ᴛʀɪꜱᴛᴇꜱꜱᴇ

" ¿Qué pasaría si la persona que amas, no se ama a sí misma y eres testigo de cómo se autodestruye?

¿Qué harías si no eres capaz de ayudarlo, y te resignas a ver cómo el abismo poco a poco, lo absorbe?

¿Podrías seguir adelante sabiendo que perdiste a quien más amaste? "









SeokJin se abrigó, ese día era particularmente frío, y no solo en las calles, también dentro de su hogar podía sentirse aquella desagradable desolación.

¿Ya te vas? –Le preguntó su esposo.

Jin acomodó la bufanda alrededor de su cuello y sonrió con tristeza. —Sí, no quiero llegar tarde.

El de cabellos negros asintió con simpleza y se regresó por donde había venido.

SeokJin suspiró sintiendo sus ojos arder. ¿Por qué? Era la pregunta que se hacía a diario, viendo a quien había sido el chico más dulce y alegre que había conocido, perderse en su mundo de depresión.

¿Pero cómo salvabas a quién no deseaba ser rescatado?

Aún así, él había jurado en el altar permanecer a su lado en las buenas y malas, en la salud y en la enfermedad... Aunque esta situación estaba consumiendo su vida también.

Salió de su casa, esa que habían comprado hacía diez años y en la cual habían construido todos sus sueños, esperanzas y anhelos.

Ahora se sentía ajena, aunque seguían durmiendo bajo el mismo techo, ya no compartían nada.

SeokJin deseaba con todas sus fuerzas retroceder el tiempo, regresar a aquel día en que todo había sucedido y no permitir que su conejito se hundiera en la tristeza.

Él había estado tan ocupado en un viaje de negocios, que descuidó a su esposo y al regresar, lo encontró perdido... Perdido en la bruma del dolor, desesperación y deseos de muerte.

SeokJin no había comprendido nada en ese entonces, hasta que JungKook le gritó, él dijo que padecía de un cáncer terminal avanzado, ¿cómo? No lo entendían, pero las señales habían estado ahí, siendo ignoradas por ambos.

Ahora, las consecuencias de su negligencia habían dado como fruto a un JungKook deprimido y con ansias de morir.

SeokJin quería recriminarle, quería zarandearlo para que recobrara sus sentidos y se sometiera a un tratamiento.

«¡¿Para qué?!» Recordó que le respondió furioso mientras lloraba. «¡De igual manera voy a morir!»

Desde entonces, JungKook se encerró en su mundo, uno donde Jin no podía entrar más.

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