandome.

—Nos vamos dentro de poco. No quiero llegar muy tarde a Incheon —le dije.

—¿No nos vamos a despedir?

—No, odio las despedidas, es mejor así. ¿Tienes tus cosas listas?

—Creo que sí.

—Bien. Yo debería recoger un poco y ya.

Por alguna extraña razón no quería irme, me había sentido demasiado bien ahí, pero ahora mis obligaciones estaban allá, en Incheon.

Por primera vez desde que me mude a Incheon, he sentido mi casa como lo que de verdad es, un hogar.

Termine de guardar lo poco que había traído en mi mochila y de arreglarme, la noche de ayer había sido un poco loca y todavía tenia secuelas. No debería cantar hasta horas tan altas con mi hermano.

Jungkook no quería irse, insistia en que debíamos esperar a los demás para despedirnos, pero no quise.

Eventualmente no quedo otro remedio que irnos. Le pase un mensaje a mi hermano y mi papá, solo para que no me buscaran.

—Fue divertido. Gracias por haberme invitado.

Gracias a ti por haber hecho que se sintiera tan especial estos pocos días.

—Uhm, ¿La pasaste bien?

—Mucho.

—¿Te sentiste incomodo en algún momento?

—La verdad no, solo al principio estaba un poco nervioso. Tu familia es súper.

—Lo se —me jacte.

Menos mi mamá, todos son súper.

—En estos días debo acompañar a Jimena al médico.

—¿Que tiene?

—No se, solo te diré que creo que nos pasamos aquel día con la broma de la droga.

Comenzó a reír.

—Ah no jodas, hizo los efectos que quería. Relajate, bruja. La vida es así.

Contigo es perfecta.

Debería bajarme de mi nube y caer en cuenta de la realidad, porque mamá tiene razón, eres demasiado para mí.

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