—Entonces, ¿serán gemelos? —El rostro de Taehyung estaba atónito.

—Así parece ser. —Hye Ji asintió— No se preocupen demasiado, tener gemelos no es un aborto garantizado.

Había escuchado que tener gemelos aumentaba los posibles riesgos, ni siquiera las palabras de Hye Ji me tranquilizaban. Taehyung, en cambio, parecía estar realmente emocionado de la situación. A veces las mujeres pensamos más de lo que deberíamos.

—Otra cosa, —Hye Ji señaló a Taehyung— nada de sexo, es muy peligroso ahora.

— ¿Nada? —Me quejé juguetona.

—Nada. —Afirmó Hye Ji— Es demasiado brusco hacerlo durante el embarazo, aparte pueden tocarse y esas cosas, pero nada de sexo, solo oral ¿entendieron?

—Si, sí. —Taehyung asintió.

La caminata hacia casa me fue eterna. Escuchar a Taehyung me había mareado, cada palabra que salía de su boca se esfumaba en algún lugar que no era mi mente. Tenía muchas ideas de las habitaciones, los cumpleaños, las fechas... y no se diga de los nombres. Había estado buscando por días nombres para nuestros hijos.

—Creo que Yenha tiene un bonito significado, además suena como Yerin, —seguía hablando aún después de llegar a casa— ¿quieres que pida algo de cenar?

—Lo que sea está bien para mí, —asentí, quería que Taehyung aprovechara por ahora que no tenia antojos— pide lo que quieras.

—Pollo frito. —Se adentró en la cocina con el teléfono en mano.

Me parecía bastante lejano verme como madre, yo misma aún me consideraba una bebé. Sowon me daría consejos, así que no me preocupaba mucho los primeros años. Estaba aterrada con el parto, gracias a la televisión con cable y sus emergencias médicas. Después de tantos problemas, tenía una sensación de paz, ha terminado, se dijo a sí misma. Un escalofrío corrió por mi cuerpo, tan extraño.

—Linda, ¿quieres algo de tomar? —Taehyung alzó la voz desde la cocina— ¿Leche de fresa?

—No, leche. —Sonreí.

— ¿Normal?

—Tuya, bebé. —Reí en voz alta, no creí que Taehyung se lo tomaría en serio, hasta que me encontraba casi ahogándome con su miembro.

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— ¡Min Yoongi! —Hye Ji entró a la habitación de ambos sonriente— Yoon... ¿gi?

Hye Ji se apresuró a tomar su katana, la cual ocultaba detrás de la puerta de la habitación. Una chica estaba sentada en el piso frente al armario con la ropa de Yoongi a su alrededor.

—Maldita sea, —Hye Ji sonrió— eres una hija de perra, ¿perdiste algo?

—Tú no lo entiendes. —Yukiji la observó sin expresión. Las venas de sus ojos estaban marcadas, dos opciones, o estaba ebria o bajo una sobredosis de droga.

—Los excesos no harán que Yoongi vuelva a ti, hará que se aleje más, en realidad sentirá  repugnancia al verte. —Hye Ji estaba entrando en su mente poco a poco— Lo amas tanto porque no lo has olvidado, ni siquiera cuando estás casada, porque él no te trata bien.

—Sí. —Yukiji asintió.

—Pero lo que quieres es algo mejor para ti, un chico que te ame y te cuide, —Hye Ji pausó, Yukiji alzó la mirada— él no es Yoongi. Él no te recuerda más y quiere que vayas con alguien más, quiere que seas feliz con un hombre o mujer que te ame tanto como tú a él.

Hye Ji había estudiado psicología, y sabía que eso era suficiente para que Yukiji reflexionara en lo que estaba haciendo en ese momento. Ella no debería estar aquí, pensó, el hospital psiquiátrico es su lugar luego de tanto maltrato emocional por parte de sus pensamientos y su esposo.

Sobra decir que tanto ella como Joy necesitaban ayuda médica, y de manera inmediata.

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+ gracias a todxs ustedes lectorxs +

me enseñaron a no abandonar lo que amo por miedo a otros,
gracias por acompañarme en este segundo libro taerin, que por cierto es mi favorito de todos.

A to B never falls.